ANGEL'S TALE [HAITSU]

T- Oh no, voy tarde al trabajo... Otra vez...

Los días lluviosos recién comenzaban y por ende los caminos húmedos se volvían peligrosos cuando de conducir se trataba, más por la prisa de no llegar con demora al llamado de nuestros deberes. Dado eso, aquel chico castaño conducía a toda velocidad sin contar que en su intento por estar a tiempo los frenos de su auto lo traicionarían, girando el volante de un lado hacia otro para tratar de bajar la velocidad, pronto un poste lo detuvo de la peor manera, aunque afortunadamente no sucedió nada fatal requería de atención inmediata para descartar cualquier posible lesión, más de una persona se asomó a ver el resultado del accidente pero sólo una de ellas tuvo la cortesía de supervisar que el implicado no estuviera gravemente herido

H- ¿Estás bien?- pero no obtuvo respuesta pues el conductor yacía inconsciente; pronto los servicios de emergencia médica acudieron al lugar del incidente.

Aproximadamente media hora después y tras haber sido cuidadosamente revisado, despertó un tanto confundido por lo sucedido y por lo tanto se alarmó al verse sobre esa camilla, con lo que quiso levantarse pero alguien se lo impidió

H- Debes mantenerte en reposo, no te esfuerces aún

T- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué me pasó? 

H- Tuviste un accidente de tránsito pero descuida, todo está bien

T- ¿Tú me trajiste aquí?

H- En parte, yo me encargué de dar aviso

T- Oh, muchas gracias

O- Veo que ha despertado señor... Ogawa.- entró un hombre más grande en cuanto a edad con bata blanca y un par de hojas en mano- Tuvo una leve torsión en el cuello, por fortuna y pese al fuerte impacto no pasó a mayores, aún así tendrá que permanecer esta noche en el hospital y si no encontramos más molestias mañana en la tarde lo daremos de alta

Posterior a su diagnóstico, el médico se retiró dejándolos nuevamente a solas, los dos dentro de ese cuarto de inmediato entablaron una amigable conversación dando a entender que se estaban llevando excelente a pesar de haberse conocido hace sólo unos minutos atrás.

El caer de la noche anunció la retirada del pelinegro y el descanso del castaño, inexplicablemente comenzó a sentir una extraña atracción hacia aquel chico de apariencia andrógina, más que atracción le parecía especial por lo amable que fue con él y por ser el único en preocuparse por las consecuencias que ese accidente pudo haber dejado, aunque no estaba de más aceptar que le había parecido un tanto hermoso e inusual el rostro del otro joven el cual ciertamente se le figuraba al de... Un ángel.

°

Amaneció con un luminoso sol y un despejado cielo azul, apenas abrió los ojos después de su larga pero necesaria siesta cuando encontró frente a sí al chico que lo auxilió

H- Buenos días

T- Hola

H- ¿Cómo te sientes?

T- Mucho mejor... Amm ¿Puedo hacerte una pregunta?

H- Todas las que gustes

T- Yo... ¿Por qué estás aquí? A lo que me refiero es que ni siquiera me conoces, sin embargo has estado viendo por mi recuperación

H- Te conozco mucho más de lo que te imaginas Tet-chan

T- *Tet-chan... Suena aún más lindo viniendo de su voz* ¿Y de dónde? No recuerdo haberte visto antes, es más ¿Cómo supiste mi nombre o por lo menos mi apodo si ni siquiera te lo dije?

H- Por el momento me reservaré esa información, lo único importante ahora es saber que no te pasó nada malo por lo de ayer

Al poco rato el médico entró para dar sus últimas recomendaciones previas a que se fuera y retomara sus actividades normales, luego de haber llenado unas cuantas formas pudo salir de ahí tan sólo con un collarín para evitar molestias

H- Me encantaría acompañarte, claro, si tú me lo permites

T- Por supuesto- ante su afirmación, el más bajo se aferró a su brazo provocándole un pequeño sonrojo y con lo que su opuesto no pudo evitar soltar una risa y dedicarle una sonrisa, si Tetsu no se equivocaba era como si el atractivo muchacho a su lado tratara de seducirlo y aunque fuera duro de aceptar lentamente lo conseguía con los gestos tan nobles que le mostraba. 

