31 de julio de 2017

WHITE FEATHERS [YAOI] - CAPÍTULO 19

El blanco emperador de la penumbra y sus súbditos de armaduras plateadas, pendieron una vez más del lienzo que cubría la superficie para oscurecerlo. Riko y Zaphyr aún no regresaban de su servicio comunitario, Hyde había deshabilitado su resistencia y se fundió en sueños tras varias dosis de medicina casera, y yo... Seguía escarbando en mis adentros para hallar esa solución desconocida, una que seguramente ya sabía por lo ocurrido, pero que me negaba a aceptar por diversidad de supuestos impedimentos...

- *No tiene caso que le dé vueltas...*- suspiré dándo un último vistazo a quien me implantó una sobredosis de dudas, y me eché a la cama enredándome en los cobertores a modo de crisálida.

Vulnerabilidad, remordimiento, nostalgia... ¿Felicidad? Calidez... ¿Así de intenso y confuso es como se sentía... Ser amado?


°
Me proclamé como el primero de la manada en despertar. Para esa hora medianamente temprana, Riko y Zaphyr recién se iban a acostar debido a que su servicio demandó prolongarse a la madrugada. Ambas estaban exhaustas, por lo que un simple "Bien hecho" fueron los únicos vocablos que intercambié con ellas por la mañana.

H- Buenos días- descendió a donde yo en cuanto las moribundas, bostezando y arrastrando los pies, desalojaron las escaleras. Pasando junto a mí, dio palmaditas en mi nuca cual muestra de cariño a un cachorro y me sonrió

- Hola...

Mientras que yo me mortificaba con las cosas tan directas que me decía por las noches, él andaba como si nada hubiese ocurrido. ¿Tanto disfrutaba ponerme de cabeza con cada sílaba que me confiaba? Por dentro y aislado de su bondad, sospechaba residía un ser perverso y sádico, uno al que le gustaba alborotarme sin medir consecuencias

- ¿Cómo diablos lo haces?- dije para mí

H- ¿Mande?

- N-Nada... Que te ves más relajado

H- Ah... Sí...- respondió con un gesto de credulidad nula- Si bien Riko y sus métodos como sanadora no son los más modernos, sí hacen milagros en nosotros

- E-Es verdad... No sé cómo nos las arreglaríamos sin ella

Desviándonos de mi comentario y terminando en silencio con los hábitos individuales matutinos, partimos hacia el local al que prestábamos nuestros servicios.

Evadiendo complicaciones y charlas en el corto trayecto, a unos metros de la minúscula zona comercial se veía el dueño caminando en círculos fuera de su territorio, atareado y hablando a sí mismo 

H- Buenos días

O- ¡Muchachos, que bueno que llegan! Los necesito más que nunca

- ¿Qué sucede? 

O- Tal parece que hace unas horas, arribó a la isla un grupo de turistas...

- ¿Turistas? No había escuchado de eso...

O- No es de nuestras actividades principales, pero de una a dos, cuanto mucho tres veces al año, se suscita la ocasión y nos deja muy altos ingresos... El punto es que hospedarán en la posada común y no hay suficiente personal que los atienda, ya que los empleados están enfermos o fueron a la ciudad a visitar a sus parientes; uno de ellos me pidió que les ayudara, pero no puedo dejar mi negocio olvidado por unas entregas que debo hacer y... Si bien no es mucho, me preguntaba si puedo confiarles lo programado para hoy

- Por supuesto, váyase tranquilo

H- No se preocupe, nosotros nos encargaremos

O- ¿De verdad? Muchas gracias- estrechó las manos de ambos- En el mostrador dejé una lista con el nombre de los clientes, su número de vivienda y sus pedidos. Cuando acaben con eso, tomen los sobres que guardé en la mesa de la bodega con su paga y serán libres hasta nuevo aviso. Una vez que cierren, pongan la llave bajo la maceta de la entrada, ¿entendido?- asentimos- Les debo una enorme

Haciendo una reverencia, salió corriendo hacia el sector destinado. 
Sin mayores distractores, pusimos manos a la obra y nos repartimos el trabajo para concluir lo antes posible: mientras que Hyde armaba las canastas con los productos de cada orden y cobraba a las personas que llegaban a la tienda, yo actué como el repartidor a domicilio.
No es que me fascinara mi puesto dadas las distancias que iba a recorrer, sin embargo lo prefería más a tener que manejar la registradora; no era muy bueno cuando de recibir y devolver cambio se trataba, razón por la que Riko me encomendaba otras ocupaciones en la cafetería.

