¿COINCIDENCIA?... YO LO LLAMARÍA DESTINO- CAPÍTULO 1

Hola de nuevo queridos lectores, espero que se la hayan pasado bien este año nuevo.
A partir de hoy les traigo una nueva historia, este fue mi primer fic ya más... digamos "formal" y surgió durante la realización de A CHRISTMAS LOVE STORY, en ese entonces no tenía tanta experiencia como ahora (hace 3 años) así que puede ser un tanto absurda la trama y sin sentido, pese a ello decidí no cambiar el sentido para que conservara su "esencia original" y vieran que pasaba por mi mente en esos ayeres, están en todo su derecho de juzgarlo que para eso es.
Igualmente espero me tengan paciencia, no he transcrito casi nada por lo que habrán veces en las que me atrase con las actualizaciones.
Sin más por agregar ojalá les guste, a leer se ha dicho...
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La tarde iba a penas en sus inicios, había arribado a un restaurante dado que durante mi salida comenzó a darme hambre, ya llevaba ahí aproximadamente veinte minutos y aun no llegaban con mi orden, en mi aburrimiento y mientras seguía esperando comencé a observar cada detalle del lugar; no era muy lujoso pero tampoco tan pobre o desalineado, durante mi inspección visual mi mirada se quedó fija en la entrada debido a que alguien pasó y se metió al poco rato al mismo establecimiento que yo: era un hombre no muy alto, de cabello rubio asemejándose casi al blanco, llevaba una chamarra negra con capucha y lentes oscuros, por su vestimenta y actitud parecía que no quería que lo reconocieran, por un instante lo ignoré aunque eso no duró por mucho. El lugar estaba casi a reventar de gente y sólo quedaba una mesa a lado de la mía por lo que se sentó ahí, sin cuidado alguno se bajó la gorra y sin deshacerse de los lentes llamó al mesero, viéndolo detenidamente se me hizo familiar pero creí que se trataba de mi imaginación hasta que...
 
!- ¿qué va a ordenar Hyde-san?

H- baja la voz, por favor

!- oh, perdone

H- lo mismo de siempre

!- enseguida se lo traigo


Al oír ese nombre simplemente me congelé, todo indicaba que no me había equivocado, al terminar de ordenar el mesero se retiró y voltee a él, como presintiendo mis ojos fijos en su persona también me miró, nuestras miradas se cruzaron y me puse nerviosa, si mi poca consciencia en funcionamiento por la impresión no me fallaba tenía a mi más grande ídolo frente a mí, justo en ese momento por fin me trajeron lo que pedí dando una protesta por el retraso y recibiendo una disculpa por el mal servicio, esa distracción me calmó pues de no ser porque ya tenía en que ocuparme todavía seguiría acosándolo literalmente con la mirada.

Al dejar mi plato vacio y mi estómago satisfecho me levanté para irme aunque por dentro no quería hacerlo
 
-*sé que se trata de Hyde pero no quiero que piense mal de mí ni que sé incomode*- abandonando mis pensamientos fui a pagar, sitio donde mi suerte me hizo otra jugada pues seguido de mí él se formó, con la emoción y los nervios a punto de noquearme accidentalmente solté él dinero que traía en la mano, para colmo él me ayudó a recogerlo
 
H- toma, ten más cuidado la próxima vez 

- gra...gracias- sonrojada a más no poder le arrebaté él dinero, pagué y me marché corriendo
 
H- *¿pero qué le pasa a esa chica?*

Llegando a casa sentí un alivio total, jamás en mi vida me había puesto tan nerviosa... y es que no se trataba de un encuentro casual con cualquier persona
 
O- ¿ahora tú qué traes? pareciera que viste un fantasma
 
- nada y no preguntes... en caso de que tuvieras planeado hacerlo

No llevaba una buena relación con ella desde la separación de mis padres hace seis años y desde qué mamá se había mudado dejándonos ese departamento para las dos.

Al caer la noche mí mente no me permitía dormir, aun recordaba su penetrante e intenso mirar y mi corazón latía tan aprisa como si aun estuviese en el restaurante.
 
-¡ah! tranquila ya, de seguro solo fue una simple coincidencia, a todos les puede pasar lo mismo, ya verás qué mañana se normalizará y será como si nada hubiese ocurrido



°
Para el día siguiente ya me había recuperado de ese momento inesperado, como era mi rutina casi diaria nuevamente acudí a la misma zona de comida; me encantaba cada platillo que preparaban y por ello se había convertido en uno de mis lugares favoritos, sentándome en la mesa de siempre aguardé a que el personal se diera cuenta de la llegada de un cliente y anotara mi orden, mientras tanto me giré al área donde se encontraba la caja
 
- ay no, ¡otra vez él!- me dije en voz baja regresando mi rostro a donde originalmente apuntaba, no sabía cómo reaccionar después de dos veces seguidas de topármelo, igual qué anteriormente mis ojos centraron su objetivo aunque no lo ordenara para que de inmediato yo fuera fijada por su vista, apenada me decidí a abandonar el recinto, mis nervios eran incontrolables e insoportables, tenía unas inmensas ganas de hablarle pero me invadía la vergüenza pues ese si que era un golpe de suerte al estar en un mismo sitio junto con la persona que admiraba tanto.

