30 de enero de 2018

WHITE FEATHERS [YAOI] - CAPÍTULO 20

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H- Lo lamento, mi querido [nombre], volví a fallarte...

La delgada y frágil unión de nuestros dedos era lo único que me mantenía lleno de vida, y en cuanto ésta se rompió a causa de los injustos, fue como si mi alma se desprendiera de mi cuerpo, abatiéndome e incapacitándome para siquiera sostenerme por mi propio pie, aprisionado en cadenas por los ciegos seguidores del usurpador.
Solamente estuve expectante de la crueldad del destino, observando cómo la maldición se repetía y nos castigaban por ser de reinos opuestos, entregando a mi amado en las garras de la bestia sin poder evitarlo.

"Si es que de verdad me amas como se lo has contado al mundo, ahora tú confía en mí"

Me esforcé en convencerme de que complacer a Demian era lo mejor para todos, algo absolutamente imposible no porque no confiase en [nombre], si no porque a pesar de haber tomado una dura decisión y mantenerse firme en ella, inconscientemente proyectaba arrepentimiento y rogaba por auxilio a través de sus ojos... Claro, yo en sus zapatos habría reaccionado igual, mucho más al saber que las condiciones pactadas en el contrato se alterarían sin previo aviso, gracias a las tramposas letras pequeñas entre líneas que involucraban a Saki.

Así, tras algunas palabras a las que mis oídos ensordecieron y de que mi cordura se marchitó, me vi junto a los de armadura en medio de un torbellino, el cuál en un santiamén, nos teletransportó desde aquél poblado hasta la famosa "Sala de las Puertas".

O- Bienvenido, su majestad

Los custodios de la puerta al Edén reverenciaron a Saki, quien iba a la delantera de su tropa y abrió la gigante de hierro que conducía al paraíso.
Atravesando de un cuadrante a otro y engullidos por la luz, el monarca aplicó su poder para traspasar la barrera y aparecer en una sección distinta, de la que al emerger, nos alojó en el área de máxima seguridad del palacio.
Todavía llevado a rastras por los guardias, cruzamos múltiples pasillos y bajamos un par de escaleras, para que al final del camino y en las profundidades de la estructura, nos detuviéramos frente a otra puerta reforzada y destacada por dos antorchas encendidas con fuego azul a sus lados, ingresáramos por ella y nos situáramos en la estancia más oscura, sucia y mal oliente en el castillo: el calabozo.
El rincón de los condenados lucía un tanto reducido, conformado por rejas semi oxidadas y un interior desgastado, muy similar al típico modelo de las cárceles en el mundo humano. ¿Cuántas pobres criaturas habrían tenido "el gusto" de pasar sus noches y últimos días ahí, en ese cuchitril? Con las políticas estrictamente ridículas de Saki, apostaba que una buena cantidad...

Después de avanzar unos cuantos metros de la entrada, nos detuvimos en una de las deplorables celdas.

S- ¿Y lo que les pedí?

O- Todo está preparado de acuerdo al protocolo, mi señor

S- Perfecto, tráiganlo

Otro guardia se incorporó, proporcionándole una jeringa llena a la mitad con un líquido verde.

H- ¿Qué es eso?

Sin contestarme, descubrió mi cuello y clavó la aguja en el lateral derecho. Conforme la sustancia se distribuía por mis venas, un enorme ardor me dominó.

S- Ya que tienes fama de ser un insecto escurridizo, tomé medidas drásticas; esto, mi querido amigo, se trata de un inhibidor de esencia celestial, lo que significa que tu naturaleza no te servirá. Igualmente habrá un grupo numeroso de vigías rondando por la zona. Escapar de aquí ya no es opción para tí

Sus subordinados me arrojaron dentro de la jaula, cerraron con pestillo y candado, y salieron en fila de los aposentos, no sin que previamente deslizaran una charola con alimento al interior de mi prisión.

