10 de junio de 2016

WHITE FEATHERS [YAOI] - CAPÍTULO 9.5

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El astro rey ya comenzaba a emitir sus cálidos y deslumbrantes rayos, seña cotidiana con la que irrumpí mi siesta y activé cada uno de mis sentidos, al son de una refrescante ducha y aperitivos ligeros que llenaran mi estómago. Mientras la realización de lo segundo y mi ubicación en el comedor, Riko se incorporó a mí.

H- Buenos días

R- Hola Hyde- se talló los ojos y posteriormente se estiró- ¿Eh...?- se asomó en la cocina y en el baño.

H- ¿Qué ocurre?

R- Es extraño, [nombre] no está por ningún lado. A menos a que haya salido desde bien temprano pese a que se le negó el abandonar su recámara...

H- Tal vez sólo fue a desentumirse. Las medidas que se le implementaron son un tanto duras para alguien de su edad; los jóvenes siempre quieren estar activos sin importar sus limitantes

R- Quizás tenga razón, espero que no tarde mucho pues en media hora me voy al negocio... Por cierto, lo adecuado sería que me deshiciera de una vez de las marcas en tu rostro, lo único que te pediré es que no te quites las gasas por unos días más, ya sabes, para que [nombre] no...

H- Comprendo y te lo agradecería

Con sus manos en mi cara y habiendo desprendido los parches, aplicó su habilidad sanadora hasta que las heridas y sus posibles cicatrices se desintegraron.

R- Ya quedó, sólo sustituye las protecciones para antes de que él retorne y todo estará bien

Con más gratitud de mi parte en forma de palabras, ella continuó con su rutina pre-trabajo en el área más deliciosa de la casa, mientras alistaba el agua para su baño. 
En lo que ingería mis alimentos, una sensación en absoluto placentera se asentó en mi pecho, lo que ocasionó que soltara el utencilio que llevaba la comida a mi boca y entrara en fase pensativa.

R- ¿Y ahora tú?

H- N-No lo sé, tuve un mal presentimiento... Y te apuesto a que es por mi amado...

R- No pasa de las nueve y ya te alteraste. Calma Hyde, los augurios no siempre aciertan

H- ¿Y si es real? Porque cuando se trata de él, por desgracia no han de errar

R- ¿No serán más bien nervios? Porque bueno, toda la semana y tal vez la mitad de la siguiente estarán ustedes dos hasta tarde... Solos... Con incidentes de su relación pasada...- dijo con una sonrísa pícara y me guiñó, yo reí bajo.

H- Sería estupendo revivir esos ayeres para abrazarle, besarle, hacerle sentir especial e importante- recargué el codo en la mesa y la mejilla en mis nudillos- Lástima que aún falte mucho para eso...

R- Ánimo, estás en pro de jugar tus cartas más fuertes ahora que Demian se fue

H- ¿Se fue? ¿A dónde?

R- Londres. Pese a que [nombre] ya no lo acompañara, él viajó forzosamente por asuntos laborales y según lo que me comentó ayer, volverá para el fin de semana; aprovecha bien estos días muchacho

H- Definitivamente lo haré- suspiré con motivación y una tranquilidad a medias. ¿De verdad Demian no iba a intentar nada por un corto tiempo? Sonaba muy bien para ser cierto... Evitando formular mayor cantidad de ideas negativas, di varios sorbos a mi taza de café y acabé con el desayuno, consecutivamente fui a mi alcoba a cambiarme con una vestimenta más apropiada para recorrer los alrededores consistente en un pantalón gastado de mezclilla, camisa blanca de manga larga y botones y unas botas, conjunto que Riko me obsequió como parte de mi pantalla para pasar desapercibido entre los humanos.

R- ¿Vas a salir?

H- Sí, un poco de aire matutino siempre me sienta bien... También por si me cruzo a [nombre] en el trayecto; si está todavía débil, debe costarle el caminar por sí solo

Despidiéndome de ella por si no la encontraba a mi vuelta, me ubiqué en las alfombras de concreto de la amplia selva citadina. Con las manos dentro de los bolsillos delanteros, transité algunas cuadras a la redonda tranquilamente por la nula posibilidad de una audiencia con ese detestable ser al que tanto rencor le guardaba.

H- *Al menos no habré de preocuparme por su amenazante presencia... Pero entonces ¿Qué es esta angustia que no se esfuma?*- el nudo en mi pecho cada vez se apretaba más sin motivo- *Puede que Riko esté en lo correcto y sólo sea una reacción de adrenalina a lo que invertiremos en privado*- expulsé una bocanada abundante de aire, disipando las concepciones adversas que mi propia experiencia había maquilado. Atrayendo vibras positivas, me mentalicé para la que se pintaría como la mejor y más satisfactoria semana tras nuestro reencuentro en la Tierra...

