23 de enero de 2014

LA ESENCIA DE LAS ROSAS- CAPÍTULO 1

Era una hermosa mañana soleada, había estado despierta desde hace ya un par de horas atrás, eso para alistarme y tener mis cosas preparadas a las 10:00, hora en la que acostumbraba ya de meses anteriores ir a uno de los parques locales a ejercer una de las actividades que más amaba realizar desde que tengo memoria; retratar personas o cualquier cosa a mi alrededor en forma de cuadros al óleo para posteriormente ponerlos a la venta o realizar subastas de los mismos, aunque lo hacía más por diversión que de manera profesional ya un buen número de personas tenían preferencia por mi labor y me habían nombrado por su cuenta como una de las mejores artistas de la zona, cosa que me halagaba pero que no me tomaba tan en serio debido a que habían miles de persona más que me superaban en muchas formas.


Todo estaba listo para partir a mi lugar de máxima inspiración y creación, así que coloqué lo que fuese a necesitar dentro de mi auto y me dirigí al sitio en donde, por su belleza, mis manos con un pincel y algo de pintura podían hacer maravillas... Desafortunadamente por desconocidas razones y poco después de haber arrancado el coche se averió.

- Genial, nada más esto me faltaba- no podía dejar el coche con mis pertenencias a medio camino en lo que conseguía el número de alguna grúa que lo llevara a reparar al taller, tampoco era una opción el cargarlo todo de ahí hasta el parque y de regreso a casa, el caballete y el portafolio de los materiales eran lo suficientemente grandes y pesados como para transportarlos yo sola a más de diez calles, sin ninguna otra alternativa me dispuse a buscar ayuda inmediata... Pero para completar mi racha de mala fortuna muy poca gente pasaba por ahí y quienes lo hacían simplemente me ignoraban, las cosas no marchaban para nada bien hasta que por fin alguien se percató de mi situación y sin tener que pedírselo acudió a donde yo

H- ¿Necesitas ayuda?- se estacionó a lado de mí y bajó del auto para hablarme más directamente

- Sí, no sé que sucedió pero mi auto no quiere avanzar más

H-¿Y vas muy lejos?

- No, exactamente al parque principal

H- ¿Qué te parece si te llevo? Voy a unas cuantas calles de ahí así que me queda de paso

- ¿De verdad me harías ese favor?

H- Por supuesto

Con una amplia sonrisa de alivio dibujándose en mi rostro subimos mis cosas a su coche luego de que se encargó de contactar al taller más cercano que se encargara del transporte y chequeo del mío.

- En serio te lo agradezco tanto, es bueno saber que aún existe gente amable, ya llevaba varios minutos ahí y nadie se acercaba.

H- No hay de que agradecer… Por cierto ¿Ya nos habíamos visto antes, no?

- Ahora que lo mencionas creo que sí… Vives un edificio a lado del mío, en el 215

H- Sí... Pero que descortés soy, déjame presentarme, me llamo...

- Hyde ¿Cierto?- a lo que me miró un tanto sorprendido- Bueno, si somos vecinos de vez en cuando hemos llegado a escuchar uno del otro

H- Tienes razón, en ese caso y seguramente tú has de ser la famosa [nombre] de la que algunos hablan muy seguido y que se distingue por tener un inigualable talento en la pintura

- P-Pues creo que sí

H- Es como si ya nos conociéramos sin conocernos aún, sabes a lo que me refiero

- Creo que sí

Pronto el kiosco que quedaba exactamente en el centro del parque pudo ser observado por nuestros ojos, lo que significaba que habíamos llegado, nuevamente con su ayuda bajamos mis pertenencias hacia el sitio en el que recurrentemente me gustaba instalarme

- Nuevamente gracias

H- De nada, tu carro ya llegó con un mecánico, esta es la dirección a donde lo mandé para que vayas a recogerlo. Por ahora tengo que irme, espero nos volvamos a ver después

- Igualmente... Am, yo... ¿Tendrás tiempo de venir más al rato o alguno de estos días?

H- Seguro ¿Por qué la pregunta?