H- Saki...- se viró hacia mí- ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo? No me refiero a [nombre] o a mí, si no... Te has declarado enemigo de los demonios, sin embargo, eres tan desalmado como ellos o incluso más

Mi superior sonrió cínico y cruzándose de brazos.

S- Ojalá tu nuevo hogar sea acogedor... Pero no te acostumbres demasiado, tu estadía no se prolongará por mucho...- y se marchó detrás de sus hombres.

A la partida de todos y con la soledad como único amigo, concentré las fracciones aún activas de mi poder y forcé los seguros para salir de ahí, propósito por demás frustrado y del que desistí hasta que recuperara fuerzas. Aislado en una de las esquinas de la celda, permanecí cual estatua en el suelo, sofocado por mi consciencia y ahogado en el remordimiento y el fracaso.

H- *Quizá yo ya no tenga salvación, pero rezo para que Daika, Riko y Zaphyr hallen la suya, y [nombre] una manera de liberarse de Demian. Si el creador escucha mis plegarias y concreta dichos milagros, asumiré mis pecados y aceptaré el morir aquí y ahora...*

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¿Acaso me había enterrado en una de mis pesadillas tan vívidas? Por desgracia no. Ni siquiera los malos sueños adquirían tonalidades tan oscuras, ni te ataban un montón de disfortunios a la vez...

Desde que ocurrió la tragedia en general transcurrieron unos minutos, mismos que me enseñaron cómo bastaba de un pestañear para que el mundo dieran un giro de trescientos sesenta grados, y cómo todo por lo que se luchó se sometía a una metamorfosis obligatoria. Así de frágiles, efímeras e insignificantes, eran las aspiraciones de un ser vivo ante el impredecible destino...

Todavía privado de la vista, la única señal de actividad que detectaba era el sonido del aleteo de Demian, quien en el corto vuelo no emitió ni el vocablo más sencillo.
Al cabo de unos metros recorridos, la dirección del viaje se modificó para descender en picada y concluir en una superficie plana fija, lo que indicaba que el traslado aéreo había acabado. Acorde al resonar de la suela de su calzado, Demian avanzó a pie por un sendero de piedrecillas sin bajarme de su hombro.

?- Bienveni... ¡Oh, vaya! Lo lograste...- sin duda esa voz pertenecía a Kasim, quien se expresó carente de ánimos- Supongo que Saki asistió tal y como lo pactaron...

D- Así es, te dije que no me rendiría y explotaría cada uno de mis recursos. ¿Comprobaste que todo estuviera en orden?- hubo un breve silencio- Genial

Permitiéndome andar a mi paso, me depositó en la tierra y dio empujones para que caminara, posteriormente flexionó sus dedos en mi brazo para guiarme.
Con cada centímetro que recortábamos, también incrementaba el eco de las pisadas, imaginando así que nos dirigíamos a un sitio profundo y vacío, como una caverna o formaciones huecas similares.

D- No falta mucho- me advirtió sin disminuir el ritmo de la caminata, la cuál no se alargó por mucho.

Consumido un buen tramo de terreno desconocido, Demian me frenó en un punto estratégico, retiró su contacto conmigo y, si mi oído no me engañaba, él y su secuaz se marcharon de ahí a través de una puerta.

- Demian... ¿Demian?- al no obtener respuesta, un tanto temeroso me deshice de lo que privaba mi visión. En un inicio, las imágenes corrieron borrosas por lo apretado de la venda, pero ya que se normalizó...- ¡¿Qué demonios?!

Mi desconcierto creció al verme en el centro de una recámara... No, más bien, al verme en el centro de la recámara que me acogió durante mi estancia en Londres, esa que formaba parte de la mansión en la que viví con Demian.
Sin creer lo captado, hice una inspección del cuarto rotando sobre mi posición, y para mi asombro, absolutamente cada centímetro estaba tal y como lo había dejado previo a la supuesta cirugía.

