25 de octubre de 2014

THE DEMON'S SOUL [BL] - CAPÍTULO 5

Desde que mi entorno se transformó y descubrí mi destino en manos de un demonio híbrido, transcurrió semana y media. 
No era fácil acostumbrarse a esa realidad tan ficticia, pero lentamente se hizo un progreso cuando Hyde me demostró que podía confiar plenamente en él, eso por seguir cuidándome de los cada vez más constantes encuentros con espectros de las tierras inferiores.
Afortunadamente y con cada enfrentamiento con los de su raza, además de obtener experiencia y comenzar a valerme por mí mismo, se redujo considerablemente el número de incidentes de riesgo como el de mi brazo, el cuál sanó casi por completo y sin dejar complicaciones por la profundidad de la herida.

Así como los días pasaban, significaba que mi mayoría de edad se avecinaba y también detestable evento. El sólo imaginarlo me ponía nervioso, no obstante, luchaba por mantenerme optimista y con fe de que ese mal sueño acabaría con un desenlace favorable para nosotros.


°
Las primeras horas de la tarde se pintaron grises por la interminable lluvia.
Desde la comodidad de mi alcoba, observé la caída de gotas de agua que nacían en el cielo, actividad que solía hacer desde que tengo memoria y me llenaba de una paz indescriptible. A mitad de mi sesión de apreciación, una mano se posó en mi cabeza y despeinó mi cabello.

H- ¿Podrás arreglártelas por ti mismo?

- ¿Mande?

H- Me reuniré con un conocido. No sé cuánto vaya a demorar, probablemente permanezcas un buen rato solo, ¿sabrás protegerte sin mí? - asentí.

- Unos simples demonios no me ganarán

H- Vale, pero si al regresar veo que estás mal herido, te golpearé por no cumplirlo; habrás mejorado, sin embargo, tu miedo sigue siendo más poderoso cada que se materializan en tus narices... De cualquier modo ten cuidado. Si presiento que las cosas se están complicándose, vendré rápidamente a apoyarte, lo prometo

Me dio una palmada en el hombro, se alejó y desapareció haciendo uso de su medio de traslado inmediato. Al reanudar mi labor de observador y sentir la atmósfera solitaria, se manifestaron dolores en mi cabeza y pecho; sí, aquellos que indicaban que el poder dentro de mi corazón estaba despertando. 
Repentinamente con ello, vinieron a mi memoria algunas caras familiares.

- *¿Cómo estarán Gloria y los demás?*

No es que me preocupara por ellos, pero acepto que quería verlos de nuevo aunque fuese por un breve instante. Sabía perfectamente que Hyde me había prohibido estrictamente acercarme a donde la gente que me crió, sin embargo, era sumamente necesario hacerlo para mostrarles que me encontraba bien.
Mis ganas de ir con ellos fueron más grandes que mi temor a ser castigado, así que tomé una chamarra y me preparé para el viaje

- Lo siento, si gustas agredirme por dos faltas deshonestas en menos de una hora, no me opondré 

Ya que no poseía ni un centavo en mis bolsillos, entré a su recámara y esculqué entre sus pertenencias hasta hallar un par de monedas. Me aseguré de tomar lo suficiente y de cargar con la llave que se me otorgó, posteriormente salí del edificio. 
Como todavía desconocía mi actual ubicación y sus rutas de transporte público, abordé el primer taxi desocupado que pasó frente a mí y brindé descripción precisa de mi objetivo.

En un aproximado de media hora, nos detuvimos frente a aquella estructura donde se desenvolvió gran parte de mis recuerdos de vida. Pagué al conductor y bajé del vehículo, quedando frente a frente con el portón de acceso a las instalaciones exteriores, mismo que se encontraba cerrado y no mostraba señales de personal que atendiera. No tenía forma de ingresar, por lo que aguardé bajo el llanto de las nubes hasta encontrarme con alguien.

A- ¿[nombre]? - escuché me llamaban a unos metros de mí.

- Amerintia...

A- ¡Que alegría volver a verte! Todos creímos que aquella noche sería la última en la que sabríamos algo de ti - conmovida, soltó su cargamento y se abalanzó a abrazarme - Es un alivio verte sano y salvo

- Yo también me alegro de verte. ¿Qué tal ha marchado todo desde mi partida?

