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La poca luz que se asomaba
en las mañanas resplandeció, dispuesta a continuar mi travesía anduve por los
senderos pero cada quince minutos me detenía para recobrar el aliento pues la
fatiga se manifestaba más intensa inexplicablemente, como afecto a eso tropecé
y caí ocasionando que los frascos que contenían mi cena se rompieran; debía
sobrevivir con lo consumido la noche anterior, pude haberme detenido a cazar
para abastecerme de sangre fresca pero no iba a desperdiciar tiempo valioso y
crucial. Sin un rumbo bien definido avancé en línea recta conservando un poco
de esperanza para encontrar la residencia de mi enemiga pues no tenía ni la
menor idea de su localización a excepción de que gracias a Akai y a los chicos
sabía que se hallaba en el extremo opuesto del profundo bosque.
Por horas y horas no aflojé
el paso a pesar de que la falta de sangre ya me hacia sus efectos, por un
instante creí que no lograría si quiera dar con el enorme castillo anfitrión de
la mujer con la que en un futuro me enfrentaría pero conforme a la distancia
que recorría la estructura se mostró ante mí, con la minoría de mi fuerza y con
una habilidad envidiable me infiltré sin ser vista
- *ay diablos*- me quejé
silenciosamente al estar frente a un pasillo un tanto o más extenso que el de
la mansión y repleto de puertas, aunque implicara un riesgo de ser descubierta
inspeccioné la mayoría de ellas escondiéndome en los cuartos detrás o en los
pilares de la estructura cuando los secuaces de Meiko rondaban el lugar- *¿en
dónde lo tendrá? me costará siglos encontrarlo*- hundida en mis pensamientos
pronto a uno de los cuartos del fondo ingresó una muchacha como de mi estatura
y vestida de una manera elegante a lo que mi consciencia me dictó que era a una
de las personas de las que buscaba, asomándome por agujero de la cerradura pude
distinguirla a ella y alguien más sujeto con cadenas en una de las paredes, en
cuanto reconocí al segundo me armé de valentía para irrumpir
- ¡Meiko, déjalo en paz!
M- vaya ¿cómo te atreves a
invadir mi espacio? no, primero tengo que preguntar ¿y tú eres…?
- como es que no me
reconoces, hermanita
M- wow, ¿[nombre]? (ríe) es
un placer por fin conocerte
- lamentablemente no puedo
decir lo mismo, ahora suéltalo o te juro que no respondo a mis acciones
M- no lo haré- contestó con
un tono un tanto de burla- Hyde y yo nos la estamos pasando de maravilla por lo
que dudo mucho que quiera irse, además ¿quién te crees para exigírmelo?- para
hacerme rabiar restregó descaradamente sus dedos por el cuerpo de mi actual adoración
y trató de besar sus labios
- ¡quítale tus sucias manos
de encima!
M- supuse que reaccionarías
así, no es tan difícil sucumbir ante una cara bonita. Si lo quieres llévatelo…
si es que puedes liberarlo
Sin otra alternativa
desfundé mi sable e hice un corte en mi mano para que su hoja se llenara de mi
vitalidad abundante por mis venas y proseguí a enterrársela en el pecho para
acabar con ella de una vez por todas, pero…
M- ¿eso es todo lo que
tienes?
- ¿¡qué!? no… no lo
entiendo- me congelé al ver que mi sangre no producía nada
M- que ingenua al tragarte
el cuento de que tu sangre podía matarme- pronunció extrayendo el sable de su
cuerpo y arrojándolo al suelo- ¡por favor! con el hecho de haber nacido el
mismo día poseemos el mismo tipo de sangre por lo que no me afecta ni a ti la
mía. Más suerte para la próxima
Abandonó el salón dejándome
con la boca abierta de la impresión, agitando la cabeza para volver a la
realidad y a lo que realmente importaba en esos momentos corrí hacia Hyde
notando que estaba mucho más débil que yo
- ¿estás bien? ¿Puedes
responderme?- a lo que únicamente esbozó una sonrisa a medias, sin
corresponderle intenté separar los grilletes que apresaban sus muñecas y
tobillos aunque sin éxito, angustiándome más porque su salud empeoraba a cada
segundo busqué algo que me fuera de utilidad y casi como si lo hubiese hecho a
propósito encontré una llave tirada en uno de los rincones cantando victoria al
ser la que abría las cadenas- salgamos de aquí
Apoyó un brazo en mi hombro
y yo lo sostuve por la cintura, hacia la salida nos topamos con Kai pero
afortunadamente nos pasó de largo sin intensiones de detenernos. Ya que dejamos
atrás su prisión Hyde perdió el conocimiento dificultando mi avance
- resiste… resiste- me
alenté a mi misma cuando por el no haber saciado mi hambre mi vista se nubló y
mis piernas tambalearon no resistiendo mi peso y el extra, en un santiamén
también me desmayé…
En serio? Solo los dejaron salir asi, sin más? Y hasta la llave estaba a mano. Eso sin duda es una trampa!
ResponderEliminarjNMK
que extraño!
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