THE DEMON'S SOUL [BL] - CAPÍTULO 3

Cientos de voces llamaron a murmullos mientras la oscuridad me mantenía cautivo...

A mi alrededor ardían interminables llamas que eran veneradas por 7 sombras amorfas, alimentadas con las almas inocentes...

Poco a poco las siluetas fueron ciñéndose en mí; sus manos rasposas y que quemaban al contacto se pasearon por mi ser, algunas con intenciones de lastimarme, otras con cometidos nada sanos. Al final se detuvieron donde se situaba mi vitalidad y, en un instante, cada uno de los dedos que me invadían penetraron mi piel para extraer aquello que les estorbaba, sintiendo una horrible opresión que no me dejaba respirar...

H- Hey... Despierta - agresivamente me sacudió hasta conseguir activar mis sentidos - Buenos días

- Agh, eres tú.. - contesté algo agitado y pasando un brazo por mi frente, consiguiendo arrastrar una capa de sudor en ella. Exhalé con alivio al notar que se trató exclusivamente de una falsa alarma.

H- ¿Pesadillas, eh? - asentí- Si dentro de esos sueños aparecieron mis hermanos, entonces no se trató de una simple ilusión, si no más bien de una predicción

- ¿Cómo?

H- Seres del infierno invadiendo tu preciado mundo, destrucción, muerte... En otras palabras, son las definiciones acorde a lo que acontecerá el día decisivo. Si fue lo que viste mientras dormías, prepárate para verlo realizado dentro de poco

- ¿Puedo darme un baño? - cambié el tema a lo primero que se me vino a la mente.

H- Ignorando lo que te dije y aparentando que no lo oíste, no hará que ese futuro se modifique

- No te ignoro, sólo que son malas noticias para ser antes de las diez y no quiero ponerme de mal humor tan temprano

H- De acuerdo... Respecto a lo otro, depende...

- ¿De qué?

H- De que pueda ducharme contigo, después de todo ambos somos hombres así que no le encuentro problema alguno - sonrió perversamente y guiñó.

- Aquí vamos de nuevo... - solté molesto - Más te vale no espiar

H- ¿O si no qué? ¿Le rezarás a tu salvador para que me dé una reprimenda con su fuerza divina? - dijo en tono burlesco.

- Serás idiota...

H- Y tú un amargado para tu edad... En uno de los estantes hay toallas limpias y todo lo que llegues a necesitar. En cuanto acabes, sigue por el pasillo y baja las escaleras, te esperaré para desayunar

Sacándome las cobijas y estirándome, tomé curso a reducido espacio de aseo poniendo seguro como prevención. 

Mientras que el agua de la regadera me empapaba, fui asaltado por un sinfín de preguntas. ¿Por qué Gloria, sabiendo quién era mi raptor, no iba a buscarme aún? ¿Todas esas palabras de que le importaba no eran más que mentiras? Si tanto alababan a su dios, ¿por qué no hacían algo en su nombre para rescatarme, acabar de una vez por todas con entes malignos y evitar un apocalíptico fin? Ese era otro motivo para no ser creyente a lo que ellos decían era milagroso.

Luego de 25 minutos de filosofía bajo el cálido cobijo del agua, salí de la ducha y me vestí con lo proporcionado anteriormente.

Aún cuando me pesara y me negara a obedecer sus órdenes, atravesé el pasillo con cierto alivio de que pestilente y repugnante olor desapareciera, muy probablemente porque los cadáveres en el cuarto contiguo fueron desechados o, en su defecto, consumidos hasta su última partícula. Proseguí mi recorrido, naciendo un instinto de curiosidad con el oírse de dos voces, ambas masculinas y una de ellas claramente era de Hyde. No conversaban, más bien se percibía como si discutieran, protestaran ante una diferencia de opiniones o ¿se quejaran?

Desconcertado, fui a descubrir de que iba todo ese escándalo, detectando una de las escenas más bochornosas jamás presenciadas en mi corta vida: dos figuras desnudas sobre la mesa de centro de lo que parecía ser la sala, en pleno acto de fornicación. El príncipe impuro se contoneaba para penetrar a un hombre de unos treinta y tantos.

Petrificado, apreté los párpados y me cubrí el rostro con ambas manos.

H- Oh, terminaste antes de lo que vislumbraba... Dame unos segundos... - sin pena alguna continuó embistiendo a su amante. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral ante los sonidos de placer emitidos.

