28 de diciembre de 2014

THE DEMON'S SOUL [BL] - CAPÍTULO 12

Mi periodo de sueño se cortó múltiples ocasiones a lo largo de la madrugada. En una de tales veces, vi que el reloj estaba a punto de marcar la hora habitual en que despertaba, por lo que opté activar mis sentidos aún sin darles un uso mientras ordenaba mis ideas, revoloteando éstas respecto a lo acontecido momentos atrás.

- *¿De verdad Hyde y yo... Lo hicimos?* - dicha interrogante no paraba de formularse aún cuando fuera evidente.

Tenía la sensación de mi piel quemarse en las zonas donde sus labios y sus manos tocaron, igualmente, mi exaltación no disminuía a pesar del paso del tiempo. ¿Por qué me sentía tan confundido y extraño? Después de todo, no tenía ningún tipo de afecto por él...
Sacudí la cabeza para despejarme de todo pensamiento, me senté y estiré previo a levantarme, siendo interrumpido esto último al verme atraído por su figura reposando a mi lado, así como por el apacible gesto que conservaba al dormir.

- *¿Por qué me siento tan vulnerable a costa de que tuvimos sexo?* - probablemente se debía a que continuaba apenado por ser el primer hombre y, en realidad, la primera persona con la que tenía un encuentro íntimo.

Mi atención hubo de enfocarse hacia otro punto cuando se revolvió dentro de las cobijas y sus párpados se abrieron.

H- Buenos días - bostezó.

- Bu-Buenos días

H- ¿Qué tal dormiste?

- M-muy bien, gracias por preguntar... - me era imposible hablar sin tartamudear o establecer contacto visual con él por más de 2 segundos.

H- ¿Y a ti qué te pasa? - observando por el rabillo del ojo, noté cómo se deshizo de las sábanas sobre sí y se recargó en la pared.

- ¿A-a mí? Nada, ¿por qué habría de pasarme algo?

H- Quizás porque me das la espalda mientras te hablo...

- Oh, ¿de veras?

H- Sí, lo estás haciendo ahora

- Claro que no...

Tras mi respuesta y sin previo aviso, rodeó mi torso con sus brazos y me atrajo a su persona, posteriormente, me forzó a mirarlo de frente. Hyde empezó a reír ruidosamente.

H- Ya comprendo. ¿De verdad tanto te avergonzó haberlo hecho conmigo, chico virgen? Estás sonrojado - expresó burlón.

- ¡Por supuesto que no! Debe ser tu sucia imaginación - me zafé de su agarre - Aún cuando te dije que te detuvieras, no te importó. Eso fue parcialmente una violación

H- Lamento corregirte, pero si fuera violación, no lo habrías consentido ni disfrutado, mucho menos hubieses producido sonidos tan... 

- ¡Basta! Eres molesto... - abochornado, me paré y de inmediato me coloqué la ropa interior - Voy a bañarme

H- Date prisa, me gustaría salir contigo

- Hablas de una... ¿Cita?

H- Vaya que tu mente divaga, no me refería a ese salir... Aunque si eso es lo que quieres, no me opongo, así podremos concretar el acto de anoche y formalizar nuestro romance - extendió una de sus extremidades superiores hacia mí y, a modo de fastidiarme, jugueteó con mi cabello enredando una hebra en su dedo índice.

- ¡No me jodas! - lo aparté con brusquedad - Tu "sentido del humor" amaneció bastante irritante...

H- Lo sé... Pero en serio, hay un lugar al que me veo en la necesidad de llevarte

Sin otra opción mas que obedecer antes de ser llevado por la fuerza, fui a refrescarme y a dejar que el agua borrara toda marca impregnada en mi anatomía. Transcurridos 15 minutos, abandoné la ducha y fui relevado por él.
Estando ambos rejuvenecidos y con un aseo completo, bajamos a la sala.

T- Hola hola... - luego de contemplarnos por unos segundos, soltó una carcajada; tenía una mínima idea del motivo de su gracia y vaya que me lamentaba por eso - Lo siento, ¿gustan desayunar?

H- Gracias pero no, es posible que comamos afuera. ¿No vienes?

T- Tal vez en otro momento, no quiero hacer mal tercio

Nos retiramos del departamento y fijamos el rumbo a la parada más próxima,

- ¿No sería más rápido si nos teletransportas a nuestro destino?