A- Honestamente, hemos tenido épocas mejores... Pero no hablemos de esto en medio de la lluvia, ¿gustas pasar?

Asentí y le ayudé a cargar algunas bolsas de sus compras, acto seguido, ingresamos al terreno de la hermandad religiosa en la que pasé toda mi infancia y una buena parte de mi adolescencia; ciertamente no había cambiado en nada, con excepción de que aún se conservaban algunas áreas con quemaduras, producto del incidente.
Nos instalamos en la cocina y, sentados a la mesa, me ofreció una taza con chocolate caliente recién hecho.

A- Me he de suponer que hiciste un largo viaje para venir...

- Algo así, el trayecto fue más corto de lo esperado. Lo importante es que pude llegar sin complicaciones - soplé para enfriar mi bebida y di un sorbo, soltando enseguida un quejidito por lo bien que sabía y sentaba a mi cuerpo en ese día frío.

A- Apuesto a que a Gloria le dará muchísimo gusto verte - ella también bebió del líquido humeante.

- Seguramente... Hablando de ella, ¿dónde está?

A- Ya sabes, en clases. No falta mucho para que termine esta sesión, así que si gustas esperarla fuera de su aula...

- Me encantaría - bebí el resto apresuradamente y me dirigí a otro de los edificios que conformaban la escuela, más específicamente a donde se impartían los cursos. 
Mis pasos se frenaron al avistar el aula 025 y me recargué en uno de los muros cercanos; casi al instante, sonó la campana de fin de clases.

G- Y más vale que mañana no hayan retardados o me veré en la necesidad de aplicarles una sanción - escuché decía al otro lado mientras que los alumnos desalojaban el salón. Pronto vi a Gloria borrando el pizarrón, distracción que usé para hacer mi entrada sorpresa.

- Veo que ya encontraron quién me sustituya en cuanto a mala disciplina - expresé ruidoso - Se nota que están muy a gusto ahora que no hay impedimentos para llevar clases más o menos excelentes

Gloria se dio media vuelta deteniendo su labor, esbozó una sonrisa y abandonó su posición llevando enseguida sus manos a mis mejillas.

G- Dios, esto es un milagro - se pronunció emocionada y al borde de las lágrimas. Sus brazos se cerraron alrededor de mí tan fuerte, que sentí conseguiría quebrarme un par de huesos.

- Gloria, es demasiado... - de inmediato rompió el enlace.

G- ¿Estás bien? ¿Te hice daño?

- Descuida

G- Lamento si extravié la compostura, es sólo que pensé que te había perdido para siempre. Creí que aquél sucio ser del infierno te había... - suspiró y sacudió la cabeza - No importa. ¿Cómo has estado? ¿Cómo te ha tratado ese demonio?

- Muy bien de hecho, no hay de que alarmarse... Ghh... - puse mis dedos en mi sien izquierda al manifestarse característica molestia - Descuida, fue pasajero

G- ¿Estás seguro? No luces muy convencido - afirmé para tranquilizarla - Amm... Aún tengo que dar mi última clase, ¿podrías aguardar 50 minutos más? Sería regocijante platicar contigo, a menos a que quieras tomarla con los demás como...

- No, gracias, estoy bien, me quedaré en el pasillo

Dicho esto, entró el siguiente grupo de alumnos y cada uno tomó su respectivo asiento, a lo que yo desalojé sentándome en el piso hasta que finalizara su jornada. 
Se sentía extraño pero a la vez bien volver a ese sitio que por años odié y que, en cierta manera, también echaba de menos. Deseaba que todo continuara tranquilamente como hasta el momento, sin interrupciones de demonios ni la intervención de Hyde por violar sus normas impuestas... Seguramente él estaba encargándose de un asunto de suma importancia, tanto como para que sus sentidos no le advirtieran que me había distanciado a un supuesto lugar de mala muerte. Desde mi perspectiva era algo positivo, de lo contrario, no habría tenido oportunidad de recuperar una mínima porción del tiempo perdido con quien me hizo lo que soy.

