A CHRISTMAS LOVE STORY - CAPITULO 6 [FINAL]

Luego de 3 días que transcurrieron desde esa despedida provisional, llegó el 31 de Diciembre...

Si miraba atrás a la última semana, muchas cosas habían cambiado a mi alrededor considerablemente, muy probablemente gracias a esa persona con la que me encariñé rápidamente y a la que extrañaba como a nadie. Aún con esos cambios efectuados, continuaba faltando una pieza en el rompecabezas de mi vida, eso debido a que llegó un momento en que la soledad y yo dejamos de ser compatibles. 

Ya que mi insomnio regresó y me propuse olvidar un poco la situación, desde bien temprano salí a tomar aire fresco. Durante mi caminata recibí un mensaje de texto de la tía, en el cuál explicaba que volvería a casa a cambiarse de ropa y, de paso, a verme tras unos días sin saber la una de la otra.

Decretado su aviso, regresé de inmediato al apartamento. Para cuando arribé, mi compañera ya se hallaba en el interior de la propiedad y recién salida de la ducha.

M- [nombre]... - nada más verme cruzar la puerta, me recibió con un fuerte abrazo - Me sorprendió no encontrarte, normalmente continuarías en cama a estas horas

- Sí... No me he estado sintiendo muy bien últimamente, así que opté por dar un paseo matutino

M- ¿Por qué? ¿Cuál es el problema? ¿Fuiste ya con el médico para que te revise? - interrogó alarmada.

- Descuida, no estoy enferma, más bien... Son mis emociones y sentimientos los que se sienten sin energía

M- Mi niña... Yo insisto, ¿por qué no vienes conmigo? Tal vez te ayude el rodearte de más personas y convivir en un ambiente festivo

- Creo que por esta vez te tomaré la palabra, me estoy asfixiando aquí. Iré a darme un baño y me arreglaré para irnos lo más pronto posible

Se requirieron de aproximadamente 45 minutos para concluir con lo mencionado. Luego de eso y tras haber desayunado juntas, partimos a las oficinas en las que trabajaba.

En cuanto llegamos, la tía se encargó de presentarme a cada uno de sus colegas, posteriormente, entre todos embellecimos el espacio acorde a la fiesta que se celebraría en algunas horas; serpentinas, globos, tiras de papel brillante, y un enorme letrero con la leyenda "Feliz Año Nuevo", transformaron el lugar en un auténtico salón para la ocasión.

Más personas se nos unieron en el transcurso del día, trayendo consigo distintos alimentos y bebidas para amenizar la reunión, así como algunos presentes que repartieron entre ellos.

Luego de una larga espera, finalmente cayó la noche y, con ello, dio inicio la festividad. La atmósfera pronto adquirió tintes de diversión en formas variadas; unos se agruparon en diversos puntos para conversar, otros mostraron sus mejores pasos de baile al ritmo de la música, y una minoría, entre ellos yo, permanecimos en nuestros asientos siendo espectadores de lo mencionado con anterioridad.

La intensidad de la velada no disminuyó ni por un momento, sólo hasta que el reloj marcó la venida de tan ansiado acontecimiento. La cuenta regresiva fue anunciada con gritos de entusiasmo al unísono, y en cuanto ésta llegó a cero, se realizaron los típicos rituales de comer las uvas, brindar, abrazar a todos los presentes y desearles lo mejor para el año entrante, así como rememorar los días pasados y apuntar al futuro con actitud positiva. Acto seguido, abrimos paso a una deliciosa cena repleta de platillos de ocasión, posteriormente, se reanudó la fiesta.

- Tía, ¿te molestaría si vuelvo a casa? Estoy algo cansada

M- Está bien, solamente dame unos segundos para despedirme de...

- No, no, no, no tienes que venir conmigo, sé que te gustaría quedarte un poco más y disfrutar de la noche. Ya me encargué de llamar a un taxi

M- ¿Estás segura?

