¿COINCIDENCIA?... YO LO LLAMARÍA DESTINO- CAPÍTULO 4.5

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El astro rey ya alumbraba el cielo en todo su esplendor, aún medio dormida sentí un cosquilleo en mi rostro con lo que desperté; sé trataba de los dedos de Hyde recorriendo mis facciones delicadamente, él se encontraba acostado a mi izquierda

H- ¿te asusté?

- no

H- siento infiltrarme sin permiso, me gusta observarte durmiendo, te ves linda

- gracias... supongo- mi voz sonaba algo apagada

H- ¿estás bien?

- eso creo

H- me he de imaginar que es por lo de anoche, fui muy atrevido, discúlpame

- no es eso, bueno en parte, es que estoy confundida, por ahora nuestra atracción es mutua pero si va a ser momentánea no quiero que ninguno de los dos se enamore de la persona equivocada ni que salgamos lastimados

H- si no confías en mi deberías hacerlo, yo me comprometo a darte mil momentos agradables pero necesito que me des tu una oportunidad para intentar ser el indicado para ti

- Haido...

H- escucha- entrelazó sus dedos con los míos- enserio me gustas y mucho, no es un capricho más es un sentimiento real, has de creer que es por cumplir el sueño de una admiradora pero no, te juro que no soy capaz de jugar con algo tan serio e importante

- lo pensaré *¿que hago? es increíble que la persona que considero casi mi dios se me esté declarando*

H- gracias preciosa, tómate el tiempo que necesites

Me sujetó de la cintura juntándonos en un suave beso, nuestros labios no se movieron, sólo se ejercieron presión

H- bueno, ve a arreglarte que quiero vayamos a pasear

En lo que me aseaba y vestía me puse a analizar sus palabras, las cuales sentía con las mejores de las intensiones

 - *debo superar lo sucedido en el pasado, confío en que Hyde no es un patán como "aquel", además tendría que estar loca como para rechazarlo, definitivamente cuando parezca correcto un sí le alegrará*

Acabando de alistarnos recorrimos algunas calles y tiendas así como el restaurante donde todo inició, la estábamos pasando de maravilla aunque no siempre fue de esa manera pues las miradas fulminantes repletas de odio y envidia de algunas jovencitas hacia mí no tardaron en invadirme, en ciertos puntos llegamos a ser el centro de atención lo que me incomodó y también representaba un riego para Hyde pues si se sabía de nuestra presencia no demoraría ni un segundo vernos envueltos por los reporteros y cámaras

H- no luces muy a gusto con las miradas sobre nosotros

- para nada, seamos discretos y volvamos al hotel, evitémonos armar escándalos y alborotos

Accediendo caminamos lo más a prisa posible y unas cuatro o cinco cuadras después ingresamos a donde nuestra estancia. Como parte de su trabajo que por cierto había olvidado tuvo que realizar un par de llamadas a gente importante en lo que yo ordenaba el desorden en el cuarto, no era por entrometerme en sus asuntos pero en una de esas llamadas alcancé a oír que hablaba con una persona, siendo específica con una mujer acerca de un tal hijo y sus obligaciones como padre, ahí fue cuando lo recordé y comprendí

- claro, era de suponerse ¿cómo es que fui tan estúpida como para caer en eso de que yo le gustaba? pero yo misma me lo gané por no ser consciente de su matrimonio- desilusionada y con las esperanzas rotas continué con mis actividades. 
En unas cuantas horas el cielo se tiñó de negro bañado de estrellas, ambos estábamos sentados a la mesa cenando

H- [nombre], todo pasó más rápido de lo esperado y mañana volveré a casa, me encantaría que siguieras viviendo conmigo por lo menos hasta que lo consideres y decidas regresar con tu hermana

- ah, que bien- respondí con indiferencia, mi actitud fría y desinteresada lo enfadó

H- a ver, ¿que te pasa? te hablo y me ignoras y a toda costa me evades, si estás así por lo de ayer...

-no- puse mi cubierto sobre la mesa interrumpiendo mi comida- contéstame sinceramente ¿te gusto?

H- no hay que preguntarlo si lo sabes, me gustas como no tienes idea

- oh ¿y que hay de Megumi? porque por lo que sé ustedes son marido y mujer

H- ¡¿qué?! acaso... que insinúas

- ¿por qué dices quererme cuando ya estás casado?- furiosa lo enfrenté

H- si me permites explicarte...

- explicarme que, ¿que sólo fui una diversión y una aventura para ti?

H- claro, vas a reclamar que buscaba aprovecharme cuando es falso

- oh, y no es así, no te creo ni una palabra, no me imaginaba que fueras de esos pero lo he comprobado, eres de lo peor

H- no me alces el tono de voz, además si tanto te afecta ¿por qué aceptaste tú estar conmigo he?

- bu-bueno... eso es diferente

H- no hay diferencia alguna, que mentalidad tan infantil tienes

- si así te parezco y no soportas que sea infantil entonces déjame en paz, cometí un error al venir y ser tu amiga

H- no, no te dejaré ¿y sabes por qué? porque ¡YA ESTOY DIVORCIADO!

- ¿qué?

H- Megumi ya no es mi esposa, desde tiempo atrás lo nuestro se terminó, sospechaba que salía con otro y cuando lo descubrí le pedí el divorcio, al principio se negó pero lo razonó y al final se dio cuenta de que era lo mejor para los dos

- Hyde yo...

H- olvídalo, el quere explicártelo es simplemente inútil- irritado se fue a la recámara azotando con furia la puerta

- *casi puedo asegurar que después de esto va a odiarme*

Pasaron las horas y seguíamos sin hablarnos y distanciados, con un horrible sentimiento de culpa me armé de valor para solucionar el problema, sigilosamente me metí a la habitación quedándome parada en la entrada

- Hyde, perdóname por favor, me comporté de una forma tan tonta- cuidadosamente me senté frente a él en el piso- es injusto que piense así de ti cuando no te conozco por completo, si te lastimé discúlpame

H- (suspira) tú discúlpame a mí, mi manera de contestarte no fue la adecuada tampoco, yo en tu lugar hubiera reaccionado igual porque no te conté de mi situación sentimental

- descuida, quien inició la discusión fui yo así que...

H- shh- nuevamente uno de sus dedos me calló- hablas demasiado- selló nuestro habla con un beso al que no me resistí- el que me pidas perdón y no te opongas a que te bese cuando se me antoja me da a entender que sí te gusto como persona y que de verdad te soy importante

- la verdad... sí, te quiero y mucho

Con grandes sonrisas y una reconciliación finalizada me abrazó, era una sensación agradable no sólo porque lo nuestro ya era oficial sino porque nos sentíamos comprendidos y completos por segunda vez....