Cuando las manecillas del reloj marcaron las 3:50 pm, el grupo que cerraba su turno se dispersó por los pasillos de la propiedad, disponiendo Gloria y yo del aula para nuestra privacidad. 
Ella se estableció en la silla de su escritorio y yo en una de las butacas delanteras.

G- Me alegra saber que pudiste escapar, tu habitación continúa desocupada para ti así que...

- ¿Escapar? No te confundas, únicamente vine a saludarlos ya que mi vigilancia se redujo por unas horas

G- ¿No regresarás con nosotros? - a lo que negué.

- Aunque así lo quisiera, él no tardaría en encontrarme y en repetirse el desastre; Hyde hizo bien en alejarme de ustedes, de esa manera no los involucro en los atentados a los que casi diariamente nos enfrentamos. Aunque en un inicio lo detestaba más que a nadie en el mundo, ahora me siento muy a gusto estando con él. Desempeña muy bien el papel de cuidador que tú tuviste durante 17 años, pero con un toque más riesgoso - un gesto de tristeza se dibujó en su rostro - ¿Estás bien?

G- Sí, es sólo que... Me impresiona la manera en la que te expresas. El que hayas cambiado como para someterte a las órdenes de un hijo de Satán y te volvieras sumiso a sus aspiraciones...

- Te equivocas, es cierto que "los demonios son los causantes de que los humanos caigamos en tentación", pero hay excepciones. Puedo asegurarte que él está de nuestro lado, no solamente vela porque los dos estemos intactos, si no que...

G- Suficiente, No... No puedo creer ni aceptar lo que dices, eso no fue para lo que te eduqué - se le veía frustrada, dolida. Calló durante unos segundos, suspiró y cambió drásticamente de tema - Dentro de unos días iré al sitio del accidente de tus padres. Es el único lugar donde puedo rezar por sus almas, ¿me acompañarías?

- No prometo nada, pero encontraré la forma de estar ahí. Tendré que inventar alguna excusa para que Hyde no sospeche que me veré contigo

H- Te adelanto que es un intento fallido - una voz hizo eco en la sala - ¿Planeando una forma de engañarme otra vez? Tonto fui al creer que la confianza entre los dos se había consumado - repentinamente apareció al lado de uno de los libreros - Verlos a ambos en esta situación me conmueve, tanto que hasta es repugnante. ¿Hasta cuándo vas a seguir mintiéndole?

- Hy-Hyde...

H- Te dejé bien en claro que no salieras y mucho menos vinieras a este lugar, pero es como si le hablara a un sordo, el cual entendería más que tú - reclamó furioso - En cuanto a ti - señaló a Gloria - ¿No tienes nada al respecto que decir? Se supone que uno de tus principios religiosos es estar del lado de la honestidad, sin embargo, le has ocultado la verdad durante casi 18 años

G- Cierra la boca. Esta no es una cuestión de mi fe o de los votos a los que me he encomendado, es por su bien, para que no salga afectado

H- ¿Más de lo que ya por esconder parte primordial de su pasado? O hablas tú, o lo hago yo

- ¿A qué se refieren?

G- A nada, [nombre]. Por favor, vete, Hyde estuvo en lo correcto al prohibirte venir - Gloria fue impulsándome fuera del aula con semblante nervioso.

H- Que conveniente... - la miró con sonrisa arrogante - Como no nace de tu voluntad, te daré un empujón para que sepa que sus padres no murieron, y que en realidad escaparon al enterarse de que en su hijo yacía el alma de un monstruo.

Mis ojos se abrieron como platos y sentí un hueco en el estómago.

- Gloria, eso no es cierto, ¿verdad? ¡¿Verdad?! - alcé la voz ante la impresión - ¡Contéstame!

G- ... L-lo siento, el demonio tiene razón... - agachó la cabeza.

Mi pulso casi se detuvo y quedé paralizado.