H- Efectivamente, pero me he limitado a hacer uso de cualquiera de mis dones. Nada de sacar a relucir mi yo infernal, por 24 horas seré alguien normal... Claro, si eso te parece

Aún cuando no requiriera de mi aprobación, manifesté estar de acuerdo con su decisión.
Abordamos el autobús en cuanto arribó a nuestra posición y nos sentamos en el mismo par de asientos; el trayecto fue silencioso y tranquilo, únicamente armonizado por la transición de la ciudad al paisaje rural conforme avanzábamos. Mi curiosidad se encendió al pasar junto a aquella comunidad donde Amerintia y los demás se refugiaban.

H- Yo que tú, iba pronto a decirle a esa muchacha que estamos... estás bien - declaró al notarme concentrado en la estructura.

- Se alegrará de saberlo... ¿No te enfadaría que lo hiciera?

H- Ya no. Dentro de poco dejarás de tener dueño y serás libre de hacer e ir a donde te plazca

- ¿Mi dueño, tú? Sí, claro...

Sin más que agregar, regresamos a nuestro estado de mudez y recargué mi sien derecha en la ventana, proseguí a cerrar los ojos con la intención de tomar una breve siesta luego de no haber dormido la noche anterior.

Al cabo de aproximadamente 25 minutos, mi acompañante dio un par de palmadas en mi hombro para despertarme, indicándome así el fin del viaje. Bajamos del autobús e ingresamos a un humilde establecimiento de comida a escasos pasos del descenso, sitio en el que efectuamos la primera ingesta del día basada en un buen plato de fruta y cereales, un trozo de pan hecho a mano por los anfitriones, y una taza de chocolate caliente.

Teniendo el estómago lleno, continuamos el recorrido hacia el cuadrante más alejado, descuidado y solitario de ese poblado vecino. Nos guiamos por un sendero de tierra en medio de un extenso pastizal al que, varios metros al horizonte, se le distinguían unas cuantas casas. 

H- ¿Cómo va tu cuerpo?

- ¿Qué?

H- Estás cojeando, podría cargarte si se debe a que incomoda tu...

- ¡Estoy bien! Gracias por el interés, ya has hecho suficiente... ¿Falta mucho?

H- No, de hecho estamos en nuestro objetivo. Esta es la sorpresa

Nos detuvimos enfrente de una casita abandonada y un tanto dañada.

- No entiendo nada... ¿Por qué me traerías a un sitio como este?

H- Te lo explicaré: aquí fue donde comenzó todo - intrigado por lo que hubiera detrás de esa historia, lo miré fijamente - En cuanto se supo de los planes por parte de "Los 7", mi padre vino a este mundo en busca de un humano que sirviera de protección hacia su hijo híbrido. Viajó alrededor del globo, de país en país, de ciudad en ciudad, desgraciadamente, no hubo candidato para riesgosa labor puesto que no cualquiera era apto; si escogía mal, mi alma lo rechazaría, ocasionando que el mortal falleciera y por ende su hijo también.

Hizo una breve pausa para exhalar profundo y reanudó su relato.

H- Esos años de nulo éxito, me tuvo bajo extrema supervisión para que mis hermanos no fuesen a cometer alguna locura durante su ausencia... Y entonces fue turno de visitar este pequeño pueblo. Adoptando su figura humana para poder andar con plena libertad, llegó a estos límites y justo cuando estaba por rendirse, vio a una joven pareja llevando en brazos un pequeño bulto; era un bebé, eras tú. Desde lejos evaluó la capacidad de tu alma y, para bien o para mal, los resultados apuntaron a su favor como fruto de sus esfuerzos, así que fue por mí y me trajo hasta acá. Tus padres y tú ya estaban dormidos para cuando eso sucedió, por lo que fue muy fácil infiltrarnos a tu habitación y realizar el procedimiento

Al son de su narración, rodeamos la casa hasta quedar en el muro contrario, continuó señalando una de las ventanas mediante la cuál admiramos el interior.

