La sala de espera estaba
vacía por lo que la doctora que desde niña (o así lo había creído) me supervisaba
me atendió
N- buenos días
D- buenos días. [nombre] que
sorpresa, no te veía desde que sucedió lo de tus padres
- bueno, anduve en otra parte
del país y a penas volví
D- ¿a qué se debe su
visita?
N- yo le diré: no ha comido
por lo que adelgazó, no duerme, alguien tiene que checarle el brazo que se
fracturó y tiene una crisis emocional
- no es cierto…
D- señorita ¿podría esperar
afuera? con todos esos problemas es probable que demore en revisarla
N- claro, use todo el tiempo
que sea necesario con tal de que salga renovada
Comenzó haciendo un chequeo
básico, por fortuna no había grandes alteraciones por mi cambio de dieta tan
repentino
D- es cierto que has
perdido peso pero nada que no se pueda recuperar en unas semanas. ¿Me permitirías
ver tu brazo?- asentí y me quité la sudadera que traía y con cuidado saqué el
respectivo brazo de la manga de mi camisa- ¿desde hace cuánto que te hicieron
las suturas?
- como hace menos de medio
mes
D- vaya, sanó muy rápido,
con este progreso ahora mismo podría quitártelas
Sin negarme preparó lo
indispensable para retirarlas, tanto las del hombro como las del pecho
D- listo, ya quedó. Por el
tipo de herida me supongo que el día de tu enfrentamiento ha pasado, de seguro
fue doloroso la manera tan violenta en la que te las hicieron
- de hecho… ¿c-cómo?
D- sé lo que eres- me
congelé ante su confesión- pero descuida, tu secreto está a salvo, lo he
mantenido por dieciocho años y lo haré por muchos más
- pero quién…
D- tus padres me lo
tuvieron que confirmar pues una vez que enfermaste muy grave acudieron a mí, al
tener en mis manos los resultados de unos análisis que se te fueron practicados
hubo algo sumamente raro en ellos y fue cuando me confiaron tu identidad
- *no sé porque no lo
recuerdo* eso significa que llegó a conocer a mis padres, no a los adoptivos si
no a los verdaderos
D- específicamente en esa
misma ocasión pues tenías un escaso día de haber llegado a este mundo y de que
fuiste asignada a los señores Otonashi, quizás no tengas memoria de ellos
porque recién se estaban formando tus recuerdos humanos. Akai fue muy amable
con nosotros, aun siendo humanos nos trató como de familia y nos brindó
protección; por el contrario a Midori no pude conocerla pero tu padre siempre
hablaba maravillas de ella
- *así que mi madre se
llamaba Midori*- el hecho de saber el nombre de mamá me reconfortó un poco- ¿y no le entró algo de temor de saber que
seres como nosotros existimos y podemos estar entre ustedes desapercibidos?
D- sí fue un poco extraño
pero sinceramente no, más por el extraordinario trato que nos brindó tu padre
al llegar aquí. Tus tres padres me dieron la orden de comentarte sobre esto y sólo
hasta ahora pude hacerlo pues no sabía si ibas a regresar o a quedarte
definitivamente en tu lugar de nacimiento
- ¿es por eso que mandó a
Naoko a la sala de espera, para sacar el tema?
D- así es, pero recuerda
que tú tampoco puedes decirle nada
- no tengo planeado
hacerlo, será mi amiga pero esto sí que no puedo revelárselo, no sé cómo lo
tomaría y de seguro si lo sabe estaría alardeando con todo mundo sobre eso
D- exactamente. Bien, creo
que hasta aquí termina tu revisión, si sientes molestias no dudes en marcarme o
venir para sacarte una cita
- está bien- estrechamos
nuestras manos- hasta luego
D- adiós, y no olvides
retomar tus hábitos alimenticios normales
- le prometo que así será,
no se preocupe- a lo que salí para reunirme de nuevo con Naoko- listo
N- ¿nos vamos? ojalá que
esto te haya servido
- sí, ya. Am, ¿te molestaría
si me llevas a casa? quiero descansar
N- sí, pero es que te iba a
invitar a comer
- otro día será
Más por obligación que por
ganas me hizo caso, estando fuera de casa nos despedimos y cada quinen prosiguió
con lo suyo, conversar con la doctora de una u otra manera me relajó no sólo
porque había descubierto una pista más de mi madre sino también por saber que
iban a haber personas que me darían fuerzas para olvidarme de mi decisión errónea.
°
Por unas cuantas semanas
Naoko siguió al tanto de mí, se encargó personalmente de supervisar que mi
salud física y emocional fueran mejorando y se mantuvieran estables, igualmente
por medio de llamadas y cartas Hiroki contribuyó, gracias al apoyo de los dos
recuperé mis ánimos casi por completo, de vez en cuando tenía mis bajas pero pude superarlas. Es cierto que adaptarme
a lo que en un pasado estaba acostumbrada fue difícil pues tuve que olvidarme
de todos los comportamientos comunes de un ser de oscuridad como lo eran el
cazar y el consumo de sangre, pero gracias a la colaboración de esas personas
pude cumplir mi meta, ahora sólo me quedaba intentar vivir con el remordimiento
de mis errores y con el hermoso recuerdo de aquellos que en la mansión pasaron
a formar parte de mi vida...
No me había dado cuenta que son 31 capítulos, según yo eran como 37? o_O
ResponderEliminarYa tienes toda la historia terminada o la vas escribiendo conforme terminas un cap.?
Je no, son treinta y uno, aunque si se cuentan las segundas partes por separado serían más.
EliminarYa la tengo toda terminada, tengo los capítulos en borrador para que cuando llegue el día de actualizar simplemente publique