2 de noviembre de 2015

TÚ, UNA LUZ EN LA OSCURIDAD- CAPÍTULO 11

Sin mentir ni exagerar, la casa sin la persona que me adoptó como su inquilina permanente se sentía vacía, como si la chispa que la iluminaba se hubiese ido mientras Hyde regresaba; con apenas unas horas de ausencia admitía extrañarle no sólo a él, si no a cada aspecto proveniente de su persona que ambientizaba la morada, tales como el sonido de sus ensayos que inundaban cada rincón, el que se paseara de aquí a allá mientras atendía importantes llamadas, sus recibimientos matutinos... E incluso esos detalles que reflejaban su determinación para que cediera a ese amor que me restringía a aceptar.

Con Hyde fuera, Tetsu, Ken y Yuki ocupados con sus proyectos, Sakura también enfocado en su carrera y sin más amigos cercanos con quienes invertir tiempo, los primeros de aquellos catorce días exenta de trabajo y sola se tornaron en un aburrimiento por demás insoportable, estaba acostumbrada a permanecer activa que el tomar un lapso de descanso de ese nivel me era un verdadero problema.


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Con el aseo de la casa culminado y sin tareas extra que ejercer, recién entrada la tarde fui a dar un tour por la ciudad; bien sabía que acabaría por no adquirir nada y quizás por tampoco revisar alguna tienda pero me serviría como distractor por un rato

- Estas serán las peores dos semanas- me decía en lo que me instalaba en una de las mesas de las tantas cafeterías de la comarca, al son de que ponía los audífonos en mis orejas con el volumen a full para amenizar el instante.

Fijando la vista en una de las calles vecinas y en el pasar de la gente por la misma, mi atención se desvió al distinguir en el televisor de la cafetería a ese chico que por otros días se ausentaría. Sacándome los audífonos me enfoqué en la nota televisiva, que aunque de apenas unos cuantos segundos de duración, abordó un fragmento de lo que había sido el primero de mas conciertos en distintos recintos del país.

- Por lo menos alguien se divierte...- dije con pesadumbre recargando la barbilla sobre una mano, mientras que con la otra revolvía constantemente mi bebida con ayuda de una pajilla- ¿Qué estará haciendo justo ahora? Mejor espero a que él me llame, sería descortés interrumpirle

Ya que mi vaso se vació, coloqué un par de billetes sujetos con el servilletero como paga al café que ordené y me encaminé a mi morada por la ruta más larga para distraerme con los múltiples escenarios a mi paso... Aunque mi intención hubo de ser finalizada por las gotas de lluvia emanando de las nubes negras que se acumularon en el cielo.
Ordenando a mis extremidades el moverse a velocidad, pronto pude resguardarme de la naciente tormenta dentro de casa; en realidad esos días húmedos eran de mis preferidos, pero por esa ocasión hube de resistirme con tal de no romper trato con Hyde, aquel en el que no debía enfermar durante su viaje.

- Lluvia, soledad, ocio en exceso... ¿Y luego qué sigue?- y como si alguien hubiese atendido mi cuestión, un mensaje fue recibido por mi móvil, que más que alegrarme me sobresaltó

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De Papá. Recibido 3:17 pm

¿Tendrás algo de tiempo disponible?
Me gustaría que charlásemos.

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En absoluto me molestaba el contenido de dicho texto, lo que sí era el remitente del mismo

- Vaya hipocresía la suya... Primero se desentienden desde que me independicé y ahora sí, ya que creen que las aguas se calmaron y todo se olvidó, me buscan...

Ignorando por completo lo recibido, borré las líneas y me planté en el sillón para ejercitar mis pulgares con el control de la televisión; incluso la programación me hacía malas jugadas pues en ella no había nada que fuera de mi interés. En lo que mi actividad, escuché de entre el fuerte sonido del diluvio el golpeteo a la puerta, suspendiendo mi "entretenimiento" fui a abrir... Quedando estupefacta al reconocer a aquel señor que se hacía llamar mi padre afuera y por demás empapado

- ¿Qué es lo que haces aquí?- disgustada

P- ¿No recibiste mi mensaje? Tengo la tarde libre quise venir a verte

- Me vas a disculpar pero no me nace cruzar más palabra contigo, ahórrense su falsedad que desde que dejé de vivir con ustedes supe la clase de persona con las que por error me relacionaba

P- Así me ignores, no me iré hasta haber tenido una charla contigo. Sólo veinte minutos...

