16 de noviembre de 2014

THE DEMON'S SOUL [BL] - CAPÍTULO 6

Desde antes de que los rayos solares dieran la bienvenida a un nuevo amanecer, me puse activo para comenzar con la labor que me aguardaba, dificultándose ésta al ser víctima de las secuelas que implicaba el desate de enorme poder. Respiré profundo y me alisté para los preparativos en la casi víspera de la "Luna de Sangre".

H- Odio preguntarlo pero, ¿estarás bien sin mí? No me agradaría que en plena búsqueda colapses por los fuertes espasmos que tendrás

- Descuida, procuraré apurarme para terminar lo antes posible y regresar previo al anochecer

H- Confío en que así será... Si vas a la parada más cercana, sube al camión de la ruta 37, te llevará a las inmediaciones del internado. Ya que andarás de paso, toma estos billetes para los gastos que surjan. Te los doy en persona porque detestaría volvieras a tomarlo ilegalmente como ayer, no creas que no lo noté luego de tiradero que dejaste en mi cuarto

Me incliné en señal de disculpas e introduje el dinero en mi pantalón junto con un par de pastillas; aunque sabía que ningún medicamento funcionaría para mitigar la molestia, quise llevarlas conmigo por si acaso. Igualmente recargué mis armas en su totalidad, me hice de un buen puñado de municiones en la bolsa libre, y tomé el transporte colectivo que me dejaba justo en la entrada de la institución.

Estuvimos varados un buen rato a causa de un embotellamiento, eso en combinación a mis malestares, no hacían la mejor partida en momentos como ese. 
Para cuando el tráfico se moderó y finalmente pudimos avanzar, las manecillas del reloj marcaron más de la 01:00 pm. Arribé a la propiedad de la orden minutos más tarde, percibiendo al descender un ambiente extraño, solitario, carente de presencia.

Desde mi posición, distinguí los edificios cercanos con destrozos en su estructura externa, los accesos principales acordonados con cinta amarilla como aquella que se empleaba en las escenas del crimen, y varias personas sacando montones de cajas que eran acomodadas en camiones de mudanza.

A- Asegúrense de colocar lo más frágil en... [nombre], perdona pero no es un buen momento para recibir visitas - dijo apurada.

- No vine a eso... ¿Q-qué ocurrió?

A- Con el grave incidente de ayer, las instalaciones quedaron en un estado deplorable. Creemos que  "ellos" volverán, así que nos mudaremos temporalmente con una hermandad vecina hallamos cómo reconstruir lo que se dañó

- Ya veo... La verdad es que iba a pedirte un favor, pero primero permíteme ayudar con lo que todavía tengan que empacar

Cruzamos la cinta por debajo y atravesamos distintos cuartos para supervisar que no se olvidara nada importante; yendo de un área a otra, observé cómo algunos rincones estaban hechos ruinas y habían manchas ya secas de sangre por doquier, lo que indicaba que la invasión se llevó a cabo por todo el instituto y no solamente donde nosotros. El que la zona estuviese limpia de todo resto humano, probablemente significaba que el sistema policíaco y forense ya había hecho su parte en la remoción de cadáveres; imaginar las brutales muertes y las condiciones en que fueron a encontrar los cuerpos, era algo perturbador.
Ese lugar que siempre estuvo lleno de vida, ahora lucía deprimente, como los vestigios de un pueblo fantasma.

- Amm... No es mi intención preguntarlo pero, ¿y Gloria? - Amerintia suspiró.

A- Cuando acudimos a auxiliarla, era demasiado tarde

- Así que en verdad murió... Todo es mi culpa - agaché el rostro y tragué saliva dificultosamente, esto por el nudo que se formó en mi garganta. Lamentaba que mi desobediencia cobrara una deuda con quien no lo merecía.

A- En absoluto es tu culpa, fue algo inevitable así que no te atormentes, sé que Gloria se fue sin responsabilizarte ni guardarte rencor alguno... Qué te parece si borramos por un instante los tristes y malos recuerdos, y me dices a qué se debe hayas venido

- Verás... - recuperé la compostura tras aspirar profundo - Hay algunos escritos propiedad de la escuela que me gustaría revisar

A- Seguro, el problema es que ya todos están guardados. Si no tienes inconvenientes, ven con nosotros y los buscamos una vez hayamos llegado

Accedí a su propuesta y ascendimos a uno de los camiones de tipo escolar junto con el resto de sobrevivientes. Casi al instante echamos a andar hacia otro internado religioso, ubicado en la frontera con la ciudad vecina.
A diferencia de cuando salí de mi actual refugio, este traslado se dio con suma rapidez. 
Pronto arribamos al que sería el hogar de la orden por los próximos meses.