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El tiempo en las alturas perdía su sentido, tanto que no supe cuánto llevábamos montados en el avión ni cuándo mi organismo se había apagado.
Al son de un cosquilleo en mi mejilla, desperté de mi aparentemente largo sueño viéndome apoyado en el regazo de Demian, persona transmisora del tacto en mi rostro.

- ¿Ya llegamos?- rasqué mi cabeza, bostecé y me senté en mi espacio designado.

D- Aún no, faltan unas... Tres o cuatro horas más

- ¡¿Tres o cuatro horas?! Ya me quiero bajar... Y tengo hambre...- me recargué en el respaldo y crucé los brazos inflando mis mejillas.

D- Así pareces un niño malcriado- pinchó la punta de mi nariz.

- Lo siento, es que nunca había volado y si lo hice no lo recuerdo, por ello me resulta tedioso

D- Lo peor ya ha pasado, resiste un poco más y verás que habrá valido la pena- a la par de su frase, hizo un ademán para llamar a la azafata, la cual se acercó muy amable y al cabo de unos segundos, nos trajo algo de comer en el carrito. En las mesitas plegables de cada asiento, colocamos un plato con fruta cortada en cuadros, una barra de avena y un vaso con jugo de naranja- ¿Qué tal está?

- Muchísimo mejor que aquella cosa que me daban en el hospital- hablé con la boca llena. Tras tragar, cambié el tema- ¿Crees que ya se hayan dado cuenta de que no estoy en casa?

D- Probablemente, pero lo que todavía no han de saber es a dónde fuiste... ¿Aún te incomoda la reacción que vaya a tener Riko?

- A esa mujer es de tenerle miedo. Así como luce de linda y cariñosa, cuando se enfada en serio es el mismísimo diablo- me encogí de hombros.

D- (ríe) Ya no te atormentes con eso, cuando note lo extraordinario que te sentó venir conmigo a sus espaldas, extinguirá su rabia

- Realmente lo espero

Acto seguido retomé mi labor alimenticia siendo atraído por el repetitivo paisaje a través de la ventana, el cuál constaba de esponjosas nubes y un azul muy oscuro por la noche que se tornaba infinita debido al retroceso de husos horarios.
Ya no había momento para arrepentimientos, lo único que quedaba era aguardar a que tocáramos tierra firme y sucediera lo que tuviera que suceder para romper mi capullo...

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Aproximadamente media hora después acabé con mi caminata, asentándome de vuelta en casa se manifestó la ausencia de Riko... Y por desgracia también la de [nombre]...

H- Ese muchacho...- cogiendo el teléfono fijo, marqué el número del celular de [nombre] que me había proporcionado Riko, eso para asegurarme de que no le hubiera pasado nada, aunque para mi sorpresa...- ¿Pero qué...?

Quitando el auricular de mi oreja, claramente escuché el timbre de su móvil a la lejanía. Sin colgar, me fui cerrando al sonido emitido y que me condujo a su recámara, sector en el que inspeccioné hasta hallar la fuente del tono dentro de un cajón.

H- Oh vamos, ¿es una broma?- luego de colgar, tomé el aparato electrónico de su pertenencia y accedí a su pantalla para borrar los rastros de mis llamadas. Lo que captó mi atención al hacerlo, fue que se desplegó un mensaje de texto con remitente de Demian en el que, sin intención de invadir su privacidad, se leía una especie de despedida por su viaje.

Con el celular sobre el buró, me dejé caer sobre su lecho con la peculiaridad de que éste crujió; no sonaba como si se tratara de algún resorte o un fierro viejo y defectuoso, más bien era como el arrugarse de una hoja de papel. Fisgoneando entre las cobijas, descubrí un sobre blanco y un folleto; el sobre estaba abierto y vacío, y la propaganda ilustraba algunas vistas muy famosas de la capital inglesa, acompañadas de frases diversas y los logotipos del aeropuerto y aerolíneas con las que...

H- No... No, no, no, por favor dime que no es lo que pienso...- lo que Riko me dijo del traslado de Demian, el mensaje y el folleto... Temiendo que el presentimiento tenido acertara, guardé el móvil y el pedazo de papel para rápidamente dirigirme al local de mi semejante.

Posterior a unos minutos en el subterráneo y de emerger a la superficie, la cafetería apareció frente a mí. A toda marcha entré yendo hacia Riko, quien se encargaba de servir unas órdenes.

H- ¡Riko!- me apoyé en el mostrador para recuperar el aliento.

R- Hyde... ¿Qué haces aquí? ¿Y [nombre]...?

H- Justo de él necesitamos conversar urgentemente

R- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Le pasó algo?

H- No ha vuelto aún... Pero creo saber dónde está

Suspendiendo sus deberes, salimos del negocio para charlar en un ambiente menos concurrido.

R- Hyde, ¿qué está ocurriendo?

H- Si no encontramos a [nombre] es porque ya no está aquí; se ha ido con Demian

R- ¿Qué? Pero... Imposible, se supone que él partió por la madrugada...

