3 de junio de 2016

WHITE FEATHERS [YAOI] - CAPÍTULO 9

R- [nombre]... [nombre]... Arriba dormilón...- mis oídos fueron receptores del suave registro vocal de Riko, la que también me sacudió con delicadeza para sacarme de mi encanto. Con pesadez, fui abriendo los párpados captando una imagen borrosa, posteriormente ésta se tornó clara y pude ver a mi superior a lado mío- Buenos días

- Cinco minutos más- dije todavía adormilado.

R- Podrás echarte una siesta ya que lleguemos a casa; se está organizando el papeleo para que te den de alta

- ¿Mmm?

R- Levántate que partiremos pronto. Te traje ropa limpia para que te vistas, si quieres te espero afuera para que lo hagas con privacidad

- No es necesario- manipulado por un alto nivel de pereza y notando que tanto el respirador como la intravenosa me habían sido retirados, me estiré y tomé las prendas al pie de la camilla- Date la vuelta y no mires hasta que te diga

Quitándome la bata, me coloqué cada capa de tela donde correspondía y unos zapatos deportivos gastados. Sucesor, le di un toque en el hombro a Riko como indicador de que había finalizado y ambos nos dirigimos a la recepción, lugar en el que firmó un par de formularios, recibió algunos medicamentos y pagó la cuenta de mi estadía.
Mis piernas continuaban ligeramente inestables, así que me ayudó al avanzar por los largos corredores de la unidad y la calle, también fue auxiliar al acomodarme en el auto.

- Después de esto, habré de conseguir un segundo trabajo

R- ¿Por qué lo dices?

- La cifra que saldaste gracias a mí por dos días, es de espanto

R- El dinero va y viene así que no te preocupes, de momento concéntrate en un doscientos por ciento en rehabilitarte y pedir que esto no se haga hábito, tanto por tu sanidad como por la mía y la de Hyde

- Está bien... ¿Y él? ¿Dónde está?

R- En el departamento desde ayer, mencionó que tenía unos pendientes

- Ya veo...

R- Ehhh... Con que a esas vamos...

Justamente un semáforo en rojo nos detuvo.

R- Ya muestras cierto interés por mi hermano...

- Te equivocas, sólo me porto amable y tolerante como retribución por su acto heróico. ¿Es que alguien no puede ser cortés sin que piensen que hay una doble intención?

R- Tú dímelo, es exactamente lo que has interpretado de él desde su llegada. Que esto te sirva de escarmiento para la próxima que evalúes a las personas con el instinto y no con la realidad; de haber sido alguien más, te habría dejado moribundo en cuanto colapsaste...

- Ya, ya, comprendo, no tienes porque darme un sermón *Luego de que probablemente has modificado mi verdadera historia sin fundamentos, dudo seas la indicada para inculcarme lo correcto y lo que no lo es*

No es que creyera verídico lo que Hyde me había implantado, pero a tal nivel me influía como para comenzar a desconfiar también de la imagen y personalidad de Riko.

Con la luz verde iluminada, la marcha del coche se reanudó sin interrupciones de los sistemas de tránsito, por lo que en un tris nos vimos ya en dulce y acogedor hogar que extrañé.
Riko abrió la puerta y, al igual que al partir, fue mi soporte para no dar pisadas en falso.

R- Hyde, hemos vuelto...- llamó sin que le respondiera- Mmm, seguramente salió, aún cuando se le oía entusiasmado por tu retorno... En fin. Vamos a la recámara para que te pongas cómodo

- Yo preferiría que me llevaras al baño; un día sin tomar una ducha es suficiente para ponerme hediondo

R- En eso te secundo 

- Muy graciosa...

Con pasos cortos pero firmes, me situó en el área destinada al aseo personal, enseguida a que cerró detrás de sí y me vi a solas, me desvestí para cuidadosamente adentrarme a la regadera.
En cuanto el agua resbaló por mi piel y feneció en el suelo, se tiñó de un rojo muy claro asemejándose al rosado, causa a deducción por esas odiosas cicatrices en la espalda que quizás sangraron cuando me desmayé y no se limpiaron. Tallándolas con mis dedos, retiré todo rastro seco de fluido, simultáneo a que me quejaba por el ardor que la fricción generaba. Ya que el flujo se fue incoloro por la coladera, recargué mis manos en la pared y bajé la cabeza para ser abrazado por el líquido tibio. Posterior a estar empapado, continué con el procedimiento lavando mi cabello y cuerpo; conforme se daba, empezaba a percibir un aroma a limón impregnándose en mí, producto de los jabones perfumados que Riko insistía usáramos, según ella porque proporcionaban mayor estándar de higiene.

