8 de febrero de 2016

WHITE FEATHERS [YAOI]- CAPÍTULO 2

La alarma del reloj sobre mi cómoda se activó tal a lo programado. Con pesadumbre y adormilado, la silencié para proseguir a estirarme y bostezar; en el proceso, distinguí a Riko al lado contrario del colchón y aún sumida en lo profundo de sus fantasías. Sin interrumpirla, me levanté para tomar mi obligado baño, el cual duró sólo quince minutos como hacía un buen rato no sucedía, transcurrido ese lapso y ya fuera del chorro de la regadera que me otorgó frescura, noté a mi superior observado a través de la ventana.

- Has despertado ya...

R- Oh [nombre], buenos días. ¿Qué tal dormiste?

- De maravilla, como un bebé, en verdad que tus dedos son mágicos porque no tuve ese sueño ni dolor... Nunca los tengo cuando te quedas conmigo

R- Bueno, eso tal vez sea inducción para que volvamos a vivir juntos ¿Qué dices?

- No lo sé, me lo pensaré, más porque en serio deseo noches tan tranquilas como esta...

R- En caso de que te decidas, ya sabes que las puertas de mi casa están abiertas para tí

- Gracias

R- ¡Rayos!- se exaltó al ver la hora- Es tardísimo, iniciamos en sesenta y aún no se prepara el menú- apurada, se calzó los zapatos y colocó su suéter.

- No te apures, te tengo una propuesta. Ve a ducharte y arreglarte con calma, mientras yo cambiaré los granos de las cafeteras y calentaré el agua

R- ¿De veras lo harías?

- Sí, la mejor me enseñó ¿No? Pero no creas que lo hago por un bono, más bien porque te lo debo por lo de anoche, así que esta vez no aceptaré una cantidad aumentada y adelantada

R- De acuerdo, no quiero abusar de tí pero me serías de suma utilidad. Trato hecho

Enseguida nos marchamos y subimos a su auto, para bien nuestro las calles se hallaban con un flujo vehicular reducido, por lo que la cafetería se manifestó ante nosotros en un pestañear.
Cediéndome las llaves del establecimiento, puse manos a la obra mientras Riko partía a su morada para su cuidado personal. Paseándome por los alrededores para hacer lo encomendado lo más rápido posible, pronto el aire se inundó con seductores aromas variados, desde unos extremadamente dulces hasta otros ligeramente más amargos, sin duda era un placer culposo a mi olfato... No obstante esa complacencia matutina culminó con el ruido de la campana de la entrada, esa que indicaba el ingreso de una persona al perímetro.

- Riko, que veloci...- mi oración no se completó al ver que no se trataba de mi jefa, más bien... Un hombre con una capucha y sin mínimos modales, adoptó asiento en una de las mesas a mi extremo opuesto. Consternado detuve mis acciones- D-Disculpe señor, aún no abrimos. ¿Sería tan amable de aguardar afuera?

No respondió, ni siquiera se dio a la tarea de mirar hacia donde yo, simplemente se mantuvo estático en la silla y jugando con la tapa de una de las azucareras.

- *¿Y éste qué se cree? ¿Un ladrón? Mmm, no lo creo, de ser así ya me habría atacado*

Con precaución y un tanto temeroso, acorté distancia para enfrentar al desconocido.

- Este, perdone... ¿Le importaría desalojar? No está permitido el acceso al público antes de las diez

El sujeto finalmente se movió, lentamente se deshizo de la tela que tapaba su cabeza y en general de la prenda a la que pertenecía, posteriormente clavó su mirada en la mía logrando incomodarme de sobremanera.

?- ¿Se encuentra Riko de casualidad?- se atrevió a preguntar

- N-No, aún no llega, pero no ha de tardar

?- Ya veo... ¿Podría esperarla aquí?

- S-Supongo que sí...- por unos segundos lo examiné detenidamente; ese chico tenía cabello rubio asemejándose al blanco, ojos grises y una piel en exceso pálida. ¿Un extranjero tal vez? Era muy extraño que gente nativa de la región y en sí del país, fuera acreedora de rasgos y características tan peculiares- Emm... ¿Se le ofrece algo de beber?

