YUKI NO ASHIATO- CAPÍTULO 2

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Había pasado una semana desde que mi mejor amigo se fue, todo marchaba como usualmente a excepción de que se sentía ese vacío que él había dejado; después de clases y en fines de semana no tenía a quien visitar, con quien platicar y en la escuela quedó el lugar que ocupaba a mi lado como un simple recuerdo de que alguna vez estuvo ahí.

La tarde estaba un tanto nublada, permanecí mirando por la ventana ese cielo gris que anunciaba la venida falsa de la lluvia

M- La comida está lista, ven a la mesa- gritó desde la cocina

- Ya voy- me retiré de mi posición actual… Pero me vi obligada  a regresar cuando el ruido de un auto estacionándose en la casa de enfrente resonó- ¿Pero quién será? Se supone que ahí vivía Hideto pero la casa está vacía ahora…- una pizca de alegría me iluminó cuando pude ver que del automóvil estacionado emergió el señor Takarai- Mamá, no tardo

M- ¿Qué? Oye… ¿A dónde vas?- ignoré sus palabras y rápidamente crucé la calle

- ¡Señor Takarai!

PH- [nombre], que sorpresa ¿Cómo han estado tu mamá y tú en esta semana?

- Muy bien… Am, disculpe que sea descortés y sea lo primero que pregunte pero ¿De casualidad vino con usted…?

PH- Lamentablemente no, él tenía tantas ganas de acompañarme porque sabía que podría verte, pero por sus deberes escolares no pudo

- Oh- soné desilusionada- ¿Y usted volverá otro día? Quizás ahora sí pueda acompañarlo

PH- Lo dudo mucho, solamente vine para organizar las cosas de la última mudanza y lo que se quedará para vender junto con la casa, lo siento

- Descuide... Bueno, ya tengo que irme, me esperan para comer, un gusto verlo

PH- Igualmente, mándale saludos a tu mamá de parte nuestra

- Claro, adiós

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M- [nombre] ¿Cuántas veces te he dicho que no salgas a la calle sin mi permiso?

- Mamá, ya tengo quince, puedo andar sola sin problema... Además lo ameritaba, el padre de Hideto regresó por asuntos de su cambio de domicilio

M- Oh ¿Y por qué no lo invitaste a pasar?

- Llevaba prisa, si no con todo gusto le hubiese dicho…- alguien tocaba a la puerta, en lo que mamá terminaba de servir yo fui a atender- ¿Señor Takarai? Pensé que ya se había ido ¿Le gustaría entrar?

PH- Claro, gracias. Ya estaba por irme pero de repente alguien me llamó y al saber que estarías cerca me pidió te comunicara con él- me hizo entrega de su celular, no se requirió ni un segundo para que supiera de quien se trataba así que cogí el teléfono y corrí a mi habitación para hablar con un poco más de privacidad

- ¡Hideto! ¿Estás ahí?

H- ¿[nombre]? ¡Hola! ¿Cómo te ha ido en esta semana?

- Aparentemente bien ¿Y a ustedes?

H- Más o menos, todavía nos cuesta acoplarnos a los cambios de esta ciudad

- No ha de ser fácil tener que adaptarte a un sitio que no sea en el que viviste por quince años

Pronto el silencio se apoderó de ambas bocas y así duramos por unos segundos hasta que…

- Llevo la cuenta desde esa vez, faltan exactamente 1818 días para lo prometido

H- Vaya, esa cifra es alta… Pero puede que se reduzca unas cuantas veces

- ¿Por qué lo dices?

H- Ayer escuché a mis padres conversando sobre los planes de verano y tal parece que iremos a visitarlas, falta aún medio año pero por lo menos no tendremos que esperar tanto

- Ojalá que sí puedan venir y… Creo que tendré que colgar, tu papá llevaba algo de prisa y no quiero que por nosotros se le haga tarde

H- Está bien, te llamo después y así sirve de que te paso el nuevo número de la casa

- De acuerdo, aguardaré por ello. Hasta pronto

H- Nos vemos luego

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- Terminé, disculpe esa interrupción- le entregué su celular

PH- Descuida, no fue nada. Ahora sí yo me despido, me quedan un par de horas por delante de camino

M- ¿Por qué no se queda a comer?

PH- Me encantaría, pero después de esto tengo que regresar al trabajo a encargarme de unos asuntos que dejé pendientes, será en otra ocasión

M- Bueno, no le quitamos más su tiempo

Igual que cuando llegó, lo acompañé a la salida observando cómo poco a poco iba alejándose en su auto. Al cerrar y retornar a la sala, mamá me esperaba ya sentada mientras me miraba con un gesto un tanto burlón

- … ¿Qué?

M- Nada más te dijo que Hideto quería hablar contigo y hasta los ojos te brillaron, se nota que aún te gusta

- ¿Perdón? No es cierto, a mi nunca…

M- Sería un excelente partido para ti, lástima que se haya ido

- Basta, deja de molestarme- aparentando estar furiosa tomé mi plato y me redirigí a mi cuarto- Comeré en mi recámara para que cierta persona no siga fastidiando

Tras una risa suya me adentré a mi refugio, dejé el plato sobre uno de los muebles y cerré mi puerta con seguro recargándome enseguida en ella y esbozando una sonrisa; aunque siempre lo negara en público, por dentro sabía que todo aquello que decían sobre Hideto era verdad, el haber escuchado su voz por unos instantes me había llenado de una paz interna indescriptible. 
En todos esos años nunca supe si esa atracción era correspondida o no pero me conformaba con estar a su lado y ser inseparables, aún con todo ese lapso que restaba me propuse no olvidarme de esos sentimientos y aguardar el momento en que de sus palabras ese enamoramiento fuera mutuo… Aún tenía la esperanza de que eso sucediera en un futuro…