EIEN NO AI - CAPÍTULO 22

Respiré lentamente y al exhalar la polvosa y vieja puerta quedó frente a nosotros, de la forma más silenciosa abrimos y con precaución entramos, esos segundos fueron suficientes para que el miedo se desvaneciera trayendo en su lugar la confianza que necesitaba y también me sirvió para aprender una lección de apoyo: el valor no se fabrica por el arma que se porte si no con el deseo de triunfar y el querer marcar mi propia historia

- parece que no hay nadie- caminamos al centro, más específicamente a donde Akai dijo se asomaría el destello rojizo; pronto el eco de una voz inentendible resonó en cada rincón del antiguo edificio, sin movernos o cambiar de lugar una sacudida bajo nuestros pies se efectuó agrietando y derribando pedazos de la estructura siendo muy similar a las vibraciones de un temblor de baja intensidad y como por arte de magia la brillante luz roja apareció entrando por el agujero en el techo apuntando a nosotros primero para luego esparcirse por cada esquina, una vez que aquella luz cubrió todo el movimiento vibratorio se detuvo- eso fue extraño, que se supone que… ¡Hyde!

Tal era la velocidad del atacante que no lo notamos, inmediatamente atravesó el muro y se fue contra Hyde haciéndolo estamparse al lado contrario de lo que era la sala principal

R- nos volvemos a encontrar, niño bonito

H- ¿qué haces… aquí?- dijo con cierta dificultad debido a que Ryu estaba ejerciendo presión en su cuello

R- digamos que Meiko me cedió el honor de ser yo quien te destruya

- no lo harás- poco a poco me acerqué, déjalo en paz o no respondo

R- no lindura, este es un asunto que entre Hyde y yo debemos arreglar

H- hazle caso… estaré bien

R- ya lo escuchaste

M- sí, mejor enfócate en lo que te corresponde- desde la oscuridad emergió mostrándose con una actitud retadora- no queremos que hayan pérdidas antes de tiempo ¿o sí?

- Meiko…

M- vienes tarde aunque ciertamente no me sorprende. Por su tardanza creí que mis hombres los habían borrado del mapa

- sabes que somos mejores que eso

M- por desgracia sí. Ryu, querido

R- ¿sí, ama?

M- ¿por qué no te vas a divertir un rato con Hyde? supongo que él también tiene ganas de jugar

R- sus deseos son órdenes- violentamente soltó su cuello liberándolo

H- en ese caso… juguemos a mi manera- devolviéndole el ataque le soltó un golpe, con la adrenalina del encuentro y el odio mutuo como un par de rayos salieron por donde Ryu entró dejándonos la arena de batalla para nosotras

M- te doy la prioridad de que empieces- de su estuche sacó un sable muy similar al mío y con él se hizo un corte en un dedo permitiendo que los diminutos canales de la espada se llenaran con el líquido que emanaba- los más débiles primero

- gracias pero por amabilidad comienza tu- de igual manera me armé con mi sable y proseguí a hacer lo mismo que ella, era evidente que nuestra sangre no serviría para destruirnos pero sí para aturdirnos

M- de acuerdo, como vengo de buenas haré una excepción contigo

- ¿a sí? ¿cuál?

M- prometo matarte de una manera no tan dolorosa ni grotesca

- que considerada pero si fuera tu no estaría tan segura, en este mundo está claro que sólo hay espacio para una de nosotras, es por eso que yo te mataré

M- vaya, esas son palabras muy fuertes, ahorrémonos estas charlas estúpidas y veamos si como hablas luchas

Nos pusimos en guardia y guardando nuestras voces corrimos la una hacia la otra… el primer sonido del metal chocando resonó…

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R- ¿quién lo diría? el grandioso, magnífico y perfecto Hyde no tiene fuerzas para luchar, eso sí que es novedad, definitivamente el derrotarte será como quitarle un dulce a un bebé

H- no te creas superior- hablé con dificultad pues aun no me recuperaba del todo de mi semi estrangulación- aunque el día conspire en nuestra contra tu estás en las mismas condiciones que yo

R- ¿eso crees? pero que equivocado estás- repentinamente y sin explicación alguna sus dedos se transformaron en grandes garras y su forma original se modificó ¿cómo es que lo había obtenido si carecíamos de cualquier tipo de poder? en esos momentos no parecía lo que era sino más bien como un demonio- ¿asustado?

H- ¿de ti? nunca- mi desventaja era sumamente alta pero aún así no me rendí sin antes haber iniciado e intentado- por qué habría de temerle a alguien tan caprichoso, infantil y cobarde, sin tu amada Meiko, su tonta alianza y aquel pacto oscuro que hicieron para obtener hoy su fuerza en estos instantes tú no serías nada

R- ¡no debiste subestimarme!- su sonrisa de superioridad se esfumó y se lanzó a mí a puño cerrado pudiendo esquivar su golpe

- usualmente me negaría a ponerte un dedo encima por ser del mismo clan que yo pero al no ser ya uno de nosotros no dudaré en hacerte daño

Cada letra, cada palabra transmitían agresividad, el habla estaba de sobra por lo que pasamos directamente a la acción…

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M- no tienes poder sobre mi ¡ríndete!