Los guturales de placer cesaron de la nada, viniendo en sustitución el impacto de algo cayendo al suelo y múltiples jadeos.

H- Listo - respondió agitado - Desechar tensiones con quien me proporcionará su elixir, sienta de maravilla por las mañanas

Temerosamente recuperé la postura y vi que terminaba de ponerse los pantalones y la camisa, parte de su cara teñida en rojo, y el cuerpo del otro hombre ya sin vida y con bastantes manchas de sangre.

H- No le des importancia, lo recogeré más tarde - limpió los rastros escarlata en su piel - Por ahora, a comer

- N-No gracias, creo que he perdido el apetito - confesé en medio de nauseas y me giré para tomar el camino de regreso a la alcoba.

H- Vamos, ¿no me digas que perturbé tu mentecilla con semejante pecado frente a tus narices? - me siguió - No simules tanta virginidad y pureza siendo que te sonrojaste - y es que en efecto, mis mejillas se sentían arder sin razón.

- P-por supuesto que no. Supuestamente no matabas por placer y... Si vas a tener sexo, por lo menos hazme el favor de irte a un sitio donde no te vea, es desagradable - mi rostro se contrajo en un gesto de asco.

H- En primer lugar no mato por placer y a cualquiera, únicamente para alimento como ya había dicho y a aquellos que atentan en mi contra; ¿puedes creer que ese tipo era principiante en un monasterio? Hasta ellos sucumben a sus deseos carnales por más devotos que se digan ser... Y en segundo lugar, esta es mi casa y por lo tanto puedo hacer lo que me plazca, donde me plazca, sin pedir permiso a nadie... O dime, ¿te molesta porque... No lo hacía contigo?

- L-lo reitero, eres un idiota

H- Tus patéticos insultos no me engañan. Estoy de muy buen humor así que voy a complacer tus más perversas aspiraciones; por cómo reaccionaste cuando recién te traje, me ha quedado claro que no te importa si otro hombre quiere demostrarte un poco de "amor"

Sin darme tiempo para correr, me empujó provocando que mis piernas chocaran con la base del colchón y, por ende, que cayera sobre él. Antes de ponerme nuevamente de pie, el joven híbrido ya tenía su cuerpo a horcajadas sobre el mío.

- No le encuentro la gracia, ¡detente! ¡Suéltame ya! - pero mi voz extravió su valor ante necia y sucia criatura.

Sus labios hicieron contacto con mi cuello y descendieron a mi clavícula. En medio de forcejeos, jaló de mi camisa hasta que los botones se descosieron y expuso la marca que por desgracia nos emparentaba, misma que comenzó a lamer mientras paseaba sus dedos por mi torso.

- ¡Para, por favor! - mis ojos empezaron a ponerse cristalinos al saberme en tal situación, derramando un par de lágrimas al sentir punzadas muy similares a cuando fui arrebatado de la institución - A-alto, duele...

H- ¿Qué pasa? - se detuvo al ver mi mano presionando la zona y que casi al instante se oyeron ruidos en la planta baja - Maldición, nos han encontrado. Por ninguna razón salgas de esta habitación, ya me encargaré de esto después

Sin comprender lo que sucedía, me mantuve en completa quietud. Mis nervios se alteraron con el constante estruendo de objetos quebrándose e impactos en diferentes superficies.

Rogaba que ese atentado y signos de lucha, fuesen ocasionados por el personal encomendado a mi rescate u otro motivo positivo, pero mis expectativas estaban muy alejadas de lo que realmente sucedía.

La única ventana de la habitación retumbó repetidas veces, lo que me condujo a asomarme a través de la misma. A penas me acerqué, tuve que retroceder cuando ésta se quebró y permitió el ingreso de una pequeña criatura algo terrorífica; tenía apariencia similar a la de un recién nacido con alas, en su cuerpo lucían cientos de heridas y de sus ojos incoloros que me miraban fijamente, resbalaban lágrimas de sangre. La criatura abrió la boca para liberar un horroroso grito, e impulsó su vuelo hacía mí. Crucé la recámara para resguardarme en el baño, pero fue más veloz que yo y me alcanzó mucho antes de entrar.