Veinte minutos de renovación y meditación bajo refrescante cascada, transcurrieron para culminar mi ritual. Secándome y haciéndome de mis calzoncillos, envolví en mi cintura la toalla empleada y regresé a la recámara, eso sí, teniendo que sujetarme de lo que hallaba por mis extremidades temporalmente hechas de hule.

- Demian...- me detuve al límite del cuarto y pronuncié con sorpresa al verlo sentado en mi cama- ¿Qué haces aquí?

D- ¿No es obvio? Vine a verte

- No, más bien... ¿No se suponía que tendrías que estar en Londres ya?

D- Así iba a ser originalmente, pero apenas me envió Riko un mensaje por tu recuperación, cambié y adapté mi itinerario a mañana; no me iba del país sin saber de tí

- Que detalle... Sin embargo ya es un poco tarde, ¿no crees?- con un enojo naciente, me adentré al perímetro manteniéndome a una distancia considerable mientras me vestía con la pijama.

D- Si lo dices porque escapé y no te visité en el hospital, de antemano te pido una gran disculpa. Me sentí horrible pero apuesto a que si me quedaba, Hyde haría una serie de acusaciones en mi contra, como siempre

- ¿Tanto te importa lo que diga de tí como para ponerme en riesgo?

D- Ya sé, no fue lo más sensato. Lo siento [nombre], no lo haré de nuevo, te doy mi palabra

- ¿Me lo juras?

D- O que me parta un rayo

- ... (suspiro) Está bien, errores los cometemos todos... Además asimilo tus motivos ahora que Hyde aceptó no le simapatizas

D- Te lo agradezco- sonriendo, se me acercó y revolvió mi cabello aún mojado- ¿De verdad lo admitió?

- Así como también que tú compartes la misma postura hacia él

D- Pues ese hombre está equivocado *Mi odio por Hyde es muchísimo más grande*. Hey, no vine para que hablemos de enemistad; aparte de corroborar tu estado, me propuse comentarte acerca de la modificación de planes- en lo que me abotonaba la camisa, me extendió un sobre blanco.

- ¿Qué es esto?

D- Tómalo y lo averiguarás

Desconcertado, le quité el sobre y rompí uno de sus laterales, obteniendo de su interior un boleto de la aerolínea que Demian frecuentaba acompañado de un folleto.

- Yo no... No entiendo...

D- Ya que estás relativamente bien, lo mejor será no aplazarlo. La cita en el aeropuerto es a la 1:00 am

- ¿Uh?

D- Sí, un horario bastante inusual, eso debido a que el vuelo es... Digamos que especial 

- No... No debo y no puedo. Por mandato del médico, he de reposar varios días antes de volver a mi rutina o salir de la ciudad; aunque luzca de maravilla, no estoy bien del todo

D- Soy consciente de ello, pero... El contacto del que te conté y que se encargará de tí, pasada esta semana tiene su agenda a tope. Si no es ahora, tu tratamiento se retrasará a un año o más

- P-Pues... Creo que será así si no hay opción, lo soportaré un año más...

D- Dime algo, ¿en verdad lo deseas?

- Te mentiría si lo negara... A-Aparte Riko no lo autorizaría...

D- Quizás si la convenzo...

- Es la mujer más terca del planeta y sin disposición a negociar, no te desgastes

D- Entonces, si por las buenas no hay vía...- cerró la puerta previo a proseguir- Fúgate conmigo

- ¿Qué?

D- No tienes porque avisarle a nadie, al fin y al cabo es por tu bienestar a futuro

- Más lento por favor- agité las manos en negación- Riko se daría cuenta al empacar, y ahí aprovecharía para matarme...

D- Por la carga despreocúpate, te compraré lo que necesites ya que estemos allá. Además ella estaría dormida para cuando te escabullas, se percataría ya que vayamos a cientos de kilómetros de aquí. Confía en mí, ¿o es que te gusta que mueva tus hilos a su antojo y por eso temes llevarle la contra? Ya no eres un niño

- Es que... Demian...- le devolví el boleto.

D- No te presionaré más, pero por si acaso...- retrocedió para desalojar la habitación y arrojó mi pase en el mueble vecino- Aguardaré por tí en donde indica el ticket. Es tu decisión

Sin oportunidad de emitir otros enunciados incompletos, desapareció de mi vista y se oyó despidiéndose de Riko, seguido de un portazo; la fémina mencionada se asomó a donde yo.

R- Bueno, tuvo la decencia de asumir su error y pedir disculpas

- Lo sé, fue un malentendido ya solucionado

R- Por fortuna, no esperaba menos de... ¿Y eso?- curiosa, tomó el sobre examinando su frente y reverso.

