11 de febrero de 2015

THE GHOST IN MY ROOM- CAPÍTULO 3

Otro día más de ojos enrojecidos, hinchados y grandes ojeras, así como una serie de bostezos prolongados y descontrolados, frases que describían a la perfección el resultado de la horrible noche pasada, aún conservaba desconcierto sobre lo acontecido y sobre si se trataba de una imagen mental nocturna o de la realdad... Aunque ciertamente no me detuve a pensar mucho al respecto de tcorrecto,da que veía mi condición, ese mes claramente comenzaba a tener repercusiones y había de hallar una manera de recuperarme si no quería enfermar o, en su defecto, que me tacharan de problemas mentales al no tener causa de diagnóstico clínico de mi insomnio.

Posterior a que se asomaron los rayos del sol iluminando el interior y de la realización de actividades básicas diarias, me recosté en uno de los sillones con disposición a descansar mi vista y mi cuerpo en general, después de todo dudaba que ocurriera cualquier cosa paranormal mientras la luz natural alumbrara con su máximo potencial... Pero increíblemente y aunque estuviese en lo correcto, mis propias inquietudes me limitaban a hundirme en sueño profundo

- *Hice mal en apropiarme de algo que no me pertenece y que para comenzar no me es de utilidad alguna. Debí haberla ignorado desde el instante en que la descubrí en el bote de basura*

Con pesadez me dirigí al baño y mojé mi rostro con agua fría para intentar "despertar" pero para mi decepción sólo lo empeoró provocando que mis párpados pesaran todavía más de lo que ya. Encendiendo el televisor reposé en el área cómoda más cercana y en cuestión de minutos de eso mi cansancio fue mucho más grande que lo demás pudiendo conciliar una mínima porción del sueño negado y sin interrupciones ligadas a mi más reciente obsesión y miedo, era como si las perturbaciones de descanso no tuvieran efectos en los reposos diurnos. Luego de que me rendí al embrujo lanzado por Morfeo, éste hubo de terminar abruptamente ante el ruido de la puerta al abrirse y cerrarse; tan sorprendida me tenía tal sonido que inmediatamente me puse en guardia entre la somnolencia, soltando un suspiro de alivio al asomarse mamá a mi recámara

M- No preguntaré lo evidente... ¿Sigues con lo mismo?- referente a la foto que se hallaba descuidadamente sobre el buró a lado de la cama

- ¿Qué? Ah... No es mi culpa, cada vez que mi intención es desecharla regresa inexplicablemente a mí

M- Me parece que los días despierta ya sembraron secuelas

- ¡Pero es la verdad! *Típico*

M- De acuerdo, si tú lo dices... Por cierto ¿Ya almorzaste? Anoche se realizó una pequeña cena y sobró comida

Tragándome mi enojo me pasé al comedor y más específicamente a la mesa, abriendo los contenedores de unicel servimos en platos aparte una ración de sopa fría acompañada de algunos trozos de carne, embutidos y verdura. Durante la ingesta silenciosa y mientras picaba los alimentos por mi falta de apetito incitado por la rabia, mamá permaneció pensativa, como perdida en su conciencia

- ¿Estás bien?

M- Sí... ¿Podrías... Mostrarme de nuevo la fotografía?

Por segundos la miré con desaprovación; primero insinuaba demencia en mí ¿Y ahora quería "comprenderla"? Bufando y atrastrando los pies fui a mi habitación a traer el objeto deseado para que enseguida hiciera un escaneo visual del mismo por ambos lados

M- Adam... ¿En dónde lo he...? Oh... ¡Lo sabía! No por nada se me hace familiar

- ¿Lo conoces?

