EIEN NO AI - CAPÍTULO 8

El curso del tiempo parecía haber sido alterado, y es que habían transcurrido ya 2 meses de desafortunado acontecimiento que cambió mi vida por completo y me llevó al sitio en el que habitaba actualmente.

Si bien ese periodo temporal no era demasiado amplio, para mí se sintió como una eternidad luego de los aspectos a los que tuve que adaptarme y los cambios experimentados respecto a mi verdadera naturaleza, una que todavía me costaba creer que me pertenecía.

Esa tarde se catalogó como una de las más importantes desde mi llegada, pues Akai realizaría una primera evaluación a mis habilidades y destrezas mediante un combate en el que me enfrentaría a él, no sólo uno de los miembros más poderosos del clan, si no de toda la especie. La prueba abarcaba aspectos como ejecución, fuerza, defensiva y ofensiva, velocidad de respuesta, e ingenio para solucionar ciertas situaciones donde estuviera en desventaja.

Durante varios minutos, mi superior y yo intercambiamos distintos ataques sin contenernos ni dar tregua, tal y como si se tratara de una pelea real. En medio de sablazos, maniobras asestadas y esquivadas, el jefe dio por terminado el examen.

H- ¿Y bien? - preguntó desde el sitio en el que había atestiguado la contienda.

A- Comparado a esas veces en las que presencié los entrenamientos, es claro que su progreso ha mejorado sorprendente en muy poco tiempo. Incluso me atrevo a decir que es una digna contrincante

- Gracias, señor

A- Aún hay ciertos detalles por perfeccionar, pero sé que se encargarán de ello

H- Así será. Consideraremos todas sus observaciones hasta pulir cada uno de los errores señalados

- Daremos todo de nosotros para que esté orgulloso

A- Eso espero. Buen trabajo, muchachos, tómense un merecido descanso

Luego de hacer anotaciones en un bloc de notas que cargó consigo y de entregarnos su reporte, se retiró del salón secundado por nuestras reverencias. Hyde y yo nos quedamos un rato más para organizar las rutinas de los próximos días acorde a lo indicado por Akai.

Terminado esto y tras ordenar el espacio utilizado, fui al jardín de la mansión a tomar aire fresco.

Me recosté sobre la fina pastura y cerré los ojos para relajarme al ritmo del sonido de los grillos. La tranquilidad que se respiraba no tenía comparación con el estrés y ruido que se vivía en la Tierra.

H- Hey... - se escuchó después de unos minutos - ¿Hay espacio para mí?

- Seguro - palmeé en la superficie a mi derecha. Hyde adoptó la misma pose que yo.

H- Gran resultado el de hoy...

- Sí, salió mucho mejor de lo que esperaba. Nunca me consideré capaz de alcanzar tales niveles de destreza

H- Sin embargo, es el resultado de tu disciplina y compromiso. ¿Quién diría que aquella chica torpe, tendría madera para convertirse en gran guerrera?

- Todavía no lo soy, apuesto a que Meiko barrería el piso conmigo en cuestión de segundos... Aunque lo poco que sé y lo mucho que me falta por aprender, debo agradecérselos a ti y a Tetsu

H- Solamente hacemos lo que nos corresponde - suspiró a la par que se sentaba - Y a todo esto, ¿aún odias este sitio?

- No es que lo odie, pero tampoco me encanta. Sigo extrañando la ciudad y cada uno de sus defectos... Aún así, he asimilado mi misión y lo que menos quiero es decepcionarlos a ustedes y a mí misma. Eso y que existe una persona en concreto por la cuál vale la pena quedarse

H- ¿Ah, sí? ¿Y quién es esa persona afortunada?

- Nada más y nada menos que Tetsu. Es un gran amigo e instructor y se ganó todo mi respeto - dije claramente para fastidiar, cosa que funcionó pues su rostro adquirió un gesto de ofensa por mi declaración.

Solté a reír y me incliné a imprimir un beso en su mejilla. No solíamos ser como aquellas parejas que derramaban miel día y noche sin importarles la situación o el sitio, más bien preferíamos ser discretos por obvias razones y demostrarnos afecto en privado y a cantidades contadas. No teníamos experiencia en el amor, por lo que optamos avanzar en nuestra relación sin prisas.

Hyde sonrió y me tomó de la barbilla para imitar mi ademán, con la clara diferencia de que suave y delicado contacto fue directamente entre labios.

Con todo y su bien reconocido humor complicado, de vez en cuándo no se limitaba a demostrar que también podía ser un hombre dulce y cariñoso.

Envueltos en la calidez del momento, convertimos la alfombra de naturaleza bajo nosotros en nuestro lecho y continuamos por un breve instante con el intercambio afectivo.

Oh, grave error que cometimos...

