16 de enero de 2013

AVIONCITO DE PAPEL- CAPITULO 3



Pasó el tiempo, el entorno cambió, el clima y las estaciones cambiaron, nuestro aspecto cambió, pero lo que se mantuvo igual fue nuestra amistad, cumpliendo al pie de la letra la promesa hecha todos los días seguimos acudiendo a aquel lugar en específico en donde esos avioncitos de papel se convirtieron en los confidentes de nuestro pensar, en ocasiones especiales aprovechábamos para agradecernos por esos pequeños pero importantes y muy especiales momentos, las veces en las que por alguna razón no podíamos ir a donde nos frecuentábamos mandábamos a otra persona a hacer entrega de los aviones los cuales siempre eran bien recibidos. De la poca gente que llegué a conocer en mis visitas al hospital con motivo de mi enfermedad la mayoría de ella me decía que la amistad verdadera no existía, yo no estaba de acuerdo pues para prueba de eso estábamos Hyde y yo, demostrando que con el accidente de uno y la amabilidad del otro las cosas podían cambiar repentinamente, aun con cinco años que quedaron en el pasado pero bien grabados en nuestra memoria si uno quería se podía conservar esa amistad pues cada día de ella era único e inigualable.


°


Mantuvimos una amistosa charla mientras hacíamos un recuento de todas nuestras experiencias

- je, lo recuerdo perfectamente

H- o también aquella vez en la que uno de mis aviones se atoró en las ramas del árbol

- sí y tuve que subirme a él para desatorarlo aunque lo que menos me gustó fue la hora de bajarme

H- (ríe) fue divertido

- no, no lo fue, tú no te lastimaste el brazo… bueno, tal vez un poco

H- ja. Ah, es increíble toooodo lo que hemos pasado

- lo sé, jamás me la había pasado tan bien

H- yo igual- ambos suspiramos al mismo tiempo

- ¿tienes hambre?

H- mentiría si dijera que no



De la mochila que traía conmigo saqué tres sándwiches



- disculpa que te los tenga que dar de esta forma pero si no es así cómo

H- descuida



Afinando mi puntería aventé dos de los sándwiches por encima de la reja, por suerte a la primera los atrapó



- Dante los preparó

H- mmm, están buenos, dale las gracias cuando la veas.

¿Y cómo vas con el tratamiento de tu enfermedad?- preguntó después de pasarse un bocado

- no me quejo, si sigo así quizás me cure en… cinco o diez años, ¿y qué hay de ti?

H- cuatro años más y me será concedida mi tan ansiada libertad, no veo la hora en que ese día llegue para irme de aquí y hacer la vida que siempre quise…



Esa respuesta de cierta manera me desanimó



H- … aunque eso no significa que no venga a verte (me sonríe), es más, si se me da la oportunidad tal vez pueda viajar de tu lado, si no fuera por esta estúpida barrera ya lo hubiera hecho

- bueno pues en ese caso te estaré esperando en este mismo sitio- compartí la sonrisa y las esperanzas de que en un futuro se realizara, por un largo rato nos mantuvimos en silencio

H- así que… en dos días es tu cumpleaños

- sí, y precisamente por eso estaré menos tiempo contigo, Dante me hará una cena

H- ¿y tu papá?



‘Del él ya no me espero nada, en todos mis cumpleaños se la pasa trabajando e incluso hay veces en las que hasta se le llega a olvidar pero ya no es sorpresa, desde el incidente de mamá ya no estamos tan unidos’



H- que mal

- ni tanto una vez que te acostumbras

‘A lo que me refiero es que si en la actualidad fuéramos muy apegados como anteriormente no te habría conocido’- era hábito que siempre que le expresaba mi afecto se pusiera colorado



H- no es por ser egoísta pero tienes razón, me alegra de que haya sucedido



Sin otro tema de conversación al cual adentrarnos optamos por seguir disfrutando de nuestros emparedados



H- ¿crees que alguna vez se cumpla nuestro deseo?

- cuál de todos

H- el de la reconciliación de las ciudades y la desaparición de la barrera

- tal vez… aunque no entiendo porque estamos separados si por lo que me has contado y por lo que yo sé no somos tan diferentes

H- ni yo lo comprendo, solo entiendo una cosa

- ¿Qué?

H- con o sin barrera seguiré siendo tu amigo



Nos sonreímos tímidamente pero a la vez de forma abierta, de nuevo aquel peculiar cosquilleo se hizo presente como desde hace años, fue entonces cuando descubrí que Hyde ocupaba un puesto muy importante en mi vida pero sobre todo en mi corazón.



**De también que nos la estábamos pasando no nos percatamos de la noción del tiempo y muy rápido anocheció, con la usual promesa de vernos al día siguiente a la misma hora y en el mismo lugar nos despedimos, apenas se alejó y yo entré a mi prisión, como ya era maña mía antes de dormir supervisaba que todos los avioncitos que [nombre] me había escrito a lo largo de los años estuviesen completos e intactos de paso leía uno de ellos, en esa ocasión me tocó la primer carta de ella para mí, inevitablemente y como cada que era turno de darle lectura a ese recado solté un suspiro al terminar la frase “te quiero”



H- yo también te quiero… no, te adoro y no sabes cuánto me gustaría que esas palabras tuvieran un significado más profundo para ti

O1- ¿con quién hablas?

