5 de mayo de 2016

WHITE FEATHERS [YAOI] - CAPÍTULO 7.5

Andando contra la corriente del viento, afiné mi vista con la misión de hallar lo más apresuradamente posible el hospital vecino a mi localización, para mi alivio, no demoré en identificar una zona especifica con varias ambulancias estacionadas.

Teniendo la unidad médica bien definida, descendí en picada hasta que mis pies tocaron tierra firme; durante el aterrizaje y para mi complacencia, la vía se describía desierta, por lo que no hubo problemas ni nada de que lamentarse.
Sin disminuir el ritmo de mis pisadas, entré a la recepción clamando por atención inmediata para el chico en mis brazos; comprendiendo la situación crítica, parte del personal llegó a donde nosotros con una camilla en la que subieron y trasladaron a [nombre] para su revisión. Habiendo proporcionado un par de datos solicitados que guardaron en el registro de la computadora, directamente pasé hacia la zona en la que lo internaron teniendo que mirar desde afuera por las ventanas, ya que me negaron el acceso al medicarlo, ponerle una intravenosa y un respirador.

R- ¡Por Dios que te encuentro!- escuchando su voz, me viré para enfrentarme a una Riko recién llegada, exaltada y agitada- No vuelvas a hacerlo... Hyde, tu cara está...- sorprendida, quiso palpar las evidentes y llamativas marcas producidas por mi pleito con Demian, sin embargo me retiré por el inminente dolor que hasta el más leve roce del viento acumulaba- Estando allá no las noté, pero aquí... ¿O sea que estuviste con...?

H- Sí, antes de ir a casa... Descuida, él tampoco se fue limpio

R- Luce grave y profundo... Y un poco nauseabundo. Siéntate, te curaré

H- No, que cicatricen solas

R- Pero si no las cierro, se infectarán y esparcirán...

H- Ya hay gente que me vio, sería como un disparate que arribara magullado y de repente saliera sin rastros de nada, completamente regenerado

R- Tienes razón... Eso sí, en cuanto le den de alta, borraré horripilantes y grotescos estigmas, ojalá que para entonces no sea tarde

H- Una quemadura de infame no será suficiente para derrotarme

Casi simultáneo a mi último adjetivo, el médico a cargo de [nombre] emergió de la habitación donde lo supervisaban, por fortuna no nos oyó.

R- Doctor, ¿y mi hermano?

O- Sus signos aún son diferentes a lo nornal, pero ha respondido bien a lo que le suministramos 

Ambos suspiramos de alivio, Riko se llevó una mano al pecho.

H- ¿Podemos verlo?

O- Lo ideal es que descanse en un ambiente sin contacto con terceros. Mañana por la mañana se les autorizará el pase a su cuarto... Una cosa más. ¿Qué fue exactamente lo que aconteció? ¿Lo había experimentado ya?

H- Cómo explicarlo... Él dormía plácidamente y de la nada se levantó, sus piernas flaquearon y cayó inconsciente... Y no, es la primera vez que sucede que yo sepa

R- Lo es, yo lo certifico

O- Ya veo- hizo algunas anotaciones en el papeleo que cargaba consigo- ¿Están completamente seguros?

R- Bueno, yo estaba de compras, los testigos son mi hermano aquí presente- me señaló- y un amigo que no pudo venir 

H- Fue todo, se lo garantizo ¿Por qué?

O- Pues... Quizá su apariencia dicte lo opuesto...

H- Ah, lo dice por...- cubriendo inútilmente las amplias quemaduras- Es un caso aparte. Una banda de maleantes me emboscó rumbo a casa- armé un doble disfráz para ocultar al especialista y a Riko lo real- me agredieron con las armas que portaban y... No es nada, de veras

O- Venga conmigo, si no se atiende atraerá consecuencias mayores

Instalándonos en un cuarto vecino, limpió las heridas en mi rostro y nudillos y las protegió con gasas, posteriormente hizo una examinación más a fondo para descartar huesos rotos y demás por la paliza tan intensa que jamás recibí.