G- Según lo que me contaron tus padres, ellos estaban preocupados por un comportamiento extraño e inadecuado para alguien con pocos días de nacido. Acudieron con múltiples especialistas y médicos, quienes descartaron cualquier anomalía o enfermedad, así que como última alternativa y medida extrema te trajeron conmigo. Gracias a mi capacidad de exorcista, pude determinar que sus temores eran realidad: un demonio estaba poseyéndote o más bien su alma. No querían verse envueltos en infelicidad, por lo que te dejaron conmigo y se fueron de aquí para olvidarse de que abandonaron a su hijo por nacer maldito. 
[nombre], me siento horrible por no decírtelo antes, perdóname - con arrepentimiento, tomó mis manos entre las suyas.

- ¡¿Y cómo crees que me siento yo?! - un horrible nudo en mi garganta se formó, a la par que me soltaba violentamente de su agarre - Puedo perdonar el que me hayas hecho quedar en este sitio contra mi voluntad para volverme a su antojo. Puedo perdonar el que ocultaras saberme como la desafortunada persona ligada a Satán. Lo único que no te perdono, es que me hayas hecho creer que mis padres estaban muertos cuando, en realidad, siguen con vida realizándose sin mí por miedo. 
No te imaginas cuántas noches lloré su deceso para que al final fuera un engaño más

H- Has hecho suficiente - colocó sus manos sobre mis hombros - Agradezco todos los cuidados que le diste, pero a partir de ahora es mi responsabilidad. No tienes porqué interponerte más

Entre esa revelación de secretos y lamentos del pasado, la violenta punzada en mi pecho se manifestó en señal de peligro.

H- Esa... Es una advertencia. Hay demonios que entraron a este territorio y presiento que vienen en montón - como oyendo sus palabras, las ventanas se reventaron y entraron a través de ellas demonios de menor jerarquía. Nos refugiamos en una de las esquinas - No hay tiempo para deshacernos de todos, debemos irnos ya - me cogió de la muñeca jalándome hacia la puerta del aula.

- Aguarda, no podemos dejarla sola con todos esos demonios, no podrá derrotarlos

H- Gloria es muy creyente a Dios, ¿no? Deja que su fe la salve... Si es que tal poder divino existe

- Estás demente, necesita nuestra ayuda

H- Hasta donde sé, tú ya la odiabas, no comprendo porqué quieres socorrerla

- Sí, la odio, pero también la aprecio por ser un sustituto a mis padres cuando ellos me abandonaron. No le negaré auxilio

H- Demasiado tarde, que se las arregle sola si tanto cree que tiene el poder para ello - me cargó y continuó avanzando. 

Entre pataleos y forcejeos, pude ver cómo los demonios rodearon a Gloria; era seguro que de ahí no salía con vida. Las lágrimas recorrieron mis mejillas ante desgarradora imagen, misma que se desvaneció al teletransportarnos para regresar lo más rápido posible a casa. 
Luego de unos segundos, aparecimos en la que fungía como mi habitación.

H- Vaya que eres problemático, ese atentado bien se pudo haber evitado de no ser porque al señorito...

- ¡Es todo tu culpa!... - grité furioso - Es culpa tuya que mis padres me botaran por temor, y el que Gloria esté... Si no fuera porque a ti y a tu padre se les ocurrió la "magnífica" idea de hacerme miserable al enlazarme con ustedes, yo estaría llevando la vida de mis sueños. Te aborrezco por arruinar mi existencia, ¡ojalá estuvieras muerto, maldita sea!

H- Cálmate, no sabes lo que dices. No tienes derecho a quejarte, eres mío

- ¡Deja de mencionar esa estupidez! Puede que en mi interior esté ese asqueroso corazón que te pertence y precisamente por eso te conviene no hacerme rabiar. Tu vida pende en mis manos y por eso, quien debe obedecer, eres tú a mí; continúa privándome de mi felicidad y te juro... Te juro que me atrevo a finalizar mis días o a entregarme personalmente a tus hermanos con tal de que dejes de respirar

H- No serías capaz...