M- Por supuesto- respuesta con la que mi ánimo se modificó drásticamente- Es hijo de los señores Lang, la familia que vivía aquí antes que nosotros. Las veces que venía para afinar detalles de la mudanza y demás asuntos llegué a verlo... Aunque pobre muchacho, debió haber sufrido mucho las últimas semanas...- con gesto melancólico me devolvió el papel y proseguimos con el almuerzo

- He terminado

M- Pero casi ni comiste nada

- No tengo mucha hambre aún. Daré una vuelta por los alrededores, desde mi llegada me la he pasado encerrada, me hará bien respirar un poco de aire fresco

Una pista esencial abordó la resolución de ese misterio que no me permitía pegar los ojos y no iba a dejar que se me escapara de las manos... Aunque todavía no sabía de que manera adentrarme a fondo a la misma, si bien conocía la procedencia de ese chico ¿Cómo iba a encontrarlo?

- La única persona que puede ayudarme es... ¡Claro!

Con un chasquido me dirigí a la parte más elevada del edificio en donde mi madre dijo vivía la dueña, cruzando los dedos toqué tres veces, repitiendo ronda para que finalmente alguien me atendiese

D- Hola

- Buenas tardes... ¿Debbie?

D- Así es, y tú...

- [nombre], del catorce

D- Ahh ¿Los nuevos inquilinos?- asintiendo y con una sonrisa estrechamos las manos amistosamente- Dime en que puedo ayudarte

- Verá, tengo un par de preguntas. Antes de nosotros ¿El apartamento estaba ocupado por alguien más?

D- Así es, los Lang habitaron ahí por diecinueve años

- Ya veo... Amm ¿De casualidad usted posee su nuevo domicilio?

D- La sé, en cambio no puedo dártela, iría en contra de la privacidad de los residentes actuales y antiguos

- Por favor, la necesito urgentemente

D- (niega) Lo siento

- Es que no entiende... Es muy importante que hable con ellos sobre su hijo

D- ¿Te refieres a Adam?

- *Así que efectivamente es él*- asentí con la cabeza

D- (suspira) Aguarda un momento

Emparejando la puerta tuve que esperar tal y como lo ordenado, tras unos minutos volvió conmigo extendiéndome una nota

D- Toma, no es muy lejos de aquí así que no deberías tener problema para llegar. Sólo ruego que no se enfaden por haber desobedecido

- Descuide, yo daré todas las explicaciones que se requieran. Muchísimas gracias

Habiendo leído la dirección proporcionada apreté el papel en uno de mis puños y rápidamente mis pasos se guiaron hasta el destino deseado, con algo de dificultad por no conocer mi entorno y por ende sin saber la ubicación exacta de las calles dictadas, aunque al final y de entre tantos enredos pude pararme frente al edificio donde la familia buscada habitaba en el presente. Por algún motivo en mi interior se creó un enorme vacío, como aquellos que abordaban a uno en momentos cruciales y de suma importancia, aunque ¿Por qué? Probablemente me aterraba en una mínima parte el haber a enfrentarme a mi "acosador" y a quienes vivieran con él por no saber a que clase de personas me enfrentaría. Tensando los dedos di un golpeteo en esa muralla de madera que dividía la morada del resto del mundo sin obtener contestación, con un segundo golpe con mis nudillos el éxito siguió siendo de cero, antes de darme por vencida insistí una tercera ocasión pero era más que claro que los residentes estaban fuera

- *Quizás deba regresar mañana a una hora distinta*- con un suspiro de resignación desalojé el perímetro de su propiedad y efectué lo dicho a mi madre, aproveché ese momento para despejarme y dar un paseo por una parte de la colonia para su reconocimiento a futuro, si iba a ser mi hogar por los próximos años era esencial me adecuara a sus alrededores.
En mi recorrido, cabizbaja y a ritmo paulatino, accidentalmente y por mi distracción choqué con un pasante hombro con hombro, el impacto no fue de gran fuerza pero sí con la suficiente como para activar mi atención a mi andar