- ¿Será que me trajo de vuelta a Londres? No, no es tan tonto como para retenerme en un sitio del que los demás tienen conocimiento

Todavía en proceso de asimilación, me acerqué hacia el único ventanal en los muros, cuya área se escondía detrás de largas cortinas cerradas. En un movimiento a velocidad media, corrí los dos pedazos largos colgantes de tela y, para continuar acrecentando mi comprensión nula, a través del cristal contemplé... Mi propio reflejo en una "dimensión" distorsionada, si es que así se le podía llamar al fondo en ruinas en el que se materializaba mi "yo" contrario.

- Definitivamente no estamos en Londres...- me confirmé con escenario tan peculiar- Y si... ¿Esto es el... Infierno?- la simple posibilidad me azotó con un violento escalofrío. Pero ¿por qué lucía más bello de lo que debía ser? Quizás la toxina demoniaca suministrada, causaba que percibiera mi entorno desde una perspectiva menos terrorífica...

O- Joven...- pronunció alguien a mis espaldas inesperadamente, con lo que me di media vuelta un tanto alterado. En el extremo opuesto a mí, se mantuvo quieta una de las "mucamas" que servían a Demian- El amo lo está esperando en el comedor para la cena, ¿sería tan amable de venir conmigo?

La muchacha permaneció congelada y no mostraba intención de irse hasta que yo obedeciera. No tenía más opciones a elegir, por lo que a una distancia considerable, la seguí por la ruta trazada que bien conocía de antes.
Al igual que mi habitación, el pasillo que conectaba los demás cuartos y las tres plantas, no mostraba modificaciones significativas. Al descender por las escaleras, todos los sectores se hallaron en su ubicación original; la entrada principal en la delantera, a su derecha el despacho de Demian, y el sector de comedor y cocina a la izquierda, último al que nos desviamos y en el que yacían Demian y Kasim sentados a la mesa.

D- La cena está servida- dijo con una sonrisa.

Los dos adoptaron una postura seria, aunque por supuesto no me la tragué; internamente moría de ganas por escupirles un par de insultos, impulso que reprimí por mi propio bien. En su lugar, respiré profundo, apreté los puños y conteniendo la rabia, me senté en la silla vacía en una de las orillas más alejadas de ellos.

D- [nombre], Kasim, buen provecho

Él y el albino comenzaron a degustar lo servido: una humeante sopa de verduras y un jugoso filete con ensalada, complementado con una copa de vino. Entre tanto, yo me dediqué a observar fijamente los platillos con cierta desconfianza.

D- ¿Por qué no comes? ¿No tienes apetito, o es que no te gusta?... ¡Ah! Ya entiendo, (ríe) no está envenenado ni nada por el estilo

Con un ademán, mandó a la mucama a que hiciera la prueba de valor. Sin rechistar, la joven tomó una de las cucharas adicionales, la llenó con la sopa, y se la llevó a la boca tras soplar para no quemarse.

D- ¿Lo ves? No hay de qué preocuparse

- Ella es un demonio después de todo, ¿y si contiene una sustancia de efectos exclusivos para humanos?

D- No seas tonto, te doy mi juramento de que no hay nada extraño en los alimentos. Nunca me atrevería a dañar a la persona que amo- con dotes de poca credulidad y discreción, solté una risa ahogada.

- ¿Qué es lo que pretendes?

D- ¿Disculpa?

- ¿A qué estás jugando? Antes hubiese caído como un idiota, pero ahora ya sé que toda esa cortesía... Es pura farsa. ¿Por qué no te ahorras los cuentos y te quitas la máscara? Muéstrame al verdadero Demian, ese que no se tentó el corazón para lastimar a Riko y Zaphyr, y que estuvo a punto de matar a Hyde

Demian soltó los cubiertos, se limpió con la servilleta, y enlazó sus dedos sobre la mesa.