H- Primero, mi padre hizo un corte en mi pecho con sus garras; aún tengo la sensación de mi piel siendo rebanada, y el sonido de mis huesos rompiéndose para abrirse paso a mi órgano clave. Sin ninguna consideración, lo extrajo de su guarida, descubrió tu pecho y, como si se tratara de cualquier cosa sin importancia, empezó a presionar mi corazón contra ti para que fuera absorbido por el sitio donde se ubicaba el tuyo. De inmediato rompiste en alaridos de dolor y tus padres vinieron a  tranquilizarte, eso sí, logramos escapar antes de que nos descubrieran y seguimos viendo cómo se desarrollaba el resto. Al cesar tu llanto tras varios minutos de sufrimiento, vimos que una marca se había plasmado en ambos donde los cortes; en definitiva eras el correcto y la transferencia se completó con la aparición permanente de nuestro sello...  De ahí prosigue lo que Gloria te reveló previo a morir y todo lo que has vivido hasta ahora

Atento a sus palabras, fui tras Hyde y retornamos a la parte delantera de la construcción.

H- Según creencias antiguas, se dice que por cada humano, existe un ser celestial y uno demoníaco similares a él; no fue coincidencia el que te seleccionara como candidato y resultaras compatible, así estaba destinado

- Vaya, debo aceptar que es un tanto asombroso y... Escalofriante el cómo se dieron las cosas

H- Eres afortunado de no tener memoria de tal experiencia... En fin, ¿te gustaría pasar? - afirmé con un movimiento de cabeza.

Dio una patada a la puerta para tumbarla y adentrarnos a la morada sin propietario. 
Inspeccionando cada uno por su cuenta, crucé el único pasillo y me dirigí a lo que parecían ser las recámaras, deteniéndome más a detalle en aquella que presumía de tapices azules con barcos y tenía un armario arrimado en un rincón. Curioso por lo que éste pudiera contener, me acerqué y lo abrí con cuidado, no sin que previamente se desprendiera una cortina de polvo y salieran algunos insectos y arácnidos de su interior.
En el lado derecho, se hallaba colgada algo de ropa de adulto percudida por la suciedad y la humedad acumuladas, a su izquierda, habían unas repisas y una caja en el espacio más elevado. Cogí el contenedor de cartón, desprendí la cinta que la sellaba y la destapé, avistando prendas de bebé y juguetes para el mismo. Debajo de toda la tela se escondía un libro que, por alguna razón, destacaba en su portada mi nombre escrito en letras grandes.

- *Así que esto llegó a pertenecerme...*

Al hojearlo, descubrir que no se trataba de un libro común, si no de un álbum fotográfico que no fue llenado ni a la mitad. El centro de todas las fotos era muy posiblemente yo en distintas situaciones: mientras dormía, siendo alimentado, y unas más en pleno baño... Pero las últimas lograron conmoverme al ser cargado por mamá, papá, o ambos.

- *Ellos... Ellos fueron mis padres...* - examiné minuciosamente los retratos intentando memorizar sus rostros.

Mis dedos siguieron su camino a través de las páginas, provocando el derramarse de las primeras lágrimas contra el plástico protector de las fotos conforme avanzaba. Enseguida una mano se posó en mi hombro y vi a Hyde de cuclillas a mi costado; solté el álbum y rápidamente me refugié en él.

H- Tranquilo, tranquilo... - sobó mi espalda para reconfortarme.

- Así pasen mil años y actúe indiferente, continuará doliendo con la misma intensidad

H- Hey - me suejtó de los brazos para erguirme - Mi propuesta sigue en pie así que...

- No, está bien. Admito que tengo inmensas ganas de conocerlos, pero no quiero que al saberme presente me insulten, me desconozcan, digan que soy un monstruo y mucho más.  Además, viéndolo desde una perspectiva distinta, hicieron bien en tomar la decisión que tomaron; sí, prefiero que me hayan abandonado a haberlos visto morir frente a mí por culpa de los demonios, eso no lo soportaría. No les guardo rencor por sus acciones

Intentando calmarme, limpié los rastros de mi llanto con la manga de la camisa y me levanté.

- Sé que prometiste no hacer uso de nada relacionado con tu naturaleza, pero necesito que destruyas esto

H- ¿No quieres conservar aunque sea una foto para...?