- Bueno... Quiero agradecerte de otra manera; como te habrás dado cuenta la pintura es mi pasión, así que quería saber si... Si me permites retratarte

H- Eso suena bien, para mí sería todo un honor, de hecho estoy libre desde las cinco así que podría venir hoy mismo

- ¡Perfecto! Yo me marcho usualmente a las seis así que está bien

Tras haberse despedido se marchó, mientras tanto yo comencé con mi artística labor de todos los días; extrañamente la idea de tener que pintar a ese muchacho que en varias ocasiones vi a lo lejos y al que aparentemente le era invisible –hasta que me ayudó- me llenaba de un sentimiento que ni yo misma podía explicar, pero era satisfactorio y por lo mismo ansiaba el momento exacto en el que pudiéramos volver a cruzar palabra y con mi "don" pudiera inmortalizarlo en un hermoso retrato.

Las horas se pasaron volando, para entonces el sol ya comenzaba a apagar sus rayos dejando el cielo cada vez con menos iluminación, tal como a lo prometido y justamente a las cinco en punto, “mi salvador” arribó al parque

H- Bueno, ya estoy aquí ¿Comenzamos?

- Cuando gustes

Habiendo preparado todo y a mi señal adoptó una misma pose, cuidadosamente los colores con ayuda del pincel sobre el papel fueron dando las formas y parte de la escenografía tras de él, debido a que no faltaba mucho para que la luz natural se extinguiera y me permitiera visualizarlo correctamente tuve que apresurarme y hacerlo lo mejor posible; usualmente para hacer un trabajo llegando casi a lo excelente demoraba entre dos horas y media pero por esa ocasión tuve que reducirlo a una hora y media que era cuando las calles comenzaban a oscurecerse.

- ¡Terminé!- soltando un suspiro dejé mis utencilios y él se acercó para evaluar la obra acabada- Perdona si no quedó como esperabas, originalmente requiero de más tiempo pero hice lo que pude

H- ¿Estás bromeando? Es perfecta

- ¿Lo dices de verdad?- asintió- Pues gracias, el propósito es que estuvieras conforme ya que es tuyo

H- Ahora que lo pienso es mejor que tú lo conserves

- No, no podría aceptarlo, lo hice para ti

H- Insisto, un buen trabajo debe de quedárselo el artista

- (río) De acuerdo, de acuerdo. Bueno, ahora a recoger esto… Y voy a tener que abusar nuevamente de tu confianza, iba a pedirte que si de favor podías llevarme a casa

H- Eso no tenías que decirlo, con gusto

Luego de haber organizado el material partimos a mi apartamento, era la ventaja de vivir uno cerca del otro pues así no se tenía que hacer un viaje tan largo. Agradeciendo por milésima ocasión su gran cortesía y de haber bajado mis pertenencias nos despedimos, en cuanto llegué lo primero que hice fue encontrar un buen lugar en donde colocar mi nueva adquisición convirtiéndose en un adorno más de mi sala, inexplicablemente no podía despegar la vista del retrato ni dejar de sonreír por el mismo, cosa que luego de un rato me desconcertó a mí misma ¿Es que acaso ese chico… Había obtenido completamente mi atención? ¿Era posible que el pasar a ser un poco más cercanos me provocara, en un abrir y cerrar de ojos, las dichosas “mariposas en el estómago” exclusivamente por haber sido vista cuando para otros era invisible? No lo sabía, pero lo que sí era que mi interés en ese chico de adorable rostro había incrementado y tenía la esperanza de que nuestra amistad no fuera sólo de un día y por casualidad, algo por dentro me impulsaba a hacer que diera sus propios frutos.


° 
Ya habían pasado unos días, desafortunadamente no habíamos vuelto a cruzarnos ni a saber nada del contrario, no obstante, aunque eso me desanimara un poco, era mi deber continuar con lo mío como del diario. Mi auto estaba como nuevo por lo que ya no surgieron problemas de transporte y como todas las mañanas alisté mis materiales para ir rumbo al sitio donde el arte sucedía… Aunque inesperadamente la inspiración de repente se esfumó ¿De verdad tanto me había afectado el hecho de no verlo más? Mis propias ideas estaban en desorden, más aún cuando en mi hundimiento mental en busca de respuestas alguien me sacó de mis pensamientos extendiendo hacia mí un bello ramo de rosas 

H- Hola, nos volvemos a encontrar 

- ¿Qué? Ah, Hola… ¿P-Para mí?