D- Antes que nada, voy a pedirte de la forma más amable que borremos esos nombres desde ahora, no me apetece que discutamos a costa de su mención y... Te agrada que sea un amante que te trata como a un rey, que te mime y sea comprensivo, ¿cierto? Pues es exactamente lo que haré a partir de hoy. Quiero comenzar desde cero y con honores, como en aquellos tiempos en los que, además de a tu tutora, sólo me necesitabas a mí. (suspira) Comamos ya o se enfriará

Con la misma curva forzada en sus labios, reanudó su labor alimenticia en calma, comportamiento totalmente opuesto al de Kasim, quien no paraba de lanzarme miradas asesinas y de transmitirme de su odio.
Continuaba sin fiarme del contenido en los platos, pero ya que no había ingerido nada desde el desayuno (salvo los horribles caramelos rancios en el bote), mi hambre a esas horas era enorme. Sabiendo que mi salud podía peligrar, di un pequeño sorbo a la sopa y un mordisco al trozo de carne; además de que no sentí nada inusual en su paseo por mi esófago, aceptaba que estaba delicioso, aspecto que no escondí y me orilló a consumirlo como si fuese un niño salvaje.

D- Parece que alguien llevaba un buen rato en ayunas, espero haya sido suficiente- manifestó una vez que acabé hasta con la más mínima partícula comestible- Vuelve a arriba y aséate, una de las muchachas te brindará ropa limpia

Callado y escoltado por la misma sirvienta que me buscó con anticipación, retorné al rincón de sosiego y privacidad encomendado.
Nada más al entrar al baño en mi pieza y estar a solas de nuevo, me di cuenta de que la bañera ya había sido preparada con anticipación, al igual que todo lo que necesitaría durante y después de mi sesión de limpieza, una que dudé en tomar hasta que me hice consciente del desastre sobre mí...

- Esto no tenía que ocurrir...- miré con pesar las prendas que me vestían, las cuáles se mancharon casi por completo de una sangre ajena y de peluzas e hilos blanquecinos.
El saberme con abundantes salpicaduras y recordar su devastador origen, me generó una dolorosa opresión en el pecho, complementada con un trago bien cargado de remordimiento. Iba a enloquecer si no me deshacía de los estragos de experiencia perturbadora, así que me desvestí con rapidez, ingresé al agua que se tiñó de a poco en carmesí, y tallé los restos escarlata de mi piel con ayuda de jabón y esponja, también lavé mi cabello para quitar la salinidad del mar que se impregnó en él.

No pasaron más de diez minutos cuando lo di por terminado. Saqué el tapón de la bañera y mientras se vaciaba, extraje las plumas maltratadas del pantalón y las reubiqué dentro de las prendas nuevas, coloqué la ropa sucia en el canasto destinado a ello, sequé la humedad en mi cuerpo y me vestí con la pijama holgada de dos piezas a mi disposición.
Mi humor no era lo suficientemente bueno como para lidiar con mentirosos, tampoco quería conversar con Morfeo por más cansado que me encontrara, así que sólo apagué las luces, arrimé uno de los sillones junto a la ventana, y me senté ahí para divagar en las cuestiones pseudo-filosóficas que me bombardearon.

- Todo iría bien si Zaphyr estuviera aquí para hacerme compañía... Por otro lado, me alegro de que sea yo la presa de este encierro y no ella- hablaba para mí mismo con nostalgia y abrazado a mis piernas.
Inmerso en un vasto océano de culpa y negación, mi travesía hizo escala forzada debido al parloteo de Demian sonando por fuera. Se le oía bastante bajo por la distancia y los muros interponiéndose, aunque era un volumen considerable como para escuchar lo que decía desde mi sitio.

D- Buen trabajo, ya pueden irse por hoy

O- Gracias, amo- replicó seguramente una de las esclavas. 

K- ¿A mí también vas a echarme?- aparentemente, ambos callaron enseguida- ¿Y tu mocoso?