- Completamente

M- Bueno. Regrésate con cuidado

- Igualmente. Continúa divirtiéndote, feliz año

M- Feliz año para ti también

Tras intercambiar una última ronda de abrazos con la tía, desalojé el edificio y subí al taxi que ya aguardaba por mí. Gracias a que la vía se encontraba casi desierta, fue cuestión de escasos minutos para que el trayecto de retorno llegara a su fin.

En cuanto entré a casa, me descalcé los zapatos y me deshice de mi abrigo. Arrastrando los pies por lo agotada que estaba, me trasladé a mi habitación y enseguida me sembré en la calidez de la cama.

Por más que intentara dormir, mis pensamientos me lo impidieron por mantenerse concentrados en una sola cosa.

- Ojalá te esté yendo bien. No sabes cuánto me hubiese gustado pasarla contigo, Hyde... - dije con un hilo de voz. No pretendía iniciar el año hundida en tristezas, por lo que borré toda idea desalentadora y me acomodé entre las cobijas.

Justo cuando comenzaba a ser envuelta por el mundo de las fantasías nocturnas, mi viaje tuvo que ser aplazado por el sonar del timbre de la entrada principal; de primera instancia consideré que se trataba de la tía, quien quizás decidió regresar antes de lo previsto y olvidó sus llaves.

Me tallé los ojos, bostecé y me levanté de mi lecho para atenderle, no obstante, en cuanto abrí la puerta, me llevé una enorme sorpresa...

- ¿Pero qué...? - me fue imposible reaccionar al ver a la persona frente a mí - Acaso... ¿Acaso estoy soñando?

H- En absoluto. ¿Qué tal, [nombre]? - respondió sonriente.

Mi corazón empezó a latir a mayor velocidad y, con la emoción a flor de piel, me impulsé para abrazarlo. Durante varios segundos permanecimos unidos por ese reconfortante contacto, después ingresamos y nos asentamos en la sala.

- P-pero tú... Cómo... ¿Qué haces aquí? Se supone que estabas en otro lugar y...

H- A decir verdad, no soportaba la idea de lidiar con la distancia por todos estos meses, así que tomé el primer avión disponible y decidí regresar

- ¿Y todo lo que tenías que hacer?

H- Hablé con los chicos para que me dieran esta oportunidad. No fue nada fácil convencerlos, sobre todo a Tetsu porque le había prometido no ausentarme de nuevo, pero al final lo conseguí. Aún cuando él no accediera, me habría escapado de mis deberes; luego de lo que nos dijimos en el aeropuerto, de habernos besado... Me quedó muy en claro la situación y quise hacer cualquier cosa con tal de ver el amanecer de este nuevo día con esa persona especial - mientras sus palabras, me sujetó de las manos. Mis mejillas se sonrojaron al oír tan bella declaración.

- Me alegro mucho de tenerte de vuelta - de cuenta nueva lo abracé, unión que desvaneció mis males y otorgó quietud a mi alma. 

H- A mí también me agrada estar aquí, aunque será solamente por unas cuántas horas ya que el plazo que me otorgaron no es muy alentador. Mientras tanto, aprovechemos este corto lapso que tenemos para nosotros - al término de sus frases, bostezó - Lo siento, fue un vuelo largo y agotador...

- Si ese es el caso, deberías descansar primero... En realidad ambos

H- Tienes razón. ¿Me puedo quedar esta noche? No tuve tiempo de reservar una habitación de hotel

- Por mí, quédate todas las noches que quieras...

Sonreímos mutuamente y nos trasladamos a mi cuarto, una vez ahí, se quitó los zapatos y se incorporó a mí en la cama. La superficie era claramente pequeña para dos personas, por lo que me atrajo a sí recargándome en su pecho y me rodeó con sus brazos. Prosiguió a depositar un tierno beso en mi cuero cabelludo, acción tras la cuál fuimos enviados directamente a la tierra de los sueños...

º

Aún me encontraba sumida en lo más profundo de mi inconsciente, cuando de repente, el constante resonar de dos voces me obligó a abandonar mi sesión de reparación diaria.

Revisé el reloj en la pantalla de mi celular, viendo que éste no pasaba de las 11:00 am, acto seguido y con un aire de pereza, me levanté de mi sitio de reposo con el objetivo de ir hacia la cocina por el primer desayuno del año.

