11 de enero de 2015

THE DEMON'S SOUL [BL] - CAPÍTULO 13 [FINAL]

Posterior a mi momento reflexivo en el pasillo y de terminar con un nivel de confusión mayor, me traspasé a mi sitio de descanso, donde por más que lo intentara, no conseguía caer en estado de sueño profundo. Quería olvidarme un rato de lo pasado y lo futuro, pero mi presente se veía intranquilo con tantos sucesos que no me esperaba y que se catalogaban como los más complicados de mi existencia.

Adentrado en mi subconsciente, pronto los primeros rayos solares se posaron sobre mí, haciéndome saber que desperdicié la noche entera hundido en un remolino de pensamientos. Mis ojos ardían y mi cuerpo pesaba, aún en esa patética condición, había que cumplir con lo pactado.

H- ¿Estás despierto? - se oyó desde el corredor.

- Sí. Adelante

Ingresó con una bandeja de comida en las manos, la cuál dejó en uno de los muebles cerca de la cama para reposar donde yo.

H- Esas manchas negras debajo de tus párpados, me dicen que tampoco pudiste dormir...

- No, lo de hoy me está matando lentamente, no he de concentrarme en otra cosa que no sea eso

H- Ya somos dos - suspiró - Bueno, ahí está tu desayuno, una vez que lo termines pues... Aún tenemos tres horas previas a... Tú ya sabes, así que si hay algo que desees...

- No, aunque lo quiera, no tengo ánimos para absolutamente nada, esto es tan deprimente...

H- Y que lo digas... Esta corta travesía, de algún modo, me hizo ver que ciertas personas cambian en sólo días; cuando te traje, implorabas porque te soltara y te dejara en libertad

- Ni me lo menciones. Aunque así como cambia la gente, las primeras impresiones no; sigues siendo un ser detestable - bromee para bajar la tensión.

H- Gracias, lo sé - los dos reímos bajo - A propósito, ¿qué harás?

- No lo sé, ahora que tengo la independencia que tanto anhelaba desde hace unos años, supongo que habré de conseguir un empleo. No poseo experiencia en nada pero en algo habré de ser útil; con mi sueldo rentaré un pequeño departamento o un cuarto compartido

Extendió la mano a la altura de su hombro, materializando en el aire un juego de llaves y su cartera.

H- Ya no requeriré de un lugar dónde refugiarme ni de este bien codiciado por los tuyos, así que ten, no es mucho pero te ayudará por unas semanas. Compré esta casa la adquirí cuando me aparté de Tooru, por lo que podrás olvidarte de rentas o alquileres

- No, es imposible que lo acepte siendo que no lo obtuve por mis propios méritos

H- Eres la única persona a quien se lo heredaría. Te lo ganaste y lo necesitas, así que no veo porqué rechazarlo. No me ofendas y tómalo, es lo menos que te debo después de todo lo que te quité con los años

No tan convencido, cogí ambos objetos con tal de no llevarle la contra, mismos que coloqué debajo de la almohada.

- Es una propiedad muy grande para mi solo, me costará acostumbrarme 

H- Ya que es tuya, podrías solicitar compañeros de vivienda... O, en su defecto, encontrarte una novia, casarte con ella, tener hijos y vivir aquí, no tengo inconvenientes con el uso que le des más adelante.
Te dejo para que comas a gusto y te duches, en tu armario hay un conjunto nuevo que quiero que uses

Sin montar gran espectáculo cuando se fue, cogí una pieza de pan en la charola y proporcioné un par de mordidas, igualmente bebí un diminuto trago de leche; los alimentos me provocaban náuseas nada más con verlos, reacción que me indujo a un ayuno parcial o, de lo contrario, devolvería los alimentos por la misma vía en que entraron a mi aparato digestivo.
Finalizado esto y ya dentro de la regadera, recargué las manos en los mosaicos de la pared y agaché la cabeza, al mismo tiempo que un sinfín de ideas vagaban en mi mente mientras el agua me empapaba. 

