FORBIDDEN LOVER - CAPÍTULO 3

La situación adquirió tintes de tranquilidad desde que Hyde se hospedó con su líder. 

Las constantes llamadas que lo fastidiaban se redujeron considerablemente, y su brillante sonrisa reapareció a pesar del dolor sembrado en su corazón, sin embargo, como el artista experimentado que era, se limitó a mezclar el aspecto laboral con el sentimental. 

Al estar su ánimo mejorado y sus niveles de compromiso bien colocados, él y el resto del grupo se recuperaron del atraso imprevisto, teniendo lo prometido para las primeras fechas estipuladas. 

Sin importar que la estabilización familiar gozara de ir por buen camino, el vocal continuó viviendo provisionalmente con Tetsu, pues bien conocía a su mujer como para adivinar que su regreso tan pronto significaría el inicio de una nueva guerra. Pese a ello y actuando acorde a sus responsabilidades como padre, en algunas ocasiones visitaba a su pequeño y lo llevaba a donde le tocaba trabajar, justo como ese día.

H- Haz caso a lo que los demás te digan. Si necesitas algo, avísame

A- Sí, papi - el niño permaneció en silencio en uno de los rincones de la oficina, entreteniéndose con un par de juguetes que se aseguró de cargar consigo.

T- Tu hijo es muy lindo y tranquilo, igual que tú... En cuanto a lo segundo, claro

H- ¿Y lindo no soy? Porque muchos así lo consideran y no se equivocan - dijo divertido.

K- Ególatra... - agregó para luego reír con los demás.

T- Bueno, quizás un poco

H- Es tan inocente que aún no tiene idea de mis diferencias con su madre

T- ¿Y cuándo lo platicarán con él?

H- No es tan fácil. Está en una etapa donde necesita de ambos padres, y si nos sabe separados, se va a entristecer mucho

Y- Pero si esperan a que crezca, creerá que no confían en él por ocultárselo...

H- Cierto... Ya encontraremos cómo tratar el tema, mientras tanto, es mejor reservárnoslo hasta que se confirme oficialmente

Todos se tomaron un receso para la ingesta de sus alimentos. Ahí, el pequeño los acompañó sacándoles más de una sonrisa por sus ocurrentes comentarios, ante esa escena, Hyde definitivamente se convenció de no borrar la felicidad de su hijo con devastadora noticia. 

Al haber satisfecho su apetito, retomaron sus labores individualmente y el más joven de los presentes su juego, pero sólo hasta que el Sol fue sustituido por la blanca Luna.

H- Perdona si tuviste que encargarte de él 

Y- Descuida. Es muy obediente e incluso se volvió mi aprendiz, ¿verdad? - el menor asintió.

A- Mi tío Yuki me está enseñando a tocar la batería - con una gran sonrisa, dijo a su adulto ejemplar sentado en el banco de la batería y sosteniendo las batacas.

H- Qué bien, pero tendrán que continuar otro día, debo llevarte a casa

A- Pero papá...

H- Me mantendré en apuros toda la noche y no podré atenderte - mintió.

A- No importa, quiero quedarme contigo - se aferró a él.

H- En serio me encantaría, pero le prometí a tu mamá que te regresaría a cierta hora. No querrás que se enfade por desobedecerla

A- Está bien - respondió desanimado - Adiós, tío

Y- Adiós, Aki, cuídate. Igual tú, Hyde

Habiéndose despedido del resto, ambos se marcharon a casa, lugar donde Megumi aguardaba viéndolos llegar desde lejos.

M- Hola, mi pequeño - lo abrazó y llenó su mejilla con besos - ¿Cómo te la pasaste?

A- Muy bien, es divertido ir con papá a su trabajo

M- Me alegro... Pero por ahora tendrás que despedirte de él

A- Sí, pero antes quiero decirles algo

H- Te escuchamos

A- Cuando no tengan que trabajar, ¿podríamos ir a pasear los 3? - preguntó tímido.

M- Claro, aunque será cuando tu papá tenga tiempo - de forma indirecta las acusaciones no tardaron.

H- Yo siempre tengo tiempo tratándose del niño al que tanto adoro. Mientras organizamos la salida, vendré a visitarte lo más que pueda

A- Ok. Te quiero papi

H- Y yo a ti - Hyde le dio un abrazo y despeinó su cabello - Descansa, Akira

En cuanto el menor se fue a su recámara, las miradas tiernas se transformaron en unas repletas de odio.

H- Es increíble que aún con nuestro hijo enfrente, salgas con lo de siempre

M- Buenas noches - sin más, le cerró la puerta frente a sus narices.