M- [nombre], buenos días

- Buenos... días... - detuve mi avance al observar a la tía y a Hyde sentados a la mesa. Lo curioso de la situación fue que ambos sostuvieron un gesto un tanto sospechoso, y su charla terminó en cuanto me les uní - ¿Sobre qué hablaban?

M- Nada importante, solamente estábamos conociéndonos mejor

H- Tantos años de ser vecinos y nunca nos dirigimos la palabra, tal como sucedió con nosotros

- Ok... - me costaba creerles, sin embargo, decidí no entrometerme en lo que sea que escondieran - ¿Qué tal la fiesta?

M- Muy bien, tanto que concluyó sobre las 5:00 am. Lo malo es que no pude descansar muy bien, y para colmo, debo regresar en unas horas; la oficina no va a limpiarse sola por desgracia

- Te acompañaría, pero...

M- Descuida, comprendo que los tortolitos quieran tener algo de tiempo a solas. Mientras llega mi hora de partir, voy a tomar una pequeña siesta; a diferencia de ustedes, yo no tengo a nadie que haga mi descanso más efectivo y ameno - muy probablemente se refería a que nos vio durmiendo juntos. La tía nunca se andaba con rodeos, lo que ocasionó que Hyde y yo riéramos por sus comentarios.

Ya que ella se resguardó en su recámara, agarré un tazón y lo llené con cereal y leche, prosiguiendo a sentarme al lado de mi opuesto.

- ¿Cuáles son los planes para hoy? - cuestioné e introduje algunas hojuelas con la cuchara a mi boca.

H- Lo siento, sé que por la madrugada dije cosas distintas, pero todo se canceló al final. Mis horarios se redujeron y debo volver con los demás lo más pronto posible

- Oh... - expresé un tanto desilusionada.

H- Aunque todavía podemos dar un último paseo previo a retornar a mis labores

- Está bien, me daré prisa entonces

Mientras terminaba mis alimentos, Hyde se ubicó en el baño para ducharse. Tras unos minutos, intercambiamos puestos y satisficimos por separado algunas de nuestras necesidades.

Al concluir mi ritual de aseo 20 minutos después y trasladarme a mi alcoba, nuevamente se escucharon los registros vocales de mis contrarios en plena conversación, ¿a qué se debía tanto misterio y parloteo? Me dispuse a averiguarlo cuando finalicé con mi arreglo personal, aunque como era de suponerse, los cómplices rompieron con toda oración emitida al incorporarme a ellos.

La tía fingió ordenar los objetos en su bolsa de mano, mientras que Hyde salió del apartamento para atender una llamada.

- ¿No se suponía que estabas dormida? - pregunté procurando mantener la calma.

M- Así era, pero requieren de mis servicios en la oficina antes de lo estipulado... Antes de que me vaya, ¿quieres sentarte un momento conmigo?

Adopté pose en el mismo sillón donde ella yacía reclinada.

- ¿Va todo bien? Me lo estuve guardando, pero desde hace rato te noto tensa...

M- De hecho, quería hablarte de eso. No tienes de qué preocuparte, no es nada por lo cuál alarmarse, simplemente me gustaría conocer tu opinión

- ¿Respecto a qué?

M- Viajar. Alejarse del país y tomarse un respiro durante un par de semanas

- Ya que lo mencionas, no me caería nada mal... Sería reconfortante dejar temporalmente esta ciudad en la que han ocurrido tantas cosas

M- ¡Perfecto! No se diga más - se levantó de su asiento - Vamos, niña, ¿qué esperas? Comienza a empacar

- ¿Es acaso algún tipo de broma?

M- En absoluto. Ya todo está preparado, así que apresúrate que la aventura inicia esta misma tarde

- ¿Ahora? ¿Pero qué no ibas a encargarte del desorden de la fiesta? Además tu trabajo...

M- Nunca dije que yo iría. Anda, te mereces unas buenas vacaciones luego de todo lo negativo que has vivido

H- Claro, no te obligaré si prefieres declinar a la oferta - reingresó al departamento devolviendo su móvil al bolsillo del pantalón.