- Lo he perdido todo y no me quedan más motivos para seguir adelante, no me subestimes - extraje una de las pistolas y la puse apuntando a mi pecho - Tú decides, si para que esto pare debo sacrificarme, lo haré sin dudar 

Apreté el gatillo para asustarlo, aunque en realidad estaba descargada. Arrojé el arma directo a su persona y corrí a refugiarme al baño. Por dentro tenía una mezcla de sentimientos tan diversos, que no sabía por cuál inclinarme ni qué hacer respecto a esas situaciones involuntarias.
Buscando desechar la tensión, abrí la llave de la regadera para que el agua fluyera y me desvestí para tomar una reconfortante ducha. Mientras el agua corría por mi cuerpo y me lavaba, en mis pensamientos viajaba la idea de que estaba destinado a una condena y desdicha infinitas; con el ruido de pasos dentro del baño, supuse que él había ingresado.

H- Oye... 

- ¿Es que ni para bañarme tengo privacidad? Lárgate. Si tu intención es inducirme a cambiar de opinión, te informo que pierdes tu tiempo

Sin verlo venir, entró a la ducha conmigo aún vestido. Intenté alejarme de él pero mi espalda choco con la fría pared, indicando que era inútil siquiera tratar, por su parte, me rodeó de la cintura reduciendo todo espacio existente entre ambos.

H- Por un instante tuve confianza en que eras la excepción entre los humanos, pero acabo de comprobar que eres tan estúpido y cobarde como todos. Quieres ser un héroe, un nuevo dios, cuando ciertamente conducirás a la perdición instantánea a tu mundo - bruscamente me sujetó del cuello sin ahorcarme, obligándome a alzar la cabeza - Si crees que matándote se acabará el tema, estás en un gran y penoso error. Si mi padre llega a enterarse de que uno de sus hijos murió presa de un mortal, tomaría cartas en el asunto; iniciaría la extinción de la humanidad hasta encontrar al asesino de su descendencia, y para cuando sepa que el chico que lo hizo ya está muerto, también será muy tarde. ¿Es que prefieres que tu raza sea completamente exterminada, por sobre unas cuántas pérdidas en una noche? Eres egoísta por considerarte únicamente a ti, decepcionarías a tus padres y a Gloria, porque te aseguro que ellos te engendraron y criaron para cualquier cosa menos para huir. Quieres morir para matarme pero sé que no lo deseas, aunque claro, eres demasiado idiota como el resto de la sociedad como para suponer que la muerte solucionará tus problemas y desgracias por arte de magia... -soltó mi cuello.

Fue muy duro de aceptar pero, como siempre, estaba en lo correcto; mis 17 años no podían quedar en vano. 
Iluminado por una sabiduría que me negaba a ver, cubrí mi rostro con ambas manos empezando a sollozar. Hyde cerró el paso del agua para no seguir empapándonos y me abrazó.

H- Sé que esto es difícil pero tienes que ser fuerte. No le pongas un final innecesario a esta oportunidad de ver la luz del día por un asunto que podemos resolver juntos - habló dulcemente - No tienes idea de la grave equivocación que cometerías al entregarte a parte de los 7. Yo he sido amable contigo, pero ellos te torturarían y abusarían de ti sin piedad hasta hacerte agonizar y morir. Si fenecer fuera la cura a este mal, la gente que te rodea, en vez de cuidarte, te hubiera asesinado desde un principio

Tomó una toalla grande y la colocó alrededor de mi cintura previo a salir de la regadera. Secó el resto de mi cuerpo con una toalla más chica y me vistió con una bata mientras mi llanto culminaba, dado esto, también se desvistió y cambió sus prendas por otras secas.

- ¿Por qué... no me lo dijiste si lo sabías?

H- Creí que estabas al tanto de ello, pero escuché que te envolvió en una mentira de la que yo no tenía conocimiento y quise que lo admitiera; no deben de haber más secretos, es justo que conozcas tu pasado al pie de la letra y sin modificaciones. Puedes culpar a Gloria por encubrirlos, pero cúlpalos más a ellos por desgraciados al no aceptarte como eres. Yo no lo viví en carne propia porque de Satán no espero actos que impliquen sentimentalismos, pero por lo que sé, a un padre no le importa como nazcan sus hijos y sólo hace lo necesario para que su descendencia esté bien, cosa que ellos por cobardía se negaron

Sus reflexiones me serenaron. Enterarme de la verdad fue como una bomba en explosión, pero no dolía tanto al ver que habían personas que se esforzaban para que eso no me afectara, claro ejemplo de ello era el demonio frente a mí.
Recogiendo la ropa esparcida por el baño y metiéndola en una bolsa para su pronto lavado, nos situamos en diferentes habitaciones por distintas y personales causas.