En trabajo en equipo, vaciamos la mudanza en bodegas y habitaciones disponibles para los nuevos inquilinos. Terminado lo anterior, Amerintia y yo descansamos en el que serviría como su dormitorio.

A- Ahora sí. ¿Qué tipo de libros necesitas?

- N-no estoy seguro... Conjuros de protección con magia negra y blanca, y cosas similares que nos sean de utilidad

A- Oh, ya lo entiendo. Tu intención es levantar barreras para mantenerte a salvo de los demonios en la Luna Sangrienta

- Aguarda, ¿también lo sabías?

A- Más o menos, es realmente poca la información que se ha recopilado de dicho acontecimiento. Sé que hice mal en callarlo pero no había más opción, es una promesa que forjé con Gloria para no asustarte. Debes tener resentimiento hacia mí por ello...

- Para nada, no hay tiempo para sentimientos negativos en etapas cruciales como esta... Aunque admito que es molesto que, por lo que se ve, todos lo sepan desde que tengo memoria, menos yo

Destapamos las cajas que contenían los libros de la biblioteca, comenzando con la ardua tarea de búsqueda. Mientras que Amerintia hojeaba algunos ejemplares en específico, yo revisé algunas de las unidades más gruesas, mismas que se caracterizaban por resguardar todo tipo de textos.

Mi misión de examinar los escritos sagrados se vio interrumpida por la sensación de cientos de martilleos en mi sien, lo que me indujo a apoyarme sobre mis rodillas y llevarme las manos a la cabeza.

A- ¡[nombre]!

- Está punzando muy fuerte, tanto por los efectos como por... No lo sé, es extraño *Es como si alguien nos observara, ¿acaso demonios merodeando? De ser así ya nos habrían emboscado... ¿Y si es Hyde viniendo a darnos una mano? No, hace mucho que ya no duele con su presencia*

A- No te exijas demasiado en estas condiciones, siéntate a descansar que yo me encargo de los que faltan 

Saqué dos pastillas y las tragué. Si bien el alivio que trajeron fue muy leve, sí funcionaron para que ni la opresión ni el mareo me frenaran para continuar.

A- ¡Bingo, tengo uno! - puso el libro abierto en mis piernas. Le di una breve lectura debido a que mi vista borrosa no me permitía concentrarme correctamente.

- Dibujar los símbolos... Ajá... Hacerlos con pintura blanca, pero es mucho más recomendable trazarlos con sal, ésto actuará como repelente de los espíritus oscuros... Mjj... Acompañarse con velas blancas alrededor del símbolo, con ello se brindará máxima protección... Mmm... Sólo dice eso pero no hace mención de nada contra demonios, ¿crees que funcione? 

A- Según mi experiencia, esa es la barrera que siempre se usa con demonios inferiores y es muy eficaz, aunque no te garantizo nada contra los "Príncipes Infernales" pues nunca se ha probado con ellos. No pierdes nada intentándolo, si dibujas más símbolos en el perímetro donde vayas a estar y alrededor del círculo donde te ubicarás, quizás aumente su efectividad

- Entendido, le daré un repaso más concreto en casa - una nueva oleada de molestias se manifestó, esta vez a mayor frecuencia e intensidad. Sentía una especie de choques eléctricos que por poco me hacen desvanecer.

A- ¡¿[nombre], estás bien?! - se acercó a mí e impidió que cayera.

- Sí, sí, no te preocupes

A- No dejaré que te vayas así, ¿y si te pasa algo en el camino? Debes reposar hasta que mejores, yo cuidaré de ti

- Oh no, insisto. Eres muy amable pero...

A- No seas necio. Relajarte te sentará bien

Sin contradecirla más, me hizo un espacio en su cama para que me recostara.

A- Duérmete un rato, una buena siesta es una excelente cura a cualquier malestar

No hubo más opción que obedecer. Por un largo periodo permanecí con la mirada fija en el techo, todo me daba vueltas, las imágenes de mi entorno se distorsionaron, y juraba escuchar un zumbido dentro de mis oídos. Los efectos de mi destino inmediato se complicaron por lo que, tras hacer un par de ejercicios de respiración, fui sucumbiendo a mis propias ganas de cerrar los ojos y olvidarme de que mi destino en manos de seres de inframundo, estaba en su cumbre...

º Las mismas sombras que me apresaron en una ilusión previa, se aferraron a mi cuerpo con gran fuerza. En su parte superior brotaron dos luces rojas, y debajo de éstas se curvearon sonrisas malignas de dientes puntiagudos, los cuáles emplearon para morder mi piel y arrancarla a pedazos. 
No sentía dolor alguno, no podía luchar para liberarme. Al gritar, mi voz se atoraba en mi garganta, oyéndose solamente el sonido del aire saliendo de mi boca. 
Pronto devoraron por completo mis piernas y brazos para aproximarse a mi tronco, siguiendo su recorrido hasta la pieza clave de ese rompecabezas en el que se me había involucrado...