H- Precisamente eso. No está garantizado, sin embargo tengo pruebas que podrían respaldarlo- le mostré el mensaje.

R- Esto no dice nada...

H- Quizás no, pero esto sí- intercambié el celular por la propaganda- Y no sólo eso, anoche estaba actuando más raro de lo común. Se le notaba nervioso, además de que traía abrigo y unas zapatillas deportivas cuando nos topamos

R- Ese niño...- molesta, arrugó el papel en su puño- ¿En qué diablos pensaba al fugarse cuando ya habíamos acordado aplazarlo?

H- No lo sé, lo que sí es que corre grave peligro estando a solas con ese rufian y... Riko, hoy mismo nos vamos a Londres...

R- Espera... ¿Perdón?

H- Lo que oíste, no me quedaré sin hacer nada

R- Es que... Oye, los vuelos no son nada baratos a otro continente, no tenemos tanto dinero como para...

H- Nunca dije que utilizaríamos un avión; para ello es que contamos con nuestro método propio para volar

R- A-A ver- alzó las dos manos- Entiendo perfectamente que estés alarmado, pero ¿te imaginas cuántos kilómetros hay de punto a punto? Sería en extremo cansado...
 
H- Eso es lo que menos importa y... Es como si te diera exactamente igual el que un menor de edad esté vulnerable y en manos de un...- antes de hablar de más, supe callarme- Como sea, con o sin tí, yo voy detrás de ellos a detener cualquier cosa incorrecta que vaya a efectuarse- me di la vuelta con la intención de resguardarme en algún callejón contiguo y emprender la marcha, no obstante Riko me frenó al sostenerme por la muñeca.

R- (suspira) Eres mi "hermano menor", no permitiré que te vayas solo. Iré a dar instrucciones a mis empleados y comenzamos, ¿de acuerdo? No tardo

Se quitó el delantal y se adentró a la cafetería, tras dictar su mandato por su repentina partida al extranjero, se reintegró a mí.

R- No es por hacerlo más difícil, pero ya que lleguemos a allá, ¿qué procede? Porque Londres no es del tamaño de un grano de arroz como para dar con ellos a la primera...

H- Buscaremos por debajo de cada piedra si se requiere

R- O-O tal vez no... Ahora que me acuerdo, antes del incidente del hospital Demian me dio las direcciones y teléfonos donde los podría localizar

H- ¿Estás segura?

R- Sí, esos datos los tengo en mi cuarto

Subiendo al auto y rompiendo con las reglas de tránsito, pisó el pedal hasta el fondo para ganar buena velocidad y así no perder más tiempo.
Ya en casa, corrió a su alcoba consiguiendo lo deseado y me entregó la hoja con los garabatos en bolígrafo. 

H- Perfecto... ¿Son reales?

R- ¿Uh? No te...

H- ¿Corroboraste que no sean falsas?

R- P-Pues no... Estás paranoico y dramatizas. ¿Como por qué me mentiría?

H- Por la misma razón que consideró conveniente cargar con [nombre] a escondidas... ¿Me vas a ayudar o no?

Soltando un bufido, Riko se encargó de buscar las direcciones en el navegador de internet en lo que yo marcaba los tres números.
Mi investigación fue un fracaso tal como lo vislumbré puesto que al especificar los conjuntos de dígitos, la operadora los identificaba como inexistentes; Riko tampoco tuvo éxito...

H- ¿Y bien?

R- La primera dirección que pertenece al hotel donde se hospederían, es en realidad de un lote baldío. Y la del centro de especialidades al que acudirían, es una zona en construcción- contestó frustrada.

H- ¿Finalmente tras cientos de gritos desesperados, me crees?

R- (asiente) Es increíble, ahora no sé a qué clase de persona lo he confiado

H- Nos lamentaremos por eso después, de momento vayámonos ya. Un mínimo segundo de retraso puede ser la diferencia entre la suerte y la catástrofe

Ambos expusimos nuestras alas y, a través de la azotea del edifico, nos elevamos hasta cierta altura en que no pudiéramos ser detectados por la vista de los mortales. Por ser criaturas semi-perfectas, contábamos con un sistema de ubicación infalible, algo así como nuestro propio radar integrado por lo que supimos hacia donde dirigirnos sin el uso de un mapa o GPS.
Mientras el comienzo de la larga travesía por el mundo, Riko lucía deprimida...

H- ¿Estás bien?

R- No. Fuiste bastante astuto como para descifrar sus engaños desde un principio, en cambio yo... He sido manipulada por ese hombre del que veo no sé nada. Me siento tan tonta...

H- No te culpes...

R- Es que dio varias señales de ser un fraude y no me las creí que... Tal parece que conoces mucho más a Demian que yo. ¿Cómo es que lo haces y con qué objeto?

H- Cuando encontremos a [nombre], te prometo que te lo diré todo...

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