° Para cuando las estrellas titilaron en el cielo, el intensificarse de las punzadas, en conjunto a la tristeza en mi alma por la partida tan prematura de Gloria, se negaron a dejarme dormir. Rendido ante la nula posibilidad de conciliar el sueño, fui a la recámara de Hyde, quien parecía padecer de un trastorno nocturno como yo y yacía recargado en el balcón fuera de su ventanal.

H- ¿Insomnio? - preguntó nada más verme entrar a sus dominios.

- Algo así

Me tendió su mano para que me acercara más a él. Acepté su propuesta y me ubiqué a su lado.

H- Yo... En serio lamento lo que ocurrió con Gloria. Si la dejé atrás y me rehusé a ayudarla, no fue por venganza, si no más bien...

- Está bien, no tienes que rendir cuentas del pasado - dije aún con cierto resentimiento - Eso no va a regresarla a la vida

H- Lo sé, simplemente quería aclararlo

- No es necesario, en serio. Agradecería que no se hablara más del tema

H- Si eso es lo que quieres... Si alguna vez deseas charlar al respecto, te escucharé

No respondí. El silencio se apoderó de ambas bocas por unos segundos.

H- Fui con Tooru...

- ¿Tooru?

H- Es un amigo mío y también demonio, aunque él si es puro; se hartó del infierno y decidió realizarse entre los humanos, aunque ese no es el punto. Su existencia entera la ha dedicado a estudiar más a fondo los misterios de nuestro mundo y a cómo contactar con él. En pocas palabras, la magia negra

- Y el punto es...

H- Me dijo que habían métodos de protección basados en dicha magia que podrían servirnos, la cuestión es que no cuenta con los escritos correspondientes

- Ya veo... Sé que odias la institución, pero oí que ahí tienen una biblioteca subterránea constituida por una sección de material de esa índole. Si inspeccionamos los libros, hay probabilidades de hallar información

H- Suena bien... Aunque también como un pretexto para volver

- Para nada, luego de lo de hoy... Esto lo hago por nosotros, porque incluso en dichos escritos podríamos descubrir cómo liberarnos de los vínculos infernales. Somos un equipo después de todo

H- Sí, tienes razón... Pero, ¿por qué tanto empeño en ayudarme de repente? Hace rato no querías nada mas que matarme

- Porque se me antoja - desvié la mirada - Y porque yo estoy de por medio

H- ¿En serio? ¿No será que otras circunstancias se disfrazan tras esa amabilidad? - deshizo el nudo de mi bata y la abrió, tocando con la yema de sus dedos la marca que nos unía. Su tacto fue desviado a mis labios mediante un sendero por mi cuello y barbilla.

- No lo malinterpretes. Por más que nos entendamos, jamás seré como tú - de un manotazo retiré su contacto y anudé las cintas de mi prenda.

H- Lamentablemente lo sé - resopló - Usualmente mis objetivos estarían arrastrándose a mis pies, pero tú... Eres duro de roer

Sonreí malicioso y palmee su espalda. A continuación me trasladé a la salida.

H- [nombre], te propongo lo siguiente - detuvo mi paso - Los he estado vigilando desde que todo inició, así que si tú y yo sobrevivimos... Te llevaré a conocer a tus padres

- ¿D-de verdad?

H- Si tienes ganas aún con lo que te hicieron, sí. Se mudaron al norte del país en cuanto te encomendaron a una nueva familia

- De acuerdo, entonces demos nuestro mejor esfuerzo

H- Igualmente concedo tu propuesta y autorizo que vayas por dichosos libros; te haría compañía pero el sólo pisar ese recinto, hace que me den nauseas por tanta religiosidad falsa. 
No desperdiciaremos ni un segundo, habremos de apresurarnos para tener los preparativos listos antes de que el malestar agrave y te incapacite. A unos días del evento, cualquier error previo podría ser nuestra perdición...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.