Llegando a casa del más alto, se sentaron a la mesa y acompañados de algunos bocadillos prosiguieron su plática inconclusa tenida en el hospital

T- Tú ya sabes mi nombre, sin embargo yo no he tenido el honor de oír el tuyo

H- Puedes decirme Hyde

T- Lindo nombre *para una linda persona*

H- Gracias- respondió haciéndole una de sus muy características sonrisas llenas de carisma y que causaban un escalofrío en Tetsu ¿Acaso esas sensaciones se debían a que se había... Enamorado? Cuando esa simple y un tanto absurda idea se cruzó por su mente, se negaba a creerla y aceptarla, más porque era demasiado pronto como para llamarlo amor... Pero ciertamente estaba dispuesto a comprobarlo a toda costa antes de que entrara en conflicto por sus dudas.

°

Ya habían  pasado unos días desde que, gracias a un descuido que pudo tener un terrible final, se estableció esa temprana amistad. Por la tarde habían acordado salir a caminar al centro de ciudad, pero previo a ello se citaron en el hogar del recién recuperado para que de ahí partieran a su destino

T- Disculpa, estoy algo retrasado, tan sólo me doy una ducha y nos vamos

H- No hay problema

Teniendo su autorización, fue a tomar su baño procurando no tardarse para no hacerlo esperar. Una vez que concluyó se dirigió a su habitación (lugar en donde indicó a su opuesto que aguardara) encontrando a un Hyde tendido en su cama completamente dormido, dejando su toalla en la orilla de la misma, se acercó lentamente a donde el otro posándose a su derecha y enternecido por el inocente gesto que mantuvo dibujado, casi por instinto y queriendo deshacerse de esa incómoda y confusa sensación, con una de sus manos acarició el rostro de quien permanecía en ese lecho fascinándose por el suave tacto de su piel, a punto de alejarse sus ojos se fijaron en los húmedos y rojos labios entreabiertos del pelinegro, cosa que para él fue como una incitación y sin oponerse a sus impulsos, se inclinó a besarlo sutilmente para no despertarlo. Una vez saciada su sed de probar esa boca ajena con cuidado se apartó, sonrojándose de inmediato pues su chico ya no dormía presenciando en sus cinco sentidos el acto

H- Tetsu...

T- Hyde, yo no…- pero fue callado por otro majestuoso beso iniciado esta vez por quien nunca lo habría pensado, al principio por la sorpresa no correspondió pero con el transcurso de los segundos se dejó llevar por su amado, el cuál colocó sus brazos alrededor de su cuello, el castaño por su parte rodeó la cintura de a quién besaba. Profundizando sus acciones, atinaron a recostarse sobre el suave espacio disponible debajo de ambos sin despegar ni un milímetro sus labios unos de los del otro, haciendo que sus lenguas se enredaran en una batalla por dominar y ser dominada a la vez mientras comenzaban a resonar sus jadeos al unísono y el más alto retiraba la camisa de su amante dejando expuesto su delgado torso, con delicadeza descendió a su cuello para dejar algunas marcas haciendo que Hyde emitiera débiles gemiditos que más tarde se convertirían en estruendosos gritos del más infinito y delicioso placer. Teniendo bien marcada la zona, bajó aún más deteniéndose en su pecho para inmediatamente llevar a su boca aquellas perlas café ya saltadas, mordisqueándolas y acariciándolas con su lengua; los tentadores guturales del más bajo iban en aumento por delirante atención que le era brindada mientras jalaba el cabello de Tetsu. Abandonando su objetivo actual, descendió a su abdomen dejando un camino de besos a su paso hasta detenerse al borde de sus pantalones, no estaba muy seguro de lo que iba a hacer por lo que antes de llevar a cabo lo siguiente miró al muchacho debajo de sí

H- No te resistas, hazlo- en su mirada se podía distinguir una súplica, por lo que obedeciéndolo desabrochó  la prenda deseada, percatándose de que él permanecía vestido en su totalidad se despojó de golpe de toda su ropa ocasionando que el espectador de sus movimientos se pusiera colorado. Retomando su labor anterior quedó a la altura de sus piernas y descifrando más a profundidad la mirada del pequeño, fue retirando sus bóxers hasta deshacerse del mencionado y dejarlo en las mismas condiciones que él, complaciendo sus propias perversiones y las de su actual adoración, acercó su boca ese miembro clamante por un poco de atención recorriéndolo desde la base hasta la suave punta, en donde propició una mordidita

H- Ahh... T-Tetsu...- habló dificultosamente al sentir esa boca engullendo su parte más íntima, sin soportarlo por mucho tiempo liberó su semilla, la cual su opuesto tragó.