- Por favor, sólo... Quémalo. Si mis padres no se lo quedaron, fue para olvidar que alguna vez existí, así al menos me desharé de las pruebas materiales de mi pasado y podré iniciar desde cero

En un principio lo dudó, sin embargo, acabó realizando mi petición. Los dos nos pusimos de pie y guardamos la caja de vuelta en el armario, el cuál comenzó a arder a la señal de un chasquido y extendió las llamas al resto de la habitación. Desalojamos la casa a toda prisa, ya que muy seguramente terminaría reduciéndose a cenizas como lo hacía el viejo ropero.
Una vez afuera a varios metros de separación de la estructura, percibimos el olor del humo y atestiguamos cómo una columna del mismo se elevó por los cielos, arrastrando consigo los recuerdos de un pasado finalmente liberado.

H- ¿Mejor?

- Sí, te lo agradezco. ¿Puedes darme unos segundos? Necesito un respiro

Nos sentamos en uno de los sectores de enorme pastizal para asimilar las últimas piezas del rompecabezas. Hace unas semanas atrás, no hubiera imaginado la montaña rusa emocional que me tocaría vivir.

Perdidos en el lienzo azul con pinceladas blancas sobre nosotros, pronto de entre las lejanas llamas emergió un ente escamoso con apariencia de minotauro; si mis malestares en el pecho no erraban, estábamos en la mira de un demonio. Por instinto y experiencia de los más recientes acontecimientos, me escudé detrás de Hyde, quien adoptó posición a la defensiva conforme se acercaba a nosotros.

- Vámonos, por favor

H- Aguarda... Ese olor y apariencia... - estando a una distancia considerable, distinguimos marcas muy peculiares en la criatura: cicatrices en cada uno de sus párpados y en su cuello - Macu...
M- Vaya, vaya, pero si son nada más y nada menos que el bastardo de Satán y su perro faldero

H- Sí que tienes las agallas bien puestas para presentarte ante mí, ¿vienes a cobrar tu sentencia como Laru?

M- No te creas la gran cosa... En todo caso me gustaría ver rodar tu cráneo a mis pies, pero desgraciadamente no estoy aquí por eso. Vengo en son de "paz" por mandato de tu padre

H- ¿En serio? ¿Y por qué no vino personalmente a decirme lo que tiene que decir?

M- Yo solamente cumplo las órdenes de mi señor, a quien debes cuestionar es a él - fastidiado, torció la boca - El punto es que mañana se cumple la prórroga para deshacer su contrato. Te espera en el centro del infierno después de medio día

H- Dile que ahí estaremos sin falta... ¿Algo más?

M- Por desgracia, no. Agradece que prometí no tocarte ni un sólo cabello, pero no te sientas afortunado, ya me encargaré de pulverizarte en el futuro - sentenció desafiante. Con pasos en retroceso, desapareció.

H- Hay que volver con Tooru, hoy desalojamos su espacio y tenemos que ordenar su recámara - por motivos que desconocía, sus ánimos decayeron repentinamente. 

Sin hacer preguntas para evitar que estallara en mi contra, acepté y nos dirigimos a la parada de autobuses. El retorno se sintió todavía más silencioso y tenso que la ida. ¿Tal vez fue por Macu que su estado se modificó? ¿O no le agradaba del todo la idea de recuperar su alma?

En cuanto arribamos al lugar de Tooru, le dimos una mano en las labores domésticas como compensación al hospedaje brindado.
Entretanto a que nuestro anfitrión se ocupó de desmanchar las paredes donde se abrió el portal, nosotros nos encargamos de que la segunda planta quedara impecable. Màs tarde, Hyde se le unió a Tooru en la tarea de organizar su biblioteca personal, y yo afiné los últimos detalles en la recámara de nuestro superior.

Para cuando media hora se consumió y culminamos los deberes repartidos, únicamente restaba agradecer por la amabilidad y emprender el camino de regreso al apartamento del demonio con el que compartía vida.

- Muchachos, he acabado con... - callé y fui algunos escalones arriba; Hyde y Tooru platicaban o más bien discutían. Mi objetivo no era que su enojo lo descargaran conmigo por entrometerme, así que me propuse aguardar en la habitación de la que venía, sin embargo, en cuanto mi nombre fue mencionado, no pude evitar espiar para conocer de qué iba su charla y la relación con que yo formara parte de ella.

T- ¿Y Macu dijo algo al respecto?

H- Por poco pero se detuvo

T- ¿Y cuando se lo dirás? Porque te recuerdo que mañana...