H- No puedes protegerte solo, aún eres torpe - volvió a donde yo quitándome al extraño ser de encima, lo tomó por las alas y, aplicando mayor fuerza, separó su cabeza del resto de su cuerpo. Posteriormente, arrojó las dos piezas al piso, las cuáles se convirtieron en polvo a los escasos segundos - Corriste con suerte, era uno inofensivo

- ¿Acaso eso...?

H- Sí, un demonio, ese y todos los que surgieron abajo. Probablemente fueron enviados por mis hermanos para tener mi ubicación exacta y saber dónde atacar

- ¿P-pero cómo...?

H- Cuando mi padre abandonó este mundo, dejó una pequeña brecha abierta entre la Tierra y el infierno para que sus súbditos viajasen a voluntad. Pese a ser demonios de muy baja jerarquía y poder, poseen una asombrosa capacidad de rastreo. Seguramente más hordas de ellos nos visitarán y si no los eliminamos estaremos en aprietos, por eso desde hoy tendrás que aprender a exterminarlos por tu cuenta

De uno de los cajones, extrajo dos objetos cubiertos por un trapo y me los entregó. Al destaparlos, hallé dos pistolas junto con su caja de provisiones.

- Y-yo no sé disparar...

H- Pues tendrás que aprender. Las balas se fabricaron con un material especial que debilita y mata a la mayoría de los demonios, confío en que las utilizarás sólo en caso de emergencia

Nunca en mi vida había sujetado un arma de fuego y por ello estaba temeroso, sin embargo, podía ser de suma utilidad.

- *Sí, me salvaste... Pero también intentaste abusar de mí sin importarte nada, no pierdo nada intentándolo*

Aparenté iniciar con mi entrenamiento y me cercioré de que ambas estuviesen cargadas. Teniendo el conocimiento básico de su uso, apunté hacia él como primer objetivo y disparé tres veces pudiendo atravesar su frente, hecho con el que se desplomó y floreció bajo sí un abundante charco escarlata.

- ¡¿Lo hice?!... De verdad, ¿lo maté? - sonreí por dulce logro... Aunque canté victoria muy pronto...

H- ¡Oye ten más cuidado! No soy tu blanco de entrenamiento - se levantó y las balas emergieron de su piel.

¿En serio era inmortal? Dispuesto a acabarlo y a detener esa farsa, seguí disparando hasta que ambas pistolas se quedaron sin municiones; por segunda ocasión las balas no lo dañaron.

H- ¡Es suficiente! ¿Tanto deseas matarme? Pues bien.. .- me arrebató una de las armas, recargó y me la devolvió apuntando a mi pecho - Si esa es tu voluntad, ¿por qué no te disparas justo ahí? Así tus problemas se desintegrarán

Realmente creí que me aniquilaría pero antes de que se oprimiera el gatillo, se retractó.

H- Dado que aún no tienes la madurez para utilizarlas, volverán a ser de mi pertenencia. Quise proporcionarte más libertad y espacio para no depender tanto de mí pero no supiste aprovecharlo... Y ya que me hiciste enojar por comportarte como un lunático, permanecerás el resto del día limitado a ese muro

Me jaló sin cuidado alguno y materializó nuevas cadenas como reemplazo a los que destruyó.

- Te exijo que me sueltes o te juro que me las vas a pagar, maldito insecto de inframundo

H- ¿Esa es la forma correcta de hablarle a tu superior? Tienes una enorme boca para ser alguien tan insignificante. Habré de disciplinarte con un buen castigo

Se distanció y me apuntó con su dedo índice, el cuál movió al aire en patrones amorfos. Pronto pude percibir cómo en una de mis mejillas se formó un rasguño, ¿herirme sin siquiera tocarme era posible? Lo comprobé cuando, desatando su rabia, laceró mi superficie cutánea en varias zonas e inclusive por debajo de mi ropa, presenciando cómo pequeños rastros de sangre comenzaban a escurrir.

- B-basta, por favor

H- Eso lo hubieses pensado antes de provocarme, chiquillo tonto

** A pesar de que me propuse protegerlo, ¿así era como me pagaba, tratando de deshacerse de mí? Era algo que no toleraría por lo que continué marcándolo, observando cómo se arqueaba de dolor y su rostro se humedecía a causa de su llanto.

"Vamos, sigue hiriéndolo. Que experimente lo que es verdadero sufrimiento por subestimarte. saborea el dulce y excitante momento hasta que ese débil humano no lo resista y muera... Entonces tú lo acompañarás"

Una voz me hablaba en mi interior, era como mi subconsciente exponiéndose cada que no pensaba y actuaba con claridad. No contuve mi enojo hasta que dejó de responder a cualquier sensación y su cuerpo se sostuvo por la tensión de las cadenas.