D- Ya debe estar dormido

K- ¡Perfecto! Eso significa que es momento de que los adultos se diviertan

Sus voces se apagaron tras su reír, acto que se sustituyó por golpes en las paredes, el volcarse de algunas mesitas y el romperse de los jarrones que decoraban el pasillo, estruendos que fueron decreciendo en intensidad y se dispersaron a la planta baja. ¿Qué estaban haciendo? Honestamente no me importaba, sin embargo, el interruptor que controlaba mi curiosidad se activó y me convenció de investigar los hechos.

Yendo descalzo para reducir el ruido, salí cuidadosamente sobre las puntas de mis pies de la habitación, pasé de largo el evidente desorden en ciertos cuadrantes, y llegué al segmento del corredor que daba cara a la sala principal, donde me escondí por detrás de los gruesos barrotes del barandal y espié por el pequeño espacio entre los mismos.

- Desagradable...- expuse por el avistamiento del acto sexual entre el par del averno. Dando la espalda a la escena y apoyado en el barandal, fui "ambientado" por los residuos de sus jadeos- Quien sabe cuántas veces estuvo así con Kasim, y todavía tenía el descaro de decir que me amaba... 

Me causaba una repulsión saber que esos mismos labios con los que Demian hacía sus promesas, aclamaba quererme y llegaba a besarme, se ensuciaban antes con la "esencia" de un tercero... Pero más que nada, me hacía sentir traicionado. Muy a pesar de todo, aún dolía ser víctima de sus engaños y ver que el cariño que le tenía, nunca fue mutuo. 
Los recuerdos de esos días brillantes y falaces, se encajaron involuntariamente en el núcleo del presente, dando lugar a que la tristeza se desbordara mutada en lágrimas.

- Ya no te aferres a un sueño, déjalo ir- me alenté- No más llanto desperdiciado en quien no te ha valorado...- sorbí por la nariz y limpié mis mejillas mojadas.

Me dispuse a volver a la recámara, esperanzado a que me coronara un poco de paz interior... Desplazamiento que hubo de cancelarse al detectar mi nombre en una de sus charlas.

K- Y bien... ¿Cuándo podré cobrar mi paga?

D- ¿Qué paga?

K- Dijiste que en cuanto fuese de tu posesión, me permitirías pasar algo de "sano entretenimiento" con [nombre]

D- (ríe) Sí, claro... Yo creo que no será posible...

K- ¿Por qué no?

D- La condición se hará válida hasta que estemos en nuestro dulce hogar... Aunque para serte honesto, no me agradaría que alguien más se robe el polen de mi florecilla, si sabes a lo que me refiero...

K- ¡Pero lo prometiste!

D- ¿Y tú te creíste que lo cumpliría? Querido, debes aprender a no confiar en el parloteo de un demonio, a menos a que haya un beneficio de por medio para su emisor...

K- ¿Ah sí? Entonces habrás de contratar a alguien más que te lleve a casa, porque no pienso desperdiciar mis habilidades hasta que ese bastardo se vuelva mío

- *¡¿Q-Qué?!*

Demian protestó, muy probablemente por la finalización prematura de su "sesión de entrenamiento extensivo". A su vez, se oyó el típico deslizarse de la tela, como si alguno de ellos estuviese colocándose sus prendas.

D- ¿Qué rayos haces?

K- ¿No es obvio? Me largo

D- Vamos hombre, déjate ya de bromas...

K- No, ya me harté de ser exclusivamente tu juguete. A pesar de mi desacuerdo, mismo que no manifesté jamás hasta hoy, accedí a ser parte de tu estúpido plan porque se trataba de tí, de tu felicidad, ¿y así es como retribuyes mi fidelidad y devoción?

D- (bufa) Ahórrate los dramas y no te comportes como un caprichoso por una ridiculez... ¿O no será que estás celoso porque un "bastardo" va a desplazarte un puesto en mi lista?

K- Con celos o no, dudo rotundamente que te importe en lo mínimo lo que siento...