H- ¿Estarás bien solo? Algunos paquetes son pesados...

- No soy tan frágil como aparento...

H- No pretendía sonara de esa manera... Incluso para mí lucen complicados de transportar por montón, si vas de una o dos por viaje te cansarás menos. Te relevaré de vez en cuando si así lo quieres

Yendo y viniendo de aquí a allá, tomando un receso por el punto anteriormente explicado y al que ensordecí, a cada segundo que era tragado por el pasado inmediato y tras varias rondas, las estrechas calles que conformaban el pueblo se fueron vaciando, algo curioso ya que éstas del diario abundaban en movimiento hacia todas direcciones.
Igualmente, la poca gente que todavía transitaba, portaba un gesto de cansancio acompañado por bostezos en cadena, aunque ciertamente no le di importancia alguna; una comunidad muy diligente, por más acostumbrada que estuviese a la actividad pesada y continua, también necesitaba recargar energías...

- *Estas personas son de admirar, se sostienen casi por sí mismos y lo que este pedazo de tierra les da...*- vagando en halagos que jamás se sabrían, me detuve a recobrar el aliento no tanto por que se agotaran mis fuerzas, si no por los rayos solares quemando mi cuero cabelludo, que me cocinaban por debajo de las ropas y me hacían transpirar más de lo normal.

Sentado a la sombra del muro de una de las viviendas, destapé una botella de agua que me previne en cargar y bebí su contenido para refrescarme; escoltado al ruido del líquido descendiendo por mi garganta, mis oídos receptaron un conjunto de voces a la lejanía, provenientes del callejón a mi lado. Curioso por la fuente del alboroto vocal, me asomé disimuladamente y distinguí a un grupo de personas frenando su andar a mitad de la cuadra y reuniéndose en dos hileras, algo que indudablemente no era de mi incumbencia, pero que destapó mi atención al ver que todos y cada uno de los ahí presentes gozaban de rasgos bastante peculiares, como sacados de obras de ficción, esculpidos por las manos más hábiles y delicadas... Algo para nada semejante a lo ordinario de los nativos.

- *Tienen pinta de ser de la clase adinerada, ¿para qué venir a un lugar como este, habiendo otros destinos más adecuados a sus gustos caros?*

Atraído por su genética envidiable y vencido por la intriga, los observé con discreción para no ser descubierto y, por ende, que me consideraran un entrometido aunque eso fuese por mis actos de espionaje. Una vez bien colocado y al frente de la masa, se instaló un hombre emergido de la calle extrema opuesta a mí, el cuál repartió algunas palabras a sus colegas que, como las conversaciones previas, no alcancé a oír.
Si bien todos eran de distintivo llamativo, éste último incorporado destacó mucho más que el resto: larga cabellera plateada sujeta en una cola trenzada y floja, de porte sofisticado y presencia intimidante, casi tanto como como si perteneciese a la familia real de alguna región...

- Espera un segundo, yo... ¡Yo lo conozco!- grité inconscientemente, enseguida tapé mi boca y me escondí detrás de la misma pared, rogando por que mi misión encubierta no fracasara.
Las imágenes corrían difusas, aún con ese inconveniente, no me cabía la menor duda de que había tenido contacto con el caballero al mando del gentío, pero ¿en dónde?- *¿Y si se lo pregunto directamente? No... Sería imprudente de mi parte luego de fisgonear y de la posibilidad de que me hayan visto...*- pensativo, agaché la cabeza

H- ¿Qué haces allí?- explotó entre mi silencio y justo en mi oreja, provocando que me alzara violentamente de un brinco

- ¡Me asustaste!

H- Estabas tardando mucho, creí que te había ocurrido algo en el camino

- Lo siento, me autoricé un descanso. Eso y que...- posé la mirada hacia el callejón, para mi sorpresa, los sujetos desaparecieron- No, nada...

H- Volvamos al local, todavían quedan varias entregas que realizar

Asentí y regresamos al sitio descrito por él, no sin que a cada paso, estuviera a la expectativa de encontrarme de nuevo con esos sujetos tan extraños, cosa que no ocurrió. ¿Y si fue un espejismo, producto de la ola de calor? Con su fuga limpia y fugaz, no lo descartaba.