?- No gracias, así estoy bien *No mentía, en efecto no me recuerda... Que desalentador*

El muchacho volvió a hacer contacto visual acompañando con una sonrisa. Sin corresponderle ni bajar la guardia, retorné al mostrador para continuar con mis labores echándole de vez en cuando un vistazo discreto, eso por si las dudas pues no era de fiarme de ese tipo de comportamientos.
Por aproximadamente un cuarto de hora mantuve vigilancia montada, sólo hasta que se paró rumbo a los anexos del negocio.

?- ¿Te molestaría que use el sanitario?

- ¿Mande? A-Ah, p-para nada, adelante

Metiéndose al pasillo que conducía a los baños, fue seguido por mi vista. Sin despegarme de la ubicación del presunto intruso, la campana de aviso repitió su sonar.

R- Hola, ya estoy lista. Veo que tienes todo bajo... ¿Y esa cara?

- Ha-Hay alguien allá adentro...- dije murmurando y señalando.

R- ¿Qué? ¿Cómo que alguien?

- Sí, de repente entró y sin más se dio permiso de arraigo

R- ¿Pero qué dices? Puede ser peligroso. ¿Por qué no me llamaste para no dejarte solo?

- Iba a hacerlo, pero cuando lo invité a salir excusó conocerte...

El ruido de pisadas se originó acrecentando, al instante el hombre infiltrado se incorporó a ambos en la sala principal.

?- ¿Riko?

R- No puede ser... ¡Hyde!- pronunció rebozante de alegría y yendo a abrazarlo- Vaya sorpresa

Divisando tal escena, mi nivel de confusión creció denotándolo en mi gesto.

R- Oh cierto, [nombre], te presento a mi hermano menor

- ¿Hermano... Menor?... ¡¿Eh?!

H- Debes ser ese adolescente del que tanto me platica. Mucho gusto- me extendió la mano para que la estrechara, sin embargo me abstuve a realizarlo.

- Discúlpalo, es un poco tímido

H- Por el contrario, me lo merezco, tengo la impresión de que lo asusté hace un rato

Los tres nos traspasamos a la misma mesa donde él aguardó, teniendo a cada uno a mis laterales; los dos entablaron charla en la que me contuve de participar.

R- Hacía siglos que no te dignabas a venir...

H- De hecho planee visitarte ayer por la tarde... Pero me dio la leve sensación de no que no fui bien recibido; si mal no recuerdo, hubo cierto joven que me tiró café encima- me miró divertido.

- ¿Eh? Así que usted... ¡Lo siento! ¡En verdad lo siento mucho!- mostré remordimiento- Tanta gente a la cual atender me entorpeció 

H- Descuida, sé que no lo hiciste a propósito

- Que vergüenza... P-Pero ¿Mi equivocación le hirió?

H- No, la bebida caliente no ocasionó problemas, no te preocupes

Sonriente palmeó mi espalda y retomó el habla con Riko; impredeciblemente llovieron imágenes flash y carecientes de nitidez en mi mente, simultáneo a que mi respiración empezaba a agitarse por motivos no identificados. Para que no lo notaran ni se agudizara, agaché la cabeza tratando de relajarme para aliviar los precedentes de asfixia.

R- Que reunión más amena... Después de todo el apurarme fue en vano, creo que hoy abriremos un poco más tarde

Riko se levantó en busca del letrero que anunciara el retraso de actividades para ponerlo a la vista de los pasantes, entre tanto, su hermano y yo nos mantuvimos sentados y sin intercambiar sílaba alguna; todavía cabizbajo, lo avisté golpeando la mesa con la yema de sus dedos. Presintiendo mi observación, resopló y se estiró.

H- Ayer atiné a ojear que comenzaste a quejarte de un intenso dolor en la espalda, y que incluso tu camisa se tiñó de sangre, también sé que no es de mi incumbencia pero ¿Estás bien?

- ¿Qué? A-Ahh... Sí... D-De cualquier modo, ya me acostumbré

H- ¿Te acostumbraste?- curioso.

- Al menos una vez diariamente me sucede, no es novedad

H- O-Oh...*¿Pero qué...?* Riko te aprecia mucho, si hay algo en lo que podamos servirte, no dudes en consultarnos- repitiendo cometido dio dos golpecitos a mi hombro, asentí y reanudamos la atmósfera reservada. Consecutivo al contacto, de nueva cuenta las visiones se manifestaron así como la repentina obstrucción de mis vías respiratorias.

R- Listo. ¿En qué está...? [nombre]... [nombre] ¿Qué ocurre?