- Lo siento, no estoy de humor- a la brevedad quise cerrarle, pero algo en mi interior me dictó que haría mal si lo realizaba- *No me voy a rebajar a su nivel de arrogancia* Que sean veinte exactos, no más que tengo mucho que hacer- mentí. Escoltada por él, ingresamos y nos asentamos en la sala

P- ¿Hyde no nos acompaña?

- No- respondí cortante- Quítate el saco mojado, te traeré una toalla- yendo por lo mencionado, se lo entregué e hizo uso de ella- Adelante antes de que me arrepienta

Aclarándose la garganta y mientras acababa de secarse recorrió la habitación de extremo a extremo, como si con ello estuviese pensando meticulosamente en el discurso que daría. Las personas que no iban directo al grano me irritaban desde que poseo conciencia, por lo que resoplé y me levanté de mi lugar

- Si no estás preparado mejor ni te hubieras molestado y te evitabas el ser víctima de la lluvia. No es que te corra pero conoces la salida. Si quieres deja la toalla sobre el sillón- remarqué mis pasos hacia mi alcoba para que así se rindiera, pero al no captar el sonido de sus zapatos alejándose me di media vuelta... Encontrándolo en una reverencia que apuntaba a mí- ¿Pero qué...?

P- Te pido una enorme disculpa por el concepto tan absurdamente equivocado que teníamos de ti

- ¿Cómo?

P- En el pasado tu madre y yo fuimos bastante duros contigo. Creíamos que por tu cuenta no obtendrías nada y... Mírate, forjas tu destino de manera independiente a nosotros y con un empleo muy distinto a las expectativas que nos hicimos

Anonadada, decidí devolverme y regresarle los diecinueve minutos que por default le designé

- ¿Por qué me dices todo esto?

P- Ya lo he expuesto, por mi parte me arrepiento de haberte echo caso omiso y encomendarte algo que no querías ni te correspondía. Tu madre es un poco más exigente y orgullosa, por lo que todavía no acepta sus fallos ni pretende asumir que lo cometió

- ¿Y cómo sé que tu remordimiento no es una máscara para que al final, si logro conmoverme, volvamos al principio?

P- Comprendo que estés a la defensiva, es lo menos que merecemos ¿Pero cuándo me había atrevido a pedirte disculpas en el pasado?

En ese punto tenía razón, con anterioridad la soberbia lo superaba como para responsabilizarse de los malos tratos, lo cual lo hacía más creíble y sincero

- (suspiro) Supongo que yo también tuve algo de culpa por reaccionar como lo hice en vez de meditarlo- suavicé mi semblante- Aunque a todo esto ¿Cómo supiste a lo que me dedico?

P- Después de que te fuiste, tu madre me contó haberlos visto a ti y a Hyde casualmente en un restaurante y que ahí ella se enteró que te estaba dando asilo. Con el conocimiento de tu paradero y ya que me proporcionó su número, estuve en contacto con él para que me mantuviera al tanto tuyo; si algo te hacía falta, si enfermabas, si te iba bien... Aún cuando pareciera un padre desinteresado, he estado velando por ti hasta hoy

Mi impacto incrementó, de repente no sonaba tan horrible como en ese periodo previo a dejarlos

- Entonces fue Hyde quien te impulsó a venir a...

