21 de noviembre de 2015

THE GHOST IN MY ROOM- CAPÍTULO 13

" …deseo como nada que podamos estar juntos para siempre"

Esa frase no paraba de resonar en mi mente desde que fue articulada, principalmente en mis sueños y en donde iba constantemente enlazada con la melodía de su guitarra en sincronía de su voz ¿Acaso se trataba de una premonición? Realmente no lo sabía, lo que sí era que mi sexto sentido me dictaba que efectivamente había algo más allá de simple declaración. Sin embargo no me molestaba mucho en descifrarlo, aún poseía bastante tiempo por delante para ello...

Ya habían transcurrido dos semanas de que me di a la fuga para reiniciar una vida libre de preocupaciones que no me correspondían, afortunadamente el ciclo marchaba acorde a lo planeado; nadie conocido sabía de mi ubicación pese a estar en un sitio muy cercano a ellos, ni siquiera habían indicios de que hubiesen empezado con una búsqueda exhaustiva entre familiares y demás elementos para dar conmigo. Lo único no tan conveniente era el todavía residir en aparente aislamiento total, motivo por el que estaba por olvidar como lucía el mundo existente detrás de esos muros que conformaban mi prisión; para todos mis requerimientos, Adam se encargaba de cumplirlos para mí clandestinamente... Por no decir ilegal y deshonestamente, por supuesto que no me gustaban en lo más mínimo sus métodos de obtención, pero no podía reprenderlo ni rechazar sus favores debido a la gran ayuda que significaban y que sin los mismos hubiera padecido de enfermedad o hambruna.
Tampoco había asistido a clases desde entonces por mero mandato de mi cuidador, quien se sometió a ser como mi profesor particular y hacía gala del montón de conocimientos que absorbió cuando vivo.

Aún cuando el camino fuese más o menos por los pasos idealizados, había un "algo" que comenzaba a inquietar: en ocasiones contadas Adam se veía y sentía distante, con un cambio de actitud muy drástico, como si el hecho de vivir con un espíritu ya dejara sus estragos y a mostrar la realidad, una en la que el orden natural se imponía para insistir que vivos y muertos nunca estuvieron confinados a permanecer juntos y, con todo y el juramento hecho, en un santiamén él desaparecería sin retornar... Pero claro, como cada racha no tan funcional, fue capaz de superarse para ser testigos de nuevos y brillantes amaneceres...


°
 La desesperación de vagar solamente en el espacio de mi refugio se hacía notar, cogiendo una chamarra para protegerme de las bajas temperaturas me propuse exponerme a las calles

A- ¿Vas a salir?

- Sí; mis suministros están por agotarse y tengo que resurtirme... Además de que me vendrá bien despejarme

A- ¿No prefieres que vaya yo? Porque ya sabes lo que puede pasar...

- Descuida, no tardaré

A- ¿Y si te acompaño?

- Estaré bien, en serio, seré cuidadosa

Afirmando en son de confianza, me proporcionó un juego de llaves para entrar y salir a voluntad.
A primera instancia me mantuve estática para sentir la brisa sobre mi cara y respirar el aire fresco que hacía días no viajaba a través de mis pulmones. Con extrema cautela por si acaso, me introduje por las mismas cuadras de cuando mi mudanza hasta llegar a aquella acera donde todo se desenvolvió, esto para tomar el camión que conducía al cementerio puesto que transcurrió un buen rato sin visitar al único individuo que sabía de mi cometido por completo.

Recorriendo el mismo trayecto que ya había grabado en mi memoria y cubriéndome con la gorra de la chamarra, descendí del transporte para adentrarme a ese portal que reunía lo ya inanimado con lo que abundaba en vitalidad. Doblando en los pasillos me detuve en la tumba de papá, la cual para mi disgusto lucía descuidada: sus flores marchitas, el agua en los recipientes que conservaba a las anteriores con un color y olor desagradable y la hierba crecida a su alrededor alcanzando a tapar parte del concreto que la conformaba...

- Estas no son condiciones para el monumento a tu recuerdo... Pero era de esperarse, si no se ha preocupado por mí, menos lo hará de alguien que por desgracia ya no está con nosotros

Vigilando a mi alrededor constantemente, a toda velocidad me deshice de las plantas putrefactas sustituyéndolas con unas nuevas que arranqué del mismo panteón, tiré el líquido ya viscoso para cambiarlo por agua fresca y también podé con mis propias manos la pastura innecesaria hasta dejar su santuario un tanto más decente.