No es que no me alegrara el hecho de convertirme en una persona más o menos normal, no volver a ser blanco de criaturas malignas, y que las molestias en mi pecho se esfumaran permanentemente, pero me cuestionaba lo que realmente quería para mí. Era como si una mitad de mi "yo" interno brincara de emoción por ser como debí de haber sido desde un principio, mientras que la otra mitad prefería seguir con ese destino por más peligroso que fuese, aunque para bien o para mal, la sentencia ya estaba dictada.

Mi aseo se concretó luego de 30 minutos. Acatando las indicaciones dadas previamente, extraje del armario las ropas mencionadas, destacando por ser levemente más formales que las usuales, tal vez a causa de que buscaba ofrecer una buena impresión ante su padre y otros de su especie.
Con una imagen aceptable y la presión en su máximo nivel, gastamos el tiempo sobrante preparando la casa para cuando regresara a habitarla.

Dado lo anterior, Hyde suspiró pesadamente yendo a recargarse a su ventana abierta, contemplando la vista de la ciudad modificada en gris por el cielo que se había nublado.

H- Voy a extrañar ver el Sol todas las mañanas, y en la noche el cómo su amante tomaba su lugar...

- Hey, si te cuesta dejar todo atrás, yo... Yo no tengo inconvenientes si de último momento cancelamos lo que...

H- ¿Estarías dispuesto a cargar con lo que esto implica hasta el fin de tus días? Porque te recuerdo que cuando despertaste aquella vez, te dijiste harto de la situación

- Ya lo sé, pero podría hacer un esfuerzo. No he tratado de volverme fuerte y valiente en vano - rápidamente fue hacia mí apretándome contra su pecho.

H- La simple intención se agradece... Pero un trato es un trato, ya no más riesgos para ti luego de lo que has soportado sin corresponderte. Estoy consciente de que no puedes vivir sin mí pero ¿qué se le va a hacer?

- Sueñas... Tus aires de egocentrismo siempre saliendo a relucir - lo empujé zafándome de él.

H- Esa es la verdad, no es como si fueses a morir por admitirlo - con una sonrisa revolvió mi cabello; pese a la triste etapa que enfrentábamos, no apagaba su calidez y personalidad para hacer un poco más agradable el repugnante ambiente - Daré un paseo, regresaré a tiempo para los preparativos finales 

- Te acompaño

H- No me lo tomes a mal, pero así como tú exigiste tu espacio anoche para reflexionar, también pido el mío

- Oh... Claro

Se colocó una chamarra para cubrirse del frío y abandonamos la habitación, trasladándose cada uno en distintas direcciones y con propósitos diversos.

° Tal a lo acordado, retornó en el instante preciso. Cierto que aún teníamos unos minutos para nosotros, pero pretendíamos ser puntuales en nuestra cita por lo que nos adelantamos con la apertura del portal que nos conduciría al centro de Gehena.
Mientras Hyde se centraba en dicha tarea, yo envolví en una sábana la dichosa espada demoníaca y la até a mi espalda; no recordaba qué hacíamos con ella hasta que me explicó cómo pasó a ser de nuestro poder. Esa historia cada vez me asombraba más.

- ¿Quieres que te ayude?

H- No, gracias, mejor aprovecha tus últimos momentos de comodidad. Cuando me haya ido, tendrás que hacerlo todo tú - con un trozo de gis blanco, fue haciendo trazos y garabatos en uno de los muros de mi cuarto, distinguiéndose inmediatamente un símbolo idéntico al que aprendí cuando mi encierro - Aunque a decir verdad, sí hay algo en lo que puedes hacerme un favor

Deteniendo su obra, se acercó hacia mí y palpó mi mejilla con un toque gentil, posteriormente, su tacto fue reemplazado por varios de sus famosos "cortes invisibles", aquellos en los que no requería contacto con su presa para dañarla.