D- Mencionaste... ¿sentimientos?- de repente, Demian soltó una carcajada- ¿En verdad te convenciste de que lo nuestro se basaba en afecto y toda esa basura?- lentamente recuperó la compostura- Ok, ok, si esa es tu decisión, voy a respetarla, de todas formas no te necesito

K- Eso está por verse, dudo que encuentres a alguien que te tolere tanto y se conforme con tan poco como yo

D- Sólo en tus sueños. No quiero volver a verte en mi territorio... Aunque si te humillas y me pides perdón adecuadamente, tal vez lo reconcidere, anule tu exilio, y te regrese tu título como mi plato de segunda mesa

K- ¡Vete al infierno!...- en la cumbre de la discusión, me asomé discretamente por las ranuras a desnivel; Kasim ardía en rabia mientras que hacía una seña obscena con su dedo medio- Oh, es cierto, ¡sin mí no puedes!

Tras la última frase exclamada, el albino se desintegró con un chasquido. Demian comenzó a hablar consigo mismo, entretanto, recogió su ropa y se la puso.

D- Me produce jaqueca- masajeó una de sus sienes- Pero eso me gano por enredarme con demonios más jóvenes...

Con su aproximación a las escaleras, salí disparado en cubierto hacia mi recámara. Ya ahí, recobré la postura en el sillón; al ser bateado por Kasim y consumido por su rabia, apostaba que se desquitaría conmigo, tal como intentó con anterioridad tras las advertencias de Zaphyr, así que me preparé para lo peor.
Justo como lo establecido, bastaron unos segundos para que la puerta del cuarto se abriera, revelando mi temor y a un Demian inexpresivo tras ella.

D- Ya es tarde, deberías descansar- prosiguió a marcharse, yo liberé una generosa bocanada de aire en son de alivio.

Me calmaba que no se atreviera a propasarse, pero a su vez me atemorizaba no saber en lo que pensaba. Advertido por mis propias suposiciones y como resultado de mi cansancio naciente, cambié de sitio a la cama y recargué mi espalda en las almohadas apiladas. No iba a bajar la guardia ni a otorgarle oportunidad alguna, motivo por el que repudié ponerme a dormir.

- *Por más que diga que todo irá bien, presiento que mi barco recién zarpó del puerto para adentrarse a la tormenta...*

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**.
Solitaria en la arena de combate, una Daika temblorosa y hecha añicos por fin se levantó del suelo.

Da- Cómo duele...- combinado con sus constantes quejidos, trató de concentrar su virtud sanadora en las zonas lesionadas, por desgracia, ésta carecía de potencia alguna al igual que el resto de sus dones- ¡Imposible...! Esto es obra de Saki...

Lanzando maldiciones al aire y para evitar consumir lo poco de fuerza almacenada, detuvo sus intentos por curarse y simplemente anduvo de pie lo más rápido que podía. Antes de que pasara el efecto adormecedor en la gente del pueblo y la descubrieran, atravesó algunas calles hasta cierta propiedad abandonada en la que resguardó a Riko y Zaphyr, quienes se hallaban aún inconscientes a causa de los ataques de Demian.

Ya que las muchachas ocupaban las únicas áreas cómodas en el inmueble, no tuvo más opción que reposar en el piso de madera y apoyarse en una de las paredes.

R- Ugh... ¿Dónde estamos?- la mudez se rompió en un instante. Confundida por el entorno desconocido, se irguió y presionó su cabeza- ¿Qué pasó?... ¡Ay por dios, Daika!

Al distinguirla en un estado mucho peor al propio y con la respiración pesada, fue a su puesto para socorrerla.

R- ¿Pero quién te hizo esto? No, no me respondas, ya me lo he de imaginar. Descuida, te ayudaré

Con ambas manos frente a Daika, pretendió aliviar sus males físicos con su poder curativo, cosa que la rubia impidió.