H- Sí, sí, es que ni siquiera sé por donde comenzar, las palabras no fluyen cuando mi intención es contárselo

T- Será difícil, pero ¿piensas esperar a que pase todo para que vea que lo engañaste y que, en realidad, el único humano puro seguirá siendo él?

H- Baja la voz... En todo caso, si es necesario...

T- Hyde...

H- Ya, está bien, me las ingeniaré para decírselo hoy mismo

¿Había oído bien? ¿Acaso su supuesto plan para que ambos nos libráramos de esa maldición, era una farsa? Con tal confesión involuntaria, creía comprender el por que de su humor que se modificó tan de golpe.
Un tanto decepcionado, aparenté no haber oído nada y bajé con ellos dando la mejor de las sonrisas falsas que sabía mostrar.

- Terminé

H- Nosotros también. Supongo que no hay más que despedirnos

Entre abrazos, algunas frases intercambiadas y la entrega de la espada demoníaca empleada para su devolución a Satán, le dimos punto final a esa corta etapa, que en vez de ser como las típicas despedidas, se convirtió en una tensa y fraudulenta.
Mediante su técnica de teletransporte, llegamos en menos de 3 segundos a la vivienda de mi opuesto y ya ahí, nos dividimos en distintos cuartos; Hyde descansó en uno de los sillones junto al enorme ventanal que adornaba la sala, mientras deleitaba su sentido del gusto con una copa llena de sangre, por mi lado, me asenté en la que dentro de unas horas dejaría de ser mi recámara, centrado en ver el paso y morir de la tarde...

° Con la Luna en su punto más alto, me preparé para la siesta despojándome del pantalón y vistiendo únicamente el bóxer y la larga camisa a botones que portaba. Intranquilo por la situación actual de Hyde, fui a donde él con la sorpresa de que se mantenía en su misma posición, paralizado,  admirando un punto indescifrable.

- ¿Piensas quedarte ahí? No te has movido para nada...

H- Ve a dormir, iré a mi habitación más al rato

- Amm... No es que esté preocupado por ti pero ¿te encuentras bien? Desde que Macu dio el aviso de tu padre, has estado actuando más extraño de lo normal

H- Descuida, no es nada, sólo me preparo mentalmente para el evento

- Ya veo, entonces hasta mañana... - sentía un nudo en la garganta apretarse más y más. No podía soportar más tiempo callado, así que inhalé profundo y cerré los puños para enfrentarlo - ¿Eso es todo? ¿No dirás ni una palabra al respecto? Creí que habíamos acordado ser honestos, pero al parecer el único que se lo está tomando en serio soy yo

H- ¿De qué estás...?

- Toda la tarde tuve que reprimirme, pero ya no más. Te recuerdo que yo también formo parte de esto. ¿entonces por qué tomas decisiones por ambos?

H- ¡A ver, tranquilízate! ¿Me puedes explicar de qué rayos hablas? - confundido y a punto del enfado, se levantó y acercó a mí.

- ¡No te hagas el tonto! - furioso, di un manotazo a su copa, ocasionando que la soltara y ésta se rompiera al contacto con el piso, salpicando su contenido en mis pies - Eres un imbécil

** Se dio media vuelta y subió las escaleras sin oraciones adicionales. ¿Por qué estaba tan molesto? Por mi mente pasó la posibilidad y acorde a ella, lo seguí para corroborar mis sospechas.

- Maldita sea. ¡Déjame en paz!

H- No hasta que conversemos... Mocoso insolente ¡¿Cómo te atreves a cerrar la puerta en mi cara?! ¡Respétame que soy tu superior! - grité al realizar la acción descrita.

- ¿Y a mí qué? Te lo mereces... ¡¿Qué parte de lárgate no entiendes?! - protestó al aparecerme dentro de la recámara gracias a mis habilidades.

H- Te advierto que esta es mi casa, por ende puedo ir a donde se me antoje sin recibir órdenes de un chiquillo como tú... - respiré hondo intencionado a calmarme -  ¿Cuándo lo supiste?

- Antes de venirnos, te escuché charlando con Tooru... ¿Este era tu dichoso trato? ¿Hacerme creer que los dos seríamos humanos, cuando en realidad tú retornarás al infierno?

H- ¿Y a ti por qué te interesa tanto? La finalidad de esto era librarte de esta condena, y que tu cercanía y relación con los demonios acabara para siempre... - agachó la cabeza y se sentó a la orilla de la cama.