Sin poder ocultarlo más, se percató de mi dificultad para respirar que aumentó en torno a su alarme, muy contraria al tercero ahí quien simplemente se paralizó. Angustiada corrió a la bodega por mi inhalador y rápidamente me lo entregó para aspirar su contenido...

- Se... Ago... Se agotó...- revelé a media complicación. Cada segundo que pasaba era como un calvario y sentía desvanecerme en cualquier momento.

H- *Riko... Te lo suplico ¡Haz algo!*

R- *¿Qué? Pero me descubrirá...*

H- *¿Qué es más importante, conservar las apariencias que tú misma creaste o su bienestar? ¡Por favor mujer! No estamos en postura de dudar*

Empezando a marearme por la falta de oxigenación, Riko me rodeó poniendo una mano en mi frente; milagrosamente el aire volvió a fluir hacia mis pulmones, una de las sensaciones más satisfactorias y reconfortantes jamás experimentadas.

R- ¿Te encuentras mejor?- asentí- Hyde, tráele un té, en esa alacena

Saliendo de su trance fue por lo pedido, unos segundos posteriores se integró proporcionándome una taza con té de manzanilla bien caliente.

R- Esto ya me está espantando en niveles descomunales, definitivamente te vendrás a vivir conmigo, me quedaré más tranquila si te superviso las veinticuatro horas

- Sé cuidarme solo, no es necesario...- acto seguido di un buen sorbo. 

R- ¿Que no es necesario? ¿Y que pasará si te da un ataque como ahora y no hay nadie para socorrerte? No me arriesgaré, en cuanto termine el día iremos por tus cosas y te mudarás a donde yo

- Pero...

R- Tch, sin peros que no lo valgan jovencito ¿Entendido?

- Está bien...- ya relajado y estabilizado, ingerí hasta la última gota del contenido en el recipiente- Con su permiso retomo mi quehacer

R- ¿No descansas un rato? No es bueno esforzarte tras una crisis...

- Al contrario, así me olvidaré de que estuve a punto de morir- poniéndome de pie, me dirigí y asenté en la pequeña cocina.

H- Riko ¿Quisieras explicarme qué fue eso?

R- Anoche no te lo dije para no sobresaltarte, pero ya que lo presenciaste... Desde su exilio tiene una especie de augurios, no tanto del futuro si no de lo que marcó su pasado, como secuela de ello se manifiesta dolor en el sector donde echaron raíz las dos más preciadas posesiones de los nuestros, al igual que la sensación de ahogamiento

H- Todo por culpa de esos desgraciados...

R- Da gracias a Dios que no lo asesinaron como habían sentenciado al principio... Lo curioso es que esa condición se daba sólo por las noches o cada que tomaba una siesta, pero desde ayer eso se modificó

H- Será acaso por... ¿Mí?

R- ¿Cómo?

H- Veelo así: dices que apenas ayer sus síntomas se volvieron diurnos, justo en el día en que llegué y nos cruzamos, y hoy... Previo a que volviera a pasar, toqué su hombro en dos ocasiones

R- Posiblemente... Quizás sus adentros le dictan que significaste algo para él, como si su mente no te recordara pero su tacto sí

H- Ruego porque así sea... Aunque si por mi causa es que se sofoca, tal vez sea apropiado mantener una distancia prudente

R- En absoluto, opino que entre más te le acerques, más rápido se acostumbrará de nuevo a tí, de manera que las señales de alerta desaparecerán al igual que su martirio

H- Puede que tengas razón... 

- Riko ¿Seguirás perdiendo el tiempo o vendrás a ayudarme? Ya bastante nos atrasamos...

R- Ya voy, ya voy... Bueno, el deber me llama

H- Está bien, volveré más al rato. Te lo encargo mucho

R- Lo iba a hacer aunque no me lo pidieras, vete tranquilo 

Se despidieron con un ademán, al marcharse él, Riko se situó a mi costado.

R- Ahora sí, a trabajar- con un tono más que motivado- ¿Ya calmado?

- (asiento) Nunca me habías dicho que tenías un hermano... Y a decir verdad no parecen parientes...

R- Eso es porque no somos hermanos de sangre. Los dos sufrimos de abandono cuando niños, nos conocimos por habitar el mismo orfanato y nos llevamos tan bien que nos adoptamos el uno al otro con ese título; en épocas de depresión por saberme abandonada, Hyde fue lo mejor que me pasó y por quien no desistí

- Entiendo... Tampoco me habías contado que fuiste huérfana

R- Cada día se aprende algo nuevo

El resto de nuestro equipo se integró a nosotros para dar comienzo a su turno y así agilizarnos por el retraso bien intencionado.