H- Algo me dice que echarás de menos mis agresiones, así que es mi regalo para que no te olvides de las mismas...

- Eso no es verdad...

H- Mentiroso... Además debo confesarlo, me hará falta alguien con quién desahogar mis impulsos y que reaccione de forma tan adorable como tú

El corte se tiñó de escarlata y dejó correr un delgado hilo del mismo color, el cuál recogió lamiendo sobre la herida; por algún motivo y como ya era mi maldita costumbre no autorizada, cientos de sensaciones erróneas se aferraron a mí, al grado en que de tratar de apartarlo por el dolor que infringía, pasé a sucumbir nuevamente a sus bajos instintos. El proceso se repitió hasta que se detuvo el flujo de sangre.

H- Con eso será suficiente - se relamió los labios - Y así te atreves a afirmar que no te gusta... - agregó burlón ante mi sonrojo furioso.

- Cállate... 

Retomando su creación y luego de remarcar y cerrar líneas, finalizó con el símbolo que abarcaba una buena área del plano vertical.

H- Ha quedado. ¿Preparado?

- ¿Tan pronto?

H- La sala donde reside mi padre está bastante alejada de la superficie. Si iniciamos ahora el recorrido, estaremos ante él justo a la hora pactada

Solté un suspiro y me encogí de hombros.

- N-no... Pero hagámoslo...

H- ¿Me concederías el honor?

Afirmé dudoso con la cabeza. Arrojó lo sobrante del gis y continuó a morder nuestras muñecas para hacer una incisión, después embarramos un poco de nuestra vitalidad en los trazos recién hechos, provocando que el símbolo reaccionara y nos revelara el portal al infierno. Según lo que Hyde me había explicado, poseíamos el mismo tipo de sangre por la relación que nos emparentaba, por ello, tanto él como yo teníamos la capacidad de abrir una espiral interdimensional.

H- ¿Que ocurre? - preguntó al verme un tanto titubeante.

- Así que volveré a visitar ese sitio...

H- No hay qué temer, los enemigos no se atreverán a interferir y yo voy a estar contigo. Te acompañaré hasta el fin del viaje - al son de sus oraciones, entrelazó nuestros dedos para darme valor. A través de ese contacto percibí cómo su propia mano temblaba en nerviosismo, pero como siempre, se mostró determinado, serio, y para nada afectado por el acontecimiento vecino.

** Exhalamos pesadamente al unísono y atravesamos el agujero creado hasta llegar a una sala con luz negra, en ella se ubicaban dos enormes espejos en representación del mundo humano y el infierno. Yendo hacia el extremo opuesto de donde emergimos, fuimos conducidos a la parte más elevada del sitio de fuego infinito.

H- Palideciste de repente. Luces como si fueras a desmayarte en cualquier momento... - comenté cuando empezamos a avanzar por el extenso y profundo corredor principal, reafirmando con mayor fuerza el enlace y adoptando semblante enfermo.

- Y no me siento bien...

H- Resiste, guarda esa sensación para cuando sea sumamente necesaria

Aflojando ligeramente el paso para adaptarme a su ritmo, proseguimos el recorrido al centro de "Las Tierras Bajas".

M- A ese ritmo no llegarán con mi amo... - a medio trayecto nos interceptó uno de sus captores. Por instinto, protegí a [nombre] poniéndome delante suyo.

H- Tú...

M- Tranquilízate, a mí tampoco me agrada la idea de tener que verlos tan seguido. Mi señor me ha enviado, los escoltaré hasta sus aposentos por un atajo

Su actitud era más relajada y carente de agresividad, un cambio bastante drástico para alguien que anteriormente atentó en nuestra contra, aún con esa transformación, no confiábamos en él y permanecimos alertas.