- Mucho mejor, me hubiese agradado invertir más tiempo en ti pero no es el momento apropiado. Vendré de nuevo pronto

Salí del panteón lo más rápido posible y abordé el camión de vuelta que me dejaría en el punto de inicio.
Pasados unos minutos y ya en mis rumbos, me enfoqué en el principal motivo por el que me arriesgué a abandonar temporalmente mi refugio, solamente conservaba un par de billetes de las denominaciones más bajas por lo que procuré guiarme a los alimentos más económicos disponibles en el supermercado.

- Definitivamente me urge conseguir empleo... Aunque eso será una vez que nos hayamos ido lejos para poder andar sin miedo a ser encontrada de repente

Y casi como haciendo alusión a mis palabras, en una de las tantas secciones de comida del super y por pura "suerte" me topé con una de las personas de las que menos quería por un periodo; nadie más y nadie menos que la señora Lang, la madre de Adam. Alarmada retrocedí para ocultarme detrás de uno de los estantes

- *¡Diablos! Justo ahora tuve que encontrármela ¿Y si me vio? No, ya estaría aquí... Debo evitarla a toda costa, seguramente ya se enteró de mi desaparición que si nos cruzamos, va a contarle de inmediato sobre mi posible paradero. No tengo nada en su contra, pero es mejor mantener distancia con ella también*

Recobrando la calma me di la vuelta para continuar con mi objetivo... Aunque sin querer y en el proceso choqué con uno de los clientes por mi distracción

- Disculpe, no vi por donde...- mi habla nuevamente se congeló al reconocer a aquel hombre con el que, desafortunadamente, había impactado- J-J-Jeremy...

J- ¿[nombre]?- al igual que yo se sorprendió. Antes de que dijera más o me exigiera explicaciones, solté la canasta con mi despensa y eché a correr para reintegrarme a mi actual casa de emergencia

- *Esto no está pasando, es como si el karma se hubiese puesto de acuerdo con ellos. Primero la señora Lang y ahora él... Bueno, al menos huí y lo perdí de vista, hubiera sido un desastre si me estuviera siguiendo*

Constantemente enfocaba la vista por mi retaguardia para cersiorarme de que Jeremy no fuese tras mis pasos, cosa que no se dio. Un par de metros recorridos a toda velocidad y retorné a mi hogar

A- ¿Qué sucede? ¿Estás bien?- preguntó preocupado al verme entrando como rayo y jadeante

- Sí, no es nada- dije con cierta dificultad por mi respiración intentando regularse luego de la carrera

A- Tardaste demasiado como para no traer ni una bolsa de compras ¿No crees?

- ¿Qué? Ah, sí... Se agotó lo que buscaba, fui a tiendas vecinas pero fue el mismo resultado. Lo intentaré mañana en otro y... Estaré arriba...

Subiendo a prisa para también ahorrarme las preguntas de su parte, reposé en la cama hasta normalizar mi pulso y aliviar el pequeño susto que el ver a Jeremy produjo. No se gastaron más de cinco minutos cuando...

A- ¿Se puede?- cuestionó al pie de la entrada a mi habitación

- Adelante

Avanzó hacia mí deteniéndose a escasos centímetros

A- ¿Esperas visitas?

- ¿Cómo?

A- Hay un muchacho allá afuera llamándote, no me explico cómo insiste en encontrar a alguien aquí si se supone que esta propiedad está desierta

Confundida fui a la azotea para asomarme desde ahí y deducir de quien se trataba desde las alturas

A- ¿Lo ves? Es extraño

- Sí, y no entiendo porque...- ese sujeto me era familiar, y las ropas que portaba las había mirado antes...- Oh no... No, no, no, no... ¡¿Al final sí pudo rastrearme?!

A- ¿Lo conoces?

- A-Algo así... Su nombre es Jeremy, es colega de trabajo de mamá y... Estaba desprevenida, cuando lo noté en el supermercado ya era muy tarde

A- Aguarda ¿Dices que te vio?- asentí- Esto no es bueno

- Lo sé ¡Lo sé...!- sonaba alterada

A- Quizá lo correcto y para evadir molestias deba encargarme de él- dijo en tono frío, como si planeara dañarlo aprovechando su "invisibilidad"

- ¡No! Eso nos metería en más problemas. (suspiro) Creo que debo enfrentarlo y rogar por su silencio, no hay otra alternativa. Si me vio entrando al edificio no parará hasta hartarme y cederle audiencia

Adam no estaba convencido, sin embargo asintió para que hiciera lo que tuviera que hacer.
Armándome de valor y yendo a la planta baja, lentamente me expuse ante los ojos de él

- Ho-Hola...

J- Así que efectivamente estabas aquí...

- Antes de cualquier cosa, te sugiero que pases

Ya los dos adentro...

- Escucha, sé que tienes millones de preguntas pero si me lo permites...

J- ¡¿En qué rayos pensabas?! ¿Irte sin más y abandonarla?