- *¿Quién es él? ¿Por qué me resulta... Familiar?*

H- ¿Esperas a alguien?- dio una palmada a mi espalda al notar mi comportamiento

- A-Ah, no... Es sólo que estoy desconcertado. Me pareció haber visto a los turistas de los que se habla basándome en su apariencia... Aunque no sé, uno de ellos me fue conocido

H- ¿Conocido?

- Sí, así lo siento, sin embargo no logro recordar y eso me frustra. Es como si ese hechizo o lo que sea que se implantó en mi cerebro, aparte de engullir varios años, también se esté alimentando de las memorias más o menos frescas

H- ¿Y no has considerado el confundirlo?

- Ya que lo dices... Puede ser. No los tuve lo suficientemente cerca para comprobarlo, pero con lo pequeño que se ha convertido el mundo últimamente, no me extrañaría si se tratase de algún cliente de la ciudad, o incluso de uno de los comerciantes que servía inocentemente a Demian en Londres...

Poniendo punto y aparte momentáneo a mi dilema, proseguimos con la recolección y envío de suministros escritos por el dueño, así como de otros que iban surgiendo conforme la repartición de los demás.
Metidos exclusivamente en la actividad dictaminada y ajenos a cualquier situación que no la involucrase, aproximadamente dos horas después tachamos de principio a fin los nombres de la lista, terminando así la jornada que no fue tan extenuante como imaginábamos al inicio. 

Luego de hacer un reporte breve de las ventas y ganancias, de ordenar el perímetro principal y coger los sobres con nuestra paga, programamos el retorno directo a casa... Mismo que se vio modificado por factores repentinos y desconcertantes, pues cuando nos dirigíamos a la salida, se escuchó el sonido de la campana en la entrada, anunciando que uno de los habitantes ingresó al local

- Discúlpenos señora, pero ya cerramos

Ignorando mi indicación, siguió adentrándose más a la estructura, lo curioso de esto es que su mirada parecía vacía y conforme se acercaba a nosotros, sus piernas se debilitaron al grado de tener que avanzar sosteniéndose de las estanterías

H- ¿Se encuentra bien?- casi simultáneo a la pregunta de Hyde, la mujer se desvaneció.
Alarmados, nos inclinamos a hablarle y estimularle con el objetivo de que reaccionara, cosa que se nos negó- Quédate con ella, traeré a una de las enfermeras

Mientras que Hyde iba a prisa por la encargada, proseguí con la reanimación colocando una pelota de algodón empapada de alcohol frente a su nariz...

:
**
A toda marcha me trasladé al sector de la playa, mismo en el que se situaba el edificio de asistencia médica. Para sorpresa mía y muy a pesar de que estaba abierto a servicio, ninguna de las especialistas ocupaba su puesto; por sentido común y frente a su ausencia, habría regresado para atenderla de la forma que nos fuera posible, afortunadamente vino a mi mente alguien que sabía del tema y se capacitó para eso

H- Riko...- del mismo modo veloz, crucé la isla de extremo a extremo hasta casa.
Subí las escaleras y me ubiqué en la habitación de las chicas, quienes todavía yacían recuperándose de su empleo nocturno- Riko, despierta...- la sacudí

R- Cinco minutos más...- balbuceó

H- Por favor, te necesitamos...

Luego de insistir, finalmente salió de la cama un tanto soñolienta

R- Maldición. ¿Qué quieres?- cuestionó molesta

H- Acompáñame, hay alguien inconsciente allá afuera. Las enfermeras no están, así que eres la única apta para ayudarnos

R- Está bien, ya (bosteza) voy

Cambió sus ropas y enseguida retornamos a la tienda. [nombre] continuaba sentado en el suelo junto a la desmayada

H- ¿Algún cambio?

- Ninguno...

H- ¿Podrías echarle un vistazo?

R- Claro. ¿Por qué no me cuentan lo que pasó?- comenzó con una revisión de sus signos vitales

- No hay mucho que decir, salvo que se notaba agotada y repentinamente colapsó... Ahora que lo pienso, cuando realizaba las entregas a domicilio, me encontré con otras personas que también lucían enfermas, sin embargo lo dejé pasar porque creí alucinaba debido al calor tan fuerte

H- ¿Será aquella enfermedad que nos mencionó el dueño?