Guiados por Macu, paramos frente a una de las estructuras rocosas en donde empleó el ya característico símbolo y lo que le sucede, materializando un túnel con cientos de escalones en descenso por el que acortamos camino. La interminable escalera era alumbrada por antorchas y resguardada por demonios de jerarquía baja.

- ¿No sería mejor si fuésemos directamente hasta lo más profundo? - susurró. 

H- Efectivamente, pero no es posible pues nuestras habilidades poseen sus limitaciones. Únicamente podemos transportarnos a un lugar si tenemos su representación mental, si no conocemos el sitio destino, no hay forma de hacerlo y este es el caso; aunque Satán sea mi creador, jamás he estado en la misma cámara que él o en áreas aledañas

- O sea que cada quien abarca su territorio sin relacionarse con terceros, aunque sean de la misma sangre...

H- Así es. Los sectores funcionan muy similar a las ciudades de tu mundo

Pronto extinguimos nuestras voces al percatarnos de que nuestro guía se adelantó, teniendo que alcanzarlo con una carrera breve.
Las antorchas se acumularon en un punto indicando el fin de la travesía, con ello, distinguimos una enorme puerta roja con remaches en plata que daba acceso a la cámara desde donde reinaba "El Señor del Mal".

M- Es por allá

H- Te lo agradecería... Sin embargo, no lo haré. Por más atajo que sea, se sintió como una eternidad

M- No pidas milagros, hice mucho por ustedes al traerlos sin armar una contienda... O sin tomar la ya manchada castidad de tu querido protegido. Hubieras visto lo lindo que lucía en su primer orgasmo... - rió cínico y cruzándose de brazos a modo retador.

H- Hijo de... - por supuesto que su comentario me enfureció, pues confirmaba mis sospechas de sus abusos hacia [nombre]. La rabia comenzaba a brotar por mis poros, así como el deseo de molerlo a palos y enviarlo con su hermano, no obstante, precedente a avalanzarme hacia él, mi acompañante me frenó jalándome de la camisa.

- Eres mejor persona que Macu, no te rebajes a su nivel por provocaciones - por unos segundos nos miramos fijamente, después bufé y desactivé mi sistema de venganza.

M- Es sorprendente cómo un mocoso puede manejar a voluntad al hijo bastardo de Satán... Me agrada por eso y por lo de hace unos días atrás - le guiñó.

H- Te aconsejo que cierres la boca. Dentro de poco volveré a vivir en el infierno, me aseguraré de hacer miserable cada instante de tu pútrida existencia 

M- Ansío verlo... Pero dejémonos ya de juegos. Antes de entrar... - formó una venda negra y me la entregó - Asegúrate de ajustarla bien

H- A partir de aquí, yo seré tus ojos

- ¿Qué?

H- Ningún humano, además de la mujer que fue mi madre, ha visto a Satán en su forma original, y créeme, no querrás 

Delicadamente amoldé la venda para privarlo de la vista, acto consecutivo, lo sujeté de la muñeca mientras que Macu abrió gigantescas puertas para adentrarnos en la zona del intercambio; la respiración de [nombre] se tornó pesada y veloz.
Con el resonar del chirrido del metal cerrándose detrás nuestro, la habitación circular constituida en su totalidad por muros de piedra se iluminó, estando en el fondo mi padre posado en el trono en el que hacía esparcir su legado.

S- Vaya... Se tomaron bastante en serio la puntualidad, ¿tanto se odian como para querer romper vínculos tan apresuradamente?

H- Negativo, la única razón por la que ahora nos tienes contigo, es porque somos hombres de palabra

S- Ya veo. Olvidaba que tu afecto por este humano es mayor que cualquier cosa

H- Por favor, padre, omitamos hablar de mi vida personal y terminemos con esto lo más rápido posible - dije serio, a lo que él sonrió.