H- con nadie- doblé la carta guardándola con los demás-  es más, ¿por qué no tocas antes de entrar?

O1- lo siento, para la otra lo tendré presente. ¿Cómo te fue con tu novia?

H- [nombre] no es mi novia

O1- si claro, como digas. Toma, hace rato entregaron la última porción de alimento y al ver que no llegaste te apartamos un poco

H- gracias

O1- yo solo venía a dejarte eso así que…

H- si… oye

O1- dime

H- ¿mañana y pasado vienen a verte verdad?

O1- si ¿por?

H- bueno, necesito que me hagas un favor…



°

Al amanecer atendí a mis labores diarias, me di un baño y arreglándome lo mejor posible para reunirme con [nombre] pero primero me aseguré de que mi pedido fuera encargado y estuviera en mis manos la fecha prevista



°:**



- buenos días

D- cómo ama… ¿te sientes bien?

- de hecho no, me duele la cabeza y parece que tengo fiebre

D- a ver- con su mano tocó mi frente- sí, efectivamente tienes fiebre, ve a acostarte y enseguida voy para darte algo que disminuya la temperatura

- pero…

D- pero que

- es que… Hyde me ha de estar esperando

D- no podrás salir

- por favor

D- (niega) lo siento, además ahora que recuerdo hoy toca terapia

- ay de acuerdo- contesté molesta- pero en ese caso tendrás que llevarle mi mensaje

:**

Llegando a nuestro lugar de encuentro ella aun no aparecía lo cual se me hacía raro ya que siempre me ganaba



H- ya no ha de tardar- pensé, esperé por algunos minutos pero no había rastro de su presencia

D- Hyde…

H- hola señorita Dante

D- [nombre] no podrá venir, me ahorro las explicaciones y que ella te las dé- al estar la carta de mi lado deshice su forma y lo abrí



‘Hyde

Disculpa pero no podré verte hoy, inesperadamente me enfermé y no me permiten salir hasta que mejore o me cure, ojalá no te molestes.

Mañana sin falta estaré aquí, lo prometo

Te quiere, [nombre]’



D- ¿quieres que le diga algo por ti?

H- más bien que se lo entregue



Procurando no demorar tanto le di mi respuesta en una hoja



D- ¿es todo?

H- si, muchas gracias

D- de nada, estoy casi convencida de que [nombre] se sentirá mucho mejor con esto

:**

D- ya regre…

-¿¡qué pasó con Hyde?!- me levanté como rayo hacia donde Dante

D- tranquila, pareces ansiosa

- y lo estoy, tratándose de él todo es importante pero bueno, ¿qué te dijo?

D- si no vuelves a la cama no te daré nada

Más tardó en darme la orden cuando ya estaba acomodada entre las sábanas



D- (ríe) ten antes de que enloquezcas



Emocionada cogí el papel sentándome en la orilla de mi cómoda



‘[Nombre]:

Que mal lo de tu enfermedad pero no te preocupes, con el hecho de haberte tomado la molestia de avisarme me conformo, no tendría porque enojarme, tu salud es primero.

Mejórate pronto, te quiero mucho

Hyde’



D- ese niño es un amor

- lo sé- de enamorada pasé a avergonzada- bueno… es que… digo

D- ya sé que te gusta, tarde o temprano tenía que suceder y me alegro, ya era justo que te pasara algo bueno después de tanto tiempo encerrada aquí

- ¿en verdad lo crees?

D- por supuesto

- tal vez tengas razón pero no me hago muchas ilusiones, es evidente que solo mantendremos una amistad hasta que se vaya *aunque aun así no me daré por vencida, de cualquier manera más adelante me atreveré a decírselo*

:**

En cuanto Dante se marchó me reintegré a mi guarida no tan segura, a esas horas siempre tenía mucho que contrale a [nombre] pero al no estar ella disponible ni en condiciones lo que restaba se me hizo aburrido y eterno, sin otros deberes con los cuales cumplir reposé en mi habitación, solo por casualidad alcancé a escuchar una conversación entre dos de los guardias.



O- ¿cómo ha estado tu hija?

P- la verdad es que no sé, hace mucho que no la veo aun cuando vivimos en la misma casa

O- mmm… ¿y sabes algo de su enfermedad?

P- pues creo que va mejorando aunque sus vías respiratorias siguen dañadas



¿Hija? ¿Enfermedad respiratoria? eso me sonaba a cierta persona pero no podía ser, existen cientos de padres que son guardias con hijas que tienen ese padecimiento, eso simplemente era coincidencia



O1- ¿estás ocupado?

H- ¿he? ah no- me sacó de mis pensamientos- que pasa

O1- mis padres acaban de irse y me dejaron esto- me hizo entrega de una caja la cual contenía mi encargo, ansioso la abrí para supervisar que contuviera lo que muy amablemente pedí



O1- que tal, mis padres hicieron lo mejor posible

H- es perfecto, sin duda le gustará, Gracias por el favor y cuando los veas agradéceles a ellos también

O1- está bien, pero si tu novia no lo acepta…

H- ¡que no es mi novia! y claro que lo aceptará, la conozco y le agradará

O1- uy que carácter, te molestas porque es la verdad

H- ¿Qué dijiste?

O1- nada, nada. Bueno chico enamorado ya me voy

H- si, gracias de nuevo



Al salir cerré y puse en un lugar seguro la pequeña caja, dentro de unas horas se transformaría en el regalo perfecto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.