P- Probablemente en parte, tenía mis dudas sobre si era correcto acercarme a ti, pero sus palabras me armaron de fuerza; con eso pude notar que en verdad te aprecia, apoya incondicionalmente y se preocupa por tu bienestar. De cualquier forma, estás en tu derecho de recibir o no mis disculpas, sólo quería informarte de que aquel padre que te mandó a segundo plano por debajo de una tonta empresa intenta enmendar los daños

Cierto que era un poco decepcionante el que se deshiciera de la decidia por influencia, pero era un gran avance que no creí aterrizaría. El silencio nos invadió comunicándonos sólo con miradas

- ... ¿Pero quién soy yo para juzgarte? Todo humano se equivoca y nosotros no estamos exentos. No puedo guardar gran carga de rencor en su contra

P- (sonríe) Hija...- lentamente abrió los brazos para estrecharme en ellos, acción que no le negué aunque titubeara al inicio- Sé que luego de esto nuestra relación no será completamente funcional e idéntica a como cuando niña, pero me alegro de recuperarte

El abrazo se rompió al son de su celular timbrabdo, yendo a contestar pronto se incorporó

P- He de irme ya, tu mamá me mandó por algunas compras. Sería satisfactorio reunirnos en estas semanas para restablecer lazos

- Cuéntame los planes y veré si estoy desocupada

Tras ponerse de vuelta su saco, se despidió y partió. Aunque aparentemente se establecieron buenos términos, era muy apresurado y extraño para mí, aún así el que se diera ese paso reavivaba las esperanzas de que los conflictos se disolvieran y se estacionaran épocas mejores...

° Para cuando el sol se ocultó y luego de haber terminado un maratón de noticieros a falta de programas decentes, pasé a mi habitación para dormir y así acabar lo antes posible esa jornada repleta de un sin fin de emociones... Pero por más que me esforzara, mi organismo poseía todavía suficiente energía que el entregarme a Morfeo fue más que imposible. Girando en el colchón sin una posición reconfortante, me levanté de la cama y deambulé por cada uno de los cuartos de la casa con perseverancia a que eso me ayudase a sucumbir a mi ritual nocturno.
Adentrándome a la sala, el comedor, la cocina y hasta el jardín, mi tour finalizó en la recámara de Hyde, en esa alcoba temporalmente apagada y solitaria y en la que abundaba el aroma que lo caracterizaba. Con sigilo y cuidado inspeccioné sus pertenencias a mi alcance sin esculcar más de la cuenta; como intuyendo que me dedicaba a algo que lo relacionaba, una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver en la pantalla de mi móvil que el dueño de esa habitación me buscaba

- ¡Hola!

H- Hey ¿Cómo va todo por allá?

- Bien ahora que llamas- dije sin tapujos, a lo que rió- ¿Y ustedes qué tal?

H- Pesado pero excelente. Disculpa si no te contacté antes, hemos estado en apuros

- No pasa nada, es normal siendo que sus presentaciones son más primordiales que todo lo demás

H- Intentaré llamarte cada noche o al menos cada tercer día. Me alegro de encontrarte despierta todavía... Lo cual es raro ya que siempre a esta hora vagas por tu primer sueño

- Insomnio... Lo mismo aplica para tí...

Por un buen lapso nos mantuvimos intercambiando frases, sólo hasta que el reloj se estacionó cerca de las doce

H- Oh rayos ¿Tanto hemos invertido que tan tarde es ya? Tengo que colgar

- Está bien, no te distraigo más. Suerte, aunque sé no la necesitas

H- Gracias. Buenas noches

- Bue... ¡Oh, aguarda! Casi lo olvido

H- Dime

- ... Muchas gracias

H- ¿Por qué?

- Tú sabes lo que hiciste. Tantas cosas se han transformado a cuesta de tu apoyo, es como si le devolvieras a mi vida esa luz que fue absorbida por la oscuridad del pasado. Te debo una... No, más bien muchas

H- No hay de que, hermosa- con tono pacífico. Nunca me había nombrado así, motivo por el cual tuve la sensación de cientos de mariposas en mi estómago; él rió de nuevo- Nos vemos pronto, descansa

- I-Igualmente. Adiós

Con todo y la llamada concluida y aunque ésta haya sido muy breve en comparación a los ratos prolongados que compartimos del diario, fue más que suficiente para que la curva en mi boca no se extinguiera y perdurara por los siguientes días. Posterior a que su gira culminara, esa voz y su persona retornarían para darle ese color que solamente él sabía esparcir...

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