?- Iba descuidado, no me fijé

- No, fue culpa mía

Aparentemente la caminata siguió su curso tranquilo... Hasta que sin más un escalofrío invadió mi espalda incitándome a ver detenidamente al chico con el que me encontré; mis ojos se abrieron a la par y por reflejo mis manos inspeccionaron las bolsas de mi chamarra y pantalón hasta dar con esa fotografía que olvidé dejar posterior a que mi madre la solicitó, pese a que el sujeto se hallaba de espaldas y en proceso de alejarse, concordaba con la imagen: ropajes negros, cabello largo, y aunque no le presté interés a su rostro no dudé en encararlo así fuera realmente él o sólo una falsa alarma

- Amm, disculpa...- tuve que elevar el volumen de mi voz para ser oída, captada por mi objetivo el chico se viró y acortó distancia; sus facciones eran las mismas a las del retrato, por fin lo tenía- Nosotros... ¿Nos hemos visto antes?

A- No lo creo

- ¿Estás seguro? ¿No somos conocidos del pasado o algo por el estilo?

A- No, definitivamente no, creo que me confundiste con otra persona

- Comprendo, de ser así entonces ¿Por qué en las últimas semanas has estado apareciéndote frente a mi ventana?

A- ¿Qué?

- Este eres tú ¿Correcto?- le extendí la imagen, la cual tomó para sonreír

A- Vaya, así que diste con ella, entonces debo suponer que eres quien actualmente vive en mi antiguo hogar

- (asentí) ¿Ahora tienes idea de lo que te estoy hablando?

A- Sí...- echó a reír

- No le encuentro la gracia

A- Mil perdones, no era mi intención irrumpir tu paz mental, simplemente amaba ese lugar y procuro pasar por ahí tan frecuente como sea posible. Así que eras tú la chica de aquella vez en la ventana...

- Sí, pero si tanto te gustaba ese sitio no me cuadra el por que has de entrar sin permiso alguno si ya no es de tu propiedad

A- ¿Entrar dices? Oh no, jamás haría algo así, no soy un criminal ni nada por el estilo...- volvió a esbosar una sonrisa traviesa- Alguien desarrolló cierta obsesión con mi retrato como para soñarme, eh

- *¿Sueño? Se vio tan real como para haber sido sólo eso, además cómo explicaría el que el bate estuviera desacomodado... Alguna especie de ¿Sonambulismo? Esto sigue sin convencerme completamente* Por supuesto que no, no te creas tan importante

A- Está bien, solamente decía... Ya que surgió esto, que grosero de mi parte que no me he presentado

- No es necesario, sé perfectamente quien eres por ciertas bromas de mal gusto- con una sonrisa mostrando blanca dentadura sobó su nuca en son de inocencia- Mejor permítemelo a mí, soy [nombre]

A- Mucho gusto- estrechamos manos- Y nuevamente una enorme disculpa por lo sucedido en este mes

- Disculpa aceptada... Que coincidencia el habernos encontrado repentinamente, justamente mi cometido era aclaralo pero desafortunadamente no había nadie

A- Aguarda ¿Fuiste a buscarme?

- Sí ¿Hay algo de malo?

A- N-No, la cuestión es que casi nunca estamos ahí, mi madre seguramente fue de compras... A-Además hubiera sido casi imposible que se arreglara este asunto por mi ausencia

- Lo sé, por eso me alegro de que esto se haya dado sin querer.
Bueno, dado que el malentendido se ha solucionado y con tu permiso me retiro

A- Claro... Ahh espera. De las veces que te he observado accidentalemente y con lo de ahora, debo aceptar que me agradas... En el buen sentido, no lo malinterpretes... Independientemente a todo el mal rato que te hice pasar me gustaría conocerte más a fondo ¿Qué dices? Como una pequeña compensación por mis actos

- No creo que eso baste para arreglarlo, sin embargo me lo pensaré... Bueno, sé que las amistades surjen a partir de desconocidos pero...