°

Esa mañana, Tetsu realizó un par de compras para él y su invitado, mientras tanto Hyde, para no ser sólo un estorbo, contribuyó con la limpieza de la casa. Justo cuando creía haber alcanzado una paz por las discusiones no tenidas, sus ilusiones se desmoronaron...

T- Ya lleg... - calló al oír que los gritos renacieron y se encontró con un Hyde ardiendo en furia.

H- ¿En qué te afecta que mi hijo me quiera ver? Tiene derecho a hacerlo, además no eres nadie para impedirlo

M- A ver si dices lo mismo cuando sepas que gracias a mi abogado, gané la custodia de Akira

H- No... Es imposible

M- No lo es, querido - dijo cínicamente - Me provocaste y yo cumplí mi palabra. A partir del momento en el que se firme el papeleo, olvídate del niño

H- ¡Estás loca! ¿Es que no te importa lo que él siente? ¿Qué clase de madre eres?

M- Di lo que te venga en gana. Si yo fuera tú, vendría por mis cosas y aprovecharía para despedirme de nuestro hijo. En un mes es la cita para validar el divorcio y entonces si, ahí podré decirte personalmente "hasta nunca" 

H- Megumi no... Eres una... ¡Agh! - arrojó su celular al suelo y se refugió en uno de los sillones de la sala.

T- Hyde...

H- Tetsu, ya no sé qué hacer - buscando consuelo, se abrazó al hombre junto a él - Me siento inútil, impotente... No puede alejarme de Akira

T- Claro que no, es su obligación permitirte frecuentarlo

H- Aunque conociéndola, sé que es capaz de mudarse con él a otra ciudad con tal de que no lo vea

T- Eso estaría mal. Si cumple su amenaza, tú puedes denunciarla por privarte de pasarla con tu hijo

H- Quizás, pero...

T- Sin peros que no lo valgan. Yo te ayudaré a salir adelante, cuenta con mi apoyo. Verás que nuestro esfuerzo dará resultados positivos

H- De verdad mil gracias 

El bajista reforzó la unión para reconfortar a su vocal. Lo destrozaba verlo así por alguien que no lo valoraba como se merecía, por eso siempre se esforzaba en hacerlo sentir mejor por muy pasajero que fuera.

Posterior a unos segundos, el pelinegro recobró la postura.

H- Saldré para despejarme

T- Ok. Vuelve para la hora de la comida

° El reloj apuntó hacia las 7:00 pm y los alimento sobre el plato estaban completamente fríos. Preocupado por las nulas señales de su invitado, el castaño intentó comunicarse con su opuesto sin ningún éxito, lo cuál trajo a su pensamiento los peores escenarios posibles. Para su tranquilidad y justo cuando sus nervios estuvieron por estallar, el vocalista cruzó por la puerta principal como si nada.

T- ¿En dónde estabas?

H- Ya te dije, salí a caminar

T- ¿Seguro? Porque tus movimientos son torpes y... Fuiste a tomar - dijo enfadado.

H- Quizás... Sólo un poco...

T- Doiha...

H- Ya, perdón. No sucederá otra vez

T- Más te vale - lo reprendió como si de su madre se tratase y no era para menos. Como líder del grupo, se aseguraba de que sus compañeros se mantuvieran en condiciones óptimas - Voy a ducharme. Te dejé comida en la mesa, solamente debes calentarla... Y sin beber, ¿entendido?

H- Sí, jefe

Sin importarle la advertencia que previamente le fue dada, y en cuanto Tetsu se trasladó al baño y se escuchó el sonido de la regadera, Hyde aprovechó para "ahogar sus penas en alcohol" hasta casi perder la razón.

Aún cuando trataba de ser cuidadoso para que no lo descubriera, su objetivo fue frustrado con la finalización inesperada del aseo de su superior.

T- ¡Mira nada más! Te dije que no lo hicieras

H- Déjame, Tet-chan. No me trates como un niño

T- Entonces no te comportes como tal

H- ¿Ves? Inclusive tú me detestas...

T- Basta, deja de beber. Te va a hacer mal

H- ¿Más mal de lo que ya estoy? - comentó con tristeza y prosiguió a sorber su vaso. Molesto, Tetsu le arrebató el contenedor de cristal y retiró las botellas de licor de su alcance.

T- Mientras vivas conmigo, nada de embriagarse

H- Pero Tetsu...

T- Sin peros. Es más, acompáñame; todavía es temprano pero si duermes desde ahorita, te repondrás más rápido de la santa cruda que tendrás mañana

Casi a rastras por la torpeza de su andar y de sus movimientos, fue llevado a la recámara. Tetsu cambió la vestimenta de Hyde por una pijama y lo arropó.

T- Hoy te quedarás aquí bajo mi supervisión. Si te dejo solo, eres capaz de pescar una borrachera mayor

H- Qué bien me conoces - contestó risueño, aunque su alegría se extinguió de inmediato - ¿Qué hice para que termináramos así? 