- Por eso lo hiciste ¿No?

R- ¿El qué?

- Portarte compasiva con un sujeto de procedencia no identificada. Porque me supiste careciente de familia, te conmoví y por ello fue que te apiadaste de mí

R- Eso suena más a lástima... Pero así fue, además hubo un factor que me impulsó a acogerte, y vaya que no me retracto de correr el riesgo porque me encariñé mucho contigo

Acto consecutivo, las puertas se deslizaron de par en par para la recepción de público, para fortuna nuestra la clientela no abundó como usualmente, así que no nos preocupamos por los atrasos tenidos a consecuencia de visita espontánea. Otro punto que me alivió fue el no presentar una segunda ronda de mi enfermedad o lo que fuese, más porque empezaba a aterrorizarme su duración mayor y sus síntomas más agudos, motivos suficientes para no declinar el mandato de Riko, no es que me agradara depender de los demás pero por esa ocasión lo veía necesario.

° La tarde entera se desarrolló con una armonía y paz raramente a nuestro alcance, como si el mismo destino nos salvara el pellejo por los minutos invertidos en el invitado y despercidiados en las bases de nuestro sustento.
Cerrando el negocio un poco más temprano de lo habitual por tal circunstancia, optamos en encargarnos de mi reubicación lo antes posible; para tal periodo, el inquilino que casi me inducía a perder los estribos arribó de nueva cuenta.

R- ¡Pero qué tonta!- golpeó su frente. 

- ¿Qué sucede?

R- No me acordaba que en media hora tengo junta con un cliente. Lo siento [nombre], creo que lo tuyo habrá de posponerse... A menos a que Hyde te acompañe...

- ¿Eh?

H- No tengo problema

R- ¿Tú que dices?

- S-Supongo que no hay inconveniente

R- Genial, los alcanzo afuera de tu edificio en aproximadamente cuarenta y cinco minutos

Despidiéndonos temporalmente, Riko regresó adentro de la cafetería, por otro lado Hyde y yo nos dirigimos al subterráneo, el cuál abordamos sin dificultades y teniendo cada uno su respectivo asiento; el salto de estación a estación se llevó silenciosamente y sin contacto alguno, como desconocidos, y es que en realidad eso éramos...

Descendiendo en la parada donde gran parte de los pasajeros y ya en la superficie, mi meta fue guiarlo hasta el punto dictado por Riko... Aunque su paso se adelantó del mío encaminándose exactamente por las calles que cruzaba hasta mi edificio, deteniéndose justo enfrente a mi apartamento.

H- Listo, escoltado sano y salvo- se recargó en la pared mientras sacaba mi llave.

- Amm... Hay algo que me intriga

H- Dime

- ¿Cómo supo por dónde ir?

H- ¿Uh? *Diablos, fui muy obvio* R-Riko me dio tu dirección detallada; la zona me es familiar

- Comprendo... Entonces ¿P-Podría aguardar aquí?- recalqué mi falta de confianza pese a ser cercano al adulto en mi custodia.

H- ¿Qué? Ah, seguro

Sin mayor demora me intriduje a mi refugio y ya ahí empaqué los elementos que requeriría; la verdad era que terminé con récord pues no era dueño de gran cantidad de pertenencias, pero fingí tardar para no tener que convivir con el hermano de Riko. 
Mi interacción con la gente apestaba y más cuando casi se materializaba la frustración y tensión de no saber cómo tratar a los demás, todos nacían con la capacidad de socializar y la exponían naturalmente en los momentos adecuados, pero definitivamente yo era la excepción.

Con un periodo de tiempo reducido para que ella nos recogiera, abandoné mi guarida y me reuní con mi cuidador asignado.

- D-Disculpe que lo dejara afuera...

H- Eres muy precavido, no te culpo por eso. Permíteme ayudarte

Con el apenas percibible roce de dedos al retirarme el cargamento, un tipo de corriente eléctrica recorrió mi espalda, también mi asma se encendió momentáneamente y por alguna razón no podía evitar sentirme ridiculamente nervioso, pero ¿por qué? Indagando en esa interrogante, colgó a cada uno de sus hombros las mochilas donde guardé mis posesiones básicas, posteriormente nos transportamos a la planta baja.