S- Me agrada tu carácter, tal parece que Tooru hizo un buen trabajo al criarte. Gracias, Macu, ya puedes retirarte

El nombrado lo reverenció y desalojó el recinto, quedando exclusivamente las partes esenciales para el ritual. Mi superior descartó su trono para pasarse frente a [nombre], quien permaneció firme incluso cuando Satán rasgó una parte de su camisa y expuso la firma del contrato a anular.

S- El muchacho parece completamente recuperado. Es sorprendente que no presente secuelas luego de que tomé posesión de su ser para sacarlos de apuros

- *¡¿Q-qué?! ¿Él...?* 

S- Como sea, acompáñenme para liberarlos de aquello que tanto les angustia

H- Antes de que eso pase... - le di una palmada en el hombro a mi semejante, acción que interpretó correctamente y de su espalda, un poco torpe, desamarró la espada y la cedió a su dueño legítimo.

S- Ah, la creí extraviaba - al recibirla, la clavó en su costado para introducirla a sí mismo; sí, exactamente el mismo procedimiento que usó al apoderarse del sistema de [nombre] - Prosigamos con...

- D-disculpe, señor... C-creo que no estoy en la postura para hablar pero... ¿N-nos autorizaría un receso para prepararnos?

S- Eres un chiquillo muy atrevido para pronunciar frase alguna ante mí... No me sobra el tiempo como para...

H- Considéralo como mi ultima petición, posteriormente me encomendaré por completo a ti y al motivo por el que soy tu descendencia

S- Aún cuando me pediste acelerar el proceso... Que sean 3 minutos...

Nos situamos frente al conducto por el que entramos y le quité la venda, a lo que [nombre] talló sus ojos y parpadeó repetidamente para que su vista se normalizara. Inspeccionando de arriba a abajo, se contuvo a mirar hacia atrás y toparse con un desagradable encuentro. 

H- Bueno... Aquí es donde todo acaba. Por fin podrás ser un humano normal

- Así es...

** Esbocé una sonrisa a medias, la cuál se invirtió a la vez que mis párpados se humedecieron y sentía quebrarse mi voz.

- Ay no... - agaché el rostro, puesto que no quería mostrarme débil por él... Aunque en esa ocasión la sinceridad fue mayor que el orgullo, así que solté mis represiones y lo abracé para sollozar en su hombro.

H- Hey, ayer te dije que no sería el adiós definitivo, no hay razón para ponerse a llorar - sus palabras fueron emitidas con una gentileza impropia de él.

Luego de acariciar mi cabeza para reconfortarme, rompió la unión. 

H- Si cerramos el trato cuanto antes, quizás sea menos difícil para ambos - se encaminó hacia el centro de la sala para permitir el inicio de la ceremonia, no sin que antes lo detuviera aferrándome a su brazo. 

- A-aguarda, tengo que... Confesarte algo. Pese a que no logré ordenar mis pensamientos y todavía no estoy seguro de lo que deseo para mí... Sigo un tanto confundido respecto a varias cosas, pero me di cuenta de que probablemente yo t-te... Te... Te a... - presionó su dedo índice sobre mis labios.

H- ¿Cuál es el punto de que te obligues a pronunciarlo cuando no...?

- ¿Crees que diría palabras tan peligrosas sólo por la ocasión?

Impresionado, abrió los ojos tanto como pudo y sonrió.

- Tú más que nadie, sabe perfectamente que todo lo que digo es sincero, desde que eres un idiota hasta... Lo... 

H- De acuerdo, no debes terminarlo si aún te cuesta expresarlo, lo he comprendido bien y eso me hace feliz

Con el mismo nivel de dulzura y tras ceñir sus manos en mis mejillas, juntó sus labios con los míos en un contacto muy suave y tierno, pero que dolía más que una puñalada.

- ¿Ehh? ¿Estás... Llorando también? - ya divididos, vi una diminuta gota emanando de sus lagrimales.

H- ¿Cómo? Ahh... - se limpió con la palma - Tus hábitos se contagian - sin extinguir su sonrisa, por más fingida que fuese, no detuvo su empeño por cambiar mi humor.