O- A lo largo de mi carrera y experiencia, jamás vi algo como esto. Para haberse tratado de un asalto armado y violento, salvo por las heridas, el resto de su anatomía y órganos internos están intactos- en letra por letra, destacaba su falta de credibilidad a mi versión, como si fuese experto en el campo y olfateara la esencia de mis mentiras. Con sus sospechas, me mantuve firme ante mi postura modificada.

Con advertencias de prevención establecidas, abandonamos su consultorio y nos separamos hacia distintas direcciones; él a una planta superior y yo con Riko. 
Apoyándome en una de las sillas a su derecha, eché hacia atrás la cabeza y exhalé ruidosamente.

H- ¿Cómo fue que supiste dónde venir?

R- De la misma manera en que presentí le había pasado algo a [nombre]. Tu aura se activó e intensificó, como si te hubieses transformado a tu naturaleza, eso bastó para deducir lo demás. La ventaja de tener esa habilidad de rastreo por los nuestros... Por eso que no se repita, si los altos mandos te saben acá y libre de tu castigo...

H- Era una emergencia, pero sí, estás en lo cierto, no quiero ser encerrado o muerto sin culminar por lo que me revelé

R- (asiente) Cambiando de tema, te ves cansado, tú también deberías relajarte ¿Por qué no te vas un rato al departamento? Estarás más cómodo ahí

H- No, luego de esos años de prisión, no me daré el lujo de fallarle y vagar por el mundo como si nada le hubiese pasado. No soy como Demian que sólo lo quiere por atracción física, a mí sí me importa 

R- Tienes un concepto alterado de Demian...

H- ¿Así como el que él le sembró a [nombre] sobre mí? 

D- ¿De qué hablas? Como el caballero honrado y honesto que es, no haría tal cosa

Reí discreto y burlón a la vez que rascaba mi nuca.

H- Hazte a la idea de ello, lo escuché en la cafetería... ¡Demonios Riko! Lo de hoy fue una prueba de fuego en la que fracasó como auténtico cobarde, ¿y sigues defendiéndole lealmente?

R- Admito que fue incorrecta su actitud... Pero no hay porque ponerse pesado con él. Asimilo tus celos por ser intímo a [nombre], hasta es una faceta adorable que jamás mostraste. Como sea, habrías de ser un poco amistoso por el gran favor que te ha hecho al cuidarlo junto conmigo

H- ¿Favor? ¿Cuidarlo? (río) Claro, y Satán es el ser más compasivo del universo...

R- Tu comparación es por mucho inválida...

H- Ya descubrirás a lo que hago alusión; serás la mayor pero todavía estás verde

R- ¿Perdón?

H- Lo que dije, ya comprenderás mi juicio tan duro hacia ese sujeto. Al final, el pan más dulce termina haciendo daño.
Voy a tomar aire fresco a la azotea- de pie, me estiré y dirigí al punto más alto del edificio.

R- Este muchacho... Es cada vez más extraño...

Movilizándome por las escaleras de emergencia y con pleno conocimiento de que nadie aparte de mí las usaba, desplegué las alas para subir rápido los más de diez pisos que conformaban el hospital. 
En el exterior y desafiando al peligro, me senté en la orilla de la estructura siendo mojado por la llovizna que comenzaba a caer desde donde, según la cultura y creencias de los humanos, se suspendía y residía el mismísimo paraíso.

H- No es que los males me alegren, pero al menos este incidente ampliará la prórroga de mi necia y tardía bendición... Aunque es irónico encomendar mi fe hacia quienes estoy escondiéndome

Resoplando y apuntando la visión al cielo, permití que las gotas de lluvia me empaparan lo suficiente como para que a los escasos minutos, necesitara de un techo en el cuál refuguarme y secarme, también como medida para no pescar alguna de esas enfermedades mortales comunes por exceso de frío y humedad. 