- ¿Disculpa?

H- Tal y como lo expuse en el aeropuerto hace unos días, en serio me encantaría que intentáramos tener una relación

- A mí también...

H- Ya que es de mutuo acuerdo, creí que sería apropiado dar comienzo en un sitio que no evoque recuerdos lastimosos para ti. Un lugar donde podamos crear nuevas memorias, darle un giro a los pesares, continuar con lo que se cosechó hace unos cuantos días atrás y transformarlo en una historia de muchas más páginas... [nombre], ¿me concederías el honor de hacer este viaje conmigo?

¿Había escuchado bien? Comprendía mejor la razón de su misterio, pero jamás imaginé que se trataría de algo de esa magnitud, mucho menos que la tía diera luz verde a una propuesta de tal calibre sin reflexionarlo con bastante anticipación.

H- ¿Y bien?

- Esto fue completamente inesperado... Yo... No...

H- ¿No? - lentamente se extinguió su sonrisa.

- Lo que quiero decir es que... No me lo perdonaría si lo rechazo

La alegría volvió a enmarcar su rostro y suspiró de alivio. Mi superior también se mostró emocionada con mi respuesta y el ambiente en general.

- Bueno, supongo que no hay tiempo que perder. Vengo en 5 minutos

Me trasladé a mi cuarto a toda marcha y comencé a descolgar prendas al azar del armario, así como a sacar un par más de entre los cajones y reunir algunos objetos de uso personal, elementos en conjunto que guardé dentro de la primera valija a mi alcance. Igualmente alisté la documentación correspondiente que, si bien estaba en regla y totalmente vigente, nunca había tenido la oportunidad de estrenar por diversas circunstancias.

M- ¿Quieres que te dé una mano? - interrogó desde la entrada.

- No te preocupes, ya casi acabo

Sucesor a unos segundos, corrí el cierre de la maleta y deposité la misma en el suelo.

- ¿Entonces eso significa que te contó de sus intenciones...?

M- Así es. Parece ser un buen muchacho, amable y decente, no como los rufianes que llegaron a pretenderte

- ¿Y no crees que es demasiado pronto? Me refiero al viaje...

M- Posiblemente se sienta como tal, pero cuando dos personas se quieren de verdad, nunca es muy temprano para hacer las cosas y probar nuevas experiencias

- Si lo sabrás tú, que te casaste con el tío Albert a los 9 meses de haber formalizado...

M- Es cierto. Muchos pensaron que estábamos locos por precipitarnos, aunque es una decisión de la que no me arrepiento; realmente fuimos felices los años que duró nuestro matrimonio - dijo melancólica - Voy a extrañarte muchísimo - cambió de tema antes de que el pasado removiera sus sentimientos y los expusiera en forma de lágrimas.

- Y yo a ti, ¿estarás bien?

 M- Mientras tu lo estés, confía en que yo también seré feliz, por eso has que valga la pena el separarnos estos meses y disfrútalo al máximo

- Definitivamente lo haré

Me dio un apretón y dejó un beso en mi frente, marcando con ello nuestra despedida.

Con equipaje armado y todo listo, nos reagrupamos con Hyde, quien aguardaba impaciente en las afueras de la casa. Él y la tía intercambiaron algunos vocablos y, posterior a que estrecharan manos, se oficializó la inauguración de nuestra odisea.

Abordamos un taxi que nos transportó al aeropuerto en un trayecto de unos 20 minutos. Acto seguido, hicimos el registro de equipaje y nos ubicamos en la sala de espera hasta que se nos autorizó subir a la aeronave.

Ya situados en nuestros respectivos asientos, me di cuenta de que éramos prácticamente los únicos en ese vuelo, esto muy probablemente debido a la fecha.

H- ¿Nerviosa? - preguntó con el insistente moverse de mis piernas, a lo que asentí.

- Nunca antes había viajado fuera de la ciudad, mucho menos había tenido que alejarme de mi hogar por tanto tiempo...