** Convencidos de dar seguimiento a lo inevitable, recoloqué la venda y nos situamos en el centro de la cámara. A penas unos segundos después, emergieron un par de planchas de piedra del suelo, mismas en las que nos recostamos siendo [nombre] auxiliado por mí. Ya de forma horizontal, fuimos encadenados por cada una de las extremidades.

S- Hijo, ¿aún conservas en tu memoria la sensación de cuando se implantó tu corazón a este chico? - asentí - Me alegro, y es que aunque respondieras lo contrario, apuesto lo recordarías nuevamente por lo que se avecina

** Mi inquietud aumentó durante la explicación de Satán, lo que me condujo a forcejear contra las cadenas con intención de salir corriendo de ahí. Era cobarde mi reacción tras la determinación manifestada, pero ¿quién no estaría de la misma forma si se encontrara a punto de ser intervenido por alguien que no creía existente?
Mis movimientos bruscos provocaron que la venda se desordenara, obteniendo así una pequeña porción de vista; su meta era que mi memoria no retuviera una imagen verdadera del rey del infierno, pero no comprendía el porqué si solamente se avistaba una silueta amorfa con dos orbes rojos, muy similar a las sombras de mis sueños y que enfrentamos. Dicha silueta se dirigió a mí removiendo el resto de tela que estorbaba, y con dos de sus uñas crecidas y puntiagudas, realizó una incisión a la altura de la marca... Aunque extrañamente no sentía nada, era como si al hacer el corte se liberara un anestésico muy potente que adormeció todo mi torso, inclusive escuchaba el crujir de mis huesos pero, aparte del horror psicológico, no percibí sensación alguna... No hasta comenzar a ser extraído el órgano clave de su coraza.
Mi habilidad lingüística no alcanzaba para describir la agonía experimentada. Alaridos desmedidos y desgarradores brotaron de mi garganta, en conjunto a la resistencia que ejercía por romper los anillos de metal que me sujetaban contra mi voluntad. Ese trance de desesperación y lento sufrimiento se prolongó por aproximadamente un minuto.

Minuciosamente cortó venas y arterias que la conectaban para finalmente poder hacerse de mi... Es decir, la vitalidad de Hyde. Mi respiración comenzaba a fallar y pendía en el límite de la asfixia, orillándome a perder el conocimiento segundos más tarde.
Mi último recuerdo al respecto, fue ver a Hyde contrayéndose en el mismo dolor que yo al serle reimplantado lo que desde un principio le pertenecía...

-----------------------------------

¿Acaso iba a morir luego de violenta justa? Frente a mí transitaban varias remembranzas, desde esas forjadas en el cuidado de Gloria, hasta las brutalidades a las que fui sometido por perversión de ese par de demonios hermanos, y también mi estancia concluyente en el infierno.
Sofocándome por el cúmulo de escenas que se me presentaban, solté un grito y, casi por instinto, desperté de golpe clamando por aire.

A- ¡[nombre]! Calma, ya pasó - me rodeó con un brazo sobando mi hombro - ¿Estás bien?

- Eso creo... - me pronuncié jadeante - ¿Qué haces aquí?

A- ¿No te acuerdas? Me llamaste para que viniera a verte...

- He estado inconsciente, yo no lo hice

A- Pues alguien debió hacerlo, Hyde por ejemplo... Quien por cierto no sé dónde se metió

- ¿Es que no lo sabes?

A- ¿Qué cosa?

- *Así que ella no se ha dado cuenta de que él y yo...* No, nada...

A- Me preocupé cuando no respondiste, pero veo que no hay peligro, fue falsa alarma - pasó una de sus manos por mi frente, echando hacia atrás los cabellos adheridos a ésta a causa del sudor - Me gustaría quedarme, sin embargo, los deberes en nuestro hogar temporal están en su peor racha...