H. Claro, es una pequeña recompensa por el gran cuadro de antes

- Muchas gracias, están preciosas- al tener el ramo en mis manos lo primero que hice fue oler las flores; tenían un exquisito aroma- ¿Cómo supiste que me encantaban las rosas?

H- No lo sabía, es sólo que a toda mujer le gustan y pensé que aplicaba lo mismo para ti

- Pues acertaste (sonrío)

H- ¿Puedo sentarme contigo?

- Adelante- luego de hacer más espacio en la banca que ocupaba tomó asiento

H- Y… ¿Qué estás pintando hoy?

- Nada, es como si ya hubiera plasmado cada vista de este parque y no tuviera nada nuevo

H- Falta de inspiración- afirmé con la cabeza- Ya veo... Sé que todos los días vienes pero ¿Por qué no vas a dejar tus cosas a casa? M-Me gustaría invitarte a salir... Bueno, a alguna otra zona ya que estamos afuera y… ¿Aceptas o no?- claramente desprendía un aura de nerviosismo, como si el hecho de pedírmelo fuera demasiado para él

- E-Está bien. ¿Me esperas aquí? Prometo no tardar

Una vez que accedió, con la mayor velocidad que mi cuerpo me lo permitía metí todo al coche y me dirigí a mi hogar; si él me acompañaba a casa estaba segura de que no podría contener más la euforia ni controlaría el sonrojo que había aparecido en mis mejillas apenas terminó su proposición.
Aproximadamente diez minutos después y tras una carrera que tuve que realizar a pie de mi residencia hasta donde aguardaba comenzamos con nuestra cita salida de amigos.
 
Posterior a una caminata que además utilizamos para conocernos más a fondo, fue una excelente opción para que con el incremento de confianza, los nervios y la vergüenza notables en ambos disminuyeran, personalmente nunca en mis años de joven vida me había sentido de tal manera ante la presencia de un hombre y eso sólo significaba algo que un principio creía irónico y muy repentino pero que verdaderamente estaba sucediendo, el observarlo de lejos y los casuales pero sin importancia encuentros pasados ya habían sembrado algo de curiosidad sobre él, y ahora que ya no habían barreras para tratarlo esa curiosidad se transformó en un sentimiento más intenso. Luego de haber dado un paseo por la selva de concreto, de detenernos en el restaurante más cercano para la hora de la comida y de haber recibido él una llamada de emergencia dimos por concluidos los planes.
 
H- Mis disculpas, me hubiese gustado pasar más tiempo o por lo menos llevarte de regreso pero me surgió un imprevisto

- Descuida, ya será para otra ocasión, gracias por todo

H- Al contrario, gracias a ti- esbozando una sonrisa se me acercó para depositar un beso en mi mejilla con lo que no pude evitar que éstas se tornaran de un color rojizo, ante mi reacción soltó una risa-  Hasta luego

- A-Adiós

Mis creencias me querían hacer una mala jugada interpretando sus miradas, sus sonrisas y ese beso como algo más allá de lo que realmente eran, porque para empezar no sabía si ese cosquilleo que se producía al estar con Hyde era mutuo o sólo una oportunidad que no iba a ser posible... Aunque fuese la razón que fuese me alegraba pasarla a su lado y llevar una mejor convivencia después de tantos meses contemplándolo a escondidas o por casualidad…

Los retoños de esa amistad se estaban abriendo más rápido de lo esperado…

2 comentarios:

  1. De este me encanta el nombre, y pues a esperar a ver que sigue:)
    ¿Puedo preguntar cuál es el que decías que estabas escribiendo? Era Yuki no Ashiato o haces uno nuevo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí al principio no me gustaba, en ese entonces nada más se lo puse por ponérselo para acabar mi tarea XDD pero ahorita que se está desarrollando más tiene mejor visto bueno... ya merito se sabrá lo que ocurrirá en el desenlace.
      En realidad son varios nuevos los que estoy haciendo pero me refería (si mal no recuerdo) a Yuki no Ashiato

      Eliminar

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.