- No lo sé...

R- No tendré gran experiencia en humanos, pero confío en que no hay peligro alguno

H- ¿Estás segura?

R- Totalmente. Su presión no ha bajado, su temperatura no tuvo un aumento o disminución, no hay pupilas dilatadas, inclusive conserva su color y ritmo respiratorio... Lo cuál lo torna más extraño; más que caer por un virus o padecimiento, es como si hubiesen inducido su estado. Es un diagnóstico precipitado, por lo que habré de examinar a otros que presentan el mismo cuadro para corroborar o descartar, entre tanto, mantengámosla en observación

Dictado el veredicto y entre los tres, cargamos a la señora para llevarla provisionalmente a nuestra morada, ya ahí, le dejamos reposar en el lecho correspondiente a Hyde y monitoreamos un progreso inexistente.
Zaphyr también despertó para respaldarnos en lo que Riko recolectaba más pruebas con los vecinos, misión poco fructífera y que no tomó más de unos minutos

- ¿Y bien?

R- Nadie me abrió, no obstante, al asomarme por las ventanas, distinguí a demás familias en la misma condición de inconsciencia. (suspira) No sé ustedes, pero yo cada vez me confirmo más que no se trata de una bacteria que se propaga por el aire o factores similares, ni de una infección, de ser así y acorde a la rapidez con que hace efecto, ¿no nos habríamos contagiado nosotros? 

Z- ¡Es verdad! Principalmente [nombre] porque es quien ha estado en mayor contacto con el exterior y los implicados, sumado a que de los cuatro, con todo y su poder reprimido por la falta de memorias, es el que mayor aura humana posee- susurró la última frase 

R- Las posibilidades levitan en la intemperie. No hay nada confirmado pero mantengámonos alerta por si alguno de nosotros manifiesta síntomas relativos

Z- Es lo justo

H- Bueno, entre tanto a que resolvemos este misterio, iré a dar una vuelta por la posada. Si corro con suerte podré ver al dueño de la tienda en sus cinco sentidos, y aparte de darle los apuntes que hicimos, quizá me proporcione información sobre esta condición

Teniendo los escritos y las llaves del local en las manos, me separé del grupo hacia el inmueble enfocado al alojamiento de turistas. 

Cabía una enorme probabilidad de que tropezara con un montón de gente, durmiendo contra su voluntad en cualquier superficie... Y vaya que las expectativas no fallaron ni un poco.
Con sólo poner un pie en la posada, los escasos empleados y la recepcionista se situaron inmóviles a mitad de camino o en sillas, y como me temía, el hombre solicitado formaba parte de los caídos.
Dejando los objetos sobre una de las mesas de recepción, me propuse investigar más a fondo y ascendí al primer piso donde se localizaban los dormitorios; unos estaban accesibles pero vacíos y el resto cerrados desde adentro. Llamé con insistencia a los segundos sin obtener respuesta, considerando que tal vez sus huéspedes eran los turistas que vagaban por la isla, tomaban una siesta, o simplemente ya habían sido derrotados como el resto de los habitantes.

H- Esto es inútil, no comprendo nada de lo que está pasando...

Resignado, me di la vuelta y bajé a la planta principal. A punto de salir de la propiedad, el ruido de alguien descendiendo por las escaleras hizo eco...

?- ¿Hyde?- me llamó una voz femenina un tanto conocida. Consternado, me viré a la fuente del sonido y fui azotado de inmediato por el asombro

H- ¡¿D-Daika?!- sí, la chica de larga cabellera rubia que habitaba el paraíso y que era cómplice de un amor prohibido, se mostró

Da- ¡Oh por Dios, de verdad eres tú!- conmocionada, me abrazó- Bendito sea que estás bien

H- ¿Q-Qué haces aquí?

Da- Me alegra tanto ver que no te han hecho nada- evadió y se abstuvo de contestar a mis cuestionamientos- Aguarda, ¿y [nombre]?

H- Con Riko, a unos metros de nosotros

Da- Que alivio, me da muchísimo gusto... Ay no... No, no, no, esto es muy grave...- roto el abrazo, se llevó las manos a la cabeza y hundió sus dedos en su cabello- ¡Es horrible! ¡Tienen que abandonar la isla ahora mismo!

H- ¿Por qué? Daika, ¿qué rayos está ocurriendo?