- A-Ah... Son unas fotos que Demian me trajo del apartamento donde viviremos- inventé y se lo arrebaté.

R- ¿Y por qué no verlas juntos?

- Me gustan las sorpresas y estas definitivamente lo arruinarán, ya descubriremos cómo es cuando me mude... Claro, dentro de unos meses- lo resguardé en la funda de mi almohada.

R- Lo lamento, sé que el viaje y la mudanza te entusiasmaban...

- No importa, si esta ocasión no se concretó, es porque aún no era mi momento de partir

R- Eso y que, sin intención de presumir lo sabia que soy, todavía es pronto para irte de los brazos que te acogieron- me pegó a su pecho para estrecharme.

- Estarás feliz de que tu anhelo egoísta se cumpliera, maquiavélica mujer...- con hartazgo fingido.

R- ¡Por supuesto! Soy así de mala que no compartiré con nadie a este muchacho que se incrustó en mi vida- me siguió el juego entre risas, uno que terminó ante el fuerte rugido de mi estómago- Bueno, bueno, basta. Te traeré de comer

Rápidamente se orientó a la cocina y volvió con un plato hondo y del que se desprendía vapor por su contenido caliente. Entregándomelo, empecé a degustarlo; nada como una deliciosa comida casera tras la desagradable experiencia de sabor y textura en el hospital.

R- Hay algo más para ti- esculcando en la bolsa que cargó durante mi estancia médica, extrajo un objeto del que también me hizo entrega.

- ¡Ah! Ya la consideraba extraviada- dije con alegría al mostrárseme aquella hermosa pluma que encontré.

R- ¿Así que en efecto es tuya?- asentí- En la mañana la vi en tu camilla, una de las enfermeras la iba a desechar pero como supuse que te pertenecía, la conservé

- Se maltrató de la punta pero hiciste más que bien, gracias- con una amplia sonrisa, la divisé otra vez de extremo a extremo- Creerás que es tonto, pero a penas la captaron mis ojos y es como si me hubiera hechizado; me transporta a esa apacible sensación de las alas que aparecieron en mi último sueño pese a que adornaran la espalda de tu hermano... No soy supersticioso, pero de ahora en adelante, será como mi amuleto de la suerte

R- Así es como me gusta verte, radiante, por esos pequeños disfrutes que otorga la vida

- A mí también, es insignificante pero valioso en épocas de tormenta. ¿No es preciosa? Ese brillo que emite y su blancura fueron los que me cautivaron

R- Absolutamente y... Aguarda... Esa pluma...

- ¿Qué hay con ella?

R- Es... Maravillosamente extraña *Su tamaño, color... Cómo no se me ocurrió (ríe) Al fin tuviste una manera indirecta de darle dicha ¿Eh Hyde?* Jamás fui espectadora de un ejemplar tan único

- ¿Verdad? Aunque todavía trato de descifrar a qué ave pertenece

R- *Me fio por una sublime y fuera de este mundo...* Ya lo investigarás, mientras tanto yo regresaré a mis tareas. En cuanto termines vuelve a recostarte. Si necesitas algo, llámame

- Claro... Amm, Riko...

R- ¿Sí?

- Ya que no voy de viaje, me encantaría retomar mi trabajo en la cafetería 

R- No señor, tu papel actual es permanecer acostado hasta que tus fuerzas se normalicen

- Pero...

R- ¡Ep! Sin peros jovencito. ¿Por qué tal insistencia? Yo en tu lugar disfrutaría no tener que hacer nada y ser consentida por los demás

- Bu-Bueno... Me es desesperante estar varios días postrado- siendo honesto, sólo rogaba por una ruta de salvación para no considerar la tentadora oferta de Demian; si Riko o alguien me solicitaba, definitivamente me enfocaría en ellos y me olvidaría de escapar- Tampoco quiero ser como un vegetal inservible cuando sé que puedo aportar algo

R- No lo serás, hazme caso, contrariar a los especialistas y a mí no te dará ningún beneficio. 
A propósito, no le causes problemas a Hyde, él te supervisará mientras yo atiendo el negocio

- Oye, yo no...

R- [nombre]...- arqueó una ceja y cruzó los brazos- No te mandas solo, y para cersiorarme de que no quebrantarás tu reposo por necio, Hyde estará a cargo

- (bufo) Ya que...