- P-pues... No, por nada

H- Entonces tus reproches son injustificados...

- Ya, de acuerdo, te lo diré. Desde que Gloria murió... Tú eres la única persona que tengo; sí, también está Amerintia, pero no quiero volver a esa institución, y a Tooru no pienso causarle problemas. Si te vas, me quedaré solo... Mis padres me abandonaron, Gloria me abandonó... No quiero que seas el tercero en la lista

H- [nombre]...

- No, sólo... no quiero verte hasta que sea la hora decisiva. Vete, por favor

** Asintió repetidamente con la cabeza y se retiró. Acto consecutivo, proseguí a meterme a la cama, focalizado en recargar energías para enfrentar al amanecer y el destino que me deparaba con la anulación del trato.
Pese a haber escupido mi rabia contra su causante, me sentía incluso peor... 

- *Fui muy descortés con él luego de todo lo que ha hecho por mí*

Así como no quería verlo, tampoco pretendía cortar nuestros lazos en pleno conflicto. En remordimiento por mi comportamiento, me trasladé a su habitación y, sigilosamente, entré encontrándolo ya recostado.
Al percatarse de mi presencia, me observó por unos segundos y abrió las cobijas, dando unas palmadas al colchón para que me acostara. Con pasos temerosos, frené al borde de su lecho.

- Hyde yo... No estuvo bien cómo te hablé hace rato así que... Perdón

H- No tengo nada que perdonarte, por el contrario, me lo tenía bien merecido

- Entonces, ¿estamos bien?

H- Completamente bien

Aliviado, me metí entre las sábanas y acomodé de tal manera que nos dimos la espalda el uno al otro.

- Amm... Estos días que pasaron, reconocí dos cosas importantes: la primera, que no todos los demonios son aquellos seres desalmados que han pintado por siglos, tienen sus excepciones, y me alegro de haber convivido con tales excepciones. Y segundo, puedo asegurar que me volví más fuerte no sólo física, también mentalmente, y eso gracias a ti

H- Oye, oye, alto. ¿Es en serio que vas a sincerarte ahora? - ambos nos viramos quedando cara a cara.

- Si no lo hago ahora, nunca podré...

H- No lo tomes como si fuera el adiós para siempre. Es cierto que regresaré al lado de mi padre, pero no estaré encerrado en el infierno; mi misión es esparcir descendencia híbrida entre los tuyos, por lo que de vez en cuando vendré por estos lares

- Ya veo... ¿Y no hay posibilidades de que te quedes como Tooru?

H- Llegué a considerarlo, sin embargo, es imposible. Un demonio únicamente puede permanecer entre humanos con un contrato como el que mañana expirará, siendo exiliado por alguna traición, o por aprobación de Satán, pero ya que soy su descendencia, mi lugar está en nuestro reino. La salida sólo se me otorgará para cuando me haga falta ingerir sangre o deba cumplir con mi labor

- Que injusto... Así que ¿eso igualmente implicará que tú... te acuestes con varias mujeres?

H- No con varias, con la mayoría si es posible; entre más híbridos, mejor. ¿Por qué de repente esa pregunta habiendo otras más importantes?

- Curiosidad...

H- ¿Ah, sí? Porque no se tú, pero yo huelo algo abundando en el aire muy cerca de ti... - comenzó a olfatearme - ¡Ah, ya sé! Me huele a celos - sonrió de lado.

- ¿Celos yo? Ni que fuera tu novia o tu esposa para sentir celos - rodé los ojos y me di media vuelta.

H- Claro... - concluyó sarcástico - Definitivamente detesto esto, pero ya que lo comenzaste, ¿por qué no? También hay un par de puntos a tratar sobre ti

- ¿Como cuáles?

H- Como que los humanos son torpes y fastidiosos, pero tú rebasas esos límites; eres caprichoso y muy mal educado pese a haberte formado una institución religiosa

- Eso no es verdad...

H- Sí que lo es... Vaya, eres un saco de defectos

- Es como un cumplido proviniendo de un demonio impuro

H- Touchè... Pero lo más relevante de todo es...

- ¿Es... es...? - no respondió durante varios segundos - Hombre, si no vas a decir nada, mejor cierra la boca y déjame dormir

Pasó un instante de asfixiante silencio hasta que...