H- Todo va a estar bien, ya lo verás

- Lo sé... ¿Cómo supiste que aceptaría? No por nada te adelantaste a adquirir los pasajes y planificarlo todo...

H- Simplemente me arriesgué y coloqué mis esperanzas en que esto ocurriera. Eligieras la opción que fuese, de cualquier manera mantendría en pie mi proposición acerca de nosotros

- Es verdad que no te rindes en tus objetivos...

H- En efecto, y éste no iba a ser la excepción

- Y eso es algo que agradezco, en serio

H- No fue nada... ¡Oh! Casi lo olvido - del bolso interno de su chaqueta extrajo una hoja de papel doblada en cuatro - Toma, es de la señora Mary. Me pidió estrictamente que te la entregara previo al despegue 

Delicadamente deshice los dobleces y di lectura detallada a cada una de las líneas escritas.

'Querida [nombre]:

Aunque no solemos hablar de estos temas con frecuencia, quisiera hacerlo de manera breve ahora que estaremos distantes por unos meses.

Me gustaría darte las gracias por estos 10 años que llevamos siendo una familia. 

Durante décadas viví atormentada por el hecho de que nunca sería madre, pero en cuando llegaste y me permitiste criarte, me di cuenta de que te convertiste en la hija que soñaba tener, inclusive superaste mis expectativas. Eres mi más grande orgullo y no te cambiaría por nadie, recuérdalo siempre.

Pásala muy bien y diviértete como si fueran tus últimos momentos en la Tierra. Envía a un segundo plano los malos momentos del ayer, y concéntrate en darle forma a la aventura que te espera al lado de Hyde; ¿quién iba a decir que de ser completos desconocidos, se adentrarían al misterioso mundo del romance en cuestión de un parpadeo? Recién inician y, por desgracia, es muy pronto para saber si es el definitivo, pero desde ahora les deseo el mejor de los éxitos en su relación, ojalá que este viaje la haga florecer y la fortalezca... Porque no sé tú, pero el que ese muchacho te sacara de tu zona de confort y te regresara la sonrisa luego de tantas tormentas, sólo indica que es alguien especial. 

Una corazonada me dicta que lo suyo tiene mucho futuro, por no decir que él te hará vivir una historia muy similar a la que tuve con tu tío, claro, sin el desastroso final. Rezo por no equivocarme y que se cumpla mi premonición, es lo menos que mereces.

En fin, creo que es todo de parte mía. 

Les mando las vibras más positivas para su travesía, ya me contarás de ella a su retorno. Ya te extraño y ansío verte pronto.

Por cierto, aunque ya lo dije en su momento, he de repetirlo... Te quiero mucho. Feliz año, mi niña.

Tu tía Mary.'

Tan dulces palabras ocasionaron que mis ojos se humedecieran, y es que yo tampoco se lo había comentado, pero ella se volvió una extraordinaria madre para mi a pesar de que yo no soy de su misma sangre. Lo mejor que me puso pasar tras el divorcio de mis padres fue, sin duda, la tía Mary... Además del chico a mi costado.

Sequé las lágrimas y guardé la carta en el bolsillo del pantalón, recobrando en un tris la postura cuando el avión comenzó su despegue. 

Hyde tomó mi mano lo más fuerte posible para calmar mi nerviosismo, gesto que correspondí luego de sonreírnos y de que nuestros labios se unieran en un corto y tierno beso, el segundo de la lista para ser precisos. 

Las aperturas de año se caracterizaban por estar rodeadas de tristeza, desdicha, ganas de detener el tiempo y no verlo correr más, sin embargo, éste rompió todo pronóstico y marchó a la perfección. Era como si una especie de milagro hubiese escuchado tres de mis peticiones más anheladas, y como por arte de magia las materializara. 

¿Que cuáles eran dichosos deseos?

El primero: olvidarme completamente de mi pasado y empezar una vida nueva.

El segundo: tener más confianza en mí como en los demás. Rendirme ante los sentimientos que hacía mucho no tocaban a mi puerta.

Y el tercero: encontrar a alguien a quién querer y recuperar las alegrías a su lado...