EIEN NO AI - CAPÍTULO 5

Transcurrieron un par de días desde mi llegada. Es cierto que me costaba adaptarme a mi nueva forma de vida y a la rutina que ésta conllevaba, sin embargo, por más tedioso que fuese y sin importar la cantidad de lágrimas, sudor y sangre que derramara, no me daba por vencida, no tanto porque me fascinara la idea de sacrificarme por la especie, si no como un modo de rendir honor a mis padres, porque si de verdad eso era lo que esperaban que hiciera tras su muerte, no iba a darle la espalda a su petición; aún con el creador, quería que siguieran orgullosos de mí por superar cada obstáculo que se me cruzara.

Podría haber pasado muy poco, pero fue suficiente para que comenzara a encariñarme con algunos de los seres que habitaban en la mansión, principalmente con aquellos que me ayudaban en mi formación diariamente y con el jefe. Fue como volver a tener una familia...

Respecto al hecho de enfrentarme con Meiko... El miedo de saber que cabía una enorme posibilidad de perecer en el intento no se disolvía, tampoco la incredulidad de que esa historia, por más violenta y oscura que fuese, se escribió para mí en cada una de sus letras; en ocasiones, simplemente añoraba echar a correr sin rumbo para tratar de escapar, pero luego de conocer que solamente unos cuantos tenían el poder para saltar entre dimensiones (y que ninguno de ellos me daría una mano por obvias razones), no me quedó de otra mas que afrontarlo...

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Debido a que era día de cacería para surtir la reserva de sangre, toda actividad ajena a la misma se suspendió. Con la tarde totalmente libre, invertí mi tiempo con Kaori, pues a pesar de ser mejores amigas y de vivir ya en el mismo sitio, era muy rara la vez que podíamos juntarnos a platicar como antes.

A mitad de la conversación que abarcaba temas diversos se nos unió Hyde; aunque empezamos con el pie izquierdo y no simpatizábamos del todo, el estar el uno con el otro por mi formación sirvió para que nuestra relación mejorara, y, con certeza, declaraba que se había convertido en mi segundo confidente (después de Kaori). Eso sí, su ocasional mal genio y severidad conmigo no se disiparon del todo...

K.- ¿No se supone que irías con el grupo de exploración por más alimento?

H- Así sería originalmente, pero le pedí a Akai que me concediera el quedarme; le prometí a [nombre] que continuaríamos hoy con su lección de defensa, ¿no es cierto?... [nombre]... - vagando en mi subconsciente, Hyde me dio un golpe con su codo en el brazo para traerme de vuelta al mundo real.

- Lo siento, fui absorbida por una de mis tantas dudas y... Se supone que únicamente quienes nazcan dentro del periodo de selección, son acreedores a la pelea por la jefatura de clan, ¿correcto? - ambos asintieron al unísono - Si Hyde también nació el mismo año que nosotras, ¿por qué él no participa?

K.- Porque existen un par de puntos para hacerse de una oportunidad, y no todos los cumple él

H- La primera norma ya la sabes. La segunda establece que todos sin excepción, hayan nacido en el núcleo de la nobleza o no, pueden entrar a la lucha. La tercera de ellas es la más específica y aclara que, pese a lo dictaminado anteriormente, sólo los vampiros sangre pura son aptos para someterse a la batalla

- ¿O sea que tú no eres vampiro desde tu concepción?

H- En efecto...

- Pero es absurdo, porque yo tampoco lo soy, así que... - Hyde y Kaori se miraron de repente - ¿Hay algo de eso que no sé, y que no me dirán todavía? - afirmaron sincronizados - Vale...

K.- No lo tomes a mal, Akai no quiere que te distraigas con la historia de tus raíces por el momento, más porque ese es un papel que él asumirá más adelante

- Entiendo... - la verdad, tanto misterio sobre mi pasado me tenía fastidiada.

K.- Bueno, dejemos aquí la charla de hoy. No les quito más minutos que podrían utilizar para la práctica, buena suerte

- Gracias

Kaori se retiró, Hyde y yo pasamos a la sala destinada a tales disciplinas de alta exigencia.

H- No siempre estará disponible tu espada; habrán veces en que el contrincante te prive de la misma, o que un simple paseo por el bosque se convierta en una contienda y vayas desarmada, por eso es esencial aprender el uso de armas de bolsillo - de una de las mesas de la sala, cogió una caja pequeña y me la entregó. Al abrirla, reveló una navaja - Ya que es muy ligera y discreta, no te estorbará. No te olvides de colocarla todas las mañanas en tu cinturón, nunca se sabe cuándo la necesitarás

Le agradecí y extraje el cuchillo de su estuche para familiarizarme con él.