Aún jadeante fue jalado por el más alto para volver a unir sus labios, ahora más que nunca se sentía amado por todo lo demostrado y como prueba de ello estaba en lo que muy pronto se entregarían, no se necesitaron palabras para que adivinaran sus pensamientos- Tet-chan, tómame, por favor

Convenciéndose por esa tentadora petición, colocó las piernas de su amante en torno a su cintura, para prepararlo llevó a ofrecerle dos dedos pero el pelinegro los rechazó

T- Si no lo hago podría lastimarte

H- No lo harás, confío en tí, sólo te quiero a ti

Respirando profundo puso en ángulo sus caderas y con una mano guió su miembro al estrecho pasaje de su “amigo” introduciéndose en él lo más cuidadoso que podía ser, aún cuando quería ir despacio, Hyde lo abrazó con sus piernas provocando que entrara rápida y violentamente haciendo que de los dos brotara un sonido gutural de alto volumen. Por un instante se quedó quieto para no lastimar más a su frágil hombre, pero éste se contoneó hacia adelante dándole a entender que la peor parte había pasado y realizó las primeras embestidas con un vaivén sin prisa, el cual aumentó al cumplir las exigencias del inocente, dulce pero a la vez perverso y sensual ser que estaba poseyendo.

Ambos se sentían llegar al borde de la locura ante tantas y placenteras sensaciones, la habitación se inundó de gemidos roncos y descuidados al igual como se había impregnado con el aroma del sexo y del amor mezclándose para formar una sola esencia, su esencia. Violentos espasmos se manifestaban en sus cuerpos en lo que las embestidas no cesaban, perdidos en el deseo y en la erótica danza en la que se movían sincronizadamente, el castaño tomó el miembro del más bajo para masajearlo entre sus dedos al mismo ritmo en que chocaban sus caderas

H- Y-Ya no p-puedo... Más

T- S-Sólo un... Poco m-más- habían alcanzado el punto más alto del paraíso, del cual no querían irse pero tarde o temprano lo harían. Tratando de ahogar sus gritos en los labios ajenos, una corriente recorrió sus espaldas anunciándoles el gran final de ese encuentro y abordando un exquisito orgasmo lograron venirse, agotados se dejaron caer uno encima del otro haciendo un intento por regular sus respiraciones agitadas

H- Eso fue... ¡¿Pero qué he hecho?!- el arrepentimiento lo invadió- Esto no debió pasar porque yo...

T- Shh...- fue silenciado con un dedo sobre su boca- Claro que debió, no me importa si nos conocemos de días, semanas o meses, con esto me demostraste que los sentimientos que creía inexistentes hoy son verdaderos y que eres la persona con la que quiero estar

H- Pero...

T- No se diga más, no por nada estamos aquí y ahora, te quiero Hyde

H- (sonríe) Y yo a ti- dicho esto se dejaron envolver por la calidez otorgada por la tersa piel del contrario y venciéndose ante esa conquista bien merecida...

°

Un par de meses quedaron en el pasado pero en el transcurso de ellos su noviazgo se oficializó, eran un tanto apegados que tuvieron que mudarse juntos para de esta manera disfrutar de todo lo que su propio destino les diese... Aunque no todo era miel sobre hojuelas para desfortuna de ellos, pues las malas experiencias y los secretos revelados demasiado tarde no faltaron...
 