Da- Es... Es... Es Saki. Él y sus hombres vinieron por tí y por [nombre]; ya lo saben todo

H- ¡¿Qué?! ¡¿Fuiste capaz de delatarnos?!

Da- ¡Shhh, no grites...!- puso un dedo sobre sus labios- ¡Por supuesto que no! Te juro por lo más sagrado que no fui yo

H- ¿Entonces quién?

Da- ... De-Demian. Creo que estuvo al tanto de nuestro plan y de lo que ustedes hacían, y con tal de fastidiarles la vida, le contó absolutamente todo a mi hermano. Ahora ellos son aliados y alentó a Saki a bajar del paraíso para cobrarles castigo

H- *Ese hijo de...*- apreté la mandíbula y los puños en señal de rabia

Da- Saki me obligó a encabezar la expedición y te juro que traté de retrasarlo para que ustedes escaparan, incluso usé mi telepatía para comunicarme contigo, lamentablemente no conecté satisfactoriamente con tu aura 

H- Así que sí fuiste tú a quien sentí incompleta... ¿Dónde está él?

Da- No lo sé. Ahora que adormeció a los pobladores, podría estar inspeccionando todas las casas para hallarlos. 
Me encantaría sentarme a tomar el té con ustedes y platicar, desgraciadamente no es el momento propicio para ello. No hay más tiempo que perder, salgan cuanto antes de la isla. No tengo mucha energía porque la agoté con el vuelo y la telepatía, sin embargo utilizaré lo escaso que me sobra para distraerlo y darles ventaja

H- Te lo agradezco...- a punto de desplazarme hacia el sector donde se levantaba nuestra choza...

Da- Hyde... ¿Cómo... Cómo está [nombre]?

H- (suspiro) Sin mínima noción de sus memorias...

Da- ¿Qué? Eso no es posible, su barrera debió debilitarse en cuanto tú...

H- Por desgracia no sucedió así... Han pasado tantas cosas, te las explicaré cuando esta pesadilla haya terminado

Da- De acuerdo... Ahora sí, vete muchacho

Con el alma en la boca, exploté mis piernas cuanto me lo permitían para llegar pronto con los demás, no sin que extremara precauciones y afinara mi vista para no ser interceptado por los hombres del tirano.

Sano, salvo y faltándome el aliento, me reuní con los míos.

R- Hyde, ¿alguna nove...?

H- Tenemos que partir enseguida, la isla es insegura para [nombre] y para mí- dije con dificultad y recargándome en mis rodillas

R- ¿Por qué? ¿Qué hay de esta gente?

H- Acertaste, no es ninguna enfermedad, los pusieron en una especie de coma con magia divina muy superior a la nuestra

R- ¿Magia divina? ¿Quién fue el que...? Oh no... No me digas que...

H- Sí, es obra de Saki. Él y sus guardias andan por la isla en estos precisos instantes. Les explicaré después pero vámonos ya

Con el miedo a flor de piel, nos despedimos del refugio que nos cobijó esas semanas y emprendimos una nueva huída.
Aprovechando que éramos cuatro, cada uno se ocupó de vigilar un punto cardinal mientras nos dirigíamos al puerto

R- ¿Vamos a volar?

H- No, hacerlo con el enemigo pisándonos los talones, sería como firmar nuestra sentencia de muerte. Si Saki detecta una mínima cantidad de dones, estaremos fritos, por lo que habremos de irnos tal cuál se transportan los nativos; no nos arriegaremos a que nos escuchen con una lancha a motor, así que tomaremos un bote de remos

Cuidadosamente buscamos en la orilla lo deseado y ya en la mira, abordamos el bote de madera. 
Para esa primera ronda, Zaphyr y yo tomamos control de los remos, los cuáles movimos a la mayor potencia que nuestros brazos daban para apartarnos en el menor tiempo posible.
Una de las ventajas era que el viento y el oleaje se direccionaron hacia donde nos conducíamos, por lo que el esfuerzo fue menor y recorrimos más distancia.

Ya que las extremidades de los dos se molieron de cansancio, relevamos el control del bote con Riko y [nombre], quienes no disminuyeron el ritmo.
Con la misma rotación constante y violenta, se desenvolvió la última hora...