Al igual que con la espada, me enseñó algunos movimientos básicos para desenfundarlo rápidamente y técnicas de ataque. Ante mi notable inexperiencia, la navaja resbaló y cortó la palma de mi mano.

- ¡Diablos! - maldije al aire, pues su tamaño no era equivalente a lo filoso de su hoja y al insoportable ardor que producía.

H- ¿Estás bien?

- Eso creo, es una cortadita menor

H- Menor o no, debe atenderlo la enfermera. Ya que tu torpeza no disminuye y todavía no emergen tus habilidades de regeneración, parece que no saldrás de la enfermería cada que se te inculque algo nuevo

Sus comentarios me tenían ya sin cuidado y solamente lo ignoré. Ejerciendo presión cerca de la apertura, nos encaminamos desde el fondo de la sala a la salida de la misma; al tocar el pomo de la puerta, los dos escuchamos un fuerte retumbido proveniente de las ventanas, el cuál atribuimos a las ráfagas de viento... Un grave error puesto que ese viento quebró dos de los cristales, permitiendo que a través de ellos ingresaran dos extraños: uno de los mismos se posicionó enfrente nuestro, mientras que el otro nos obligó a retroceder y bloqueó la entrada.

Ka- Pero mira nada más a quiénes nos encontramos... - dijo con una amplia sonrisa.

H- Kai, Shou...

Ka- Que gusto me da verte, ha pasado bastante tiempo desde la última vez

- ¿Quiénes son?

H- No es el espacio adecuado para explicártelo. No te separes de mí - musitó y puso sus manos en mis hombros.

S.- Bueno, bueno, ahorrémonos las pláticas sin sentido y vayamos directo al grano. Mi ama estará extremadamente feliz de saber que erradicamos a su rival, pero no se preocupen, les prometemos que no les dolerá, ¿cierto Kai? - el nombrado asintió.

H- Váyanse por donde vinieron, pierden su tiempo - adoptó pose a la ofensiva.

S.- Está por verse - rió malicioso - Algo me dice que esto se pondrá divertido

Hyde sabía defenderse por completo, pero yo que no pasada del grado de novata, estaba en grandes problemas.

En un abrir y cerrar de ojos, el que respondía al nombre de Shou me apartó de Hyde y me tumbó en el suelo.

H- ¡[nombre]! - tuvo la intención de rescatarme, sin embargo, Kai lo apresó.

Ka- ¿Quién lo imaginaría? Uno de los hombres más fuertes del clan no puede liberarse de mí. Sobrepasé tu fuerza, todo gracias a mi ama

Mi protector siguió forcejeando sin éxito, por mi parte, me revolví bajo el cuerpo de Shou, quien se puso a horcajadas sobre mí y apresó mis muñecas.

Era mi primera vez involucrada en una situación de peligro real, no me iba a dejar derrotar tan fácilmente por más miedo que se aferrara a mis células, así que me sacudí hasta conseguir golpearle sus partes nobles con la rodilla; por unos segundos debilitó su agarre, tiempo insuficiente para escapar puesto que me re-capturó, pero sí bastante para que las cosas dieran un giro a mi favor. 

Con las manos libres y de forma discreta, tomé la navaja que en instantes previos me cedió Hyde.

Ka- Shou, date prisa, no lo retendré por mucho

S- ¡Ya voy! Ahora sí, princesita, ¿cuál es tu última voluntad?

- Púdrete en el infierno

Recordando lo dicho sobre mí, saqué la navaja e hice un corte en uno de mis dedos para que la hoja de la misma se bañara con mi sangre. Hecho esto y sacando el coraje que no sabía residía en mí, clavé el artefacto en su espalda.

S- ¿Pero qué rayos crees que...? - no completó su frase, pues de repente le dio un ataque de asfixia que rápidamente lo condujo a su muerte. 

Ka- ¡Hermano! - emitió un grito desgarrador y me miró fulminante, dispuesto a vengarse - Tú... Esto no se quedará así... - la rabia desbordaba por sus poros. Prosiguió a salir por el mismo ventanal del que se disparó al interior de la sala.

H- [nombre], ¿te hizo daño?... ¿[nombre]?

Era como si hubiese entrado en shock y su voz me sonaba muy lejana. Cayendo en cuenta de lo ejecutado, solté la navaja y me apoyé sobre mis rodillas.