- Descuida, puedes irte tranquila

A- No dudes en marcarme en caso de suscitarse una emergencia

Escolté a Amerintia a la salida, nos despedimos y aguardé a que tomara el autobús, sólo hasta entonces volví adentro.
La casa irradiaba un aire vacío y triste sin ese chico que desató mi furia en más de una ocasión. ¿Hyde realmente había vuelto a su hogar por naturaleza? Me era imposible asimilarlo pero me encontraba ahí, sin ese híbrido por el que fui miserable y al mismo tiempo afortunado. Hundido en mis lagunas mentales, me traspasé a la que fue su alcoba y me lancé a su cama, abrazando su almohada para aspirar su aroma impregnado. ¿Por qué me comportaba como una colegiala enamorada? Apenado de mí mismo, solté suave objeto y recobré la compostura.

Únicamente notaba los cambios exteriores, pero los interiores los ignoraba aún cuando sentía mi cabeza y pecho más ligeros.

- Qué raro, es como si me hubiese quitado un peso de encima...

Influido por mis propias deducciones, corrí hacia el baño y ya frente al espejo, me quité los restos de la camisa que fue rasgada por Satán.

- De verdad... se fue... - dije al ver había desaparecido aquella marca que por 18 años estuvo plasmada en mi piel.

Recargando las manos en el lavabo y mi frente en el espejo, me preguntaba lo que sería de mí ya que me asenté en la "normalidad", cierto que no lidiaría con más hordas de seres oscuros, pero enfrentaría un reto mayor: mi día a día como un humano inútil. Fundido en mi plantación del futuro y en la poca esperanza que conservaba, fui botado al presente por un golpeteo en la puerta principal.

Un hombre de aspecto familiar aguardaba afuera.

T- Hola, [nombre]

- Tooru... Pasa

T- Gracias - ambos nos ubicamos en la sala y reposamos en el mismo sillón - Qué alivio saber que ya despertaste. Vine antes, pero la muchacha me contó de tu condición, no me permitió echarte un vistazo

- Y estuvo en lo correcto de algún modo. Ella fue compañera de Gloria, habría actuado según sus principios si se enterara de que la pasó sola con un demonio. ¿Te ofrezco algo?

T- No te molestes, vengo de visita exprés y para asegurarme de que vas bien

- No debiste...

T- Por supuesto que sí. Escucha, sé que aún me consideras un desconocido y que esto lo hago exclusivamente por Hyde, pero independientemente de que tengan un vínculo o no, supe apreciarte por lo que me contó de ti, así que veme como una persona de confianza que yo con todo el gusto estoy a tu servicio

- P-pues gracias

T- No agradezcas, procurar por los míos es mi obligación - dio una ligera palmada en mi espalda - Con tu permiso, me retiro. Puedes acudir a mí cuando te animes, ya conoces la dirección de la que también es tu casa 

- Lo tendré a consideración, aunque no pretendo ocasionarte más problemas de los que ya, fue suficiente con lo que hiciste por mí para rescatarme

T- Problema sería que no visitaras a quien te ayudó a salir de ese agujero, me debes un favor - aclaró divertido en son de broma.

- Está bien, te tomaré la palabra en días próximos

Luego de oír lo que deseaba, me dio un apretón de manos y se marchó por los medios en que lo haría un humano común y corriente para no levantar sospechas.

A lo mejor Gloria y Hyde anularon su presencia ante mí por distintos motivos, pero era reconfortante saber que aún había quien se preocupara por mi bienestar. Quizás no eran las personas con las que quisiera estar, pero se esmeraban en no hacerme pasar esa soledad permanente a la que le temía...