Reaccioné de es sueño de golpe, ¿me había quedado dormido? Suspiré y limpié la humedad en mi frente ocasionada por el sudor. Amerintia entró a la recámara

A- Has despertado ya. ¿Cómo te sientes?

- No tan bien como esperaba 

A- Parece que tenías pesadillas, estabas muy inquieto. Toma, te traje un poco de té, bébelo mientras continúe caliente - me cedió una taza y cerré los labios en el borde para tomar el líquido. Viendo a distancia por una de las ventanas, distinguí la puesta de Sol en su última recta del día.

- ¿Tanto he dormido? ¿Qué hora es?

A- Casi dan las 07:00

- ¡¿Qué?! Diablos... - a toda prisa, me puse de pie y agarré el libro - Te lo devolveré después

A- Espera, ¿por qué no te quedas a cenar?

- No puedo y no debo. Ya voy tarde y aún tengo que hacer algunas compras, ya sabes...

A- Está bien, pero antes... - cogió otros libros del montón y me los entregó - Encontré procedimientos diferentes al que te mostré, espero sean de utilidad. Y por si te interesa, dos esquinas a la derecha hay un minisuper, puede que ahí encuentres todo lo necesario para los rituales. En cuatro cuadras más verás un parque, frente a él pasa el transporte

- Ok, muchas gracias

Corrí por los pasillos y abandoné el internado. Acatando indicaciones, di a las cuantas calles con el minisuper, en donde adquirí botes pequeños de pintura blanca, brochas, veladoras y varias bolsas de sal.
Ya con los objetos y materiales en mi poder, me dirigí al parque mencionado para retornar con Hyde y poner manos a la obra; para cuando eso, el cielo se tiñó totalmente de azul oscuro, siendo únicamente iluminado por los postes de luz en la vía pública.

Los pinchazos en mi área torácica incrementaron y, con ello, también el ritmo de mi caminar pues se avivó el presentimiento de estar en la mira de alguien. La sensación de ser perseguido me generó grandes niveles de estrés y angustia, más cuando una mano se posó en mi hombro a medio avance.

H- Hey, tranquilo. Soy yo

- ¿Hyde? - exhalé aliviado - Idiota, no te aparezcas de repente...

H- Lo siento. Vine por ti, supuse que estarías cargado y no podrías solo

- Ahh... Gracias - le di dos de las cuatro bolsas que sujetaba - Vamos

H- Antes me gustaría dar una vuelta

- No es el momento para eso

H- Serán sólo unos minutos

Sin esperarme, se adentró al parque detrás de nosotros y reposó en un columpio.

- No es por llevarte la contraria pero, ¿no crees que el tiempo que estamos desaprovechando aquí deberíamos usarlo para...? - callé al ver que me sonreía y sus ojos obtuvieron un tono oscuro y brillante. De una de las bolsas extrajo los libros y les prendió fuego - ¡¿Qué estás haciendo?!

Cuando los escritos se incineraron por completo, se levantó de su sitio y se puso a mis espaldas, comenzando a rodear mi garganta y metiendo la mano por mi camisa. De repente, emití un estruendoso grito al tener sus colmillos clavados en mi cuello. ¿Por qué estaba actuando de forma tan extraña? 

- ¡Maldición! ¿Qué rayos ocurre contigo? Actúas como si no fueras tú mismo...

Mis propias palabras me hicieron dudar, confirmándose mis sospechas cuando aquél sujeto soltó a reír con un tono diferente y emitió su verdadera esencia, una que no encajaba con la de mi compañero.
Lo aparté quejándome porque sus dientes puntiagudos rasgaron mi piel. En un movimiento veloz, saqué una pistola para dispararle directo al pecho, pero...

?- ¿Es lo único que tienes?

Por el impacto de no haberlo dañado, emprendí carrera hacia otro punto para que perdiera mi rastro. ¿Quién era él y qué quería? ¿Acaso se trataba de un demonio a mi caza? Sin oportunidad de pensarlo demasiado, mi camino se terminó al ser mi paso bloqueado por dos hombres más exactamente idénticos a Hyde; ¿un espejismo por mis síntomas? No lo creía.

Los dos sujetos me atraparon en un santiamén y se incorporó aquél que me atrajo a la trampa. Batallé para que me soltaran, sin embargo, uno de ellos repitió la mordida y mi anatomía comenzó a pesar, como si hubiera liberado una especie de toxina en mi torrente sanguíneo a través de ella.
Lentamente mis músculos sucumbieron al cansancio en aumento y, dando mis últimos signos de lucha, caí inconsciente...

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