A- ¿¡Pero qué demonios ocurre aquí?!

La exaltación de Akai fue suficiente para separarnos y levantarnos con la mayor rapidez posible.

A- Es increíble, jamás lo esperé de ustedes... - dijo con decepción.

- Señor, si nos permitiera explicarle...

A- Guárdense sus excusas sin sentido. A mi oficina, ¡AHORA!

Vaya clase de mala suerte la nuestra, que justamente cuando nos dimos más libertad y por un descuido tonto, fuimos descubiertos por quien menos debía saberlo.

La furia se sentía emanando por los poros de Akai, motivo más que suficiente para evitar contradecirlo y limitarnos a seguirlo en total silencio. Entramos a su despacho y cerró de un portazo con tal fuerza, que las ventanas en la habitación retumbaron.

A- ¡Esto es inaudito! ¿Acaso no conocen las reglas?

H- Las conocemos tanto como la palma de nuestra mano - dijo sereno.

A- Pues con esto han demostrado todo lo contrario. No me opondría si se tratara de otros miembros de esta gran familia, pero bien son conscientes de que están estrictamente prohibidos los amoríos entre aspirante a líder y su protector. Hyde, te asigné esta responsabilidad porque confiaba en ti y me fallaste. En cuanto a ti, [nombre], siempre demostraste tener fijas tus prioridades, sin embargo te has desviado completamente del camino

Si las miradas matasen, probablemente Akai ya nos habría mandado a la tumba más de 5 veces. Ni siquiera los regaños de mis padres sabían tan amargos como este.

A- Si en verdad se saben las normas, deben asumir su responsabilidad y aceptar su castigo por conductas inapropiadas. No toleraré que sentimientos de por medio afecten el rendimiento de nuestra elegida, por lo que no podrán verse ni tener comunicación alguna

H- No nos opondremos a lo que elija para nosotros, pero ¿que hay del entrenamiento y las sesiones?

A- Eso no es problema, lo tengo arreglado. Hyde, ve por Ryu y Tetsu

Mi contrario fue por los solicitados, regresando con ambos en menos de 5 minutos.

T- ¿Nos buscaba, señor? - Akai asintió.

A- Ryu, si no me equivoco, tú duermes varios pisos más arriba de ellos - el mencionado afirmó con la cabeza - En cuanto salgan de aquí, quiero que Hyde y tú intercambien habitación

R- Como ordene. ¿Puedo saber el motivo?

A- Las explicaciones van de sobra. Tetsu...

T- Dígame, señor

A- Me gustaría presentarte a tu nuevo compañero de oficio, y no sólo eso, eres testigo del nombramiento de Ryu como nuevo protector de [nombre]

- ¿¡Pero qué demonios!? ¿Es en serio?

A- Bastante en serio. Aunque no lo parezca, Ryu es uno de los más capacitados para sustituir a Hyde, y acorde al código del clan...

- ¡Al diablo con el maldito código! - a pesar de que me reprimí durante un rato, fue inevitable contenerme por más tiempo y exploté.

A- ¡Cuida tus palabras! - Akai alzó la voz y dio un golpe a su escritorio con sus puños.

- No lo haré, estoy harta de que me digan qué hacer y cómo actuar. Estoy en mi límite de paciencia y si siguen desafiándolo hasta rebasarlo, tendrán que buscarse a alguien más que cumpla su estúpido objetivo

A- ¿Pero quién te crees que eres, insolente? A mí no me amenaces

- No es una amenaza, es una promesa

Antes de que mi boca expusiera palabras de las me podía arrepentir, salí de la oficina sin molestarme a realizar el protocolo de despedida.

R- ¿La traigo de vuelta?

A- No, déjala. [nombre] necesita cambiar su actitud y tu eres el indicado para ello

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Era como un volcán en erupción de tanta furia que desbordada. Al encerrarme en mis aposentos, arrojé todos los objetos a mi alcance para descargar la mezcla tan intensa de emociones en mi interior.

A medio proceso de desahogo, un invitado indeseado se unió.

- Vete, ¿quieres? No estoy de humor para soportarte

R- No lo haré, ¿o es que ya olvidaste el puesto que tengo ahora?

- Por desgracia no, pero en serio, vete

R- De acuerdo, si esa es tu voluntad... Pero primero, me gustaría dar mi opinión al respecto

- Ya qué... Habla

R- No tengo idea del motivo por el que Akai tomó decisión tan abrupta, pero agradezco que me haya puesto mucho más cerca de ti - con movimientos hábiles y cierta perversión, me apresó entre la pared y él.

- No te atrevas a tocarme...

R- Oh vamos, te acostumbrarás luego de un tiempo

Sin ningún tipo de consentimiento, sus manos proporcionaron caricias sucias en mis mejillas y cuello. No iba a permitir que invadiera mi espacio personal, así que desenfundé mi navaja y le di una puñalada en el abdomen.