- ¿Q-qué he hecho? - con las lágrimas resbalando por mis mejillas, Hyde me pegó a sí y me rodeó con sus brazos. La impresión fue inmensa, después de todo, si en lo poco que llevaba en la mansión no había podido asesinar a un animal para fines de supervivencia, ¿cómo fue que me atreví a arrebatar la vida de una persona? 

K.- Oímos varios estruen... ¿Pero qué…? - ella y tres de los chicos entraron a la habitación a prisa.

H- Después les explico, lleven a [nombre] a su cuarto, por favor

Kaori y Yuki me escoltaron hasta mi pieza, Hyde y Ken permanecieron en la zona del crímen.

K- ¿Que pasó exactamente?

H- Nos dirigíamos a la enfermería, cuando dos de los hombres de Meiko nos atacaron

T- Mejor le decimos a Akai, ahora más que nunca debemos estar alertas...

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Ya en mi recámara...

K.- ¿Los lastimaron?

- N-no, afortunadamente no

Y- ¿Y lo de tu mano?

- Ah... Eso me lo hice yo sin querer, no tienen de que preocuparse

Al cabo de un rato siendo consolada y de tratar de digerir lo sucedido, Hyde se reintegró y los demás se marcharon para cumplir con sus deberes.

H- ¿Estás mejor? - afirmé - Fuiste muy valiente al enfrentarte a Shou

- C-claro que no... No sé porque lo hice...

H- Tu instinto así te lo dictó, cualquiera en peligro habría reaccionado igual... Sumado a que seguramente la transformación ya está haciendo efecto, de ahí el origen de tu agresividad. Sé que esto es sorprendente para tí, pero sólo es evidencia de que cada día obtienes más fuerza y voluntad, no por nada eres la elegida

A la par de su oración, desde el exterior de mi dormitorio oímos el haber sido solicitados por Akai. Sin demorar, afinamos nuestros pasos hacia su oficina, misma en la que ya aguardaba el jefe por nosotros.

H- ¿Nos llamaba, señor?

A- Así es, tomen asiento - los dos adoptamos quietud en los sillones individuales frente a su escritorio - Los muchachos me han contado de lo ocurrido hace unos instantes... Es un hecho lamentable, no obstante, los felicito por su valentía

-H- Gracias, señor

A- Pese a ello, hay un problema: con la pérdida de uno de sus mejores y más fieles hombres, Meiko no se quedará con los brazos cruzados y cobrará venganza

- ¿Y por qué no le damos lo que quiere? Enfrentémosla

A- Aún no es el momento apropiado para pelear con ella. Toda su vida ha estado preparándose, por lo que tú a lado suyo no significarías amenaza alguna, además, ese enfrentamiento está exclusivamente reservado para cuando la lucha por el ascenso llegue. Dicho esto, Hyde, te encargarás de [nombre] hasta que las aguas se calmen

H- A sus órdenes, sólo dígame lo que tengo que hacer

A- Requeriré que se resguarden temporalmente en el refugio cerca del pueblo amigo, ahí estarán seguros. Ya que el peligro se extinga, mandaré a uno de los nuestros para traerlos de vuelta, ¿alguna objeción?

- Ninguna...

A- En ese caso prepárense, parten en unos minutos, hay un largo camino que recorrer

Saliendo del despacho del jefe, hicimos un equipaje ligero con algunas prendas de vestir y un par de frascos de sangre.

Aunque el trayecto estaba retirado, decidimos irnos a pie para pasar desapercibidos; si llegaban a captar el sonido del galope de los caballos o de las ruedas del carruaje, corríamos mayor riesgo de ser interceptados por Meiko o sus tropas.

Luego de un par de horas y de un dolor de pies insoportable, el refugio apareció ante a nosotros...

H- Hemos llegado

- ¡Al fin! - entramos a una pequeña habitación que se camuflajeaba entre una enorme roca y un montón de maleza; si bien desde afuera lucía como un espacio sumamente estrecho, su interior era casi del tamaño de mi alcoba. El mismo se conformaba de una mesita con una lámpara de aceite, una mesa de comedor y dos sillas, unas repisas y dos camas plegables, lo ideal y suficiente como para sobrevivir.

H- No es el lugar más agradable y cómodo, pero sí el único en el que Meiko no nos encontrará 

Desempacamos el cargamento y posteriormente... Simplemente nada. El menor ruido podría llevarnos a la perdición, así que tuvimos que mantenernos en silencio; serían unos días aburridos y difíciles...