°
Uno de los días más
despreciados comenzaba, parte de la servidumbre fue a despertarme un poco más temprano de lo acostumbrado por mandato
de los superiores
O- señorita, dese prisa,
hay que vestirla y ponerla lo más presentable posible pues en cualquier momento
llegará su prometido
- *no se atrevan a decir
esa palabra frente a mi* ya sé, pero que conste que lo hago más por obligación
que por voluntad propia
Pasando a un cuarto
diferente me esperaban más muchachas para ayudarme a poner la elegante ropa;
encima de un delgado fondo me pusieron un vestido azul marino sumamente fino,
largo y un poco ampón de la falda, calzándome con unos zapatos bajos del mismo color
haciendo juego con un peinado sencillo y algunos accesorios, ciertamente no
parecía yo envuelta en esos lujos pero tenía que portarlos forzosamente,
igualmente para que el invitado se llevara una buena impresión, también a mis
hijas les pusieron adorables vestiditos para en caso de que las viera
O- las tres quedaron
preciosas, aunque usted se vería mucho más hermosa si esbozara una sonrisa
- gracias, lo intentaré
R- (entra) mi sobrino acaba
de llegar, será mejor que me acompañes si ya terminaron, entre antes se
presenten mejor- llevándome casi a rastras, las empleadas se hicieron cargo de
las pequeñas durante mi ausencia, Rina por su parte no dejaba de darme consejos
sobre como comportarme con su sobrino aunque simplemente la ignoré, bastante
tenía con esposarme de él como para que también me estuviera diciendo como
actuar.
Dirigiéndonos a la sala
principal, Yamato y los demás aguardaban a que el candidato a mi futuro...
marido arribara al recinto
Y.- permítenos recibirte
con la más cordial bienvenida- todos hicieron una reverencia menos yo
N- muchas gracias, es un
honor estar en este magnífico lugar y rodeado de tan sabias autoridades- el
chico iba bien vestido, de verdad parecía un soberano, su cabello era tan negro
como la noche contrastando con sus ojos claros
Y.- espero recuerdes a cada
uno de los miembros de los altos mandos
N- como no hacerlo, y más a
mi tía Rina- avanzando hacia ella se dieron un abrazo- ¿Y quién es esta bella
dama?- preguntó al verme entre los demás
R- ella es el motivo por el
que te mandamos llamar, es [nombre], tu prometida
N- oh, ya veo. Yo soy Nao-
caballerosamente tomó mi mano depositando un beso en mi dorso- mucho gusto
- el gusto es mío
Y.- bien, ya que el
invitado llegó ¿por qué no pasamos al comedor? una deliciosa comida está siendo
servida para nuestro disfrute
En el transcurso de la sala
principal al comedor, Nao permaneció a mi lado ofreciéndome su brazo para que
enlazara el mío con el suyo, para no parecer grosera o disgustada accedí. Ya en
el comedor nos repartimos al rededor de la amplia mesa, las encargadas de la
cocina poco a poco fueron poniendo lo platos ya servidos en su lugar y para
acompañar la comida Yamato fue contando los planes que tenía para ambos, además
de que se incluía uno que otro chiste para hacer más agradable la plática,
todos lo estaban pasando de maravilla menos yo, que en vez de atender a sus
palabras me entretuve picando los alimentos con mi tenedor por un rato
N- [nombre] ¿cierto?-
saliendo de mi trance lo miré y asentí- ¿pasa algo?
- no, no es nada
N- esa cara afligida dice
lo contrario, tenme confianza para contarme lo que quieras, te escucharé- Nao
era amable y para entablar comunicación entre nosotros comenzó con
una charla independiente a la que se desarrollaba entre los superiores aunque
yo siempre respondía con monosílabos o lo más cortado posible, intentaba borrar
el doloroso recuerdo de trágico suceso pero cada cosa por más mínima que fuese
me recordaba a Hyde.