Convencido de anunciar mi retorno a las instalaciones por el pasadizo que me condujo a la cima, cambié de ruta y plan al preguntarme sobre la salud de [nombre] más allá del diagnóstico ya dictado. Bien sabía que a esas horas, los pasillos y rincones del interior abundaban en movimiento de enfermeras, por lo que entrar a su habitación desde la puerta, sería prácticamente una misión suicida por el periodo de visitas ya expirado, así que no tuve más opción que utilizar mi ya conocido e infalible método de infiltración a través de los cristales.
Aventándome hacia la calle, frené velocidad previo al concreto y examiné individualmente los cuartos en el nivel de mi interés, eso sí, con su precaución para no hacer alarde entre los enfermo.

H- Ahí está- en cuanto identifiqué a ese jovencito por el que mi corazón latía a mil por hora, postrado, adormecido y conectado a algunos aparatos, empujé del vidrio carente de seguro consiguiendo penetrar la propiedad. Sin preocuparme por factores terceros como que me descubrieran y echaran, arrastré una de las sillas cerca de la camilla y me acomodé en ella para procurarlo durante toda la noche- Aunque hayan descartado riesgo, me siento en extremo culpable, no debí discutir con ese tipo frente tuyo, es sólo que... Me saca de quicio y enfada, es tan descarado y temo porque vaya a lastimarte. Por otro lado, si estás así por algún sueño tenido, de cualquier forma soy responsable, me retracto de haber hecho ese acuerdo con Daika que, en lugar de protegerte como se planeó, te destruye y ocasiona más problemas de los que ya- con gesto inconsolable, sostuve su mano entre las mías apretándola suavemente.

Sin soltarle ni quitarle la vista de encima, paulatinamente y conforme al avanzar de la joven noche, fui arrullándome con los sonidos producidos por los aparatos de la habitación y por los de afuera, hasta que mis párpados se atrajeron como los polos de un imán y se cerraron...


°
Por cuenta propia y al haberse resbalado uno de mis brazos de la camilla, desperté bruscamente en estado de alerta y presenciando cómo los rayos solares ya se reflejaban debilmente hacia adentro.

H- ¿Qué? Mgh, realmente me quedé dormido- me tallé los ojos- El pelear, ser golpeado y traerlo, me agotó- estirándome en mi sitio, distinguí en el reloj de pared que faltaba nada para la reanudación de las evaluaciones de [nombre]- Creo que me integraré a Riko, va a enloquecer si no me ve ahí 

Precedente a marcharme a la sala de espera, acaricié sus pálidas mejillas y di un beso en su frente... Desviándome a presionar sus, momentáneamente, secos e incoloros labios, esos que hacía tanto no tocaba y me llenaban de vida- Recupérate pronto...

**
- *¿Qué me ocurrió? ¿Dónde estoy?*

Fui recobrando el sentido con un mareo muy molesto. Dentro de mi sueño, me había desmayado como consecuencia a la fantasía tenida, pero ¿de verdad desfallecí con mi yo físico también? El respirador en mi nariz y la incómoda sensación de una aguja atravesando la piel de mi muñeca lo corroboraban... Aunque ¿qué era esa carga extra en mi barbilla y boca? Busqué la fuente de cálida y tersa opresión hasta que...

H- Recupérate pronto...- dijo con un hilo de voz a unos centímetros de donde su contacto.

- ¿Quién...? ¿Hyde?... ¡¿Hyde?!- alterado exclamé, ese sencillo nombre y la posición en que se encontraba, despejaron el panorama y lo aclararon.

H- [nombre]... Yo...- en exactas condiciones que yo, tartamudeó lo que sonaba como su justificación mientras retrocedía- P-Perdona...- igual que un rayo, salió de mi estancia.

Si no me engañaban las pruebas y reacciones, Hyde ¡¿Me había besado?!

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