- ¡jamás! no voy a darte gusto

Los sonidos vocales se producían difícilmente por la presión hecha espada contar espada y el intento de derribar a nuestro rival, apenas con ese movimiento una cantidad considerable de mi energía pereció pero me mantuve firme

M- creo que alguien comienza a sentirse mal, pero no te preocupes, dentro de unos minutos me tomaré la molestia de ayudarte para que el cansancio y el dolor ya no te sean problema- aplicando más fuerza a sus extremidades pudo sacarme del límite en el que permanecimos ocasionando que mi sable saliera botado lejos de ambas

M- lamento tu mala suerte

- descuida- desfundé el sable robado a uno de sus caballeros mostrándolo ante ella- mujer precavida vale por dos

Llena de cólera y sin resistirse optó por atacarme sin previo aviso, ante sus intensiones me cubrí con el sable para después enterrárselo en su zona más descubierta a lo que prosiguió a conseguir venganza; mientras que yo lo introduje en su abdomen ella pudo hacerlo muy cerca de mi hombro

- ¡ah! demonios- me quejé cuando el filoso metal me atravesó

M- enserio me haces reír- canturreaba burlonamente- dime una cosa ¿te duele? que mal no poder compartir tu sensación- simultáneamente su herida sanó como si nunca hubiese sido hecha

- *¿qué? ¿p-pero cómo? no se lastimó ni… nada* no sé que fue lo que hiciste para que no te afectara en lo más mínimo pero no me vas a intimidar- pronto mi brazo se quedó completamente sin movilidad; ahora dependía exclusivamente de mi lado zurdo, mi desventaja ahora se multiplicaba por mil pero no me rendí, el recordar a las personas que me entrenaron y colocaron sus creencias en mí fueron mi alimento para que mi coraje creciera- deberás esforzarte más

Apartando la charla continuamos con el enfrentamiento, aun con un brazo inservible acerté a darle algunos roces como para rasgar la tela de su vestido y parte de su piel aunque al igual que la herida anterior pudo regenerarse. Mientras Meiko rebosaba en la gloria yo tuve que lidiar con más problemas en el transcurso de la contienda

- *no resistiré, no sobreviviré…- el aire me faltaba y por supuesto sangre también, maldecía estar en mi forma humana y por un instante la remota idea de mi derrota se cruzó por mi mente pero ante la promesa hecha a cada uno de mis conocidos me retracté- no, tu eres más capaz y mejor que ella*

Dentro de poco se definiría el destino de una de las dos reinas y el de un clan…

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Fue complicado para mí pero tras una exhaustiva escalada a petición del rival nuestra pelea se transportó cuesta arriba hasta la parte más alta de la vieja mansión, por el mismo efecto del fenómeno que había maldecido ese día las habilidades que por años adquirí y perfeccioné fallaron en ocasiones, por más que hacía lo posible por mantenerme a un ritmo de ataque constante Ryu no me lo permitía

R- ¿eso es todo lo que tienes? creí que darías una lucha más dura pero sólo me aburres, acabaré rápido contigo para ir a ayudarle a mi amada Meiko

H- ni se te ocurra- el simple hecho de sus intensiones me armaron para seguir mi curso, con nuestros cuerpos como única forma de combate y defensa la furia se desató de nuevo

R- hey Hyde, si [nombre] es la que te preocupa no tienes de que alarmarte, cuando hayas desaparecido de la faz de este mundo yo personalmente me encargaré de hacerla pasar los mejores días y noches de su vida, te puedo asegurar que le encantarán- afirmó con depravación mientras se limpiaba los restos de sangre que salpicaron por un impacto dado

H- eso nunca maldito bastardo, atrévete a tocarla y muerto o no te haré pagar por ello- como sospechaba lo había dicho para enfurecerme y vaya que lo consiguió, con mi humor por debajo de los suelos me propuse terminar lo antes posible, usualmente mi naturaleza no era tan violenta pero si alguien se metía con lo más importante para mí mi instinto cazador y asesino no se hacía esperar. Otro resplandor parecido al que ocurrió previo a la aparición de Meiko y Ryu brilló acompañado de otro movimiento en el suelo provocando que por la intensidad la estructura cayera casi por completo mostrando ante nosotros a las dos guerreras descargando su ira entre sí

R- no te distraigas- al poner atención más a lo que sucedía debajo tomó ventaja y me clavó una de sus garras para después arrojarme a las orillas de aquel edificio en ruinas, a punto de caer apliqué impulso en mis brazos para recobrar mi posición de pie y sin devolverle el ataque inició uno nuevo, las oportunidades a mi favor eran de una en un millón pero como por arte de un milagro las cosas dieron un giro diferente en el cual tenía posibilidades de salir triunfador; regresando a tierra firme pude alcanzar a ver el sable que [nombre] originalmente portaba y en una carrera contra el tiempo y la propia velocidad de mi contrincante fui por él, siendo perseguido por el segundo pronto lo tuve entre mis manos y en su intento por detenerme se abalanzó sobre mi pero sin contar con que apuntaría directamente hacia él para que al aterrizar el metal pudiera atravesarlo, cosa que sucedió, extrayéndolo volví a clavarlo en la misma zona pero esta vez tal fue mi furia desatada que la filosa hoja pudo atravesar parte del piso dejándolo atrapado

R- esto no… se va a quedar… así- sólo se podía ver como luchaba por desenterrarlo para liberarse de su tortura, aliviado por una temporal carga menos me fui lejos de él a recobrar el aliento, ahora sólo faltaba esperar a que una sangre fuera derramada anunciando la victoria de una de las reinas…