T- Nada, son problemas que cualquier matrimonio experimenta

H- Pero fue mi culpa. Megu me odia por ser como soy. Todos me odian y ahora me toca pagar

T- No digas tonterías, hay mucha gente que te aprecia. No pienses en cosas innecesarias y mejor duerme, te vendrá bien descansar

A punto de reposar en un pequeño sofá dentro de la alcoba, el pelinegro lo agarró del brazo.

H- Tetsu... Duerme conmigo esta noche

Su propuesta no lo dejó indiferente, manifestándolo en una reacción evidente en exceso. A primera instancia quiso forcejear para zafarse de su agarre, aunque algo en su interior lo indujo a ceder casi de inmediato.

Temeroso, se recostó en el lado derecho de la cama, quedando ambos dándose la espalda.

H- ¿Tú me quieres?

T- ¿Qué? - giró sobre su sitio a la par de su pregunta, una pésima idea pues al estar boca arriba, su compañero en estado etílico se posicionó encima suyo.

H- Que si me quieres

T- Yo...

Por más clara que tuviera la respuesta a su interrogante, no sabía qué ni cómo responder, mucho menos al ver la situación un tanto comprometedora en la que estaban envueltos.

Inexplicablemente recordó la charla telefónica con Ken de algunos días atrás, resaltando aquella parte donde el guitarrista le proponía declararle sus sentimientos, y al ver al hombre que amaba de manera  sumisa, vulnerable y fuera de sí, hizo que además de romanticismo, surgiera una necesidad enfermiza que lo incitaba a decirle y hacerle un montón de cosas dulces y amorosas, pero para nada sanas. De sólo pensarlo, ocasionó que un sonrojo encendiera sus mejillas y comenzara a despertar algo entre sus piernas.

T- C-claro que te quiero

H- ¿Me lo juras? - el otro asintió - Pues yo a ti - junto a sus palabras, ejecutó un par de movimientos para encontrarse con el rostro de la persona bajo su propio cuerpo.

T- Do-Doiha, es suficiente. Quítate de encima

La situación se tornó incómoda y más todavía cuando el más bajo, sin previo aviso, asaltó los labios de Tetsu. ¿Acaso estaba soñando, o el amor de su vida realmente lo había besado? Su juicio se nubló durante unos segundos.

H- Tetsuya... Me gustas - susurró a centímetros de la oreja de su similar y volvió a hacer posesión de su boca, acción que el castaño no pudo evitar corresponder.

El que su colega y amigo de varios años actuara de forma anormal, lo atribuyó como uno de los tantos efectos del alcohol en su organismo, aspecto por el que agradeció hasta cierto punto pues no habría podido cumplir un fragmento de sus fantasías estando sobrio el causante de las  mismas.

El beso creció en demanda con el paso de los segundos, al grado en que sus lenguas comenzaron a juguetear al interior de sus cavidades bucales y los privó de un correcto recibimiento de aire.
Totalmente desenfrenado por el deseo y rindiéndose al placer, el más alto repartió caricias en la espalda de su Haido por debajo de su camisa, mientras se desviaba a su cuello para plasmar algunos ósculos y dejar algunas marcas en su delicada piel.

H- Te necesito, Tet-chan - murmuró seductor, siendo ahora él quien se dedicaba a satisfacer a su líder.

Rebasando todo límite existente, una de sus manos fue cuesta abajo por su torso y se detuvo justo al final de éste en su objetivo: la parte íntima del castaño. Por atrevida maniobra, pronto su hombría reclamó espacio apretando en sus pantalones y clamaba ser liberada.

T- ¡O-oye...! - al sentir cierto bulto proviniendo del cuerpo sobre el suyo y ver que los dedos del pelinegro empezaban a tocarlo, entró en estado de pánico y tomó fuerza para alejar a Hyde.  Rápidamente recobró la consciencia y corrió a resguardarse al baño - *Nosotros estuvimos a punto de... No, no quiero ni imaginarlo. No debo aprovecharme de las circunstancias, mucho menos hoy que no está en sus cinco sentidos; si pienso decirle que lo amo y demostrárselo, será cuando se haya divorciado y esté sobrio... ¡¿Pero qué diablos me sucede?! Yo no busco que se separe... ¿O sí?* 

Tras su conversación mental, se mojó la cara y desalojó el baño luego de unos minutos, encontrando a la fuente de sus impulsos, para su alivio, sumido en lo más profundo del sueño.
Sin otra alternativa y como cura al cansancio acumulado, retomó el sitio del que previamente huyó e imitando a su huésped, pronto cayó rendido ante la magia de Morfeo.