Al dirigirse mi mayor a la zona principal de la casa, guardé la pluma en el bolsillo de mi camisa y continué con mis alimentos hasta vaciar el plato. Teniendo el apetito saciado, me introduje a las cobijas y encendí el televisor para entretenerme un rato... Pero sólo fue un adorno pues, aunque mi vista se posara en la pantalla, mi mente divagaba en lo recóndito de mis pensamientos...

Una parte de mí me impulsaba a asumir las consecuencias de una huída, en cambio otra me hablaba para calmarme y reflexionar... ¿Y si uno de esos ataques como el más reciente, me fulminaba? Me atemorizaba creer que así de reducida era mi esperanza de vida, sin plena consciencia de que me restaban meses, semanas, o incluso días antes de que el manto de la huesuda me atrapara.

- *No quiero morir, no aún que soy joven... Tampoco quiero que Riko me odie por desobedecerla y siendo que ya me dio permiso para trasladarme... Pero si me ha estado engañando, ¿para qué permanecer a su lado y ser dependiente a ella? ¿Para que me envuelva en una red de mentiras más inmensa?... No, no la culpo, en ocasiones la gente miente para no herir a los suyos y evitarles un incurable dolor, ¿o sea que sí sabe de mi pasado, pero por lo cruel que éste fue, prefiere callárselo para que yo no lo recuerde? ¡Diablos! ¿Qué hago?*

Por más que me iba a uno de los pesos de la balanza, seguían surgiendo puntos en ambas listas que lo emparejaban y me dificultaban el fabricar alguna elección sólida. Sacudiéndo la cabeza, despejé mis ideas y me propuse reanudar el dilema al anochecer, etapa para la que Demian acordó dar inicio a esa odisea que tenía mi cerebro revuelto...

° Manteniéndome ocupado con la programación de uno de mis canales locales preferidos, en combo con una prolongada charla con Riko sobre temas de variedad, el negro y el plata hicieron su obra de arte en el lienzo en que posaba la casi redonda y blanca luna.

R- Ok, Hyde ya tiene todas mis instrucciones. Ya que no contaré contigo para darme una mano, me iré más temprano; para cuando despiertes, tu desayuno estará servido en la mesa y...

- Oye, con o sin tu hermano, todo saldrá bien

R- Sólo me aseguraba de que lo comprendieras y no se te ocurriera provocarle disturbios

- No me cae bien, pero no me atrevería a jugarle sucio; hasta yo sé que hay límites 

R- Dicho eso con tu voz, creo estoy más tranquila. Buenas noches

- Buenas noches

Riko se cambió, apagó las luces y se incorporó a su cama.
En lo que ella se rendía paulatinamente en sueño profundo, yo me quedé bien activo y sin pizca de fatiga admirando el techo. Conforme a los segundos, mi frente y manos se pusieron sudorosas, mi garganta se secó por los nervios que incrementaban y se manifestaban con un constante mirar al reloj en el buró, el cual, a mi criterio, barría sus manecillas en un lapso equivalente a una eternidad.

Las diez... Las once... Once y media... Cuarto para las doce... Las doce en punto... En esa hora, mi corazón literalmente se aceleró y estalló, más cuando mi celular emitió una vibración como señal de recibir un mensaje de texto.

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Para [nombre]. Recibido 12:00 am

Sólo para avisarte que ya estoy en el aeropuerto, 
en exactamente sesenta minutos emprendo vuelo y...
Supongo que te veré en una semana.

Por favor, cuídate

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Esas líneas me adentraron en un trance terrible; no es como si visitar un país lejano con un amigo fuera una atrocidad o un delito, pero con lo sobreprotectora que era Riko, le daría un significado como tal.
- *He acatado cada orden suya desde que nos conocimos, es justo piense en mí y en mi salud. Prevalecer es más importante... Si me apresuro, lo lograré*

Soltando un exhalo pesado, me paré procurando no hacer ruido al calzarme los mismos tenis de en la mañana. Como usar ropa del diario me restaría ventaja, sólo me puse un suéter encima de la pijama y guardé apretado en el resorte de mi pantalón, el boleto de abordaje junto con algunos billetes y monedas de mis ahorros. Caminando de puntillas, atravesé la recámara y el pasillo hasta la sala.

- H-Hyde...- me exalté al verlo sentado en uno de los sillones.

H- [nombre]... ¿Qué haces despierto?

- M-Me dio un poco de sed *Vete, vete*

Como coartada improvisada, cogí un vaso y lo llené con agua de la llave, la que bebí exageradamente lento con la ligera esperanza de que en el proceso, Hyde se fuera.

H- Ojalá no te moleste el hecho de que esta semana... 

- P-Para nada, creo que será una oportunidad para comunicarnos...

H- ¿En serio?