- Fue lo único que se me ocurrió y no me arrepiento

J- ¿Es que estás demente? No sabes cuan angustiada tienes a tu madre desde que te marchaste

- Sí, claro, tan preocupada que en estos precisos instantes ha de ocuparse de sus asuntos a donde sea que haya sido su viaje...

J- Te equivocas. La misma noche que escapaste nos dio aviso a todos para ayudarle, ese susodicho viaje se suspendió hasta dar contigo y... No puedo creer que lo hicieras sin miedo a las consecuencias

- Por favor no me vengas con sermones, me juzgas sin tener idea de lo que pasé por ella... Además ¡Fuiste tú quien me aconsejó! La culpa también recae sobre ti, te guste o no eso te convierte en mi cómplice

J- Tal vez, sin embargo me retracto de ello y haré lo acertado. Ahora mismo le diré donde estás- sacó su móvil de la bolsa de su chamarra y apretó algunas teclas. Extraviando el juicio y por impulso se lo arrebaté- Devuélvemelo...

- No, teníamos un acuerdo y me estás traicionando

J- ¿De qué hablas? Yo que recuerde, ese pacto no incluía matar a tu madre de miedo. Déjate de juegos y dámelo ya... ¿No me obedecerás? De acuerdo, entonces lo escuchará personalmente

- ¡Adam!- lo nombré. Aunque Jeremy no lo pudiese percibir, mi amigo usaba toda su fuerza para impedirle abrir la puerta- No saldrás de este sitio

J- ¿Pero qué rayos...?- forcejeó con el seguro sin éxito- No me retendrás

- Lo haré si con ello consigo que nadie se entere

Unos segundos de perseverar bastaron para que tanto Jeremy como Adam se cansaran aplicar presión para sus propias metas

A- Ya no puedo más, lo siento- fue el primero en sucumbir liberando la traba en la puerta

J- No me gusta ser soplón, pero como ya te dije aprecio a tu mamá, sería un desgraciado y desalmado si me guardo información que va a tranquilizarla

- Por favor- me aferré a su brazo- ¿Cuánto más tengo que suplicar? No le digas a nadie de mí, te lo pido. ¿Qué quieres a cambio?

J- No me sobornarás, además de que en tus condiciones dudo poseas algo que me interese

- Jeremy... No entiendes nada, si te pusieras en mis zapatos...

Brevemente se quedó pensativo, posteriormente bufó

J- Está bien, me callaré...

- Gracias

J- ... Pero sólo por dos días

- ¿Qué?

J- No es nada justa tu manera de regresar a tu madre a ser quien era, es cruel, egoísta y careciente de sentido. Estás bajo advertencia para acabar con tu juego; si para ese plazo no hay noticias de tí, mandaré a todo el cuerpo de seguridad que se necesite para sacarte a la fuerza

Sin más alternativa o métodos de convencimiento le devolví su móvil para que enseguida partiera, mientras tanto me cubrí el rostro con ambas manos como signo de preocupación

A- Te dije que lo mejor era deshacernos de él

- En estos momentos lo detesto... Pero aún así no es motivo suficiente para lastimarlo- por primera vez había visto manifestarse el lado un tanto oscuro de Adam

A- Todavía tenemos dos días, mañana a la salida del sol inspeccionaré colonias cercanas

- Te lo agradezco... Aunque sinceramente dudo si es idóneo seguir huyedo, no soy una prófuga ni criminal para hacerlo

A- Eso significa que el remordimiento por tu decisión empieza a ganarte aunque te mostraste firme con ese tal Jeremy...

- (suspiro) Ni siquiera yo lo sé... Porque también me daría vergüenza dar la cara luego del lío que armé. Ya aclamarán su curso las próximas cuarenta y ocho horas

A- No te aflijas, encontraremos la luz al final del túnel como lo hemos hecho desde los comienzos de esta dificultad

Sonriéndole a medias le di un abrazo

- Ese optimismo tuyo y tu facilidad para hacerme recobrar la esperanza me encantan. Ya lo he pronunciado no sé en cuantas ocasiones, pero no sé que haría sin tí- me respondió con la misma curva en su boca. Dispuesta a ir escaleras arriba...

A- Sé de un sitio... Ahí tus problemas desaparecerán como por arte de magia

- ¿De verdad?- asintió- ¿Y está lo suficientemete apartado de la ciudad?

A- Mucho, tanto que así te busquen por cielo, mar y tierra, jamás te hallarán... Por si te interesa...

- Ya lo discutiremos más adelante, es una opción tentativa

Su gesto también se tornó angustiado, eso muy probablemente por intentar comprender mi estado y hacerse de soluciones con base a mis emociones.

Alguien que actuaba con empatía a cada segundo para comprenderte... Eso sí era un verdadero amigo y compañero de vida...

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