R- ¿¡Qué rayos fue eso!? - alterado, se apartó.

- Por última vez te digo que te largues o no respondo por mis actos

Rehusado a contradecirme, curó su propia herida y se marchó. Limpié la sangre en la navaja con las mangas de mi vestido y coloqué dicho artefacto filoso sobre la mesa de noche.

H- Eres la primera persona que se enfrenta de esa forma al jefe - dijo a mis espaldas nada más apareció. Normalmente no me molestaba que Hyde lo hiciera, pero comenzaba a creer que la gente del clan desconocía el significado de privacidad y pedir permiso para entrar - No querrás estar en conflicto con él por siempre. Sin importar lo que pasó, te recomiendo que te disculpes

- Quizás lo haga, quizás no. Me cuesta entender qué hay de malo en que queramos estar juntos más allá de nuestra relación como maestro y aprendiz; si su inquietud es que falle a mi deber, habría de considerar que llevamos saliendo 2 meses y eso no ha hecho que mi rendimiento baje, al contrario

H- Lo sé, es un tanto injusto. No tienes de qué preocuparte - tomó mi mano - Así nos envíen a comunidades separadas, haré hasta lo imposible para que esto funcione y te protegeré de cualquier cosa que Ryu pretenda en tu contra

- Gracias. No permitiremos que esto acabe sin siquiera haber iniciado por completo - reafirmé el agarre - ¿Qué hay de ti? ¿Estarás bien? - asintió.

H- Akai me encomendó ayudar con algunas tareas administrativas del clan. Estaré ocupado gran parte del día, aún así buscaré el momento propicio para venir a verte a escondidas... Y hablando de eso, será mejor que me vaya antes de que Ryu abra la boca y empeore las cosas

Nos miramos fijamente y juntamos nuestras frentes, prosiguió a besar mi mejilla y se apartó. Hyde chasqueó y desapareció. 

Verlo por unos segundos bastó para serenarme, y a su vez, me hizo reconocer mi actitud explosiva y lo mucho que sobrepasé mis límites.

Seguí el consejo de mi contrario y me planteé arreglar mis diferencias con Akai, razón por la que retorné al lugar donde se desencadenó la discusión. Respiré profundo y di 3 golpes con los nudillos a su puerta.

A- Adelante

Tímidamente entré a su oficina y me instalé frente a su escritorio.

- Señor...

A- [nombre]... - su gesto inquisidor todavía no se borraba - Creo saber por qué viniste y si tu objetivo es que piense en modificar la situación, te adelanto que...

- Akai... - por más cínica que sonara al llamarlo por su nombre, fue la única forma de interrumpirlo y ganar su atención - No quiero pelear, no de nuevo, solamente pretendía presentarle mis más sinceras disculpas - me incliné - No era mi intención faltarle al respeto, admito que perdí el control

Cuando me erguí, mi superior relajó su rostro en evidente compasión y suavizó el tono de su voz.

A- Lo aprecio mucho, acepto tus disculpas

- Se lo agradezco. Yo... - exhalé y continué - Nunca comprenderé la norma por la cuál fuimos reprendidos, lo único que diré es que cuando el corazón habla, es imposible callarlo u obligarlo a retractarse de lo que siente. Hyde y yo no planeamos enamorarnos para llevarle la contra, pasó inconscientemente, y si a causa de nuestro amor habemos de asumir un castigo, yo me comprometo a recibirlo por ambos

A- No lo creo. Deben responsabilizarse de sus actos individualmente

- ¡Por favor! - me postré en el suelo sobre mis rodillas para suplicar - Fui yo quien inició este enredo, por lo tanto, le ruego que la única a pagar sea su servidora. Recibiré la reprimenda que sea con tal de que Hyde no salga lastimado o perjudicado

A- ¿En verdad estás dispuesta a tomar tal carga?

- Absolutamente

Mi mayor suspiró, se levantó de su asiento y se puso de cuclillas a mi lado.

A- Considerar el bienestar de otro por encima del tuyo, es una cualidad de alguien digno. Ya que estás tan decidida, concederé tu petición; te espero a las 4:30 am en la entrada de la mansión

- ¡Muchas gracias, señor! - exclamé con todas mis fuerzas, posteriormente recobré la postura y desalojé la zona.

No lo niego, me aterrorizaba pensar en el tipo de castigo que me sería impuesto, sin embargo, mi determinación fue mayor e inquebrantable.

° La jornada finalmente concluyó y cada uno de los residentes se preparó para celebrar su rutina diaria del sueño, hábito de mortales que adoptaron al descubrir la cantidad de beneficios que traía al organismo, incluso en  seres nocturnos como nosotros.

