El brazo no paraba de
sangrarme, era casi sorprendente que a esas alturas no hubiera perdido la razón
ni dejarme vencer por eso pero poco me duró el gusto, siguiendo dándonos golpes
sable a sable igual que en la primera ocasión hizo que el mío resbalara de mi
agarre, sin ningún otro artefacto que me auxiliara la peligrosa punta del que
ella poseía apuntó a mi garganta presionándola pero sin atravesarme… aún
M- y como se suponía
pasaría la mejor ganó, ¿tus últimas palabras?
Me congelé al ver que
después de todo mi esfuerzo no bastó defraudando a los demás y a mí misma
- *Akai, perdóneme, sé que
cuando se entere se va a decepcionar. Si vas a matarme hazlo de una vez, no
quiero que Hyde vea como no pude con esta tarea*- junto con mi resignación
vinieron palabras dichas por mi protector y sin darme cuenta eran precisamente
las que buscaba y serían clave para intentar salir del hoyo: “la manera oficial de acabar con Meiko es
destruir su fuente de vida”, seguía sin comprenderlo así que puse a
funcionar mi pensamiento- *¿cuál es la fuente de energía de un vampiro? la
sangre, ¿y por medio de que se abastece? de las venas, sí, sí, pero ¿qué órgano
se encargaba de cumplir esa función? la respuesta apareció frente a mí
M- ¿no vas a decir nada?
- sí, fue un placer pelear
contigo- sin más que agregar y como pude subí la mano que no estaba lastimada
hasta su pecho y con mis uñas crecidas logré atravesar sus capas de piel hasta
cierto punto en el que tomé la solución al acertijo: su corazón. Abriendo sus
ojos tanto como un plato distinguí su miedo y su súplica porque no lo hiciera,
apresurándose a asesinarme y antes de que pasara violentamente saqué la mano
jalando ese órgano de su sitio, mostrando aun más maldad lo arrojé al suelo mientras algunas de sus lágrimas
caían, en su rostro y cuello comenzaron a aparecer pequeñas grietas como si se
tratase de alguna pieza de porcelana rompiéndose hasta el grado en el que todo
su cuerpo adoptó la misma condición, al ya no soportar su propio peso sus
piernas se destrozaron y al toque con la superficie plana que la sostenía se
convirtió en cientos y cientos de pedazos de color grisáceo y a su vez estos se
descompusieron en un fino polvo que el viento iba barriendo a su paso
H- su cuerpo murió pero su
alma no- con lentitud se volvió a donde yo
- ¿qué?
H- si miras de cerca sabrás
de que hablo
Caminé hacia el corazón que
hace poco extirpé y por más increíble y asombroso que fuese todavía latía sin
un sistema al cual estar conectado, desahogando la última carga de desprecio lo
cogí y ya entre mis dedos lo estrujé hasta hacerlo explotar salpicando parte de
mi con sus sangre mientras que el sobrante de ese saco de vida se desintegró.
Con el evento concluido la única testigo de tan sanguinario final fue retomando
su color original lentamente
H- ¿estás bien?
- tengo fracturado el brazo
pero de ahí en fuera sí, estoy bien- para detener la hemorragia rasgó la parte
baja de mi vestido y ese trozo de tela lo amarró más o menos apretado donde la
herida
H- esto debería ser
suficiente hasta que regresemos, podríamos hacerlo lento ahora que
ya no hay de que estar alertas pero alguien tiene que atenderte antes de que empeores. Buen trabajo
- tú también- rodeándome
por los hombros nos dispusimos a salir de ahí hasta que un inconveniente se
manifestó enfrente de ambos
R- ¿a dónde creen que van?
- ¿¡Ryu!? pero cómo…
R- si Meiko murió tan
fácilmente yo no seré igual, te dije que no se quedaría así
- Hyde, por favor no…
H- descuida, no tardaré en
darle su lección
Mi sexto sentido me avisó
que se trataba de una trampa por lo que quise intervenir aunque me lo
impidieran, como después de un rato no pasó a mayores conservé la calma, la
cual se esfumó cuando de la parte trasera de su pantalón Ryu sacó un puñal sin
que Hyde lo notara
- *¿qué haces ahí?*- me
exalté, no iba a permitir arrebataran la eternidad de un inocente- *no me
quedaré de brazos cruzados, yo lo involucré en esto así que yo debo
enfrentarlo*
Desde mi lado de
perspectiva vi como movió la mano empujando el puñal de atrás hacia adelante,
inesperadamente corrí y me interpuse en la trayectoria del pequeño pero mortal
objeto
** ¡[nombre]!- grité cuando
un puñal viniendo de Ryu se encajó en su pecho- imbécil ¿qué has hecho?
R- yo no quería…
Sabiendo que el día aun no
finalizaba significaba que cualquier acción de ese tipo seguía siendo mortal
para los dos, sin importarle cuan doloroso fuera jaló constantemente del puñal para
desenterrarlo pues justamente entró en la zona de su vitalidad, insistiendo
incansablemente logró extraerlo y emitiendo un grito lastimero se tiró al piso
casi inmovilizada, con sed de venganza le devolví el artefacto a su agresor
pero de una manera en la que con eso pudiera hacerle compañía a Meiko en su
destierro
- Hyde, ayú... ayúdame…- tosía
y escupía sangre, quejándose por la inmensa molestia me hinqué a su lado
buscando una manera de auxiliarla- llévame c-con… Akai
H- no hay tiempo para eso,
tardaremos mucho en llegar, aunque haré lo posible
Intentando no imaginarme el
peor final la cargué pidiéndole que oprimiera su pecho para controlar su pérdida
de fluido y movilicé mis pies lo más rápido que me lo permitían, me sentía inútil
al no contar con lo necesario para salvarla por lo que involuntariamente mis
ojos se humedecieron
- no llores, n-no es… tu
culpa
H- sí que lo es, perdóname-
los sonidos producidos por su boca callaron, su respiración disminuyó y su
cuerpo se puso rígido, con casi todo el camino por delante mis esperanzas
decayeron- *por favor, no me la arrebaten aún, si alguien tiene que irse ese
soy yo* resiste [nombre], resiste…
Ojalá los agarre el amanecer en el camino y así vuelvan a ser inmortales ;A;...
ResponderEliminar¿Y qué pasó con Ryu, se murió o no? No entendí eso
Perdona por no haber contestado antes.
EliminarNo hay nada que decir al respecto a excepción de que todo eso se resuelve en el capítulo posterior a este.