H- Amm, toma, ojalá sean los correctos, habían tantos que no sabía cuales elegir- me entregó una bolsa de plástico, al examinar su interior vi tres repuestos para mi inhalador.

- E-Efectivamente son... Pero no puedo aceptarlos- se los devolví.

H- ¿Por qué no?

- P-Pues...

H- Claramente los necesitas

- L-Lo sé, sin embargo...

H- Para Riko eres alguien sumamente importante, si tu salud es fundamental para su felicidad, yo me dispongo a lo que sea para que tanto ella como tú, estén bien

No me convencía del todo, pero ya que se había molestado para adquirirlos e iba a ser un desperdicio botarlos, no me quedó más opción que conservarlos.

- G-Gracias...

H- De nada

Los dos posamos en la banqueta enfocados en el paso retardado de los coches, fracciones de segundo posteriores, fuimos iluminados por las luces delanteras de uno de los autos y ensordecidos por el claxon; sacando el brazo por la ventana Riko dio aviso de su venida. Resguardando mi carga en la cajuela y subiendo con ella, se centró en la conducción a través de la jungla de cemento.

- Esa cita fue muy veloz

R- El cliente me canceló...

- Lo lamento

R- Ya habrán más y mejores oportunidades

Fue la charla más larga tenida mientras el traslado... O por lo menos de la que me percaté por divisar el paisaje citadino nocturno. Por dentro no quería envolverme en lo suyo para darles su espacio luego del rato sin verse... Aparte de que la incomodidad, me impedía procesar frase alguna para seguirles el ritmo y el hilo del tema.

Cumplido un cuarto de hora, aparcamos afuera de la propiedad de Riko. Hyde amablemente metió mi equipaje a la habitación en la que me instalaría.

- C-Con su permiso me voy directo a dormir

R- ¿Tan pronto?

- No fue de mis días favoritos, prefiero ponerle fin lo antes posible. Buenas noches

R- Que descanses

Sin más retardo, me viré para encerrarme en el cuarto...

R- Ejem... ¿No te olvidas de algo?- se cruzó de brazos y subió una ceja, procedió a apuntar con un movimiento de cabeza a su similar.

- ¿Qué?... A-Ah, sí. Gracias por el medicamento- con una reverencia retomé mi objetivo y cerré de un portazo.

R- Pero que muchacho con tan pocos modales...

H- Descuida, no me molesta, (ríe) en eso no ha cambiado nada

R- Lo consentiste tanto en el pasado, que sus hábitos de escasa cortesía se le grabaron con o sin recuerdos...

H- Hey, luego del infierno en el que vivió...

R- No lo justifica... Como sea ¿Por qué no te quedas? La cama extra en la habitación de [nombre] está vacía

H- Me encantaría aunque lo rechazaré, no quiero que se sienta forzado a convivir conmigo, si me acerco es conforme me lo permita para no fastidiarlo más. Andaré por el rumbo por si surgen imprevistos como el de en la tarde. Por cierto, gracias por la excusa, no fue como lo tenía vislumbrado pero en serio me revitalizó estar con él a solas

R- Con ese ya son dos favores en tu lista

H- Cóbratelos cuando gustes sin que te interese la forma, ahora con [nombre] cerca tengo fuerzas y voluntad para lo que sea

R- (sonríe) No hay remedio para tí, te trae completamente en las nubes... Ya hubiese deseado yo que lo reflejaras en mí...

H- Aún me disculpo, pero él poseé un "algo" que me atrapó desde el inicio. Sabes que te aprecio como a nadie, pero no de esa manera tan profunda...

R- Ya, no pasa nada, bien dicen que polos opuestos se atraen y lo suyo no fue excepción...
También voy a dormir, tendré una ventana abierta para que entres a voluntad si lo deseas... Porque aunque no aceptaras mi alojamiento, sé que permanecerás al pendiente de la actividad nocturna de [nombre], sólo te pido que no lo perturbes si es que efectivamente eres la fuente de sus malestares más intensos

H- Por dentro muero de ganas por tocarlo, pero te prometo que me abstendré. Ahora que estamos juntos, no me separaré de él así sea viéndolo a distancia o en las alturas. Aún sin que lo recuerde, pienso ser fiel al juramento que le hice previo a que nos apartaran por sus tontas leyes... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.