°
Ya había pasado un mes desde mi proceso de liberación. Admito que no todo estaba saliendo acorde a lo establecido, pero no me quedaba de otra mas que seguir adelante y buscar una manera de solucionar las malas rachas; mis empleos eran de mísera paga y muy inestables, así que en más de una ocasión tuve que acudir con el demonio que me brindó su auxilio. Como también era de esperarse, el híbrido que tanto prometió no abandonarme, jamás fue a pronunciar siquiera un "hola". "Qué farsante y mentiroso resultaste ser, apuesto que te has olvidado por completo de mí", reclamaba en mis adentros cada amanecer, aunque claramente esos reclamos al aire no servirían para que la situación cambiara por arte de magia.

Precisamente esa tarde se decidió realizar un homenaje a Gloria, ya que el instituto había sido reparado casi por completo y los miembros retornaron a su hogar (y en donde, en un nicho especial, se colocaron los escasos restos que se rescataron previo a que la escuela cayera en ruinas). 
La ceremonia se ofició en el aula donde impartía sus lecciones a causa de que la parroquia todavía no estaba disponible para su uso; por primera vez en mi corta existencia, tuve la intención de estar atento a la misa como retribución a los años en que aguantó mi rebeldía, me educó y se atribuyó el rol de mis padres, a los que no les guardaba rencor por elegir salvarse a sí mismos de una tragedia.

Durante el día se efectuaron sesiones de plegarias y recuerdos dignos de compartirse; felicidades y desdichas, cada uno era importante para honrar a esa mujer que nos marcó en diferentes aspectos, pero siempre para bien.

° Entre incontables tazas de té consumidas y una plática referente a la homenajeada, el reloj se frenó cerca de las 2:00 am.

- Tengo que irme

A- ¿Por qué no te quedas? Ya es muy tarde para que andes solo en la calle, además a esta hora ya no hay transporte

Sin más alternativa, accedí. Alumbrados por la flama de un encendedor como sustituto de la energía eléctrica que aún no era restablecida, subimos al primer piso y me asignó una habitación.

A- La misma que cuando con nosotros, sigue deteriorada pero de algo te servirá. En el cajón hay una linterna con baterías nuevas o algunas velas y cerillos por si los necesitas 

Ya retirada Amerintia, me descalcé los zapatos y me introduje a la fría cama. Concentrado en la ventana y la imagen de los árboles meciéndose a través de ella, también me enfoqué en el pasado que aconteció hace no mucho y que, para bien o para mal, formaba parte de mi yo actual y de lo esencial e irrelevante de ser quien era...

Por hora y media estuve girando sobre mi lugar sin lograr conciliar el sueño; desde que me acosté tuve un presentimiento que me mortificaba, uno como aquellos en los que sentía venir a una buena cantidad de demonios. ¿A qué se debía tal sensación si había perdido mi habilidad? Harto por eso, me levanté y tomé una de las linternas proporcionadas para recorrer los oscuros y silenciosos pasillos. Bajando las escaleras, yendo hacia la zona de las aulas y el comedor, me detuve en la salida trasera del edificio principal, esa que conducía al segundo patio y a la parroquia que permanecía en las peores condiciones.
Miré fijamente hacia el lugar más sagrado de la institución y mi corazonada aumentó por razones desconocidas. Intrigado por lo que fuese a hallar, agarré fuertemente la linterna y me encaminé hacia dicho sitio.

Entre polvo, algunos escombros y los materiales para la reconstrucción, yacía una persona hincada  en las bancas cerca del altar. Acortando distancia, apunté la luz hacia el inquilino que estaba cubierto por una capa negra.

?- Así que aquí estabas... Te alojaste en un lugar algo... Celestial para mi gusto

- ¿Qué? Pero...

Esa última frase me recordaba a alguien, y esa voz... Confundido por lo presenciado, la persona frente a mí se puso de pie y paulatinamente se giró para encararme.

Mi rostro se tensó en un gesto de sorpresa y mi ritmo cardíaco aceleró. Pronto mi boca se curveó en una sonrisa al distinguir que las conexiones entre el infierno y mi mundo no se acabaron, y que esa criatura que tanto prometió, hizo un poco tarde cumplimiento a su palabra ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.