Por un par de días las casualidades continuaron, ya no sabía si eran simples coincidencias o algo más, un tanto harta de mi propia actitud cada que nos cruzábamos y desechando mis propios temores, opté por intentar ignorarlo a la siguiente ocasión si es que volvía a ocurrir...o al menos eso planee sin hacerle caso a mi propio consejo
 
-*basta, no te la vas a vivir huyendo de él sólo porque no sabes que hacer ante el hombre que idolatras*- perdida en mi mente accidentalmente choqué con alguien- Disculpe, no me fijé, fue mi cul...- enmudecí al ver que ese "alguien" se trataba de la razón de mi escasa concentración
 
H- descuida. Aguarda, te me haces familiar ¿no eres aquella chica del restaurante?
 
- *demonios* ta-talvez sí, ¿p-por que? ¿pasa algo malo?- no podía dejar de tartamudear
 
H- eso me pregunto yo
 
- ¿eh?
 
H- noté que últimamente nos frecuentamos a la lejanía y en esos ratos me mirabas ¿acaso te incomodé o desagradé?
 
- p-para nada, creo fue todo lo contrario es que me puse... inquieta... bueno, sé perfectamente quien es y pues... no está demás agregar que me incluyo en la lista de la gente que lo sigue y... en mi interior saltaba de alegría de por fin conocerlo aunque fuera de lejos- algo sonrojada agaché la mirada mientras me rascaba la cabeza 

H- ya entiendo, disculpa mis preguntas
 
- n-no hay problema, no conocía mis razones, las disculpas van de mi parte

Por un momento nos mantuvimos en silencio el cual se tornó abrumador
 
-am, dado que yo ya lo conozcoy no quiero verme más descortés es mi turno de presentarme, soy [nombre], mucho gusto
 
H- el gusto es mío- estrechamos nuestras manos, aun no me creía lo qué ocurría- Ahora que todo se aclaró que te parece si platicamos para saber de los dos
 
- ¿de verdad? * dios santo, ¡quiere que hablemos!*
 
H- por supuesto, digo ¿por qué no darle una oportunidad de pasarla conmigo a una admiradora? no me afectaría- parecía que en cualquier momento la respiración me iba a faltar e iba a caer inconsciente, ante mi reacción soltó una risa- Tranquila, piensa que soy una persona cualquiera, no quiero que me culpen de lo que te pase a escasos minutos de conocernos personalmente
 
- e-está bien, lo intentaré *definitivamente moriré de emoción*

Pasaron un par de horas, el tiempo se fue volando por lo que ya tenía que irme; posterior a hablarle mis miedos se esfumaron y me sentía más segura
 
- ya es tarde, tengo que volver a casa
 
H- yo podría llevarte
 
- gracias por su amabilidad pero no, no quiero causarle otra molestia
 
H- entonces por lo menos déjame acompañarte a tomar un taxi

Accediendo a su propuesta caminamos hasta la parada y ya ahí me subí a mi transporte
 
- fue un placer pasar la tarde con usted
 
H- igualmente, también la pasé bien, nos vemos pronto
 
- eso espero, hasta luego

Me dolió de cierta forma el tener que decirle adiós pero lamentablemente no podía permanecer siempre con él, por lo menos me alegró él habernos acercado por un tonto malentendido. Ya en casa cené y me preparé para dormir, otra vez sin conciliar el sueño recapitulé lo vivido hace unos instantes, era increíble el que haya tenido una tarde exclusiva a su lado
 
- *¿y si mi mirada le gustó? ¿Y si yo le gusté? No, eso es absurdo ¿cómo podría fijarse en mí de la noche a la mañana siendo unos extraños?*

Confusión, una palabra que describía mi estado actual, en el pasado había tenido una relación pero no logró funcionar y ahora tenía miedo de enamorarme de la persona equivocada... aunque antes de adelantarme a ese paso, ¿acaso me había enamorado más allá del artista que interpretaba maravillosa música y del fanatismo que le profesaba? Todo fanático suyo puede decir con facilidad que lo ama, pero ¿ese supuesto amor a qué grado podía llegar? No podía distinguir el aprecio hacia el vocalista del de la persona que realmente era y que recién conocí aunque no a fondo... más porque tenía la certeza de que, por más breve que fuese, en algún sitio habríamos de cruzarnos de nuevo...