- Sí, me di cuenta de que te he juzgado mal *Diré lo que quieras pero por favor, vete ya*

H- (sonríe) Lo apreciaría... ¿Te ocurre algo?

- D-Descuida, sólo estoy cansado, con dormir se me quitará... Aunque antes beberé más

H- Si es así, entonces te dejo- palmeó en mi cabello despeinado, por fortuna no desató ninguna reacción que lo complicara más- Que descanses

No contestándole, empiné el vaso en mi boca vigilando de reojo su partir, al oirse el click de su puerta encajándose al marco, suspiré en alivio y solté el contenedor de vidrio. Sin titubeos y precedente a otra inoportuna distracción, me marché del departamento lo más silencioso que podía, puesto que el mínimo sonido marcaría la diferencia entre la victoria o que Hyde me descubriera, como es dicho popularmente, con las manos en la masa. 

Ya afuera del edificio, corrí dificultoso a la avenida rezando por encontrar un taxi en servicio, no fue nada sencillo pero al cabo de un rato en la parada, mi "carruaje" se materializó cobrando el doble de la tarifa normal; no me interesaba el alto precio, lo que sí, era reunirme con Demian antes de que diera la una, de lo contrario habría de posponer mi ensueño dorado para una fecha desconocida.

Con la carretera despejada y sumado a lo que Hyde me hizo perder, gasté cuarenta y cinco minutos valiosos, lo que significaba que me sobraban quince para recorrer el aeropuerto hasta el punto que el pase describía.

- Oh no, ya es tarde...- sin darme por vencido y pese a que sintiera mis pies y tobillos quemarse, me guié por los señalamientos colgantes dando al fin con la sala deseada. 
Buscando entre la escasa gente, mi martirio transmutó a paz cuando distinguí a Demian en el túnel que conectaba con el exterior, tomado de su maleta gris a ruedas y mirando su celular- ¡Demian!- le grité. Confundido, se viró a todos lados hasta toparse conmigo yendo a trote a su sitio.

D- ¡[nombre]...!

- Disculpa la demora- jadeante y agotado, me recargué sobre mis rodillas temblorosas.

D- Me alegra que vinieras

- T-Todavía tengo mis dudas... Pero apenas abordemos el avión, sé que se desvanecerán

D- Créeme, hiciste lo correcto

Pasó mi brazo por sus hombros y el suyo por mi cintura para crear una base a mi torpe caminar. Menos sofocado, avanzamos por el pasillo que conducía a la pista y al avión correspondiente. 
Ya que se hizo la inspección a su equipaje y estuvimos arriba del vehículo, nos localizamos en los asientos marcados en los boletos.

- Somos los únicos aquí...- me sorprendió cuando, aparte de Demian y de mí, avistaba a unas quince personas más en filas delante nuestro.

D- Te lo dije, es un vuelo exclusivo, no seremos molestados por nadie

- Genial... ¿Qué pasará con Riko?

D- ¿Eh?

- Tarde o temprano se dará cuenta de que vine contigo teniendo restricción; ya adivino que armará una escena en donde me exigirá que le dé explicaciones y me castigará y... No, mejor me bajo y vuelvo a casa

Alterado me levanté y pretendí abandonar la causa, pero antes de apartarme , Demian me jaló por el borde de mi suéter tejido y me tumbó en sus piernas, posición en la que alzó mi barbilla con un dedo y juntó sus labios con los míos.

- D-Demian...- dije cuando rompió el contacto y con un sonrojo- ¿Por qué...?

D- Se rumora que los besos son un remedio para disminuir el estrés y la ansiedad. Sólo relájate y céntrate en lo que nos espera al aterrizar en territorio inglés 

- Es que...

D- Desde que Riko te confió a mí, expiraron sus derechos sobre tí. No te sientas con remordimientos, ahora que estás conmigo no hay porque explicar nada a nadie

Ciertamente su atrevido ademán domó mis fantasmas, así que un poco más firme en mi decisión, me apoyé en mi asiento y abroché el cinturón de seguridad.

D- Mucho mejor- apretó mi mano entre las suyas- ¿Estás listo?- asentí repetidamente. Tras lo anterior, por medio de las bocinas se emitieron los lineamientos en caso de emergencia y demás anuncios, igualmente las turbinas iniciaron su girar para que a los segundos, el gran volador de metal se moviera por la pista y despegara.

- *Riko, perdón por mi desacato, tu furia se disipará cuando notes que volví como un chico completamente nuevo, como ese que seguramente fui en el pasado*

Mi aventura por Londres recién se construía. ¿Qué me deparaba ahí? Lo que imaginaba no estaba ligado a lo que la realidad tenía escrito...

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