Terminando de consumir lo
preparado todos nos separamos; mientras Yamato, Anna, Chisato y Jin se iban a
sus respectivos despachos, yo me fui un rato con Akai y Rina le mostró el resto
del castillo a su joven sobrino
R- y bien ¿qué opinas del
puesto que te va a ser encomendado?
N- es un halago que me
hayas considerado para esto, aunque veo que no todos tienen el mismo criterio
R- ¿a qué te refieres?
N- pues [nombre] no se ve
tan convencida, ni de ocupar el puesto como de tener que contraer matrimonio
conmigo
R- oh no, para nada, esa
chiquilla sólo necesita de tiempo, pronto se acostumbrará
N- ya veo ¿y sabes que tiene?
desde que llegué a pesar de que sonría puedo distinguir en sus ojos un profundo
pesar
R- umm no, que no te
sorprenda, ella tiene esa actitud extraña pero cuando se dé cuenta del maravilloso hombre con el
que se casará verás que ese presentimiento desaparecerá
:
A- hija, relájate, por favor
- es que no puedo, ¿cree
que es fácil tener que fingir? o dígame ¿a usted le hubiera gustado que pese a
tener mamá lo obligaran a casarse con alguien a quien no ama? padre, entiéndame,
Hyde lo es todo para mí, no requiero de otro hombre ni mucho menos si es
familiar de esa asesina
A- comprendo que fue un
golpe que te desmoronó en todos sentidos pero es tu obligación hacerlo, que más
quisiera poder retroceder el tiempo para hacerte feliz pero desgraciadamente no
se puede, tenemos que aprender a vivir con el presente por más duro que sea
A la caída del anochecer me
volví a reunir con Nao, esto para recibir instrucciones de lo que haríamos en
los próximos días previos a que se celebrara nuestra unión
R- hablando con el resto
estuvimos de acuerdo en que deberían pasar la noche en la misma habitación, así
van tratando de convivir el uno con el otro y en el mismo ambiente
No estaba de acuerdo pero
de nada servía manifestar mi inconformidad pues mi voz nunca era escuchada en
esos asuntos. Al irse Rina, una de las muchachas nos indicó que dormiríamos en
la que era mi recámara, posterior a habernos quitado los elegantes atuendos...
N- ¿te incomoda el que esté
aquí? no luces feliz con esto
- y créeme, no lo estoy, no
vayas a pensar que soy descortés o algo, es sólo que no eres tú, son mis
memorias y cientos de promesas hechas las que no me permiten estar feliz
N- entiendo, ¿te parece si
tú ocupas tu cama y yo duermo en el sofá? pasar la noche en el mismo cuarto no
significa tener que hacerlo en la misma cama
- ¿enserio?
N- por supuesto, si eso te
hace sentir bien por mí no hay problema
- muchas gracias- a punto
de recostarnos alguien tocó a la puerta y enseguida entró
O- disculpen, señorita
[nombre], le traigo a sus hijas, nos las llevamos para poder alimentarlas
- ah, gracias, acuéstalas
en su cuna
O- como ordene- hecho lo
pedido marchó cortésmente
N- eso si ya no lo entendí
¿son tus hijas?
- sí, ¿quieres verlas?-
afirmando se acercó conmigo a la cuna, zona donde esos pequeños seres yacían
N- vaya, son hermosas
- lo sé, si gustas puedo
contarte todo lo que quieras oír de ello, pero será mañana, ahora estoy agotada
N- me parece, hay mucho que
desearía preguntarte, me interesa conocer más de ti ahora que vamos a ser...-
calló al ver que detestaba la palabra no pronunciada- tu sabes de lo que hablo
- igualmente sabrás la
razón del por qué estoy inconforme con ese tema. Buenas noches
N- buenas noches
Que buenos son con esa tal Rina, y ella que fuerza de voluntad para ir caminando con ella por un lado y soportarla, yo sí le hubiera sacado los ojos!
ResponderEliminar