H- [nombre]... Te quiero... - susurró en mi oído.

Quise sentarme y exigir explicaciones a esas 8 letras pronunciadas, aunque fui derribado de inmediato por Hyde, quien se posicionó sobre mi abdomen con las piernas a mis costados y apresó mis muñecas por encima de mi altura.

- Deja de jugar... - se inclinó hacia mis labios. Con sus intenciones claras, ladee el rostro - El que te haya permitido lo de ayer, no significa que puedes repetirlo cuando te plazca

H- Así lo creí, ¿o es que eres de los que se acuestan con cualquiera por simple "consuelo" y pretexto?

- Por supuesto que no, ya te dije que confié ese asunto en ti...

H- Entonces supongo que es señal de que tienes afecto por mí

- N-no... Definitivamente no, no lo malinterpretes

Me soltó y fue cuesta abajo a mis pies. Quizás olfateó la sangre seca que accidentalmente los manchó, por lo que empezó a lamer los rastros del elixir; su toque cosquilleaba y causó una reacción extraña en mí.
Segundos más tarde, tomó la mano con la que tiré su copa y metió uno a uno mis dedos a su boca para limpiarlos, enroscando su lengua y dando leves mordiditas continuas en mis yemas.

- Hyde... - al igual que en la noche anterior, sentía arder mis mejillas y orejas. No había explicación lógica para eso... O al menos la había, pero por cuestión de orgullo, me rehusaba a aceptarlo tan fácilmente.

H- No hay porqué ponerse nervioso, no haré nada similar, lo prometo

Tras desabotonar los primeros botones de mi camisa, remarcó el contorno del sello que nos unía para luego rozarlo con sus labios, éstos ascendieron por mi cuello hasta una de mis comisuras y, sin pensarlo, me asaltaron robándome un beso. Aturdido por el impacto y todas las emociones de por medio, atiné a corresponderle rodeándolo de la espalda. Al mismo tiempo, acarició una de mis piernas, cometido que redireccionó a mi abdomen al desabotonar por completo mi prenda; estaba mal que respondiera a sus actos, pero al final lo hice en forma de débiles quejiditos conforme el contacto labial aceleraba su curso.

H- Vaya humano más ridículo - dijo con una risa burlona.

- ¿Qué? - de no ser por su señalamiento, no me habría percatado de las lágrimas que iniciaron su recorrido por mis mejillas - No sé que me pasa...

H- Yo sí, es la grata sensación de ser amado por la persona que amas. Trágate tu soberbia y no sigas huyendo de algo más que obvio

- ¡Que no! ¿Quién podría enamorarse de ti?

H- ¿Por qué no te lo preguntas? - besando ahora mis mejillas, limpió con la punta de su lengua las finas gotas desbordadas.

- Por favor... *No sigas confundiéndome más* - porque realmente eso hacía, la línea entre admiración y afecto se distorsionó desde que lo supe yendo a mi rescate.

H- ¿Acaso estás dudando?

- ¡No te entrometas en mis pensamientos! Yo me largo

Lo empujé para liberarme de su cuerpo y abandoné su cama, proseguí a salir de la habitación teniendo el corazón latiéndome a mil por hora. Me senté en el pasillo y me recargué en la pared.

-*¿No será que está en lo correcto y quieres que se quede contigo porque... ¡Lo amas!?¡* Pero claro que no, ¿cómo podría quererlo de ese modo?

Mis propias palabras de negación me sabían amargas e inciertas... Mi cerebro era un caos, más ahora que la separación me tenía en una prisión mental. Ni siquiera yo mismo distinguía mis verdaderos sentimientos respecto a ese príncipe impuro que tanto decía odiar...

3 comentarios:

  1. Oh...no quiero que termine TT-TT es demasiado bueno como para que termine tan pronto xC

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Créeme, yo tampoco :7 se tenía planeado hacerlo un poco más extenso pero por desgracia fue para lo más que se pudo dar (que fue un progreso porque ya una vez realizado salieron 10 capítulos pero se modificaron algunas partes, 3 más fueron de gane). Gracias :)

      Eliminar
  2. Sindrome de Estocolmo! hahahah odio los yaois pero esta pareja me gusta muchooooo!!!
    jNMK

    ResponderEliminar

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.