A- No lo tomes así, tu madre y yo llegamos a convivir, muy poco pero lo hicimos cuando se suscitaba la oportunidad, no somos desconocidos por completo

- Es cierto, ella llegó a comentar sobre sus vistas cuando iba por asuntos del cambio de apartamento... En ese caso accedo a tu propuesta

A- ¡Genial! Nada más un punto a tratar, cuando hayamos de juntarnos que sea en un lugar público y solitario... Como el parque de allá- señaló el sitio

- ¿Y por qué no mejor vamos a mi casa o a la tuya?

A- L-Lo que pasa es que, como ya te dije antes, casi nunca estamos ahí, es preferible encontrarnos en sitios que frecuento... Y además no me gustaría causarle disgusto a tu madre entrando sin su permiso

- No habría problema con eso, se la pasa trabajando y siempre llega en la noche o hasta el día siguiente

A- El problema es que... Sí, hablamos unas cuantas veces, pero algo me dicta que no le caí muy bien, no quiero que ese presentimiento se realice si me ve como amigo de su hija

- De acuerdo, pero en caso de que cambies de opinión no requiero darte mi dirección, la sabes de principio a fin.

Por algunos minutos extra entablamos una plática amena y en serio que me sorprendió, teníamos un par de cosas en común. Las sorpresas culminaron hasta que el lienzo sobre nosotros se tiñó de tonalidades grises, emergiendo finas perlas líquidas de él

- ¿Lluvia?- ante el caer de las gotas alzé la mirada empapándose una fracción de mi cara- Oh, me vas a disculpar pero ahora sí ya tengo que... Irme...- volviendo la vista hacia Adam, éste desapareció sin hacer ruido alguno y sin despedirse, desconcertada por la velocidad de su partida eché a correr a casa para no mojarme por la reciente tormenta y pescar un resfriado por eso

M- Llegas a tiempo

- Lo sé... A que no te imaginas, por azares del destino me topé con Adam

M- ¿Con quién?

- Adam, el chico de la foto y que me dijiste es hijo de quienes vivían en este espacio antes de nosotros ¿Lo recuerdas?

M- Sí, sí, pero ¿Te consta que era él?

- Totalmente, él se reconoció como dueño de la imagen cuando se la mostré y no cabía duda; el nombre, las facciones...

M- Pero eso es imposible, el primer mes que estuviste en el hospital ese muchacho...

- ¿Qué pasa con él?

M- N-No, nada... Creí que se habianbmudado a provincia

- Pues no, de hecho somos vecinos... Casi, nos separan unas cuantas cuadras, se ve que es agradable... Mamá... Hey, mamá...- la llamé cuando permaneció concentrada como cuando el almuerzo

M- ¿Mande?

- ¿Te sientes bien?

M- Sí, únicamente estoy agotada, tomaré una siesta

Yéndose a su alcoba extraje la fotografía un tanto arrugada por portarla en el pantalón; aún cuando quería devolvérsela me pidió de favor que la siguiera conservando como hasta la fecha y eso hice, ahora que éramos amigos en proceso y mamá tenía plena conciencia de lo mismo no había porque ocultarla como si se tratase de algún objeto ilegal, por lo que me decidí a adherirla a uno de los muros de mi recámara, más en específico sobre mi almohada

- *Yo creyéndolo un vándalo y resultó ser alguien bastante amigable y carismático...*


° Al anochecer hice las actividades que normalmente a esas horas, claro, con eso también se apoderó de mí mi miedo nocturno... Pero por extraños motivos los ruidos, la actividad inusual y esa sensación de miradas a la lejanía se esfumaron pudiendo conciliar por primera vez en días un sueño altamente reparador y continuo ¿El haber conocido a Adam apaciguó a mis fantasmas? No afirmaba con certeza de que fuera la causa... Aunque ciertamente el habernos visto cara a cara me llenó de paz. No confiaba al cien por ciento en él aún, nunca es bueno hacerlo al primer encuentro, aunque presentía que esa iba a ser una gran amistad a punto de florecer...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.