Los nervios de mi encuentro con Akai sumaron un día más de insomnio a mi lista. Teniendo plena certeza de que mi condición no cambiaría y aprovechando la soledad en los pasillos de la mansión, salí a investigar la ubicación exacta de la nueva habitación de Hyde. 

Siendo cautelosa para evadir a los elementos que montaban guardia a tales horas, me infiltré varios pisos arriba e inspeccioné la zona. Casi a mitad del corredor, escuché el chirrido de una puerta, fui tomada por el brazo e introducida al cuarto de donde provino dicho sonido.

- ¡Maldición! Me asustaste

H- Lo siento - respondió un tanto divertido por mi reacción - Ven, procuremos hablar bajo para no levantar sospechas

Nos acomodamos en su cama a pocos centímetros el uno del otro.

- ¿Akai te ha comentado más al respecto?

H- No, y de hecho fue extraño. Por la mañana tendríamos pero la ha cancelado - con "reunión" era altamente posible que se refiriera al castigo. Me aliviaba saber que el jefe respetó el favor que solicité.

- Quizás creyó que era más apropiado no darle tantas vueltas al asunto - sugerí para ocultar mi mentira.

H- Probablemente... ¿Y tú? ¿Fuiste a hablar con él?

- Sí, incluso hicimos las paces

Hubo unos segundos de silencio vocal, donde lo único a penas audible era nuestra respiración.

- ¿Cuánto durará esto?

H- Podrían ser semanas, meses... Aunque si acatamos las órdenes de Akai, tal  vez lo reconsidere y me devuelva mi puesto

- Ojalá que así sea. Si bien Tetsu estará en cada entrenamiento y lo hará más digerible, odio la idea de tener a Ryu pegado a mí cual sanguijuela

H- Créeme, no eres la única a quien le disgusta. Mientras se apacigua la tormenta y para sobrellevarla medianamente bien, ¿te parece si nos vemos a estas horas? Claro, ahora sí nos tomaremos bastante en serio la discreción

- De acuerdo

Rompiendo toda barrera de espacio, hundió su rostro en mi pecho y nos fundimos en un abrazo. Mis dedos acariciaron su larga melena azabache hasta que cayó profundamente dormido, fue entonces que me retiré con suma delicadeza para no despertarlo, deposité un beso en sus labios, y regresé a mi alcoba.

Las horas restantes avanzaron a un ritmo exageradamente lento, aunque finalmente y tras una espera casi eterna, llegó el momento de reunirme con Akai.

Me calcé las botas y cubrí con una capa, acto consecuente, arribé al punto indicado por el jefe, quien ya se hallaba aguardando por mí.

A- Sígueme

En los exteriores de la mansión, nos adentramos a un área en concreto del espeso bosque, donde se hallaba una gran plancha de piedra en medio de un círculo de árboles.

A- ¿Estás 100% segura de que esto es lo que quieres?

- Absolutamente

A- Muy bien. Ponte de rodillas sobre el altar y descúbrete la espalda

Con manos temblorosas, desabotoné mi camisón y deslicé su parte superior hasta la altura de mis codos. La corriente helada me provocó escalofríos al contacto con mi piel desnuda.

A- Todavía puedes cambiar de opinión y recibir exclusivamente lo que te corresponde

- Nada de lo que diga hará que me retracte. Sólo comience y...

Mi frase fue sustituida por un ensordecedor grito al ser mi espalda atacada por cientos de cortes simultáneos. Las lágrimas brotaron y mis cuerdas vocales se sentían desgarrarse conforme aumentaba el número de heridas.

Nunca antes había experimentado tal nivel de dolor, uno con el que se me dificultaba respirar y parecía me arrebataban un suspiro de vida a cada segundo.

Luego de aproximadamente un minuto en sufrimiento, las agresiones se detuvieron.

A- Espero hayas aprendido la lección

Sin intenciones de socorrerme, Akai limpió el arma empleada con la pastura a su alrededor y poco a poco se fundió en la oscuridad de la noche, anunciando así su partida. Con la escasa fuerza en mi sistema, volví a vestirme y noté cómo la tela del camisón, además de inducir la venida de un intenso ardor con su roce, se adhirió a mí por las grandes cantidades de sangre derramada, misma que empezó a resbalar por mis piernas y marcó un rastro en la maleza.

Conforme volvía a territorio del clan, mi vista se tornó borrosa y la debilidad negó el correcto funcionamiento de mis músculos, culpa del sangrado que no paraba.

- Ayuda... - dije dificultosamente aún sabiendo que nadie acudiría a mi llamado.

Pronto mis extremidades inferiores fallaron junto a mi consciencia, y en la frontera que conectaba el bosque con la residencia de los míos, colapsé.