¿A tal nivel se había desbordado mi furia como para inducirle un desmayo por agresión? Angustiado, me detuve y destruí la unión metálica. Lo cogí en mis brazos y lo recosté entre cobijas y almohadas, posteriormente, lo despojé de su camisa y me dediqué a disminuir el sangrado  ejerciendo presión en los cortes, así como amarrando algunos trozos de tela en algunas heridas.

Me preocupaba que no recobrara la consciencia ni manifestara señal alguna de mejoría, más porque ese escarmiento podía dejar secuelas que nos afectarían y pusieran en un riesgo mayor.

° No faltaba mucho para que el anochecer nos abrazara. Mi espera y niveles de estrés disminuyeron en cuanto abrió los ojos.

H- ¿Cómo te sientes?

- Fatal - se quejó.

** Cuidadosamente me erguí para sentarme, percatándome de que estaba vestido únicamente con el bóxer. Loss pensamientos de haber sido asaltado en mi lapso de vulnerabilidad se esfumaron al descubrir la verdadera razón de mi desnudez y del cómo se encargó de atenderme de lo que él mismo ocasionó.

H- Lo lamento, perdí el control, no quería causarte esto...

- Supongo que me lo merecía. Agradezco el no haberme dejado morir, también aprecio tus disculpas

H- No cantes victoria, si las cosas entre nosotros fueran diferente, créeme que no vivirías para contarlo; matarte sería también un suicidio y una de las formas más ridículas de morir. Hoy me arrepentí, pero que esto te sirva para saber qué pasará si sigues subestimándome

- Sí, sí, aprendí mi lección

H- Eso espero - suspiró - Tendré que repintar la pared y lavar la alfombra para retirar las manchas... También, cuando te repongas, te llevaré de compras, no sería educado tenerte vistiendo con esos harapos

- No hace falta que seas amable como recompensa por lo de esta tarde

H- No es por eso, eres mi obligación y debo mantenerte en condiciones óptimas. Necesitas descansar otro poco, no te muevas tan bruscamente o te lastimarás más

Se puso de pie para marcharse, pero antes de eso...

- Si de verdad te produce remordimiento el estado en que me dejaste, hay una forma con la que puedo fingir que nada de esto pasó

H- ¿Cuál?

- Yo... Durante todos estos años hice caso omiso a las leyendas, pero en estos días y más en específico con lo ocurrido... Comienzo a dudar en... - tragué saliva y proseguí- Si en efecto tú me conoces mucho más que yo mismo, te lo pido, cuéntame todo lo que sepas referente al tema. Quiero conocerlo por completo para tener conocimiento sobre lo que me enfrentaré de ahora en adelante

H- No es mi deber revelártelo

- Pero tú dijiste...

H- Sí, que respondería a cada una de tus cuestiones, no obstante, tienes que comprender que eso está fuera de mis responsabilidades. Son tantas cosas que no podrías procesarlas de golpe... 

- Por favor, es lo único que te pido - me observó pensativo.

H- De acuerdo, si gustas, mañana en la mañana conversamos al respecto... Aunque abrir la boca tendrá su costo. ¿Qué me darás a cambio? - por no sé que número de vez, su mirada se tornó lasciva.

- ¿Es que acaso es en lo único que piensas? Si ese es el trato prefiero rechazarlo, vaya que eres experto en romper la seriedad cuando se amerita

H- Ok, ok, suprimamos mis términos, prometo que lo haré. Por cierto, si llegas a detectar actividad inusual y yo no contesto, están en el mismo cajón de donde viste las extraje - refiriéndose a las armas - Luego de tu castigo, confío en que reflexionarás antes de usarlas en mi contra de nuevo

Terminada la charla, me recargué sobre mi costado derecho para dormir y me tapé hasta el cuello. Sus pasos resonaron junto con el encajarse de la puerta en su marco, indicando que había desalojado la recámara.

Por supuesto que conocía a la perfección lo que la susodicha profecía dictaba y cada punto de ella, pero ahora que tenía a uno de los responsables y principales implicados de la misma, me disponía a afrontar mediante su dictamen mi verdadera misión dentro de ese juego...