En un día como cualquiera Tetsu despertó primero, o al menos eso creyó al ver que su pareja no estaba a su lado, buscándolo por todos los lugares disponibles de la casa sólo encontró un pequeño ramo de rosas blancas y una nota:

Tet-chan:

Mil gracias por todos los momentos que pasamos, te has convertido en lo más preciado para mí desde esa vez del accidente… Es por eso que me tengo que ir, creo que estar separados y sin que se crucen nuestros caminos como antes es lo mejor, no me lo tomes a mal porque no me arrepiento de nada aún cuando lo nuestro desde un principio estuvo prohibido.

No puedo darte razones exactas del por qué me fui, el tiempo se encargará de eso.

Por favor no me busques, te destrozaría saber mi paradero.

Te ama, Hyde

Su semblante se transformó a uno repleto de confusión y tristeza por esas palabras, pese a su petición, recordó todos los posibles sitios públicos donde lo pudiese hallar y puso sus pasos a andar sin tener buenos resultados, sólo hasta visitar el último sitio y el más importante pues era en donde se habían conocido; el parque cercano a donde ocurrió su incidente en auto

T- ¡Hyde!- se alegró de encontrarlo... Pero su sonrisa se borró al no hacerlo como esperaba- ¿Qué haces ahí? Levántate- de entre el área más solitaria y abundante en vegetación estaba recostado, no se movía, no respondía, inclusive no se le veía respirar ¿Acaso estaba...? Queriendo no imaginarse lo peor siguió dándole estímulos pero fueron en vano, más cuando se percató de que tenía una mano cubriendo su pecho y en otro sujetaba un papel; primero se encargó de leer la nueva nota que por cierto tenía unas cuantas manchas carmesí

Tet-chan:

Si encontraste esto aún cuando te pedí que no me buscaras es porque la palabra muerte me describe en estos precisos momentos, jamás quise decírtelo por miedo a cómo fueras a reaccionar, pero nuestra relación no pudo dar más porque tú como humano que eres no puedes enlazarte conmigo, un ser anormal, un ser celestial… Sí, por más retorcido o imposible que eso suene lo soy, desde hace ya tiempo he estado observándote pues fue parte de mi labor, es por eso que te conocía tanto, más que nada mi deber era velar por ti pero sin ordenarlo desarrollé un afecto inmenso por ti al grado en el que no me importó mi naturaleza ni las normas que me rigen… ni tampoco el que llegara mi final y por lo tanto también tu sufrimiento por esta revelación tan dolorosa, no pienses que accedí a dar mi vida para pagar mi castigo, en serio traté de evitarlo pero el ser que me domina hizo cumplir su voluntad a toda costa y vaya que lo consiguió.

Me despido de ti, mi amado, sé feliz con otra persona de tu misma especie tanto o más de lo que lo fuiste conmigo, aunque eso sí, nunca por nada olvides lo mucho que te amo y lo haré después de mi sentencia.

Siempre tuyo, Hyde

No creía esa declaración por lo que asegurándose de ella retiró la mano sobre su pecho, dejando revelar una mancha de sangre y una profunda herida a la altura de su corazón, debajo de él pudo distinguir un objeto metálico y al sacarlo tuvo sujetado un filoso puñal bañado con la sangre del que alguna vez se le entregó en todos sentidos, ante esto sus ojos estallaron en lágrimas, el hecho de que le ocultara su identidad no le molestaba pero lo que sí era el que se lo hayan arrebatado de esa forma tan cruel; al acordarse del arma que le quitó lo más preciado una idea se fabricó en su mente aunque implicara terminar también con su existencia

T- *Si para verlo y estar con él tengo que dormir eternamente, eso haré*

Depositó un beso en los fríos labios del pelinegro, acarició su rostro sin vida y entrelazó sus dedos con los del mayor, con la mano libre agarró el arma apuntándola a su pecho y para no sentir tanto dolor la clavó rápidamente

T- *espera por mí, nos volveremos a encontrar muy pronto*

En un santiamén su cuerpo le hizo compañía al otro sobre el suelo mientras que la pastura y ambos se teñían de rojo; aún con la diferencia de seres y el fin de la vida interponiéndose no dejarían de amarse.

“Compartamos un mismo cielo, hagamos que nada ni nadie nos aleje, nuestro amor es para siempre y si para amarte tengo que morir, lo haría mil veces para estar contigo. Hasta que la muerte nos separe…

… Y aún después de ella…”