Da- No te desgastes, ni siquiera toda tu energía podrá restaurar la cuarta parte de la mía, mejoraré por mi cuenta con los días- dijo casi inaudible- Además, te recomiendo que la guardes para el momento apropiado... Créeme, la vamos a necesitar

Su habla fue decreciendo en intensidad y fluidez, lo que resultó en su desvanecer por la violencia y emociones negativas experimentadas.

R- ¡Daika!- dio palmaditas en sus mejillas y la sacudió sin que se reanimara.
Devolviéndole el favor, la cargó hasta el lecho libre y la reclinó, pese a rechazarlo y haber dicho esas palabras cero alentadoras, le administró una delgada capa de su magia; si bien no le regresaría su vigor habitual, sí conduciría a su restauración más temprana.

Aguardando por tal progreso y para estirarse, revisó la estructura que las protegía.

Z- ¿Riko?- oyó el llamado de la menor del grupo y reingresó al cuarto designado como su enfermería.

R- Zaphyr, ¿cómo estás?

Z- Bien... Algo así. Recibí un fuerte impacto, aunque no siento secuelas

R- Me alegro. Si percibes que algo va mal, dímelo y lo remediaré

Z- Gracias... ¿Y quién es?- apuntó a la cama improvisada contraria

R- Bueno... Para simplificarlo, es "mi segunda superior"

Z- ¡¿Te refieres a la señorita Daika, la hermana del gobernante del paraíso?!- exclamó con asombro

R- S-Sí, ¿acaso la conoces?

Z- Sí... No... No exactamente. Demian y Kasim la mencionaban en ocasiones, siempre hablaban cosas horribles de ella, pero nunca los tomé en serio

R- E hiciste lo correcto, te puedo apostar que es de la criaturas más puras y amables que existen en el universo

Z- Vaya, es fantástico estar frente una figura de su talla...- demostró su fascinación con una gran sonrisa- ¿La han dañado, verdad? Es evidente por las marcas de pelea...

R- (asiente) Aunque no debemos preocuparnos, yo me aseguraré de que se reponga pronto

Z- Que así sea... A propósito, ¿dónde están [nombre] y Hyde?

R- Es cierto, no los he visto por ningún lado. Tengo una idea

Sentándose como flor de loto y quedándose completamente inmóvil, activó su habilidad para percibir a los de su especie a grandes distancias.

R- Oh no...

Z- ¿Qué?

R- N-No lo comprendo... Es... Es como si los hubiesen borrado del mapa. Aparte de la de Daika, no detecto las esencias que corresponden a Hyde o a las plumas que él le daba a [nombre]

Z- ¿Y si las inhibieron tal y como en las últimas semanas?

R- De ser el caso, por lo menos uno de ellos no estaría desaparecido; si una pluma se desprende de su dueño, es imposible que vuelva a controlar cuándo irradia aura y cuándo no, por ende, aquellas que se le obsequiaron a [nombre], continuarían disparando señales dentro de su periodo de vida independiente. Tampoco es factible que se hayan desintegrado puesto que eran frescas...- conforme tomaban forma sus teorías, la ansiedad de Riko aumentó y se disparó a niveles alarmantes.

Z- Q-Quizás tu radar no sea tan eficaz porque te hirieron y... ¿Por qué no nos relajamos, descansamos apropiadamente, y al amanecer hacemos lo que tengamos que hacer? No vamos a ganar nada si actuamos con el pánico a flote

R- S-Sí, tienes razón

Ambas realizaron un par de ejercicios de meditación para bajar la cantidad de nerviosismo en su sistema, ya más serenas, indagaron en las polvorientas pertenencias olvidadas en la casa, recolectando y uniendo diferentes materiales acolchados para agrandar la superficie en la que dormirían esa noche.

Zaphyr se sumió en la misma realidad que Daika sin mayor problema, en cambio Riko, fundió su mirar en el techo al haber sido capturada por uno de los enemigos nocturnos más comunes: el insomnio.

R- *Sólo elevo mis plegarias para que se encuentren sanos y salvos...*

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