- ¡No puedo más!- subió el remo y se dejó caer de espaldas

R- Yo tampoco- le secundó en su ademán

Z- Descansemos unos minutos, al fin y al cabo ya nos alejamos bastante- contemplando el horizonte, toda saliente de tierra desapareció de vista y predominó el manto azul 

R- Ahora sí, tranquílamente dinos lo que descubriste

H- Pues... En la posada, inesperadamente me encontré con Daika

R- ¿Daika?- asentí

H- Ella me impartió un breve resumen de los hechos. Como frustramos sus planes con [nombre], se lo arrebatamos, lo herimos, y me atrevo a apostar que hay algo con que lo despojamos de Zaphyr, Demian quiso vengarse y le mencionó a Saki nuestro secreto, por lo que ya está al corriente de que evité mi prisión, que [nombre] no murió y vinimos a la Tierra para comenzar una nueva vida.
No conformes con eso, formaron una alianza para cazarnos

Z- ¡Debimos haberlo imaginado!

R- Ese par de basuras, son tal para cuál... ¿Hasta cuándo continuarán haciendo daño? Me arrepiento de que no hayamos matado a Demian ese día...- dio un golpe al agua de la impotencia

H- Créeme que yo también lo siento... El chiste es que dieron con nuestro escondite y sometieron a los pobladores en un sueño profundo, así ellos explorarían la isla con toda comodidad a sus anchas sin nadie que se interpusiera

R- Qué hipocresía la de Saki, no quiere que un ángel se enamore del "enemigo", pero sí recurre a ellos para sus propias trivialidades y en contra de seres inocentes- sonrió con ironía-  ... Lo que no comprendo es ¿cómo supieron dónde buscarnos? Porque hasta donde tengo presente, a Demian lo dejamos gravemente lesionado en Londres, era imposible que nos siguiera estando privado de la visión...

Z- ¿Y si la tal Daika los traicionó?...

H- No, no fue ella, por el contrario, trató de avisarnos y en estos momentos se debate entre la vida y la muerte para protegernos. No debió ser muy complicado para alguien supremo como Saki el rastrearnos, más porque fuimos sumamente descuidados; era tanta mi urgencia por rescatar a [nombre] de las garras de ese monstruo, que emprendimos el vuelo desde casa hasta Londres y nos olvidamos de los senderos de aura activa que marcamos a nuestro paso. Si Saki no tenía idea de dónde atraparnos, seguramente comenzó la cacería en tu apartamento y se guió por esas columnas...

R- Tienes razón. De haberlo sabido, no nos precipitábamos por impulso...

H- Aunque de haber sido lo opuesto, nos habríamos tardado demasiado en arribar a la capital, y quizás [nombre] estaría en las sucias manos de Demian sin posibilidad de salvación

R- Buen punto... El sacrificio era inevitable...

Z- ¿Y ahora qué haremos?

H- Provisionalmente, hay que pensar en llegar a tierra firme con bien, una vez ahí, que sea lo que nuestro creador quiera. Si vamos a empezar desde cero, nos restringiremos a emplear cualquier tipo de don celestial, así tarde o temprano Saki y Demian nos perderán el rastro, se cansarán y regresarán al paraiso y al averno, respectivamente. No nos arriesgaremos a que por un error, sus alertas se re-activen y entonces la suerte ya no nos ilumine...

R- Correcto... Primero enfoquémonos en seguir remando y salir del mar, lo demás se hará por sí solo

Si bien Zaphyr y Riko se interesaron bastante por lo narrado y participaron en ello, [nombre], quien era uno de los personajes principales en toda la historia, pareció situarse en otro universo con la cabeza gacha

H- ¿Estás bien?- negó sin mirarme- No te preocupes, saldremos juntos de esto- me hinqué frente a él- Así tenga que pelear con uñas y dientes, no voy a permitir que nos separen a los cuatro, mucho menos que te arrebaten de mi lado... No de nuevo...

Agarré sus manos y deposité un beso en cada dorso, posteriormente retomé mi puesto y reanudamos la navegación en silencio, únicamente rodeados por la resonancia del líquido cristalino.
A la deriva, sin un mapa o brújula, nos esperaba un largo viaje...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por entrar y leer.
Tu opinión es muy importante para mí, si te gustó (y si no también) no olvides dejar tus comentarios, es gratis y no te tomará mucho tiempo.

Ayuda a seguir creciendo compartiendo y recomendando este y otros fics.